El documento describe la paciencia de Dios y cómo esperó pacientemente durante largos períodos de tiempo antes de ejecutar juicios contra la humanidad. También explica que la paciencia es un fruto del Espíritu y que los cristianos deben cultivar la paciencia en sus vidas, siguiendo el ejemplo de Dios al soportar a otros con amor a pesar de las pruebas.
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1. EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES
Lección 5 para el 30 de enero de 2010
2. Romanos, 15: 5
Su carácter: Dios es “tardo para la ira” (Éxodo, 34: 6).
Es longánimo, de gran disposición, apacible,
amable y constante en toda circunstancia.
Su ejemplo en su trato con Nínive: “Pues bien sabía que tú
eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno
de amor, que cambias de parecer y no destruyes” (Jonás, 4: 2 NVI)
Su trato con los pecadores: “El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento… la
paciencia de nuestro Señor es para salvación” (2ª de Pedro, 3: 9, 15)
3. El diluvio.
• Durante 120 años “Dios esperaba con paciencia mientras se construía
el arca” (1ª de Pedro, 3: 20 NVI)
Sodoma y Gomorra.
• Estaba dispuesto a perdonarla si encontraba 10 justos.
Los habitantes de Canaán.
• Esperó 400 años y perdonó aún a aquellos que podían ser salvos como
Rahab en Jericó.
La destrucción de Jerusalén.
• Profetizada desde el reinado de Ezequías, esperó más de 130 años
antes de ejecutar su sentencia.
Dios, que conoce los corazones, espera pacientemente a que el hombre se
arrepienta de su mal camino. Solamente cuando no existe ninguna
posibilidad de arrepentimiento pone fin a su paciencia y destruye al pecador.
4. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañable misericordia,
de benignidad, de humildad, de mansedumbre,
de makrothumía” (Colosenses, 3: 12)
Debemos mostrar en nuestro carácter este tipo de paciencia:
“Tened también
vosotros makrothumía,
y afirmad vuestros
corazones; porque la
venida del Señor se
acerca” (Santiago, 5: 8)
“Mas el fruto del Espíritu es… makrothumía” (Gálatas, 5: 22)
Makrothumía. Longanimidad, de respuesta tranquila;
opuesto a: genio rápido, impaciente o que se frustra fácilmente.
5. “Con vuestra hupomoné ganaréis
vuestras almas” (Lucas, 21: 19)
“Porque os es necesaria la
hupomoné, para que habiendo
hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa” (Hebreos, 10: 36)
“Añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al
dominio propio, hupomoné; a la hupomoné, piedad;
a la piedad, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, amor” (2ª de Pedro, 1: 5-7)
“Aquí está la hupomoné de los santos, los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis, 14: 12)
Hupomoné. Resistencia, constancia, entereza, perseverancia.
Debemos mostrar en nuestro carácter también este otro tipo de paciencia:
6. En la iglesia
En nuestro
hogar
En nuestro trabajo
En la
predicación
del Evangelio
“Soportándoos con paciencia los unos
a los otros en amor” (Efesios, 4, 2)
“Hermanos míos, tomad como
ejemplo de aflicción y de paciencia
a los profetas que hablaron en
nombre del Señor” (Santiago, 5: 10)
“También os rogamos, hermanos, que
amonestéis a los ociosos, que alentéis a los
de poco ánimo, que sostengáis a los débiles,
que seáis pacientes para con todos”
(1ª de Tesalonicenses, 5: 14)
“Predica la Palabra; persiste en
hacerlo, sea o no sea oportuno;
corrige, reprende y anima con mucha
paciencia, sin dejar de enseñar”
(2ª de Timoteo, 4: 2 NVI)
7. Ya que nosotros debemos seguir el ejemplo de Dios,
¿estamos dispuestos a tener paciencia
120, 130 ó 400 años?
Solamente en casos muy
especiales nuestra paciencia
podrá agotarse legítimamente.
Cuando esto ocurra, debemos
aplicar los demás frutos del
Espíritu en el proceso.
8. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba
de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la
paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”
(Santiago, 1: 2-4)
9. Todas las pruebas, por la gracia de Dios,
ayudarán a mejorar nuestro carácter cristiano.
La paciencia es un don de Dios que Él
desarrolla en la vida de cada creyente.
Las pruebas de las que Santiago habla
pueden venir por diversas circunstancias:
Porque el diablo nos tienta a hacer lo malo.
Porque Dios permite que nos sobrevengan para
desarrollar nuestro carácter.
Porque nos las acarreamos por nuestra
desobediencia.
Porque vivimos en un mundo de pecado.
10. “Cristo dio a sus discípulos una
lección sumamente importante con
respecto a cómo debían ser… "El
que trate de servir a los demás
mediante la abnegación y el
sacrificio, recibirá los atributos
de carácter que lo recomendarán
ante mi Padre, y desarrollará
sabiduría, verdadera paciencia,
tolerancia, bondad y compasión.
Esto le dará el primer lugar en el
reino de Dios".”
E.G.W. (Cada día con Dios, 13 de diciembre)