Este documento describe los rasgos generales del relieve de España, incluyendo su forma maciza y compacta, su elevada altitud media, su disposición periférica de sistemas montañosos y su extenso y suave litoral. También describe la formación y variedad litológica del relieve peninsular y de los archipiélagos balear y canario como resultado de la evolución geológica de la Península Ibérica durante eras primarias, secundarias y terciarias.
Tema 3. el relieve de españa notas de apoyo GEOGRAFIA 2º BACHILLERATO
1. TEMA 3. “El Relieve de España”
Rasgos generales del relieve de España (peninsular e insular).
Formación y variedad litológica del relieve peninsular y de los
archipiélagos balear y canario
1. Rasgos generales del relieve de España (peninsular e insular)
El relieve español se caracteriza por los siguientes rasgos:
• Su forma maciza y compacta.
• Su elevada altitud media.
• Su disposición periférica.
• Su extenso y suave litoral.
1. 1. Forma maciza y compacta.
El relieve español se distribuye a lo largo y ancho de la Península Ibérica, así como de
los conjuntos insulares de Balares y Canarias.
En cuanto al relieve peninsular podemos señalar que España ocupa aproximadamente
el 85 % de la Península Ibérica y Portugal el 15 % restante. Presenta una forma
trapezoidal que hace que la podamos calificar de maciza y compacta; ya Estrabón la
comparó en la Antigüedad como una piel de toro extendida.
Esta forma hace que la influencia marítima sea escasa en su interior porque sus costas,
amplias, escasamente recortadas y con pocas entalladuras, salvo las gallegas, no facilitan
la penetración de la brisa del mar, lo que limita la labor termorreguladora de éste, y da
lugar a que el clima del interior se continentalice y presente inviernos fríos y veranos
cálidos.
1. 2. Altitud media elevada.
Con 660 metros de altitud media, España es el espacio territorial más elevado de
Europa si no tenemos en cuenta el territorio sobre el que se asienta Suiza (1.300). Esta
elevada altitud se debe fundamentalmente a un conjunto central elevado, la Meseta, más
que a la existencia de grandes alturas orográficas; aunque el territorio español cuenta
con numerosas montañas y algunas con alturas superiores a los 3000 metros y, además,
el relieve insular es muy accidentado. El hecho de que predominen las tierras meseteñas
y que éstas basculen hacia el Atlántico con una pendiente media del 3 %, van a permitir
que la mayor parte de los cursos fluviales peninsulares viertan sus aguas en él.
1. 3. La disposición periférica.
La Meseta ocupa el espacio central de la Península Ibérica y sobre ésta se articula
el resto del relieve; constituido por sierras circundantes o sistemas montañosos
periféricos que se disponen próximos a los litorales:
Por el Norte, La Cordillera Cantábrica presenta altitudes de 1000 a 2500 metros
a escasa distancia de la costa.
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2. Por el Este, El Sistema Ibérico y las Cordilleras Costero-catalanas más al noreste
con altitudes modestas, pero paralelas a la costa, constituyen una barrera que
aísla la llanura interior del Ebro.
En el Sur, Las Béticas se yerguen junto al litoral meridional, alcanzando alturas
superiores a las 3.000 metros en Sierra Nevada (Mulhacén, Veleta, Alcazaba).
De manera que esta disposición supone en su conjunto una barrera periférica que
dificulta el acceso hacia las altiplanicies centrales, tanto para las comunicaciones como
para la influencia marina.
Por otra parte, los ríos que nacen en estos rebordes montañosos se ven obligados
a salvar desniveles profundos en corto espacio, con lo que adquieren carácter torrencial,
excavando profundas gargantas por su fuerza erosiva.
1. 4. Extenso y suave litoral.
Si hablamos del relieve litoral debemos diferenciar, por una parte: el relieve litoral
correspondiente a la Península; por otra, el relieve que presentan los conjuntos
insulares de las Baleares y de las Canarias
El litoral español.
El territorio español tiene aproximadamente unos 6.000 Km. (6.038 Km.) de costa; de
esos, 4.000 (3.993) km son continentales y unos 2.000 (2.045) km insulares. La costa
peninsular es predominantemente rectilínea, salvo la gallega, lo que determina la escasa
influencia del mar en el interior, y además cabe señalar que la morfología costera está
determinada por el relieve interior.
En la Península podemos distinguir: las costas atlánticas y las costas
mediterráneas.
En las costas atlánticas diferenciaremos: la costa cantábrica y la costa
atlántica, ésta la dividiremos en: la costa gallega y la costa andaluza...
• La costa cantábrica se extiende desde el golfo de Vizcaya hasta el
cabo de la Estaca de Bares Es rectilínea, rocosa y escarpada;
podemos distinguir: los acantilados, las rasas y las rías.
• En la costa atlántica podemos diferenciar: la costa gallega y la
costa andaluza, con características muy diferenciadas.
La costa gallega se extiende entre la Estaca de
Bares y la frontera portuguesa, es muy recortada y en
su estudio la podemos dividir a su vez en costas de las
rías altas y costas de las rías bajas. En unas y otras
predominan las rías y los acantilados que alternan con
playas pequeñas arenosas.
La costa andaluza abarca desde la desembocadura
del río Guadiana hasta el Peñón de Gibraltar y
presenta costas bajas con extensas playas arenosas,
siendo características las marismas, las flechas
litorales y las dunas.
La costa mediterránea es muy variada y comprende el litoral que va desde el
Estrecho de Gibraltar hasta el cabo de Creus. En todo el tramo podemos apreciar
tres sectores: la costa bética, el golfo valenciano y el litoral catalán.
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3. • En el Sur, la costa bética es alta, rocosa y presenta grandes
acantilados por la cercanía de las cordilleras Penibéticas, entre los
que se intercalan pequeñas playas y calas.
• Desde el Cabo de la Nao hasta el Delta de Ebro nos encontramos la
costa valenciana donde se alternan, albuferas, playas, deltas y
tómbolos.
• En el litoral catalán encontramos playas, deltas y acantilados con
pequeñas calas de relieve abrupto debido a las cordilleras
Costero-catalanas.
En los conjuntos insulares debemos destacar el relieve costero balear y el relieve
costero canario
En el archipiélago balear diferenciaremos varios tipos de costas: altas y
rocosas, que son muy escarpadas y acantiladas; costas bajas y rocosas y playas
arenosas que alternan con pequeñas calas.
En el conjunto insular canario sobresalen los acantilados altos, entre 100
y 500 metros y los de menor envergadura (70 a 100 metros). Las playas tienen
un desarrollo escaso, y existen diferencias entre las playas arenosas
localizadas en las islas orientales y las playas rocosas de cantos de piedra en
las costas occidentales.
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4. 2. Formación y variedad litológica del relieve peninsular y de los
archipiélagos balear y canario.
2.1. Evolución geológica
El relieve actual de la Península Ibérica es el resultado de una larga historia
geológica en la que se han ido sucediendo fenómenos geológicos internos (orogénesis) y
procesos erosivos externos (modelado).
a. Durante la era Primaria o Paleozoica (570-230 millones de años) tuvo
lugar la orogénesis herciniana que da lugar a la formación de las cordilleras
hercinianas, constituidas por materiales silíceos (granitos, cuarcitas, pizarras):
Macizo Hespérico, de Aquitania, Catalano-Balear, del Ebro y Bético-Rifeño.
Todos ellos son posteriormente arrasados por la erosión, convirtiéndose en
zócalos paleozoicos.
El macizo Hespérico constituye el actual zócalo de la Meseta Central y se
encontraba inclinado hacia el actual Mediterráneo.
b. La era Secundaria o Mesozoico (230-65 millones de años) es un período
de calma orogénica. La erosión continuó arrasando los viejos macizos,
depositando los materiales arrancados en el fondo de los mares especial mente en
las fosas bética y pirenaica, que se cubren de potentes capas de sedimentos
calizos. El borde oriental del macizo Hespérico, ocupado por el mar en períodos
de transgresión marina, recibe capas de sedimentos que forman una cobertera
plástica que descansa sobre el rígido zócalo paleozoico.
c. La era Terciaria (65-2 millones de años) es el período clave para la historia
geológica peninsular. En ella se produce la orogenia alpina que afecta tanto al
rígido zócalo paleozoico como a las capas de sedimentos plásticos, y dan como
resultado el relieve peninsular tal y como lo vemos hoy día:
Los sedimentos depositados en los geosinclinales marinos se plegaron,
emergiendo los Pirineos y los Sistemas Béticos.
Entre las nuevas cordilleras y los bordes del macizo Hespérico se
originan las depresiones del Ebro y del Guadalquivir.
Los sedimentos acumulados en el borde del macizo Hespérico
produjeron los rebordes montañosos de la Meseta: parte oriental de la
Cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico. Bajo estas montañas plegadas, el
zócalo se fractura y en algunos lugares llega a florar en superficie (estilo
sajónico).
La presión de la orogenia alpina sobre los materiales antiguos, más duros
y rígidos del zócalo Hespérico produjo un resquebrajamiento en bloques
separados por fallas. Los bloques que se levantan (horts) dan lugar a la
formación de las unidades montañosas del Macizo Galaico, del Sistema
Central y de los Montes de Toledo. La zona sur se hunde y aparece la
flexión-falla de Sierra Morena. Los bloques hundidos forman las cuencas
sedimentarias de la Meseta.
Los zócalos paleozoicos de Aquitania, Catalano-balear y Bético-Rifeño se
fracturan, emergiendo restos en el Pirineo central, zona norte de la
Cordillera Costero Catalana y sur de las Béticas (Penibética).
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5. Simultáneamente en estas unidades de relieve se van produciendo diversos
procesos erosivos, que arrancando materiales de las zonas elevadas los
depositan en las deprimidas. Estos materiales (margas, arcillas, areniscas, yesos y
calizas) recubren las partes hundidas: cuencas sedimentarias y las depresiones
subalpinas.
A finales del Terciario, la Meseta basculó hacia el Oeste, y de esta manera empezó
a configurarse la red hidrográfica actual.
d. La era cuaternaria (iniciada hace 2 millones de años) es un período de
tranquilidad orogénica, en el que continúan los procesos erosivos, iniciados
en la época anterior. Adquieren especial importancia el modelado glaciar (con
sus valles en U, circos, morrenas) y el modelado de origen fluvial (hoces o tajos,
terrazas, glacis, cárcavas).
2.2. Variedad litológica – Variedad del roquedo
Como consecuencia de la evolución geológica experimentada por la Península y de los
materiales que la constituyen, es decir, de las rocas que conforman el sustrato, se
aprecian en ella tres áreas o dominios litológicos claramente definidos que toman su
nombre de las rocas respectivamente dominantes:
a) La Iberia Silícea corresponde a las zonas donde afloran hoy en superficie restos de
los macizos paleozoicos.
* Ocupa la parte occidental de la península (Galicia y Asturias, el oeste de la
Meseta, Sistema central, Montes de Toledo y Sierra Morena) y aparece
parcialmente en las cordilleras terciarias (Pirineos, Penibética, Cordillera
Costero-Catalana y Sistema Ibérico.
* Las rocas predominantes en esta área son el granito, el gneis, las
cuarcitas y las pizarras.
* Las formas de modelado de estas rocas son las que resultan de la erosión del
agua y del hielo que actúan a través de diaclasas (fisuras de las rocas),
rompiendo la roca y provocando el desprendimiento de bloques individualizados.
b) La Iberia Caliza
* Se extiende por el este de la península, formando una enorme "Z" invertida
(Cordillera Costero-Catalana, Pirineos, Montañas Vascas, sector oriental de la
Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Subbéticas).
* Está constituida por materiales sedimentarios (calizas, margas, yesos)
depositados en los fondos marinos durante el Secundario que fueron plegados en
el Terciario con la orogenia alpina.
* La caliza es una roca dura y permeable, y en ella se desarrolla el modelado
cárstico (gargantas, hoces, dolinas, cuevas, simas...), resultado de la
disolución de la caliza por la acción del agua.
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6. c) La Iberia arcillosa
* Corresponde a las depresiones exteriores, a las cuencas sedimentarias de las dos
Castillas y a las llanuras litorales en las que a lo largo del terciario y cuaternario
* se depositaron potentes materiales sedimentarios (arcillas, margas o yesos)
procedentes de los relieves que las rodean.
* Estos materiales son fácilmente erosionables por la red fluvial, dando
lugar a formas de relieve horizontales –con erosión diferencial (en virtud de la
dureza de las rocas) y estructuras a diferentes niveles (páramos y campiñas) – y
a relieves con modelado de cárcavas.
d) En las Islas Baleares –prolongación ultramarina del Sistema Bético- abundan las
calizas, convertidas en sierras abruptas –como la de la Tramontana en Mallorca-
durante la orogenia alpina, que comparten su territorio insular con las arcillosas. En la
isla de Menorca, por su parte, afloran en el norte antiguos materiales paleozoicos
mientras en el sur predominan materiales sedimentarios del final del Terciario y del
Cuaternario.
e) Las Islas Canarias son un archipiélago africano constituido por grandes
apilamientos de capas eruptivas volcánicas que han emanado de las fracturas
existentes en el borde del zócalo africano entre la corteza continental africana y la
corteza oceánica. Por su origen y evolución íntimamente relacionados con la apertura y
expansión del Atlántico Sur y el margen noroccidental africano, el archipiélago canario
no guarda ninguna relación con la evolución geológica de la Península Ibérica.
Las formas de modelado de las Islas Canarias están influencias principalmente
por las estructuras volcánicas, su litología y el clima. La combinación de los
distintos factores ha dado lugar a una evolución morfoclimática especial, donde
aparecen estructuras como calderas, barrancos, glacis, terrazas,
acantilados, etc.
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