1. Hola a todos:
Es un gran placer saludarlos en este fin de año tan pleno de luchas y dolores. Así
que les hago llegar estas breves líneas con algo de ironía y complicidad...
Hay una figura poética, el oxímoron, que se usa cuando a una palabra se le agrega
un modificador que la contradice, como la “luz oscura” de los alquimistas a la que
aludió Borges para ejemplificarlo.
Justamente, pensando en él, estoy segura que su espíritu vagabundo en la
Biblioteca Nacional debe ver sorprendido, pero también divertido con su extraño
humor, este nuevo oxímoron: Bibliotecarios para el cambio social!!
Pero ¿cómo es posible? ¡Bibliotecarios vuestra sagrada misión no es cambiar nada,
vuestra tarea es la de ser inmutables y garantizar la inmutabilidad, pétreos
guardianes de los libros y del saber!
Para todos nosotros, paradójicos seres de esta nueva época, para el año próximo le
digo con toda alegría: ¡Viva la vida, viva el oxímoron!
Mela