1. “YA MAÑANA SI ESO”
Hay algo que me inquieta y no me deja dormir algunas noches. Es
algo que me abruma y que me confunde… creo que lo llaman resaca.
Anoche salí con unas amigas y lo que iba a ser “dar una vuelta”
terminó peor que el final de “Los Serrano”. Todo eran risas hasta que
llegó el ron, o el “otra ronda”, no lo tengo muy claro. A lo tonto,
empezamos a empinar el codo y para cuando nos dimos cuenta
éramos más que Atila y los hunos yendo de bar en bar cual grupo de
bárbaros. Claro que con esas pintas de portuguesa y esa borrachera
no me quería llevar a casa ni Falete.
Para cuando me he dado cuenta, me he despertado medio abrazada a
un contenedor, con un resacón del quince y sin haber ligado. Daba
tanta pena que mi vecina del quinto me ha echado unas monedas;
aunque teniendo en cuenta el fiestón de anoche, lo que da pena de
verdad es mi bolsillo.
Yo creo que las mujeres con los cubatas experimentamos el proceso a
la inversa: en vez de verlos más altos, más atractivos y más
inteligentes los vemos más feos, más tontos y más borrosos que
nunca. Que luego la borrosa era la lentilla, pero sigue sin ayudar. Y
como tu amiga la guapa se está dando el lote con un rubio de metro
ochenta, te toca abrazarte al cubata... o a los cubatas, dependiendo
del nivel de atractivo del susodicho. Con ese bajón no liga ni la barra
de stripper, y es muy probable que termines más arruinada que la
casa discográfica de Leticia Sabater.
Qué caro sale evadirse de la realidad hoy en día, ¿Eh? Así lo llamo
yo: “Evadirme de la realidad”. Mi psicólogo lo llama alcoholismo, pero
no me importa, le pago para que me escuche porque bastante me
sermonea ya mi madre. Otra que está empeñada en que deje de
beber y haga ejercicio, que así no voy a encontrar buen mozo. Pero
vamos a ver, ¿Cómo voy a encontrar buen mozo si cada vez que
salgo los hombres huyen de mi intelecto? Y luego dicen que no ligo
porque soy fea, tiene cojones.
En realidad, el problema del mundo es que no hay dinero suficiente
para abastecernos de alcohol a todos, y claro, los que se quedan sin
él se meten a psicólogos, madres o amigas guapas.
¡Brindemos por no pertenecer a este grupo!... pero hoy no, que me
duele la cabeza, ya mañana si eso.