Conoce un poco más sobre Aquiles Nazoa, escritor, periodista, poeta y humorista venezolano. Su obra es un claro reflejo de la cultura popular venezolana, de lo afirmativo venezolano.
2. Aquiles Nazoa fue un lector voraz
que no se conformaba con la amplia
biblioteca que tenía en su casa;por
lo que la Biblioteca Nacional se
convirtió en un segundo hogar,
visitado a diario por largas horas
para consultar todo tipo de textos.
3. Aquiles Nazoa nació en la
barriada El Guarataro, de
Caracas, el 17 mayo de 1920.
Su amor por la narración y la
poesía nacen en su niñez, de
la amistad de su abuela y de
las andanzas con su padre:
“Mi niñez fue pobre, pero
nunca fue triste; fue más bien
pensativa y serena y
en muchos aspectos fue en
la realidad tan hermosa como
la revivo en la memoria”
4. Aquiles Nazoa es considerado el máximo exponente del humor
venezolano del siglo XX, tanto por su obra periodística como
por su obra poética y literaria.
En la columna “A punta de Lanza” firmada como Lancero,
publicada en el diario Últimas Noticias comienza a revelarse el
gran humorista. En esa misma época (1942-1945), también
publica sus versos en el diario El Nacional bajo el pseudónimo
Jacinto Ven a Veinte y “Teatro para leer” en el semanario
humorístico El Morrocoy Azul.
Fundó suplementos como La Pava Macha, El Fósforo y Tocador
de Señoras. En 1945, asumió la dirección de la
revista Fantoches, fundada por su maestro Leoncio Martínez.
)
5. Sus coloridas plumas unen a toda
Latinoamérica, pues las podemos
ver desde el este de Panamá
hasta Brasil, bajando por México,
Guatemala, Ecuador, Perú,
Colombia, Venezuela y Argentina.
En condiciones naturales, habita
bosques inundables, regiones
pantanosas e incluso manglares.
Generalmente se asocian a las
palmas, las cuales utilizan como
alimento, dormideros y para
hacer sus nidos.
Aquiles Nazoa fue un
autodidacta consumado.
Su pasión por el conocimiento
lo convirtió en un vehemente
investigador que solía acosar
con preguntas tanto a
especialistas del arte y
las distintas ramas de las
ciencias; como también a
la gente del pueblo, a quienes
admiraba por su sabiduría
popular.
Hablaba con sencillez de arte,
de literatura, de música,
de electricidad, de urbanismo
y de muchos otros temas.)
6. Fue un defensor de la naturaleza y combatiente
tenaz de la destrucción de Caracas por la
voracidad modernizadora.
Caracas Física y Espiritual, libro escrito para la
celebración de los 400 años de la fundación,
refleja el gran amor que le profesó:
“Como el incurso en un caso de desahucio por
demolición, en él he recogido apresuradamente
los últimos cachivaches de mi corazón y de mi
memoria. Historia, crónica, poesía, retratos
amados, cambian en mi libro de una página a la
otra, sin otro elemento de ensamblaje entre las
partes que el secreto hilo de amor con que
pacientemente me puse a unirlas”.
Eterno amante de Caracas
7. También se ocupó más allá de su
prosa, versos de alabanzas o críticas.
Un ejemplo de ello, fue la organización
del Congreso de Arquitectura, con el
objetivo de buscar soluciones a los
problemas de urbanismo, en el cual
participaron los habitantes de los
cerros caraqueños.
8. “Caraqueño por los cuatros costados, nadie
amó tanto a su ciudad natal como él. Nadie
la sufrió tanto como su corazón enfermo por
tanta depredación, tanta rotura, destrucción
tanta (…) Su historia de Caracas no es la de
un profesional de la historia, sino la historia
íntima escrita por un poeta que sabía de la
historia de su ciudad”.
“La diferencia entre un historiador
profesional y Aquiles Nazoa es que este no
solo leyó los libros del cronista, sino que
anduvo a pie por todos los sitios y lugares
que la crónica reseña”, escribió el periodista
venezolano Héctor Mujica, en el prólogo de
la Obras Completas, editadas por la
Universidad Central de Venezuela (1978-
1983).
9. Un trágico accidente de tránsito truncó su
vida el 25 de abril del año 1976, en la
autopista Caracas-Valencia.
Aquiles Nazoa y su obra son imprescindibles
para comprender nuestra esencia, nuestra
cultura, y para consolidar lo afirmativo
venezolano desde la perspectiva de
la riqueza histórica, espiritual y moral.