2. Tener éxito con las matemáticas depende en gran
parte de la habilidad de los estudiantes para resolver
problemas verbales. Los problemas verbales son
comunes en las pruebas estandarizadas así como
en las asignaciones diarias de los niños. Para
resolver un problema verbal exitosamente, el
estudiante tiene que extraer las palabras claves en
el problema y convertirlas en lenguaje matemático.
Esto presenta un problema grave para niños
deficientes en comprensión de lectura, en
vocabulario verbal o en vocabulario escrito. A otros
estudiantes se les dificulta la computación requerida
en el problema verbal. Para ayudar a estos niños,
algunas técnicas de enseñanza suplementarias que
los maestros pueden usar, son…
3. Habla acerca del problema verbal y haz
que el estudiante lo parafrasee usando sus
propias palabras
Especialmente si se trata de un estudiante
con destrezas verbales bajas, el niño
necesita la oportunidad de articular el
problema y de hablar acerca de posibles
soluciones de manera de que practique su
lenguaje.
Simplifica el lenguaje en el problema
verbal usando sinónimos y vocabulario
más fácil.
4. Deja que la estudiante haga un círculo
alrededor de palabras o de frases claves;
también puede usar un marcador fluorescente.
Esta estrategia ayuda a simplificar
visualmente el problema.
Haz que la estudiante circule la información
necesaria y luego tache el resto del problema.
Entonces, la niña reemplaza las palabras que
indican operaciones (suma, resta,
multiplicación o división) con sus signos para
ayudarla a organizar el problema.
5. Dibuja un marco alrededor de cada
sección importante en el problema o
alrededor de cada paso en el problema.
Con el estudiante, vayan oración por
oración y decidan si el niño necesita esa
oración en la historia para solucionar el
problema. Si la oración no es necesaria,
el estudiante la tacha para removerla
visualmente.
6. Prepara y escribe en papel para
demonstraciones o en tarjetas índice,
ejemplos de problemas verbales con la
información clave ya resaltada (subrayada,
dentro de un círculo o en un color diferente).
De esta manera la estudiante tiene un modelo
que puede mirar. En adición, resalta las
palabras en el problema que indican o que
dan pistas respecto a las operaciones que hay
que usar.
Ayuda al estudiante a crear una imagen
mental del problema la cual el niño puede
reforzar con dibujos.
7. Haz que el estudiante enumere la información en el
problema verbal de acuerdo al orden en que tiene
que usarla para resolverlo.
Haz que el estudiante ponga la información en una
secuencia.
Usa el enfoque paso-a-paso, en otras palabras,
enseña al niño a pensar en los problemas verbales
como una secuencia de pasos que siguen un orden
predeterminado y que se resuelven un paso a la vez.
Los estudiantes tienen que entender que solucionar
problemas verbales no es algo que ellos pueden
hacer impulsivamente o en un solo paso y sin
planificación.
8. Los pasos en el problema verbal pueden
separarse fácilmente usando diferentes
colores, un color para cada paso. Por
ejemplo, el primer paso es siempre rojo, el
segundo es siempre azul y el tercero
verde. Leyendo el problema en voz alta, la
estudiante dibuja un círculo (o un punto)
rojo sobre el primer paso, azul sobre el
segundo y verde sobre el tercero. Al
colorear las secuencias, podemos ver de
un vistazo donde es que la estudiante está
teniendo problemas en el proceso.
9. Muéstrale al niño un problema verbal con la
contestación, pero sin los pasos requeridos para
resolverlo. La tarea del estudiante es encontrar los
pasos que fueron necesarios en la solución del
problema.
En un problema verbal ya resuelto, muestra la
contestación con los pasos requeridos, pero con los
pasos fuera de orden. La tarea del estudiante es
poner los pasos en la secuencia correcta y luego
tiene que explicar la secuencia.
Antes de que la estudiante resuelva el problema
verbal, haz que prediga el número de pasos que se
necesitan, explicando su predicción.
10. Simplifica la computación del problema
verbal. Usa computación más simple para
disminuir el efecto de una pobre habilidad
matemática en el estudiante.
Haz que la estudiante sume y reste
manualmente y permite que use la
calculadora para multiplicar y dividir.
También puedes darle opciones, por
ejemplo, que resuelva dos operaciones
manualmente y la tercera operación (su
selección) con calculadora.
11. Dale crédito a la estudiante por su razonamiento o
por la forma de ordenar sus ideas para llegar a una
conclusión. También, acredita un procedimiento
correcto aunque la computación esté incorrecta.
Cuando el estudiante tiene dificultad con la
computación del problema verbal, permite que
sustituya las cantidades grandes por cantidades
menores, por ejemplo, resolviendo 4*8 (32) en lugar
de 465*86 (39,990). De esta manera, puede
visualizar la operación y tiene una idea del resultado
(el resultado final está alrededor de los 32,000).
Finalmente, el niño hace su cálculo usando las
cantidades originales, comparando su estimado con
el resultado final.
12. De manera similar, el estudiante sustituye
números difíciles por números fáciles de
computar. Siguiendo el ejemplo anterior, el
estudiante calcula 400*80 (32,000),
repitiendo el resto del proceso.
Reduce la cantidad de problemas verbales
que el estudiante tiene que solucionar, por
ejemplo, resolviendo siete de los 12
problemas en la tarea. Esto le da más
tiempo al niño para trabajar los algoritmos
o los pasos del problema.
13. Rompe un problema complicado entre partes más
cortas y fáciles para resolver. Haz que la estudiante
encuentre una parte en el problema verbal que le
resulte más fácil y traten de proceder de esa parte al
resto del problema.
Con la estudiante, rompan el problema largo en dos
o tres “mini-problemas.” Cada paso puede
convertirse en un mini-problema. La estudiante
resuelve cada mini-problema por separado y
finalmente combina los dos o tres resultados
parciales en un resultado total. Similarmente, la niña
puede romper el problema verbal en dos o tres
preguntas, contestar cada pregunta y entonces
combinar los resultados.
14. Enseña al estudiante una estrategia modificada para resolver
problemas verbales. Aquí hay un ejemplo:
1. Lee el problema
2. Relee el problema para que encuentres la información que ya
se te provee. La pregunta que tienes que contestar aquí es,
“¿Qué ya yo sé sobre este problema?”
3. Relee el problema para que identifiques lo que el problema te
pide que hagas. Contesta, “¿Qué yo necesito encontrar?”
4. Identifica las operaciones que tienes que usar para resolver el
problema
5. Usa objetos o haz dibujos que te ayuden a visualizar el
problema
6. Escribe tus respuestas parciales al problema
7. Combina tus respuestas parciales en una sola o en tu
contestación final
15. Conecta con los maestros estratégicos
por internet…
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