El documento compara el software libre (Linux) y el software privativo (Windows), señalando que el software libre ofrece libertad de copia y modificación a bajo costo pero con interfaces menos amigables y menor compatibilidad de hardware, mientras que el software privativo prohíbe la copia y modificación pero tiene interfaces mejor diseñadas, es más fácil de usar y ofrece mayor compatibilidad de hardware, aunque a mayor costo.