El documento habla sobre varios temas relacionados con la lingüística. Menciona que cada persona tiene su propio dialecto único, pero que un dialecto se distingue del otro por diferencias considerables. También discute que la lengua oral es dinámica y cambiante, mientras que la lengua escrita sirve como base para los estudios lingüísticos. Finalmente, señala que la evolución de la lengua no es sinónimo de corrupción y que la descripción lingüística debe separarse de la prescripción.