El documento describe la evolución de la enseñanza de idiomas y las universidades desde el siglo 17 hasta finales del siglo 18. En el siglo 17, el latín era el idioma dominante en la educación pero fue reemplazado por otros idiomas. John Amos Comenius trató de revertir esta situación mediante un curso para aprender latín. A finales del siglo 17, las universidades europeas estaban en decadencia pero algunas como Halle, Leydem y Oxford se mantenían a la vanguardia. En el siglo 18, las ideas de Newton y Locke dominaron la
Evolución de la enseñanza de idiomas en la universidad
1. Educación en idiomas
El uso de la segunda lengua ha sido muy importante a lo largo de
todos los tiempos, los historiadores comentan que desde tiempos
remotos, entre los hombres primitivos ya había cambios en la lengua
de una tribu a otra, lo que impedía muchas veces la comunicación
entre estas e influía en gran parte a la cultura nómada de la época
ya que era muy difícil comunicarse con los otros cuando ni siquiera
se sabía que era lo que se estaba diciendo o lo que se quería decir.
Los orígenes de la enseñanza moderna de idiomas se encuentran en el
estudio y la enseñanza del latín en el siglo 17. Ese idioma fue por muchos
siglos la lengua dominante de la educación, la religión, el comercio y el
gobierno en gran parte del mundo occidental, pero fue desplazado por
idiomas como el italiano, el francés y, a finales del siglo 16, por el inglés.
John Amos Comenius fue uno de muchas personas que trataron de revertir
esa situación. Él compuso un curso para aprender latín que cubría todo el
currículo escolar, culminando en su Opera DidacticaOmnia, 1657.
Al finalizar el siglo XVII, las universidades europeas se muestran en
una más que mediana decadencia, desligadas incluso de la vida
intelectual y religiosa, inmersas en la rutina docente, de lo que antes
fueran conquistas del humanismo. Apenas pueden exceptuarse las
de Halle, Leydem, Oxford, Padua y Upsala; entre las hispánicas,
Valencia, Zaragoza, Lima, México, las cuales pueden considerarse,
con aquellas, a la cabeza del movimiento universitario mundial,
2. mientras las demás se incorporan lo bueno de los nuevos
movimientos y tendencias de la época.
El cambio de dinastía, las guerrillas y el sistema napoleónico incitaran a que
las universidades hispanas decaigan un poco con respecto a las europeas de habla
inglesa e francesa viejas y nuevas, en las cuales se ven los frutos de los estudiantes
universitarios y la educación se empieza a convertir en la parte fundamental para
la salida del decaimiento por medio de una verdadera evolución científica.
Desde los umbrales del período, el pensamiento de Newton dominará en las
ciencias y en la llamada filosofía natural, mientras Locke domina en la moral
y en la psicología; las disputas sociales, políticas y pedagógicas se desarrollan en
torno a ambos; bien es verdad que vienen de finales del siglo anterior, pero es en
éste cuando triunfan y se hacen sentir las consecuencias.
Así tenemos, por lo que respecta a Newton, un desarrollo de los
principios matemáticos y mecánicos. En la primera mitad de
siglo hay avances en mecánica celeste, sólida, hidrodinámica,
óptica y acústica; desde 1750, la termodinámica y la
electricidad, debido al desarrollo de la química y los
experimentos. En el período anterior se pasaba de la física
aristotélica; la vía empírica de la observación y verificación
al pasar a la enseñanza médica dará también óptimos frutos;
3. Las letras y humanidades también se amplían.
Los estudios sobre lenguas clásicas y modernas
entran la universidad, a la vez que se impulsan
de nuevo los de derecho. Las universidades
francesas resistirán censura tras censura,
aunque la enciclopedia terminará ganando la
partida. Tampoco se incorporarán las
corrientes sobre la historia. Por lo que toca a
los colegios, expulsados los jesuitas, que tenían
los mejores, se reducen a pocos, donde seguirá
la educación colectiva, de cuerpo, que llevará a
la revolución. En cuanto al derecho, sólo en
1775 pondrá el de "gentes" la de París.
Entre las británicas, la de Edimburgo es lockiana en 1741; desde 1708 tiene cátedra de Idioma Extranjero y
Derecho Político; poco más tarde Público y Escocés; Oxford y Cambridge introducen las lenguas modernas y
la literatura nacional, aunque sin muchos alumnos, por no ser cosa práctica y ser en cambio del gusto alemán.
Ambas tendrán cátedras de historia moderna, con profesores de lengua extranjera, a fin de servir al estado; sus veinte
becarios se destinaban a la carrera diplomática -por primera vez aparece la escuela-.
Las universidades alemanas, donde el latín perdura
más como lengua científica y de enseñanza, introducen
el alemán -Kiel y Könisberg, la lengua y literatura- y las
lenguas orientales; la historia desde 1732, con la
4. reforma de la emperatriz, según sus diversas ramas eclesiástica, civil, universal, imperial, nacional,
dinástica-, y se inician los estudios sobre las ciencias
auxiliares. La universidad holandesa de Leydem no se
queda a la zaga e inaugura un curso de historia
islámica,