Este documento discute la popularidad de la poesía en Chile y promueve la obra del poeta chileno Juan Guzmán Cruchaga. Señala que muchos chilenos escriben poesía pero se lee poca, y que la cinta de casete puede ser una forma de divulgar a poetas dignos como Guzmán Cruchaga. Cita uno de sus poemas más famosos y alienta al lector a escuchar la cinta y reflexionar sobre el significado de sus palabras.
1. Doy por Ganado
Todo lo Perdido
Hace muchos años oi decir a un intelectual, de
uyo nombre no quiero acordarme, er. una de esas
harlas de antaño en el café Haití, que en Chile si
ino levanta una piedra salen corriendo quince poe-
as. Lo decía con risueiio tono despectivo. Mas tar-
le, con los años y el conocimiento de gentes de
ien mil raleas, comprobé lo certero de esa afirma-
ión, a pesar de que aún no me explico el tono bur-
5n.
De diez chilenos, siete escriben o han escrito al-
wna vez poesías. La música de las palabras suena
lulce a los oídos nacionales.
Un buen amigo mío, gordo y risueño, de ingenio
ápido y chiste oportuno, vendedor de oficio, me
orprendió a poco de conocerlo con sus versos me-
ancólicos, bastante lejanos a su imagen festiva y
,anchopancesca. Había ganado en su juventud cier-
o premio literario en Taka, su ciudad natal.
En algunas reuniones con que solemos matizar
os periodistas de este diario la rutina del trabajo,
:uando se ha despachado ya el sólido alimento cár-
leo y se da curso a los bajativos, entre risas y bro-
nas, surge la voz de una reportera para declamar
ius poemas. Alimento espiritual que jamás falta a
os postres de asados contundentes.
El peluquero Héctor Faúndez ha sorprendido con
in libro de versos -“Eso, lo otro y aquello”- que
:onsiguió insospechado éxito de venta.
Cierta vez que fui a entrevistar a un quíntuple
iomicida en la Penitenciaria de Santiago, me mos-
ró un cuaderno de poesías en las que volcaba sus
ingustias durante su larga reclusión: “porque yo
ambién soy un poco Neruda”, me dijo. Apenas sa-
>iaescribir, pero rimaba con facilidad.
Es curioso que en un país en que tanta gente ha-
:e poesía se lea tan poca poesía. Desde luego se
?ditanmuy pocos libros de poemas -y de los otros
-porque no es negocio. Y de los pocos que se edi-
.an menos que pocos se venden. Hay excepciones,
:]aro, pero la regla es esa. La gente se queda con
ius propios versos: no le interesan los ajenos. A lo
nejor tienen razón, pero de cuando en cuando sur-
:e un poeta que merece ser conocido, divulgado y
idmirado.
¿Cómo divulgarlo si el libro parece ser inadecua-
io en estos tiempos?
La cassette podria ser una alternativa, Por eso es
Interesante que se haya editado. una cassette con
poemas de Juan Guzmán Cruchaga, con el apoyo de
:a sala de arte Daniel de la Vega de Las Ultimas
Noticias.
Guzmán CNchaga es uno de los poetas de excep-
iión que ha tenido Chile. Neruda dijo que era el
mas grande de los románticos y usted alguna vez
lebe haber escuchado su “Canción”:
“Alma, no me digas nada
que para tu voz dormida
ya está mi puerta cerrada”.
Juan Guzmán Cruhaga falleció hace algunos
años. Recibió el Premio Nacional de Literatura pe-
ro eso no significa que sea conocido. De hecho
jcuántos lectores hay de la obra de los últimos Pre-
mios Nacionales, Cady Zañartu, Rodolfo Oroz, Ro-
que Esteban Scarpa?
La voz de Guzmán Cruchaga se alza más alto que
la de todos ellos. Usted nada perdería con escu-
charla: ni siquiera tiene que darse la molestia de
leer, basta con que haga funcionar su tocacintas, el
instrumento de moda. Y deténgase en la profundi-
dad de esta estrofa que es la definitiva derrota de la
ambición que a todos nos hiere, la suprema sahidu-
ría y el goce perfecto de lo que la vida nos ha brin-
dado:
. .
“Doy por ganado todo lo perdido
y por ya recibido io esperado
y por vivido todo lo soñado
y por soñado todo lo vivido”.
Medite un poco en el significado de esas palabras
tan musicalmente dispuestas. Vuelva a leerlas. Y
esté usted entre el alto número de chilenos que al-
guna vez han escrito poesias o pertenezca ai otro
grupo más escaso de los que nunca han cedido a.
aquella tentación, convenga conmigo en que hay
poetas a los que vale la pena conocer.