Avances tecnológicos del siglo XXI y ejemplos de estos
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1. INTRODUCCIÓN
La nanotecnología es una disciplina capaz de hacer avanzar la ciencia mediante la
manipulación de propiedades y procesos a nivel de átomos y moléculas, abarcando un
rango desde 1nm hasta 100nm. Esta nueva tecnología está presente en muchas áreas como
el medio ambiente, energía, alimentos, medicina, etc. Este trabajo estará orientado a esta
última área, donde a diferencia de la medicina convencional, la nanomedicina promete ser
mucho más preventiva, con tratamientos más eficacez y de esta manera aumentar las
posibilidades de supervivencia, prometiendo métodos para curar enfermedades como
cáncer, osteoartrítis, diabetes, sida, enfermedades cardiovasculares y desordenes
neurológicos como lo son el alzheimer, parkinson, o multiesclerosis.
Enfoco esta investigación a la última década de nuestros tiempos, sirviendo como
fuentes principales artículos electrónicos, de revistas y periódicos, de donde se desprenden
las diferentes vertientes en las que la nanotecnología se está introduciendo al campo de la
medicina, así como los beneficios que nos ofrecen y simultáneamente el impacto negativo
que podría llegar a tener.
La nanotecnología se está convirtiendo en la base de una revolución industrial de
escala mundial y de alcance a muchas ramas de la actividad económica. Aunque
esta disciplina comenzó a darse a conocer hace varias décadas, es hasta comienzos
de este siglo cuando los gobiernos de gran cantidad de países deciden invertir en la
investigación y desarrollo de estas tecnologías. (Foladori, 2008:7)
En el caso que nos ocupa utiizaremos el término nanomedicina, el cual lo podemos definir
como la ciencia que utiliza herramientas en una escala nanométrica para poder ofrecer un
diagnóstico, tratamiento e incluso prevención de alguna enfermedad. Según Gian Carlo
Delgado, su utilidad se debe a que los nanomateriales pueden interactuar de modo directo
con las biomoléculas, tanto de la superficie de la célula como dentro de ésta.
La nanomedicina tiene como objetivo el desarrollo de herramientas para
diagnosticar, prevenir y tratar enfermedades cuando éstas se encuentran todavía en estados
2. poco avanzados. Este diagnóstico precoz evita que los síntomas tradicionales aparezcan, ya
que cuando estos son percibidos por un médico, muchas veces ya es demasiado tarde. Los
avances en esta área podrían dar lugar a sistemas de diagnóstico y terapeúticos de mayor
eficacia que los existentes, lo que nos daría como resultado una mejor calidad de vida para
los ciudadanos.
Estas nanotecnologías, están entrando al campo de la medicina por tres principales
vertientes simultáneas: Nanodiagnóstico, liberación controlada de fármacos y medicina
regenerativa.
Dentro del nanodiagnóstico se busca utilizar nanopartículas o nanodispositivos
como nanobiosensores, biochips de ADN, nanosondas, entre otros, los cuales nos ayuden a
descubrir una enfermedad desde que se encuentra a un nivel celular, molecular o incluso a
nivel de una sola célula, y es esto lo que nos permite tratar dicha enfermedad desde una
etapa muy temprana.
Se piensa en una liberación controlada de fármacos debido a que los medicamentos
que tomamos actualmente tienen algunas desventajas, como lo es el hecho de que en su
trayectoria por nuestro cuerpo para poder llegar a la zona afectada, se pierde gran parte del
fármaco. Esta aplicación de la nanotecnología nos ofrece medicamentos dentro de
nanocapsulas, las cuales llegan inteligentemente a donde se encuentran las células o zonas
dañadas y es aquí donde se abren liberando el fármaco a la velocidad adecuada para lograr
un mejor funcionamiento. Una de las grandes ventajas con este implemento, es que
podemos obtener una considerable reducción, o incluso eliminación de efectos secundarios.
En cuanto a la medicina regenerativa, “Es un área emergente que persigue la
reparación o reemplazamiento de tejidos y órganos” (Martínez y Lechuga, 2006) esta área
se enfoca en reparar o sustituir tejidos y órganos utilizando herramientas
nonobiotecnológicas. El objetivo principal es diseñar estructuras que favorezcan el
crecimiento de tejidos que se encuentrar en las zonas dañadas. Sin embargo en ésta área
encontramos una gran limitante en cuestión de encontrar materiales que sean aptos para
desarrollar sistemas que permitan mantener activo el órgano dañado, mientras el tejido es
regenerado.
3. Con lo anterior podemos darnos cuenta de las promesas que la nanomedicina nos
ofrece, sin embargo hay uan pregunta a la que no se le ha dado respuesta del todo ¿qué
sabemos acerca de los riesgos?.
“Ante su alto grado de complejidad e incertidumbre, la ola de optimismo, estímulo y
desarrollo de la nanotecnología a nivel mundial, resulta altamente necesario el estudio,
evaluación y debate sobre sus implicaciones sociales, éticas, ambientales y legales.”
(Mejias, Cabrera, Toledo, Duany, 2009:5). Robert Madelin, director general de Salud y
Protección al Consumidor de la Comisión Europa en Helsinki, nos dice que la
nanotecnología aún está en pañales así que se debe estudiar caso por caso para descartar
riesgos, además hace hincapie en que un material puede ser seguro cuando se encuentra en
un tamaño normal, pero esto no implica que también lo sea a una nanoescala, con lo cual
está muy en lo cierto, debido a que en esta escala se ven afectadas las propiedades de los
materiales como son la conductividad, calor, resistencia, elasticidad, toxicidad entre otros.
“Los potenciales riesgos sugieren ser no solo relativamente impredecibles, sino
también imperceptibles a nuestros sentidos” (Delgado, 2007:47) En respuesta a estas
declaraciones, ya ha aparecido una nueva disciplina llamada nanotoxicología, la cual se
encarga de buscar el rango de dosis de nanoestructuras que les permita ser tolerables para el
cuerpo humano. Con el desarrollo de esta rama podemos encontrar un punto en el cual nos
sea posible recibir los beneficios de la nanomedicina, sin llegar al punto en que sea dañino
para nuestros organismos y el medio ambiente. Y es por esto que no podemos criticar a esta
nueva disciplina puesto que los riesgos están presentes en cualquier avance científico,
además de que ya se están tomando cartas en el asunto para poder evitar los daños. Por otra
parte, si pensaramos gráficamente como una balanza donde de un lado tenemos los
beneficios de esta tecnología, y en el otro extremo tuviéramos los riesgos, ¿cuál ganaría?
Imagina como revolucionaría el mundo que conocemos, como mejoraría nuestra calidad de
vida, a cuantos miembros de tu familia podriamos salvarles la vida y evitarles el dolor que
los métodos de tratamiento actuales generan, como es el caso de las quimioterapias.
Como conclusión, está de más el decir que la nanotecnología dentro del campo de la
medicina nos ofrece grandes beneficios, también sabemos que estos beneficios podrían
estar acompañados de algunos riesgos. Sin embargo no debemos alarmarnos debido a que
4. es algo que podemos solucionar. Por otra parte, no debemos olvidar que no solo con la
nanotecnología, sino que con cualquier nueva tecnología, siempre tenemos una relación de
riesgo – beneficio, puesto que podemos disfrutar de sus beneficios pero también estamos
vulnerables a ciertos riesgos. Esto muchas veces depende de la ética con la que manejemos
la tecnología que tenemos en nuestras manos, sin embargo la mejor solución que tenemos
es regular el uso de estos nanomateriales de tal forma que podamos obtener solo sus
beneficios y para lograr esto podemos apoyarnos con normas impuestas por asociaciones
que se dedican a proteger la salud, así como de disciplinas como la nanotoxicología.