El documento discute algunos desafíos de la educación básica en el nuevo milenio, incluyendo la necesidad de revisar y reestructurar los sistemas educativos para reflejar los cambios en la sociedad, cuestionar el protagonismo exclusivo de la educación escolar y ver la educación como una responsabilidad compartida entre la escuela y la comunidad. También habla de la importancia de elaborar planes educativos integrales a nivel territorial que articulen las prácticas educativas de la escuela y la comunidad.