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l primer contacto que muchos tu-
vimos del seguro de secuestro y ex-
torsión (kidnap and ransom insurance
o K&R como le llamamos en la jerga
del seguro por sus iniciales en inglés)
fue en 1932 cuando Lloyds of London
lo lanza como reacción al secuestro y
posterior asesinato del hijo del héroe
de la aviación americana Charles Lind-
bergh. En un principio solo se ofrecía a
familias con grandes patrimonios pero
mucho ha cambiado su comercializa-
ción desde entonces. Actualmente,
en un mundo cada vez mas globaliza-
do, tanto las empresas de cualquier
sector como las familias son conscien-
tes de la necesidad de gestionar estos riesgos adecua-
damente con el objetivo de mitigar los costes económi-
cos y personales que conllevan. Todos los que viajamos
estamos expuestos y somos objetivos potenciales de
una crisis de seguridad, y el deterioro social, legal y eco-
nómico que muchos países están sufriendo no ha hecho
más que potenciar estas prácticas delictivas como fuen-
te de ingresos. Se calcula que el número de secuestros
se ha incrementado en un 100% en tan solo 6 años.
El seguro de K&R es un seguro atípico ya que su princi-
pal valor añadido se da previamente a la ocurrencia del
siniestro, con el objetivo de evitarlo. Podríamos definirlo
como un servicio profesional con cobertura de pérdida
económica. Su diseño incluye tres aspectos:
1. Prevención por expertos en seguridad que asesoran
a los asegurados, tanto residentes como visitantes, so-
bre qué hacer y sobre todo qué no hacer en aquellos
países a los que se desplazan o donde residen y cómo
reaccionar en una situación de crisis.
2. Gestión de crisis por consultores especializados que
se desplazan inmediatamente a la zona del conflicto
para planear la estrategia de negocia-
ción teniendo en cuenta los intereses
de la víctima del secuestro, su fami-
lia y la empresa, coordinando con los
medios y con la policía y agencias de
seguridad locales. Estos consultores
suelen ser ex-militares de fuerzas es-
peciales.
3. Pago o reembolso: Seria la tercera
línea de defensa. Las coberturas habi-
tuales incluyen el pago del rescate, la
perdida del rescate en tránsito, cual-
quier responsabilidad civil derivada del
evento frente al asegurado, su familia
o terceros, evacuación y repatriación,
todos los gastos de investigación, traslado, manuten-
ción y hospedaje de especialistas y familia e indemni-
zación por fallecimiento o incapacidad.
Su contratación es tremendamente sensible. El mero
hecho que trascienda que un determinado asegurado
o colectivo contrata esta póliza puede suponer un ries-
go para la seguridad de los mismos por lo que muchos
contratantes acuden a pólizas off-shore para conseguir
un extra de seguridad y opacidad. La práctica habitual
es que, tanto las compañías de seguros que suscriben
estos riesgos (Lloyds, Liberty, Hiscox, etc.) como los
brokers que los intermedian, registren en sus sistemas
el nombre del asegurado con un nombre en clave para
mayor protección de los mismos.
Actualmente, según Havocscope la cifra mundial anual
que se embolsan los secuestradores por rescates paga-
dos ronda los 1,5 billones de dólares, siendo el importe
medio por rescate de 2 millones. Cesar Florez suscriptor
de K&R del sindicato de Lloyds ANV con mas de 16 años
de experiencia comenta que en el caso de Latinoamé-
rica, donde ocurren el 40% de los secuestros de todo
el mundo, México, Venezuela y Colombia siguen aca-
El primer contacto que muchos tuvimos con el seguro de secuestro y extorsión (K&R como le llamamos en la
jerga del seguro por sus iniciales en inglés) fue en la película “Proof of life” en la que una desesperada Meg
Ryan contrata al experto en seguridad de la compañía de seguros, Russell Crowe, para liberar a su marido
secuestrado por la guerrilla de un imaginario país andino... y mientras tanto se enamoran. Lamentablemen-
te en el mundo real la historia no siempre acaba tan bien.
Por Jose H. Astorqui. CEO BMS Latin America / jose.astorqui@bmsgroup.com
El seguro de Secuestro y Extorsión
OPINIÓN
e
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OPINIÓN
parando los primeros puestos. A nivel mundial el país
con mayor número de secuestros es Nigeria, seguido de
India, Pakistán, México, Libia y Filipinas (datos de 2014
NYA International). Florez añade que, lamentablemente,
los casos de “secuestro exprés” (aquellos en los que la
victima es secuestrada por un periodo corto de tiempo,
normalmente unas pocas horas, y el importe del rescate
es menor) se han incrementado dramáticamente en los
países del Cono Sur, sobre todo en Argentina en las zo-
nas del Gran Buenos Aires y Córdoba. Casos recientes
reflejan que los delincuentes están logrando un mayor
grado de sofisticación en la identificación, retención y
cautiverio de las victimas.
Una variedad del secuestro exprés más moderna es la
extorsión telefónica o secuestro virtual en donde los
delincuentes aprovechan la ausencia de una persona
para extorsionar a su familia y obtener montos menores
o cifras fáciles de reunir en un par de horas mientras el
“secuestrado” es ajeno a todo el proceso y se encuen-
tra, por cualquier razón, ilocalizable. Gracias al esfuerzo
informativo y de prevención de las fuerzas de seguridad
el secuestro virtual tiene cada vez una incidencia menor.
Muchos países se oponen en principio al pago de resca-
te alguno a organizaciones criminales aunque acaban
adoptando una postura más pragmática, especialmente
si los hechos ocurren a sus nacionales en terceros paí-
ses, manteniendo una férrea oposición pero sin llegar a
declararlo ilegal.
Por todo ello el seguro de K&R se ha convertido en una
herramienta valiosísima de protección no solo para fa-
milias acaudaladas sino también para empleados de
compañías internacionales, trabajadores de ONGs, pe-
riodistas, contratistas de obras publicas, religiosos etc.
Ninguno somos inmunes al riesgo.
15%
8%
12%
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57%
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Porcentaje de secuestros
según el resultado
(excluyendo secuestros exprés)
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8%
10%
20%
56%
3%
8%
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20%
56%
Porcentaje de secuestros por
país en Latinoamérica 2014
(excluyendo secuestros exprés)