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Consumo De Drogas Durante El Embarazo
1. CONSUMO DE DROGAS DURANTE EL EMBARAZO
Según datos de Devida, en un 20 por ciento de las escuelas de Perú se
consumen drogas, mientras que 31.000 personas se inician en el consumo
cada año, el consumo esta presente en los adolescentes y en la juventud o
adulto joven.
Todas las drogas, incluidas el alcohol y el tabaco y el café aumentan el riesgo
de parto prematuro y recién nacidos con bajo peso son peligrosas para una
mujer embarazada, "ya que aumentan del riesgo de malformaciones
congénitas, de restricción de crecimiento intrauterino y de daños embrionario -
fetales, lo cual es empeorado por el uso simultáneo de varias drogas, cuyos
efectos serían aditivos", Carvajal (2004).
Dado que generalmente las mujeres adictas usan más de una droga, "resulta
difícil determinar el peligro específico de una droga en particular sobre el feto y
las consecuencias de su consumo para ambos", señala el especialista.
Explica que algunas sustancias son dañinas durante todo el embarazo y otras
sólo cuando se consumen en un periodo específico. Sin embargo, todas
aportan efectos negativos.
Aunque es muy probable que este porcentaje se quede corto, se calcula que
hoy en día alrededor del 30% de las mujeres embarazadas fuman; sólo el 47%
no prueban ni una gota de alcohol y hasta el 1% -este dato también podría ser
más elevado porque es de hace seis años- consume algún tipo de droga como
cocaína, marihuana, cannabis o sintéticas. Y precisamente por tratarse de
2. embarazadas, además del daño para su propio organismo, tienen más riesgo
de causar malformaciones en el feto.
También destacan como dato importante que las gestaciones de mayor riesgo
se producen entre las mujeres más jóvenes, hasta los 25 años
aproximadamente, porque son las que más sustancias tóxicas consumen y
porque en la mitad de los casos los embarazos son no programados. Esto
significa que la madre ha podido estar consumiendo tóxicos sin saber que
estaba embarazada. Además, en esta franja de edad las mujeres suelen
consumir más cantidad de estas sustancias. Otro problema añadido para
conocer los efectos de cada tóxico es que en ocasiones, la que toma algún tipo
de droga ilegal suele combinarla con otras, por lo que resulta difícil separar las
consecuencias concretas de cada uno de estos tóxicos.
CONSUMO DE CAFEINA
La cafeína es una sustancia que se metaboliza más lentamente en la mujer
embarazada y, además, atraviesa la barrera placentaria siendo causante en
ocasiones de aborto espontáneo, si bien los mecanismos por los que lo
produce se desconocen. (cuatro o cinco tazas diarias)
Entre los resultados se obtuvo que la ingesta de cafeína durante el primer
trimestre del embarazo se asocia con un mayor riesgo de aborto espontáneo,
siempre que el cariotipo o constitución genética del feto sea normal, pues la
relación en fetos con cariotipo alterado no fue significativa. Esto está de
acuerdo con la falta de evidencia del poder mutagénico de la cafeína en
humanos, pero contrasta con otros estudios en los que se ha comprobado que
esta molécula aumenta el riesgo de aborto espontáneo de fetos con cariotipo
tanto normal como anormal durante el segundo trimestre de la gestación.
Estos datos sólo son aplicables en el caso de que la mujer sea no fumadora,
pues entre fumadoras los resultados no fueron estos. Parece ser que el tabaco
acelera el metabolismo de la cafeína y quizás sea esta la razón de que las
fumadoras sean menos susceptibles a los efectos de dicha sustancia.
La alta incidencia de abortos espontáneos entre no fumadoras ocurrió
fundamentalmente en el grupo que tomó, al menos, 100 mg al día de cafeína,
elevándose aún más cuanto mayor es la ingesta. Recientemente se han
descubierto metabolitos de la cafeína como la paraxantina que se han asociado
a un mayor riesgo de aborto espontáneo.
CONSUMO DE TABACO
La exposición intrauterina al tabaco se asocia también con una reducción
significativa en el volumen de la masa gris cortical, la masa cerebral total y la
circunferencia de la cabeza.
Tabaco. El 30% de mujeres embarazadas fumadoras se queda corto, porque
proviene de encuestas y algunas mujeres han podido ocultar la verdad. Y son
las más jóvenes las que más fuman. En cuanto a sus efectos, está muy
3. aceptado que el crecimiento del feto se retrasa, el parto suele ser prematuro e
incluso se puede dar la muerte del feto o al nacer. También se apuntan
malformaciones craneofaciales, cardiacas y del tracto urinario y un posible
mayor riesgo de leucemia. Como explica Aguilera, "es un error pensar que por
fumar o tomar alguna otra droga la única consecuencia es que el bebé vaya a
ser más pequeño de lo normal. Está comprobado que a más cigarrillos, mayor
es el riesgo de anomalías. Disminuye la oxigenación de la madre y, en
consecuencia la del feto. Por eso, si hay algún tipo de predisposición o riesgo
añadido, las consecuencias pueden ser muy graves". Su consejo es claro:
"Cuanto menos se fume, mejor".
CONSUMO DE ALCOHOL
Beber alcohol durante el embarazo puede causar al feto diferentes defectos
congénitos físicos y mentales
Aunque muchas mujeres son conscientes de que beber demasiado alcohol
durante el embarazo puede provocar defectos congénitos, muchas no se dan
cuenta de que beber moderadamente (o incluso poco) también puede ser
nocivo para el feto. De hecho, no se ha comprobado que haya algún nivel de
consumo de alcohol durante el embarazo que se pueda considerar seguro
Análisis similares en los niños expuestos durante su vida intrauterina al alcohol
muestran una reducción significativa en el volumen de la masa gris cortical, en
el volumen cerebral total y en la circunferencia de la cabeza.
El 53% restante toma algo en mayor o menor medida, aunque sea
esporádicamente. Aunque se deben seguir estudiando sus efectos, sí está
claro que son más graves cuanta más cantidad se haya ingerido y está
demostrado que produce malformaciones congénitas graves, problemas en el
crecimiento e incluso en el comportamiento -agresividad- en los niños cuyas
madres habían ingerido alcohol durante su embarazo, aunque "este último dato
tiene que acabar de comprobarse con más estudios", advierte Aguilera.
Cuando el número de drogas a las que ha sido expuesto el niño durante su
vida intrauterina aumenta, los volúmenes de la masa gris cortical, la masa
cerebral total y la circunferencia de la cabeza disminuyen significativamente,
coincidiendo los volúmenes más bajos en los niños expuestos a las 4
sustancias.
Los efectos de estas sustancias, considerados individualmente, pueden
acumularse durante la gestación para hacerse patentes a largo plazo, durante
la edad escolar, sobre los diversos volúmenes cerebrales, con posibles déficits
en el lenguaje, la capacidad cognitiva, el aprendizaje y el autocontrol.
Los recién nacidos con síndrome fetal alcohólico pueden: nacer más pequeños,
tener problemas al comer o al dormir, tener problemas para oír o ver, tener
problemas al seguir instrucciones y al aprender a hacer cosas simples, tener
problemas al prestar atención y al aprender en la escuela, necesitar maestras y
4. escuelas especiales, tener problemas al relacionarse con otras personas y en
controlar su comportamiento.
Drogas ilegales. Son sobre todo, la cocaína, la marihuana y las drogas de
síntesis. Todavía hay muy pocos los datos sobre su consumo entre
embarazadas, pero en general, la drogadicción se relaciona con el
desprendimiento de la placenta y la rotura prematura de membranas y en
algunos casos con hemorragias internas que pueden acabar en muerte. Los
niños que han estado expuestos antes de nacer a estas sustancias e incluso al
alcohol pueden tener menor estado de alerta, disminuye la calidad de sus
movimientos y aumenta la excitabilidad. A largo plazo, su capacidad de
aprendizaje y memoria también puede ser menor.
Una raya de cocaína puede matar al feto, como se ha documentado en casos
de madres que consumieron a las 35 semanas de gestación: el bebé sufrió
microinfartos cerebrales de forma masiva. El consumo de cocaína además
puede producir un parto prematuro o desprendimientos de placenta, y sus
efectos negativos son incuestionables en el desarrollo neuronal del bebé,
pudiendo producir alteraciones cognitivas.
El consumo de cocaína ha aumentado estos últimos años y hasta el 17% de los
niños expuestos a esta sustancia antes de nacer presentan anomalías
congénitas, aunque en un porcentaje muy elevado las madres también beben
alcohol. Los daños más importantes están relacionados con el sistema
genitourinario, cardiaco y el sistema nervioso central.
Los análisis estadísticos muestran que los niños que han sufrido la exposición
intrauterina a la cocaína tienen menos masa gris cortical, menos volumen
cerebral total y menor circunferencia de la cabeza que los niños que no han
sido expuestos a esta droga.
La exposición intrauterina a la marihuana muestra una tendencia a la reducción
de los volúmenes medidos en la masa cerebral y en la circunferencia de la
cabeza, aunque no alcanzan significación estadística.
Además, la cocaína produce hipertensión y vasoconstricción, lo cual también
puede contribuir a que aparezcan en el feto lesiones cerebrales (retrasos
mentales, parálisis cerebrales, epilepsias, microcefalias, necrosis…).
La marihuana es la droga ilícita de consumo más frecuente entre las mujeres
en edad fértil. Algunos estudios sugieren que el consumo de marihuana
durante el embarazo puede retrasar el crecimiento del feto y reducir
ligeramente la duración del embarazo (con un posible aumento del riesgo de
parto prematuro). Estos efectos se observan principalmente en las mujeres que
consumen marihuana regularmente (seis o más veces por semana).
Después del parto, algunos bebés que estuvieron regularmente expuestos a
marihuana antes de nacer presentan síntomas de dependencia, como llanto y
temblor excesivos. Estos bebés tienen dificultades con la regulación de estados
(la capacidad de adaptarse fácilmente al tacto y a cambios en su entorno), son
más sensibles a la estimulación y tienen patrones de sueño deficientes.
5. El pronostico para los recién nacidos cuyas madres han consumido marihuana
durante el embarazo, algunos no detectaron ningún aumento en el riesgo de
desarrollar problemas de aprendizaje o conducta. Sin embargo, otros estudios
comprobaron que los niños que están expuestos a marihuana antes de nacer
tienen más probabilidades de tener problemas sutiles de concentración, aunque
aparentemente no tienen un cociente intelectual menor
El Síndrome de Abstinencia Neonatal, se caracteriza por: Temblores, aumento
de la sensibilidad a los ruidos y otros estímulos, problemas para alimentarse,
coordinación deficiente, llanto excesivo o irritabilidad.
Cualquier droga provoca en el niño y la madre consecuencias irreversibles. La
mamá está expuesta a contraer enfermedades como: anemia, infecciones de la
sangre, del corazón y de la piel, hepatitis y otras enfermedades infecciosas de
vía sexual.
El consumo de marihuana provoca en el niño problemas de comportamiento,
mientras que el consumo de cocaína aumenta el riesgo de presión alta, muerte
súbita del niño, desprendimiento de la placenta, aborto espontáneo, parto
prematuro, defectos físicos de nacimiento, retraso mental, problemas de
aprendizaje y conducta, hiperactividad, temblores incontrolables, bajo peso y
anomalías intestina.