La música andina se originó entre los pueblos andinos de América del Sur y ha evolucionado a través de la historia incorporando nuevos instrumentos y estilos. Se caracteriza por el uso de instrumentos artesanales como la quena, charango y percusión, y abarca una gran variedad de ritmos y temas que van desde cantos a la naturaleza hasta canciones románticas. En el siglo XX surgió la Nueva Canción Latinoamericana y grupos exportaron el estilo a Europa, lo que llevó a su consolidación internacional.
2. MÚSICA ANDINA: GENERALIDADES Y
CARACTERÍSTICAS
Esta entrada pretende dar a conocer una serie de aspectos generales que caracterizan a la
llamada música andina, y que espero que sean útiles y de interés para todos aquellos que
aún no conocen o bien acaban de descubrir esta manifestación artística.
En primer lugar, quisiera explicar cómo un servidor, que vive en España a miles de
kilómetros de donde de gesta y se crea el folklore latinoamericano, descubrió este tipo de
música. Cuando tenía unos 16 años pasé unos días en Madrid, y en ese tiempo tuve la
oportunidad de escuchar la actuación de unos músicos callejeros. En principio no les
presté mucha atención, pero mis padres les compraron un cassette que escuchamos en el
coche de vuelta a casa.Fue entonces cuando realmente me impresionó ese sonido
totalmente fresco, diferente, lejano pero al mismo tiempo cercano, una nueva y para mi
revolucionaria forma de expresión musical que me dejó atónito, y que me empujó desde
entonces a buscar y escuchar este tipo de música.El cassette que compraron mis padres
se titulaba Bolivia, y el nombre del grupo era Kjallpac, nombre éste del que no hay ni
rastro en todo internet. No obstante y a base de bucear en los blogs y foros de la red,
descubrí que ese cassette contenía en realidad las canciones del álbum Yamor del grupo
Wankara, que para colmo no es boliviano sino chileno.
3. Ya en Bilbao, mi ciudad, seguí ahondando en mi nueva afición musical gracias de nuevo
a las actuaciones en plena calle de bandas no profesionales que venían a tocar
especialmente en la Semana Grande de fiestas, conocidas como la Aste Nagusia. En estas
actuaciones me empapé aún más del folklore andino y tuve la ocasión de comprar más
música para mi colección, haciéndome con cassettes de grupos totalmente desconocidos
como Wayra (nada que ver con otros conjuntos homónimos y que tocaban básicamente
a K'ala Marka), Llagta'em (un conjunto al parecer ecuatoriano que tenía la virtud de tocar
composiciones propias, algunas de ellas ciertamente buenas), Alturas (no era el grupo de
los hermanos García Cossío), Mark'aru, Runa Marka y Canto Bravo (de éste último
si que he encontrado alguna reseña). La mayoría de estos artistas "de la calle" grababan
con un sello discográfico llamado Lady Alicia Records, con sede en Madrid.
4. Pero finalmente llegó Internet, y a base de experimentar las posibilidades que me
posibilitaba la red, descubrí la web llajta.org a finales de los 90, y en ella pude descubrir
al fin los llamados grupos andinos profesionales. Fue para mi una revolución descubrir
las obras originales que los grupos no profesionales versionaban en sus actuaciones, y así
mi repertorio andino creció exponencialmente gracias a esta web boliviana que
recomiendo encarecidamente, fue aquí donde descubrí a grupos como Los Kjarkas,
Savia Andina, K'ala Marka, Sukay, Ernesto Cavour y tantos otros.
Ya en el presente siglo, supongo que fue en torno al año 2005, descubrí el que creo fue el
primer blog dedicado a la música andina solomusicaandina.blogspot.com donde disfruté
compartiendo mi música y completando mi colección de discos que finalmente en
noviembre de 2011 me decidí a comentarlos en mi propio blog personal con el que
realmente estoy muy contento por la recepción que ha tenido.
Muchas gracias a todos.
Generalidades de la música andina
Antes de describir las características de la música andina hay que subrayar que el
concepto es muy amplio y a veces hasta difuso. Consideraríamos que la música andina es
aquella que se toca en la región de Los Andes en América del Sur, con una gama de estilos
muy amplia que sin embargo mantiene algunos aspectos en común.
INSTRUMENTACIÓN
A pesar de la gran variedad de estilos y formas de interpretar, hay algo que casi nunca
falta en este tipo de canciones: su clásica instrumentación que consiste básicamente en
quena, siku, charango, guitarra y percusión, aunque los artistas modernos y visionarios
de hoy día también añaden otros instrumentos ya puramente europeos como la guitarra
eléctrica, el bajo, la batería, el violín etc.
5. Ciñéndonos exclusivamente a los intrumentos básicos, todos ellos son absolutamente
artesanales y fabricados en principio con materiales naturales como madera, caparazones
de animales, semillas, e incluso hueso y pieles. Este hecho hace que los sonidos andinos
nos recuerden mucho a la Naturaleza en su aspecto más puro y simple, en efecto cuando
oímos una canción andina siempre hay algo que nos hace recordar la Naturaleza en mayor
o en menor grado, incluso la canción más extravagante tocada con estos instrumentos no
puede evitar que sintamos sensaciones como altas montañas, verdes prados, indios
viviendo en sus cabañas etc Personalmente a mi lo que más me impresiona de la música
andina es cómo un puñado de simples instrumentos artesanales y sencillos, bien tocados
de forma armoniosa, pueden dar lugar a tal variedad de sonidos maravillosos.
LOS RITMOS
Otro aspecto que caracteriza a la música andina, y que a la vez la hace más difusa a la
hora de definirla, es su enorme variedad de ritmos musicales que abarca, y que en una
ocasión intenté recopilarlos todos ellos en una entrada de este blog.
En efecto, si comprobamos esa lista vemos que es muy larga, y además está incompleta,
y no solo eso, sino que además hay muchos ritmos que presentan notables diferencias
dependiendo en qué lugar se toque, por lo que la lista real sería prácticamente
interminable.
Al igual que los instrumentos, los ritmos andinos también han sido objeto de alteraciones
y fusiones con otros traidos del viejo continente, algunos ritmos incluso se han traído de
Europa y se les ha dado un carácter particular en la zona andina, en un ejercicio claro de
mestizaje.
LA TEMÁTICA ANDINA
6. Además de los ritmos e instrumentos andinos clásicos, muchas canciones también se
cantan, hablando sus letras de diferentes temas.
En principio los temas tratados en la música andina clásica consisten básicamente en
cantos a los elementos naturales como ríos o montañas, deidades precolombinas y
actividades cotidianas y sociales de los indios que aún hoy llevan un modo de vida como
hacía 1000 años, especialmente aquellas relacionadas con la actividad agrícola.
Sin embargo eso no quiere decir que la música andina se haya estancado en la Edad
Media, el folklore obviamente no ha podido permanecer ajeno a los grandes cambios que
supuso, primero la colonización europea, y después la revolución cultural del siglo XX.
De esta manera la temática andina se ha diversificado enormemente aunque muchos
grupos mantienen aún esos temas primigenios, así los cantos románticos hoy por hoy son
con diferencia los más habituales, gracias sin duda a que también son más comerciales.
Los compositores también han escrito obras ensalzando las fiestas
populares,especialmente el carnaval, así como cantos en honor a los diferentes pueblos y
ciudades, así como a las diferentes patrias.
Y también hay que destacar que las dictaduras militares que han padecido casi todos los
países sudamericanos en el siglo XX han provocado el nacimiento de toda una corriente
musical de la que la música andina se ha servido ampliamente: la Nueva Canción
Latinoamericana, cuyos autores y poetas cantaban por la justicia social y contra los
abusos de poder de los dictadores como Pinochet, Videla, Báncer o Fujimori.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
7. El origen de la música andina se pierde en la oscuridad de los tiempos, podríamos decir
que nació por primera vez cuando un homínido cogió un palo de caña y sopló sobre él
para hacelo sonar, o bien cuando alguien descubrió que golpear una piel de animal
extendida sobre un hueco o caja de resonancia producía un sonido particular.
El hombre primitivo de los Andes adquirió un gran conocimiento del mundo natural que
le rodeaba y su religión giraba en torno a esa Naturaleza, así que cuando oyeron esos
sonidos, los hombres pensarían que se trataba de un don de los dioses para los hombres.
Y fue así como los antiguos amerindios del Sur dedicaron sus primeros sonidos
ancestrales para honrar a los dioses, cantándoles rogativas para ganar prosperidad. Aún
hoy grupos como Ruphay y Aymara entre otros, recogen en sus discos este tipo de cantos
e interpretaciones ancestrales consistentes tan solo en instrumentos de viento y percusión
que en la edad antigua llegaron incluso a especializarse para distintas ocasiones, así se
tocaban canciones para pedir a los dioses buenas cosechas, para protegerse de malos
espíritus, y especialmente fructificaron temas musicales arcáicos que anunciaban trabajos
agrícolas como la siembra o la recogida de cosechas.
De esta forma, los antiguos habitantes andinos poco a poco sentaron las bases rítmicas
musicales que caracterizarían más adelante el folklore de los Andes.
Con la llegada de los europeos a América del Sur se produce un cambio trascendental
en la música andina: la introducción de los instrumentos de cuerda. Los europeos
llevaron la guitarra a Sudamérica y ésta fue adoptada por los indios, que reconocieron
en este instrumento las enormes posibilidades que ofrecía para elaborar aún más sus
canciones y sobre todo para definir mucho mejor los esquemas rítmicos. Pero los
sudamericanos le darían a la guitarra su estilo personal y un sonido muy particular,
empleando unas cuerdas mucho más cortas y un caparazón de armadillo como caja de
resonancia: había nacido
EL CHARANGO.
Los europeos trajeron nuevos conceptos y nuevos instrumentos, pero en Sudamérica
todos estos elementos evolucionarían de forma particular dando lugar a la gran variedad
8. de estilos artísticos que hoy conocemos y que en su mayoría son fruto del mestizaje. Quizá
el ejemplo más esclarecedor y sorprendente de ese mestizaje sea la saya, un ritmo muy
peculiar que curiosamente tiene raíces africanas, pues fue introducido en América por los
esclavos africanos que los europeos enviaban a trabajar en el duro campo y que enseguida
se mezcló con el estilo e instrumentos andinos, hoy por hoy la saya es uno de los ritmos
andinos más recurrentes.
El siglo XIX trajo la independencia de los países sudamericanos actuales, así cada país
desarrolló su folklore a su manera diversificando aún más la música andina, aunque
manteniendo siempre sus esencias en mayor o menor medida. En esta época la
introducción del Cristianismo en América fue otro hecho determinante en la música
andina, apareciendo en sus composiciones nuevos cantos de alabanza a la nueva religión,
nacería así la llamada música andina cristiana, con La misa criolla de A. Ramírez y F.
Luna como obra más universal.
Ya en el siglo XX, especialmente en sus segunda mitad, surgen los primeros grupos
folklóricos dedicados a interpretar y difundir esa gran riqueza artística surgida a raíz de
un mestizaje cultural. No obstante la sociedad del siglo pasado había cambiado
enormemente respecto a las anteriores, la mayoría de la gente abandonaba el campo y
emigraba a la gran ciudad en busca de las mayores y mejores oportunidades que a priori
ésta ofrecía. Durante la primera mitad del siglo XX la música folklórica era percibida
como algo retrógrado y propio del oscuro pasado al que nadie quería volver estando bien
acomodado en la ciudad, a las personas que tocaban esta música se las miraba como si
fueran individuos inadaptados, anclados enel pasado, y además con escasos recursos
económicos. El director de Los Kjarkas, G. Hermosa, contó en una entrevista que cuando
ellos empezaron a tocar se consideraba al músico como la última de las profesiones, y
que ningún padre quería casar a su hija con un músico.
EXPORTACIÓN A EUROPA Y CONSOLIDACIÓN
Pero a mediados del siglo XX se producen dos hechos muy relevantes. En primer lugar
el nacimiento de la Nueva Canción provocada por la injusticia social derivada de las
dictaduras imperantes de entonces y que consigue remover conciencias a base de conjugar
un mensaje de denuncia social con el folklore andino como base artística, eso si, con las
peculiaridades introducidas por grupos básicamente chilenos como Inti-Illimani o
Quilapayún. Y por otro lado, un puñado de artistas decidieron emigrar a Europa,
9. especialmente a Francia, para exportar su música folklórica al viejo continente que
buscaba nuevos sonidos en un ambiente cada vez más cosmopolita, a la vanguardia de
este movimiento debemos citar a Los Incas y Los Calchakis.
Todo esto da a la música andina su definitivo despegue hacia la fama y el reconocimiento
que hoy día goza, y así se fuerno creando en esta época un sinfín de grupos folklóricos, a
los que dedico mayormente mis entradas de blog.
NUEVOS SONIDOS PARA EL MUNDO
Hoy día la música andina sigue evolucionando e investigando nuevas formas de expresión
artística, la globalidad que vivimos hoy día hace que el mundo sea ya pequeño y que las
cosas se mezclen unas con otras. Así la música andina no solo se ve influenciada por la
cultura global, sino que ella también influye en ella aportando sus maravillosos sonidos.
Una de las fusiones más recurrentes y que mejor ha funcionado en la música de los Andes
ha sido su síntesis con el New Age, siendo la banda alemana Cusco y su trilogía de
Apurímac su mejor ejemplo, sin olvidar no obstante al prolífico grupo Nazca e incluso
Altiplano de la mano de su creador M. Vicencio.
Otra fusión importante corresponde a la música andina con el rock, para la que han
surgido excelentes grupos especializados en esto: Wara y Los Jaivas son quizás los
mejores ejemplos.
Y para terminar hay que señalar que la música andina ha llegado a trascender en tal
medida que incluso en países lejanos a Los Andes se han creado grupos andinos por
sorprendente que parezca. El caso más representativo quizá sea el de Los Chacos,
formados íntegramente por músicos franceses en los años 60. Pero también encontramos
otros ejemplos como el de Sukay, creado en EE.UU, Tunari de Australia, incluso quien
fuera compañero de Violeta Parra e integrara Los Jairas de Bolivia, el antropólogo G.
Favré, que emigró desde Suiza para conocer el continente sudamericano.