El documento resume un pasaje del Evangelio de Juan donde Jesús promete que él y el Padre vendrán y harán morada en aquellos que lo aman y guardan su palabra. Jesús explica que su presencia no será una manifestación pública y espectacular, sino una presencia íntima en el corazón de los creyentes a través de la fe y el amor. Guardar la palabra de Jesús significa cumplir su mandamiento del amor mutuo, donándose completamente al otro como Jesús enseñó.
2. «Respondió Jesús y le dijo: “el que me ama guardará mi
palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él
y haremos morada en él”» (Jn 14,23).
3. Jesús está dirigiendo a los discípulos sus importantes e intensas
palabras de despedida y, entre otras cosas, les asegura que lo
volverán a ver porque se manifestará a quienes lo aman.
4. Judas, no el Iscariote,
le pregunta por qué
se manifestará a ellos
y no en público.
El discípulo deseaba una
gran manifestación
externa de Jesús
que pudiera cambiar
la historia y ser
más útil, según él,
para la salvación
del mundo.
5. Los apóstoles pensaban que Jesús era el profeta tan esperado de los
últimos tiempos, el cual aparecería revelándose a la vista de
todos como el Rey de Israel y, poniéndose al frente del pueblo de Dios,
instauraría definitivamente el Reino del Señor.
6. Jesús, en cambio, contesta
que su manifestación no
sería ni espectacular ni
externa. Sería una sencilla,
extraordinaria "venida"
de la Trinidad al corazón
del fiel, que se hace realidad
donde hay fe y amor.
7. Con esta respuesta
Jesús precisa
de qué modo
Él permanecerá presente
entre los suyos
después de su muerte
y explica
cómo será posible
tener contacto con Él.
8. «Respondió Jesús y le dijo:”el que me ama, guardará mi
palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos
morada en él”» (Jn 14,23).
9. Así pues, su presencia se puede realizar ya desde ahora en los cristianos
y en medio de la comunidad; no es necesario esperar al futuro.
10. El templo que la acoge no es tanto el que está hecho de paredes,
sino el corazón mismo del cristiano, que se convierte así en el nuevo
sagrario, en la morada viva de la Trinidad.
11. «Respondió Jesús y le dijo: ”el que me ama, guardará mi
palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él
y haremos morada en él” » (Jn 14,23).
12. Pero, ¿cómo el cristiano puede llegar a tanto?
¿Cómo ser portador de Dios mismo?
¿Cuál es el camino para entrar en esta profunda comunión con Él?
13. Es el amor a Jesús.
Un amor que no es mero sentimentalismo, sino que se traduce
en vida concreta y, de un modo más preciso, en guardar su Palabra.
14. A este amor del cristiano, verificado por los hechos,
Dios responde con su amor:
la Trinidad viene a habitar en él.
15. «Respondió Jesús y le dijo: “el que me ama guardará
mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él
y haremos morada en él” » (Jn 14,23).
16. «... Guardará mi palabra».
Y ¿cuáles son las palabras que el cristiano está llamado a guardar?
17. En el Evangelio de Juan, “mis palabras" son muchas veces sinónimo
de “mis mandamientos". El cristiano, por lo tanto, está llamado
a cumplir los mandamientos de Jesús. Pero éstos no se deben
entender como un catálogo de leyes.
18. Es necesario, más bien, verlos todos sintetizados en lo que Jesús
quiso mostrar con el lavatorio de los pies:
el mandamiento del amor recíproco.
19. Dios pide a cada cristiano que ame al otro hasta la donación
completa de sí mismo, como Jesús ha enseñado y ha hecho.
20. «Respondió Jesús y le dijo: “el que me ama, guardará mi palabra
y mi Padre lo amará, y vendremos a él
y haremos morada en él” » (Jn 14,23).
21. Y entonces, ¿cómo vivir bien esta Palabra?
¿Cómo llegar hasta el punto en que el Padre mismo nos ame y
la Trinidad habite en nosotros? Poniendo en práctica con todo nuestro
corazón, con radicalidad y perseverancia el amor recíproco entre nosotros.
22. En esto, principalmente, el cristiano encuentra también
el camino de esta profunda ascética cristiana que
el Crucificado exige de él.
23. Es precisamente el amor recíproco el que hace que florezcan en su
corazón las distintas virtudes y es con él como se puede
corresponder a la llamada a la propria santificación.
24. «Respondió Jesús y le
dijo: “el que me ama
guardará mi palabra, y
mi Padre lo amará, y
vendremos a él y
haremos morada en él”»
(Jn 14,23).
“Palabra de Vida”, publicación mensual del Movimiento de los Focolares.
“Palabra de Vida”,
Texto de: Chiara Lubich, publicado en mayo 2001.
Gráfica Anna Lollo en colaboración con D. Placido D’Omina (Sicilia, Italia).
Este comentario de la Palabra de Vida se traduce en 96 lenguas e idiomas,
y llega a varios milliones de personas en todo el mundo
a través de prensa, radio, televisión e internet.
Para más información www.focolare.org
Este PPS, en varios idiomas, se publica en www.santuariosancalogero.org
