Inteligencia social, es uno de los libros clásicos de Daniel Goleman. El libro inicia con los fundamentos de la neurociencias con respecto a lo que llama la vía inferior y superior de las emociones. Seguidamente introduce la definición de la inteligencia social y su aplicación en la relaciones amorosas y en la crianza. Nos advierte que la triada oscura de la personalidad impide la conexión emocional, también nos advierte de las relaciones toxicas y su influencia en la salud. Aplica la inteligencia social en el trabajo, en la correccionales juveniles y en la política pública.
1. Inteligencia Social: la nueva ciencia
de las relaciones humanas.
Daniel Goleman
https://etikhe.files.wordpress.com/2013/08/goleman-daniel-inteligencia-
social.pdf
POR: MSc. JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO
2. En la obra “Inteligencia Social: la nueva ciencia de las relaciones
humanas” , el psicólogo estadounidense Daniel Goleman dice que
cada vez que tenemos un encuentro interpersonal, se ponen en
marcha los circuitos sociales del cerebro.
Nos informa que la neurociencia puntualiza que cuando
nos vemos obligados a tomar decisiones sociales, las
células fusiformes son las que entran en actividad.
Mientras que las neuronas espejo nos inducen a sentir
lo mismo que otra persona.
Y activada la amígdala, esta se apropia de ciertos
puntos claves del cerebro dirigiendo nuestro
pensamiento, atención y percepción.
La vía larga neuronal se da cuando los impulsos
visuales van del ojo al tálamo y desde el tálamo hasta
la corteza visual.
Mientras que la vía corta, la vía alterna, transmite
directamente la información del tálamo a la amígdala.
3. La vía superior es serenamente racional y nos ayuda a pensar los
que estamos sintiendo.
La vía inferior está cargada de emoción y opera en
base a los sentimientos.
El sistema nervioso transmite los estados de ánimo a
la musculatura facial.
La expresión facial que acompaña al relato, es la que
provoca la activación de diferentes regiones
cerebrales.
En consecuencia la cordialidad, la comprensión, la
autenticidad del otro, es decir, los vínculos no
verbales del rapport, nos permiten sintonizar el estado
de ánimo y el ritmo de la otra persona y entrar en
sincronía.
Efectivamente, la resonancia emocional es la
sensación de conexión que nos permite conectarnos o
acoplarnos con otra persona.
4. Los circuitos cerebrales de las personas implicadas en una
interacción, operan en paralelo facilitando un contagio emocional.
Especialmente porque la función de las neuronas
espejo es imitar y reproducir las acciones que
observamos en los demás.
Son estas neuronas las que advierten determinada
emoción en el rostro del otro.
La atención es primordial para establecer una
conexión emocional con otra persona.
Su ausencia hace imposible la empatía, la cual es el
preludio de la acción compasiva.
La empatía comprende conocer los sentimientos de
la otra persona, sentir lo que está sintiendo y
responder compasivamente.
La primera impresión en las relaciones
interpersonales, induce un proceso de toma de
decisiones.
5. En las neuronas fusiformes se asientan estos juicios.
Una densa red de células fusiformes, llamadas así por su forma de
huso, conectan la corteza orbito frontal con la parte superior del
sistema límbico, alineando la atención y pensamientos con nuestros
sentimientos.
En el primer momento que nos encontramos con
alguien, estas áreas neuronales esbozan un juicio
inicial, luego, viene como debemos reaccionar a la
persona implicada.
Es la corteza orbito frontal la que elabora la respuesta
más apropiada.
Los ingredientes de la inteligencia social son la
conciencia social, lo que sentimos sobre los demás y
la aptitud social, lo que hacemos con esa conciencia.
La conciencia social está compuesta por la empatía
primordial, es decir, la capacidad de interpretar
adecuadamente las señales emocionales no verbales.
6. La sintonía, que comprende escuchar de manera íntegramente
receptiva.
La exactitud empática, que se refiere a comprender pensamientos,
sentimientos e intenciones de los demás.
Y la cognición social, que puntualiza entender el funcionamiento del
mundo social.
El espectro de la aptitud social comprende la
sincronía, la capacidad de comunicarse a nivel no
verbal.
La presentación de uno mismo, saber presentarnos a
los demás.
La influencia, que apunta a dar una forma adecuada a
nuestras interacciones sociales.
Y el interés por los demás, capacidad de interesarse
por las necesidades de los demás y actuar en
consecuencia.
7. El psicólogo estadounidense Paul Ekman, pionero en el estudio de
las emociones, propone como método de adiestramiento de la
empatía primordial, centrarse en las micro expresiones faciales,
las cuales son señales emocionales que aparecen fugazmente en
el rostro.
La capacidad de detectar la falta de sinceridad puede
aumentar, al perfeccionarnos en detectar micro
expresiones faciales.
Goleman sostiene que hay dos modalidades de
relación interpersonal: la relación “Yo-Ello”, que es
una relación instrumental carente de empatía y
conexión con la realidad subjetiva del otro.
Y la relación “Yo-Tu” refleja una conexión especial de
proximidad en la relación.
La Triada Oscura de la Personalidad (TRIOPE)
comprende al narcisismo, maquiavelismo y
psicopatía, que carecen de capacidad de contacto
con los demás.
8. El narcisista se considera merecedor de la gloria y se interesa muy
poco en los efectos de sus acciones sobre los demás.
El maquiavélico utiliza estrategias para alcanzar y
mantener el poder sin importar los medios utilizados.
Los psicópatas presentan una curiosa distorsión de la
empatía y no reconocen el miedo ni la tristeza en el
rostro de los otros.
Los integrantes de la Triada Oscura de la Personalidad
no experimentan las emociones “morales”:
remordimiento, vergüenza o culpa.
La visión mental es la capacidad de entender lo que
puede estar ocurriendo en la mente de otra persona.
Si se carece de esta capacidad no podemos amar, ni
cuidar, ni cooperar con los demás.
9. El cerebro “masculino” presenta una asombrosa capacidad de
concentración, pero, no muestra visión mental ni circuitos ligados a
la empatía.
Mientras que en el cerebro “femenino” destaca la empatía y la
comprensión de pensamientos y sentimientos de los demás.
La epigenética estudia los mecanismos que regulan la
expresión de los genes.
El ambiente en que nos movemos programa nuestros
genes y determina su grado de activación.
El alimento que ingerimos activa o desactiva muchos
genes.
Igualmente nuestras experiencias sociales pueden
determinar la activación o desactivación de
interruptores genómicos.
Cuanto más veces ocurra determinada interacción
durante la infancia, más profundamente quedara
impresa su huella en los circuitos cerebrales.
10. Padres conectados con el niño proporcionaran un fundamento
seguro, sensación básica de seguridad, donde la corteza orbito
frontal florecerá adecuadamente.
Padres insensibles y ofensivos propician que la
corteza orbito frontal se desarrolle inadecuadamente.
Un cerebro “equilibrado” estaría capacitado tanto para
la empatía como para la sistematización.
Por tanto el objetivo del parentaje es desarrollar la
resiliencia social, que el niño aprenda a recuperar la
alegría suceda lo que suceda.
Cuando se entrelazan la atracción sexual, el apego y el
cuidado podemos vivir un auténtico romance.
La atracción sexual es el punto de partida, el apego
mantiene unida a la pareja y el cuidado, protege a
nuestros hijos para que puedan crecer.
11. La forma de cuidar a nuestra pareja es ofrecerle un refugio para que
pueda enfrentarse al mundo.
El apego ansioso dificulta el impulso de exploración
del otro.
El apego seguro libera dosis de atención y energía
para dedicarla a las necesidades de los demás.
El apego evasivo rehúye a las emociones intensas y
no advierte la existencia de ningún problema.
Las relaciones tóxicas son un factor de riesgo de
enfermedad y muerte, por la liberación crónica de
cortisol debido a las situaciones de estrés que
provocan.
Simultáneamente el eje “hipotalámico-pituitaria-
adrenal” y el sistema nervioso simpático vinculan el
estrés a la salud.
El modo en que una relación influye en la salud,
depende de la sumatoria de interacciones positivas o
negativas que tengamos a lo largo de meses o años.
12. En cualquier relación nutricia, cada uno de los miembros de la
pareja ayuda al otro a gestionar sus sentimientos más
angustiosos.
Asimismo, no solo ayudamos a los demás a nivel
emocional sino también a nivel biológico, por ejemplo,
el amor es un ingrediente activo en cualquier
tratamiento en pacientes delicados.
De la misma manera los mejores jefes son personas
seguras, empáticas y conectadas.
La institución correccional debe proporcionar un clima
emocional que provea fundamento seguro y practicar
la justicia retributiva en la lucha contra delincuencia
juvenil.
Además “Nosotros-ellos” escinde el mundo en dos y
hace imposible la empatía.
La conexión emocional es requisito esencial para
vencer los prejuicios.
13. Perdonar no implica olvidar, pero, es un antídoto para acelerar
procesos sanatorios a nivel biológico y a nivel de relaciones
interpersonales.
El autor afirma que las personas más ricas no son las
más felices. La felicidad depende de las personas con las
que uno se relaciona, en otras palabras, de la calidad de
nuestras relaciones.
Goleman denuncia que en las sociedades modernas hay
una preponderancia de las relaciones “Yo-Ello”. Propone
que la política pública debería tener en cuenta la
sensación de bienestar y no centrarse en la economía.
Por eso está de acuerdo en el Índice Global de Felicidad
propuesto en mil novecientos setenta y dos por el Rey de
Bután, Jigme Singye Wangchuck .
El Índice Global de Felicidad es una publicación anual de
las Naciones Unidas que mide la felicidad en ciento
cincuenta y siete países basándose en el producto
interno bruto, esperanza de vida, generosidad, apoyo
social, libertad y corrupción.