Este poema reflexiona sobre las lecciones más importantes de la vida que no se aprenden en la escuela, como reír, llorar con sinceridad, coser el alma rota, perder el miedo a equivocarse y aprender a estar solo. Aunque la escuela enseña poco sobre estas cosas esenciales, el autor dice haber aprendido de una bruja a ser un poco travieso y afrontar la vida con una perspectiva diferente.