2. Érase una vez, un oso panda que vivía en el bosque muy armónicamente, hasta que un día llegó al lugar un Jirafa. Como el oso panda era un pequeño e inofensivo osezno, se asustó mucho y quiso llamar a sus padres, pero no se acordó de que ellos ya habían muerto.
3. Aquel oso empezó a llorar y a llorar, entonces la jirafa se conmovió y le preguntó cuál era la causa de su llanto. - Es que mis padres murieron hace mucho tiempo, entonces cuando tú me asustaste yo los quise llamar y no pude hacerlo - le contestó lloriqueando el oso.
4. - ¡Oh, no te asustes! Yo sólo venía a buscar bambú - dijo la jirafa. - ¡No vuelvas a hacer una broma tan pesada como esa¡ - le dijo el oso. - No, claro que no, pero cuéntame cómo fue que murieron tus padres - le preguntó la jirafa.
5. - Pues ya sabes, los humanos cazan a los animales sin saber lo que están ocasionando - dijo el oso. - Entonces ¿fue así como murieron tus padres? - Sí -dijo el oso. - ¡Oh!, qué lástima, pero te juro que jamás volveré a hacer una broma como esa. Ojalá que los humanos tengan algún sentimiento bueno como lo tuve yo - concluyó la jirafa
6. Tranquilo amigo aquí hay amigos que te cuidaran de los humanos. Todos así, que nos ayudamos uno a otros para seguir viviendo felices y estamos sembrando mucho bambú.