Presentación que acompaña al artículo de Mariano Artigas "Galileo después de la Comisión Pontificia". Scripta Theologica, 35 (2003), pp. 753-784.
Describe de la situación del "caso Galileo" tras la investigación de la Comisión Pontificia designada por Juan Pablo II para estudiarlo.
1. Mariano Artigas
Galileo después de la
Comisión Pontificia
publicado en Scripta Theologica, 35
(2003), pp. 753-784.
actualizado e ilustrado: enero de 2006
2. Dava Sobel,
La hija de
Galileo
(Madrid:
Debate,
1999), p.
223
Sólo hubo un proceso a Galileo y,
sin embargo, parece que hubo un
millar: la represión de la ciencia
por parte de la religión, la defensa
del individualismo contra la
autoridad, el choque entre lo
revolucionario y lo establecido, el
desafío de los descubrimientos
radicalmente nuevos frente a las
antiguas creencias, la batalla de la
libertad de conciencia y de
expresión contra la intolerancia.
Ningún otro proceso en los anales
de la justicia ordinaria o canónica
ha resonado a lo largo de la
historia con más significados, más
consecuencias, más conjeturas y
más lamentos
3. El caso Galileo es muy complejo
• No veían a Galileo como padre de la ciencia
moderna, que apenas comenzaba a existir entonces
• El proceso de 1633 se basó en hechos sucedidos en
1616, cuyo protagonistas habían muerto
• Galileo forzó la situación para publicar el Diálogo en
1632, convencido de que su amistad con el Papa le
salvaría, pero el Papa Urbano VIII se sintió
engañado y ridiculizado y se convirtió en su principal
acusador
• Varias circunstancias complicaron más aún el caso
(la Guerra de los Treinta Años exigía del papa una
actitud especialmente firme, la peste interrumpió las
comunicaciones entre Florencia y Roma, la muerte
del príncipe Cesi que iba a publicar el libro en Roma
y podía haber evitado los inconvenientes, la caída en
desgracia de Ciampoli que estaba próximo al papa)
4. Tres fases de la Comisión creada
por Juan Pablo II para estudiar el
caso Galileo
• 1979: en discurso a la Academia Pontificia
de Ciencias, Juan Pablo II manifiesta el
deseo de que se estudie el caso para superar
viejos malentendidos
• 1981: el Papa crea una Comisión para
realizar ese deseo
• 1992: acto de clausura de los trabajos de la
Comisión, ante la Academia Potificia de
Ciencias: el Cardenal Paul Poupard lee un
discurso presentando los trabajos, y el Papa
Juan Pablo II responde con otro discurso
5. ¿Consiguió la Comisión sus
objetivos?
• La reacción de la opinión pública ante el acto
de clausura fue en general positiva,
valorando el deseo de la Iglesia de reconocer
errores y fomentar la colaboración con la
ciencia
• En años posteriores, varios especialistas en
Galileo han manifestado críticas tanto sobre
el funcionamiento de la Comisión como sobre
los discursos del Papa y del Cardenal Poupard
en el acto de clausura en 1992. Veamos estas
críticas
6. Massimo Bucciantini
• Valora positivamente la
documentación producida por la
Comisión y la rehabilitación de Galileo
por el Papa como un acto
políticamente importante
• Pero dice que las interpretaciones
generales son débiles: se limitan a
reconocer errores conocidos, o
renuevan tesis apologéticas de escaso
o nulo valor
8. Annibale Fantoli
• Critica los discursos de la sesión conclusiva de
1992: contienen inexactitudes históricas,
deforman la posición de los protagonistas,
minimizan la responsabilidad de la Iglesia
• Sobre todo, critica que no se han reconocido
expresamente las responsabilidades en el
vértice: de las Congregaciones del Santo Oficio
y del Índice, y de los Papas Pablo V y Urbano
VIII
• Dice que el caso Galileo no puede considerarse
cerrado, y que hoy día existen problemas aún
mayores en la relación de la Iglesia con la
ciencia
9. La tesis del error mutuo (Duhem)
• Propuesta por Pierre Duhem en 1908:
Galileo se equivocó en el aspecto
científico (no tenía pruebas del
copernicanismo), y acertó en el
teológico (no había oposición entre el
copernicanismo y la Biblia)
• A sus jueces les ocurrió lo contrario:
acertaron en lo científico (el
copernicanismo era sólo una hipótesis),
y se equivocaron en lo teológico
10. La tesis del error mutuo
(Brandmüller)
• Walter Brandmüller (1982), muy
relacionado con la Comisión Pontificia,
ha vuelto a proponer la tesis de Pierre
Duhem
• Fantoli ve una influencia de esta
errónea tesis en los discursos de la
clausura de la Comisión
12. Michael Segre
• Critica los discursos de 1992.
• Dice que lo que estaba en juego era
el derecho al libre pensamiento, y
que el Papa no lo ha clarificado
• Critica que el Papa diluyera las
responsabilidades, sin concretarlas
• Se pregunta por qué la Comisión no
cumplió los deseos manifestados por
el Papa en 1979
14. Antonio Beltrán
• Constituyen una enmienda a la
totalidad
• Utiliza calificativos como desfachatez
intelectual, comedia, y bajeza moral
• Critica todas las intervenciones
eclesiásticas en torno al caso Galileo
desde el siglo XVII hasta ahora
16. James Reston
• Critica el trabajo de la Comisión en su
conjunto
• Dice que la Iglesia, como institución
divina, no puede confesar sus errores,
y sólo intenta echar tierra sobre el
caso Galileo, “que estaba a punto de
ser enterrado vivo por otros
cuatrocientos años”
19. George Coyne
• Critica los dos discursos de 1992, debido a los
juicios que emiten sobre Galileo, Belarmino,
los teólogos, y la actitud posterior de la
Iglesia sobre el caso Galileo
• Ve la raíz de estas deficiencias en la historia
de los trabajos de la Comisión, que también
critica
• Le preocupa que puedan darse nuevos
choques entre el autoritarismo de la Iglsia y
la libertad en buscar la verdad en las
empresas humanas
20. Resumen de las críticas
• La raíz de los errores es el
autoritarismo; no se reconoce, y sigue
siendo actual
• Los dos discursos del 31 de octubre de
1992 contienen inexactitudes
• Mal funcionamiento de la Comisión
• El error consistió en juzgar una
cuestión científica; no se reconoce, y se
puede repetir
• La Iglesia no puede admitir errores
• El diálogo ciencia-religión es imposible
21. Algunas clarificaciones
• No se pretendía una petición pública de
perdón (como sucedió, de modo
solemne y abarcando muchos más
temas, el 12 de marzo de 2000, en la
Jonada del perdón, con la participación
del Papa Juan Pablo II)
• Se excluyó desde el principio una
rehabilitación de Galileo o una revisión
del proceso, que no tendrían sentido
desde el punto de vista histórico y
jurídico
22. 10 de noviembre de 1979: el Papa
manifiesta un deseo
• Circunstancias: la Academia Pontificia de
Ciencias celebra el centenario del nacimiento de
Einstein. En presencia de 50 cardenales y
cuerpo diplomático
• Deseo: eliminar obstáculos para la colaboración
entre ciencia y religión
• Para conseguirlo, eliminar la desconfianza que
suscita el caso Galileo, mediante un estudio
profundo de teólogos, científicos e historiadores
• El Papa no propuso organizar nada en concreto:
era un reto lanzado al mundo entero
23. El discurso de 1979 en primera página de
l’Osservatore romano
24. Deseo de que se profundice en el caso
Galileo
“Para ir más allá de esta toma de posición del
Concilio `(Gaudium et Spes, 36, sobre la
autonomía de la ciencia), deseo que teólogos,
científicos e historiadores, animados de espíritu
de colaboración sincera, examinen a fondo el
caso de Galileo y, reconociendo lealmente los
desaciertos, vengan de la parte que vinieren,
hagan desaparecer los recelos que aquel asunto
todavía suscita en muchos espíritus contra la
concordia provechosa entre ciencia y fe, entre
Iglesia y mundo. Doy todo mi apoyo a esta tarea
que podrá hacer honor a la verdad de la fe y de
la ciencia, y abrir la puerta a futuras
colaboraciones”
25. Concordancias entre ciencia y
religión en Galileo
• El Papa señaló tres importantes coincidencias entre
ciencia y religión en Galileo
• Galileo afirmó que las verdades de la fe y de la
ciencia proceden ambas de Dios y no pueden
contradecirse.
• Galileo también reconoció la iluminación divina que
actúa sobre el científico que busca la verdad.
• Galileo formuló importantes normas epistemológicas
para poner de acuerdo la Escritura Santa y la ciencia.
• Esas concordancias contribuyen a crear un punto de
partida favorable para la solución honorable, honesta
y leal del caso Galileo y de las viejas oposiciones que
ese caso implica
26. El marco del discurso de 1979
• Tuvo lugar en la Sala Regia (1534-
1549), destinada a acoger a reyes o sus
embajadores. También se celebraban
en ella acontecimientos solemnes, tales
como canonizaciones, o cónclaves para
la elección de un nuevo Papa.
• La decoración refleja acontecimientos
importantes de las relaciones del
papado con el poder temporal.
27. Frescos de la Sala Regia
• Representan episodios históricos de las
relaciones entre los Papas y el poder
temporal. Ejemplos:
• Paz de Venecia (1177): reconciliación
del emperador Federico I Barbarroja
(estaba excomulgado) con el Papa
Alejandro III
• Batalla de Lepanto, de 7 octubre 1571,
pintada el año siguiente, 1572:
representa las flotas de los Turcos
frente a la Santa Liga (Papa, España,
Venecia y Génova). Fue la primera gran
derrota de los turcos en el mar
30. Creación de la Comisión: mayo-julio de
1981
• 1 de mayo de 1981: Ante los ecos
favorables, el Papa, a través del
Secretario de Estado, encarga al Cardenal
Garrone la coordinación de los trabajos
• 3 de julio de 1981: el Secretario de
Estado comunica el encargo del Papa a
los coordinadores de las 4 secciones
• Objetivo: materializar el deseo
manifestado en el discurso de 10
noviembre 1979
31. Las 4 Secciones de la Comisión
• EXEGÉTICA (Mons. Carlo Martini, S.J.)
• CULTURAL (Mons. Paul Poupard)
• CIENTÍFICA Y EPISTEMOLÓGICA (Prof.
Carlos Chagas y P. George Coyne, S.J.)
• HISTÓRICA Y JURÍDICA (Mons. Michele
Maccarrone y P. Edmond Lamalle, S.J.,
que pronto fue sustituido por Prof. Mario
d’Addio)
• Coordinador general: Cardenal Gabriele
Garrone, ayudado por P. Enrico di
Rovasenda, O.P.)
32. Objetivo de la Comisión (fijado en carta del
Secretario de Estado, 1 de mayo de 1981)
“El objetivo de los varios Grupos debería consistir
en repensar toda la cuestión galileana, con plena
fidelidad a los hechos históricamente
documentados y de acuerdo con las doctrinas y
cultura de aquel tiempo, y reconocer lealmente,
en el clima del Concilio Ecuménico Vaticano II y
del mencionado Discurso de Juan Pablo II, los
errores y las razones, cualquiera que sea la parte
de donde provengan. No se trata de revisión de
un proceso ni de rehabilitación, sino de una
reflexión serena, fundada objetivamente, en la
actual época histórico-cultural”
33. Dificultades para conseguir el
objetivo
• La Comisión no tenía presupuesto, ni
especial dedicación de tiempo, ni
dotación económica
• Queda a merced de las circunstancias
• Desde el principio se advirtió la
dificultad de concretar los objetivos de
la Comisión, que incluían metas
ambiciosas y problemas difíciles
34. Ni revisión ni rehabilitación
• En la carta del 1 de mayo se decía que
no se trataba de una revisión del
proceso ni de una rehabilitación de
Galileo
• Ninguna de las dos cosas tendría
sentido desde el punto de vista de la
historia ni del derecho: las actuales
circunstancias son muy diferentes, y
tanto los errores de los eclesiásticos
como los méritos de Galileo son
sobradamente conocidos
35. Panorama del trabajo de la Comisión
• Cada Sección actuaba con completa
libertad
• 7 reuniones plenarias entre 1981-1983
• Ninguna reunión plenaria desde 1983:
varios miembros abandonaron por
jubilación, enfermedad, u otros motivos
• Se produjeron diversas publicaciones,
pero no trabajos unitarios coordinados
• Nunca existió un proyecto unitario que
permitiera llegar a conclusiones
36. 1989: hacia la conclusión
• En 1989 se nombraron nuevos
Presidente y Canciller de la Academia
Pontificia de Ciencias
• Se reanudaron los contactos, y se
encargó al Cardenal Poupard coordinar
la Comisión
• Poupard pidió a los miembros de la
Comisión evaluar lo realizado y lo que
quedaba por hacer. El 13 de julio
propuso al Secretario de Estado dar por
finalizado el trabajo de la Comisión
37. Poupard, carta del 13 de julio de 1990 al
Secretario de Estado: dos problemas diferentes
“En realidad, se trataría de conseguir separar
eficazmente y de modo persuasivo el problema
histórico como tal del otro, que se podría llamar
eterno, filosófico-científico-teológico, y
frecuentemente ideológico. Tal proceso exige
maduración y tiempo, más allá de las
posibilidades efectivas de una Comisión,
cualquiera que sea. Los hechos culturales,
radicados en la historia, no se cambian por
decreto o con una Comisión. Sólo se puede
ayudar a su evolución histórica, con iniciativas
oportunas, como sin duda se ha hecho mediante
los trabajos desarrollados por iniciativa de la
Comisión instituida por el Santo Padre durante
este fructuoso decenio”
38. Hacia la conclusión
• Se estableció el 31 de octubre de 1992
para la conclusión oficial del trabajo de
la Comisión
• Tendría lugar en una audiencia del
Papa a la Pontificia Academia de
Ciencias
• Como el acto de 1979, también tendría
lugar en la Sala Regia, en presencia de
eclesiásticos y diplomáticos, con
solemnidad
39. Una conclusión sin conclusiones
• Se podía haber concluido con una simple
carta del Papa agradeciendo el trabajo
realizado
• Se prefirió un acto solemne con discursos del
Cardenal Poupard y del Papa
• Quizás era más efectivo de cara a la opinión
pública
• Pero tenía el riesgo de dar la impresión de
que Poupard presentaba, y el Papa
aceptaba, unas conclusiones que, en
realidad, no existían: esa impresión es la raíz
de muchos malentendidos y críticas
40. 31 de octubre de 1992: de
nuevo en la Sala Regia
• Se eligió, como en 1979, el mismo
solemne escenario, decorado con
representaciones de sucesos
históricos:
• Carlomagno dona a la Santa Sede los
Estados Pontificios
• El Rey Pedro II de Aragón ofrece su
reino al Papa
• El retorno del Papa de Aviñón a Roma
47. Valoración final de la Comisión
• El objetivo era difícil y los medios escasos
• No llegó a conclusiones concretas: era
prácticamente imposible hacerlo
• Impulsó interesantes publicaciones
• Contribuyó a la apertura del archivo del
Santo Oficio para la investigación
• Ha contribuido a la publicación posterior
de estudios importantes sobre Galileo
• Hay aspectos discutibles en los discursos
finales
48. Publicaciones impulsadas por la
Comisión
• Colección Studi Galileiani, publicados
por el Vaticano
• Son una colección de monografías,
obras colectivas, y documentación
• Ha continuado la publicación después
de la clausura de los trabajos de la
Comisión, continuando su impulso y su
inspiración
63. Valoración de los discursos finales
• El acto del 31 de octubre de 1992 podía
dar la falsa impresión de que se
presentaban unas conclusiones oficiales y
el Papa las aprobaba y resumía
• Una conclusión menos solemne podía
haber evitado equívocos
• Se ha reconocido que se cometieron
errores
• No parece justo condenar ahora a
personas u organismos que actuaron de
buena fe en circunstancias muy
diferentes de las nuestras
64. Final del discurso del Cardenal Poupard
“En esa coyuntura histórico-cultural, muy alejada
de nuestro tiempo, los jueces de Galileo,
incapaces de disociar la fe y una cosmología
milenaria, creyeron, muy equivocadamente, que
la adopción de la revolución copernicana, que por
lo demás no estaba probada definitivamente, era
de una naturaleza tal que quebrantaría la
tradición católica, y que era su deber prohibir su
enseñanza. Este error subjetivo de juicio, tan
claro para nosotros en la actualidad, les condujo
a una medida disciplinar por la cual Galileo
«debió sufrir mucho». Hay que reconocer
lealmente estas equivocaciones, tal como Vos,
Santidad, lo habéis pedido”
65. Hacia el futuro
• La Iglesia ha aprendido del caso Galileo
• Ha actuado con prudencia en el caso del
evolucionismo, el otro gran caso
moderno: nunca lo ha condenado, y
respeta lo que dice la ciencia
• En cambio, los problemas de aborto,
eutanasia, moral sexual, células madre,
etc., son de otro tipo: hay una base
científica que todos comparten, pero se
trata de problemas éticos que no se
pueden resolver sólo con datos científicos