El documento describe el totalitarismo como una forma de Estado autoritaria y no democrática caracterizada por la negación de la libertad y los derechos individuales. Los regímenes totalitarios clásicos como el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia y el estalinismo en Rusia se caracterizaron por el hiperliderazgo, el partido único y el uso del terror para controlar totalmente a la sociedad.
1. ¿Qué es el totalitarismo?
El totalitarismo es una forma de Estado, es decir, una forma de organizar los componentes
de un Estado (territorio, población, gobierno, poder, justicia).
El totalitarismo no es simplemente una forma de gobierno, una organización en cuanto a
las personas que ejercen el poder, es toda una forma de estado. Como forma de estado es
de tipo no democrática y se caracteriza al igual que el autoritarismo en la falta de
reconocimiento de la libertad y los derechos del hombre. Sin embargo, se diferencia del
autoritarismo en que en el totalitarismo existe una negación de la libertad y los derechos
individuales, desconociendo además la dignidad de la persona humana.
El totalitarismo sólo puede entenderse como la forma de dominación total específica de
la sociedad moderna. Sólo aparece cuando las fuerzas sociales son ahogadas y sometidas
a la opacidad.
Representa un proyecto de unificación, de fusión de la sociedad con el estado, un intento
de dominio sin límites y sin derechos.
Considera el Estado como un fin en sí mismo, y por tanto lo maximiza, y debido a que el
poder existe para el fin de las cosas, si consideramos al Estado un fin, estos dos
componentes de la política son correlativos, como consecuencia un Estado más grande
nos da un poder más grande. Así, el poder del estado totalitario lo puede todo porque el
fin lo abarca todo. Mussolini graficó esto en el eslogan "todo en el estado, todo para el
estado, nada fuera del estado, nada contra el estado". No es ya el estado para el hombre,
sino el hombre para el estado.
El totalitarismo, en sus formas clásicas, el régimen de Hitler, el de Mussolini y el régimen
ruso durante la vida de Stalin, fue una dominación instituida a partir de una interpretación
delirante de la realidad y que utilizaba como medios la movilización social y el terror
masivo.
A pesar de las diferencias entre esos regímenes, compartían el hiperliderazgo, el partido
único, la policía política como eje del sistema. Eran sistemas basados en la administración
del terror, su motor funcional básico, hasta el punto de que los campos de concentración
han sido la culminación de ese principio social. Todos encarnaban proyectos de dominio
total sobre la sociedad.
En definitiva, esos totalitarismos clásicos son el límite extremo opuesto a la democracia,
heteronomía frente a autonomía.
2. Totalitarismo del pasado
En 1945 el nazismo fue
aplastado. Una formación
político-social totalitaria
desaparecía de la nueva escena
histórica, pero otra expresión
del totalitarismo, el estalinismo
ruso, se convirtió en uno de los
vencedores de la guerra
mundial junto a las
democracias occidentales.
El régimen social de la Rusia
estalinista había sido una
novedad histórico-social de
difícil comprensión para los
demócratas y revolucionarios de los años veinte y treinta. Para la mayoría de esos
militantes de la izquierda lo determinante era su procedencia de una revolución que se
presentó como socialista, la revolución de 1917.
La génesis del estalinismo es importante para entender su forma pero no determina su
significado. Este es unívoco: el comunismo estalinista creó unas nuevas relaciones de
dominación sobre la base de un aparato social y político totalitario.
En el transcurso de la historia han existido muchas manifestaciones de regímenes
totalitarios, pero el concepto en sí mismo fue “definido” y puesto en práctica por Benito
Mussolini. El Estado fascista configurado por éste en Italia desde 1922 hasta 1943 motivó
que frecuentemente se identifiquen los términos fascismo y totalitarismo. Tanto el
régimen fascista italiano de Mussolini como el nacionalsocialista alemán de Adolf Hitler
fueron expresiones del totalitarismo, pero no las únicas.
Nazismo, movimiento político alemán que se constituyó en 1920 con la creación del
Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (NSDAP por sus siglas en alemán), también
denominado partido nazi. El régimen totalitario alemán presidido entre 1933 y 1945 por
Adolf Hitler.
El nazismo tenía muchos puntos en común con el fascismo. No obstante, sus raíces eran
típicamente alemanas. La tradición romántica alemana que se oponía al racionalismo, el
liberalismo y la democracia; diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos
nórdicos —los llamados arios puros— no sólo eran físicamente superiores a otras razas,
sino que también lo eran su cultura y moral.
Un Hitler atento y expectante
3. Las repercusiones de la Primera Guerra Mundial
El origen inmediato del nazismo debe buscarse en las consecuencias de la derrota
alemana en la I Guerra Mundial (1914-1918). De acuerdo con los términos del Tratado de
Versalles (1919), Alemania era la única responsable del conflicto. La vida política y
económica alemana se vio gravemente afectada a causa de las condiciones de este
acuerdo.
La elevada inflación, que alcanzó un punto crítico en 1923, casi acabó con la clase media
alemana, y muchos de sus miembros, empobrecidos y sin esperanzas, se comenzaron a
sentir atraídos por los grupos políticos radicales que surgieron en la posguerra.
Pocos años después de que se hubiera alcanzado un cierto grado de progreso y estabilidad
económica, la crisis económica mundial que comenzó en 1929 sumió a Alemania en una
depresión que parecía irremediable.
El partido nazi
El NSDAP tuvo su origen en el Partido Obrero
Alemán, fundado en Munich en 1919.
Cuando Adolf Hitler se unió a él en ese mismo
año, la agrupación contaba con unos veinticinco
militantes, de los cuales sólo seis participaban
en debates y conferencias. Hitler se convirtió en
el líder de la formación poco después de
afiliarse a ella.
Durante el primer mitin del Partido Obrero
Alemán, celebrado en Munich el 24 de febrero
de 1920, Hitler leyó el programa del partido, elaborado en parte por él; constaba de
veinticinco puntos en los que se combinaban desmesuradas demandas nacionalistas y
doctrinas racistas y antisemitas
Hitler, el líder supremo
Poco después del mitin de febrero de 1920, el Partido Obrero Alemán pasó a denominarse
Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo. Esta nueva organización se fue
desarrollando poco a poco, especialmente en Baviera.
Sus miembros estaban convencidos del valor de la violencia como medio para alcanzar sus
fines, por lo que no tardaron en crear las SturmAbteilung (“sección de asalto”) o SA, una
fuerza que se encargó de proteger las reuniones del partido, provocar disturbios en los
De sólo 25 hasta juntar miles
4. mítines de los demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a
los judíos, sobre todo a los comerciantes.
Hitler fue elegido presidente del partido en 1921 con poderes ilimitados. Ese mismo año,
el movimiento adoptó como emblema una bandera con fondo rojo en cuyo centro había
un círculo blanco con una cruz esvástica negra.
En diciembre de 1920, Hitler había fundado el periódico VölkischerBeobachter, que pasó
a ser el diario oficial de la organización. El objetivo principal de la propaganda
nacionalsocialista fue la denuncia del bolchevismo, al que consideraban una conspiración
internacional de financieros judíos. Asimismo, proclamaron su desprecio por la
democracia e hicieron campaña en favor de un régimen dictatorial.
La organización del partido a partir de 1933
Desde ese momento, el partido se convirtió en el principal instrumento del control
totalitario del Estado y de la sociedad alemana. Los nazis leales no tardaron en ocupar la
mayoría de los altos cargos del gobierno a escala nacional, regional y local.
Los miembros del partido de sangre alemana pura, mayores de dieciocho años, juraron
lealtad al Führer y, de acuerdo con la legislación del recién instituido III Reich, sólo debían
responder de sus acciones ante tribunales especiales del partido.
En principio, la pertenencia a esta agrupación era voluntaria; millones de ciudadanos
deseaban afiliarse, pero muchos otros fueron obligados a ingresar en ella contra su
voluntad. Era preciso ser miembro del partido para ocupar un puesto en la administración
pública. Se estima que el número de afiliados llegó a alcanzar los siete millones en el
momento de mayor auge.
El Servicio de Seguridad nazi (SD) se encargó del funcionamiento de los campos de
concentración, creados para retener a las víctimas del terrorismo nazi, y desempeñó un
importante papel durante la etapa del conflicto bélico al permitir a Hitler controlar a las
Fuerzas Armadas desde el Estado Mayor.
5. Otra sección importante del partido eran
las Hitler Jugend (Juventudes
Hitlerianas), que formaban a jóvenes
entre los 14 y los 17 años de edad para
convertirlos en miembros de las SA, las
SS o del partido. La Auslandorganisation
(Organización para Asuntos Exteriores) se
ocupaba de la propaganda nazi y creó,
financió y dirigió las agrupaciones
nacionalsocialistas de Alemania y de la
población alemana residente en el
extranjero.
La reorganización de la sociedad alemana
Hitler comenzó a crear un Estado nacionalsocialista eliminando la oposición de las clases
trabajadoras y de todos los demócratas. El juicio del incendio del Reichstag sirvió como
pretexto no sólo para suprimir al KPD (Partido Comunista alemán) y al SPD (Partido
Socialista alemán), sino para abrogar todos los derechos constitucionales y civiles y crear
campos de concentración para confinar a las víctimas del terror nacionalsocialista.
La GeheimeStaatspolizei (Policía Secreta del Estado), conocida como Gestapo, fue
fundada en 1933 para reprimir la oposición al régimen de Hitler. Cuando se incorporó al
aparato del Estado en 1936, se la declaró exenta de someterse a las restricciones que
imponía la ley, y sólo debía responder de sus actos ante su jefe, Heinrich Himmler, y ante
el propio Hitler.
La economía y la purga de 1934
El desempleo fue el problema más trascendente al que tuvo que hacer frente Hitler al
asumir el poder.
La industria alemana producía en esos momentos aproximadamente al 58 por ciento de su
capacidad. Se estima que el número de desempleados de Alemania oscilaba entre los seis
millones y siete millones. Miles de ellos eran miembros del partido que esperaban que
Hitler aplicara las promesas anticapitalistas expuestas en la propaganda nazi, acabara con
los monopolios y asociaciones de industriales y reactivara la industria mediante la
creación de un gran número de pequeñas empresas.
Los sindicatos
El nuevo orden supuso la ilegalización de los sindicatos y las cooperativas y la confiscación
de sus posesiones y recursos financieros, la supresión de las negociaciones colectivas
entre trabajadores y empresarios, la prohibición de las huelgas y los cierres patronales, y
Hitler “sumiso” ante Hindenburg
6. la exigencia a los trabajadores alemanes de pertenecer de forma obligatoria al Frente
Alemán del Trabajo, una organización sindical nacionalsocialista controlada por el Estado.
Los salarios fueron fijados por el Ministerio de Economía Nacional.
Las trágicas repercusiones del nazismo
La creación del nuevo orden permitió a los nazistas resolver el desempleo, proporcionar
un nivel de vida aceptable a los trabajadores y campesinos alemanes, enriquecer al grupo
de la elite del Estado, la industria y las finanzas y crear una espectacular maquinaria de
guerra.
A medida que se erigía el nuevo orden en
Alemania, los nazis avanzaban política y
diplomáticamente en la creación de la
Gran Alemania. Hitler se jactaba de que
el nazismo había resuelto los problemas
de la sociedad alemana y perduraría
durante miles de años.
El nazismo solucionó algunos conflictos
ante los que la República de Weimar se
mostró impotente y transformó a la débil
república en un Estado industrial y
políticamente poderoso. Pero esta
reconstrucción condujo a la
Segunda Guerra Mundial, el enfrentamiento bélico más cruento y destructivo de la
historia de la humanidad, del que Alemania salió derrotada, dividida y empobrecida.
También hay que añadir al precio de esta empresa el sufrimiento del pueblo alemán
durante el gobierno de Hitler y después de su muerte. El aspecto más trágico del nazismo
fue el asesinato sistemático de seis millones de judíos europeos.
Fascismo, forma de totalitarismo del siglo XX que pretende la estricta reglamentación de
la existencia nacional e individual de acuerdo con ideales nacionalistas y a menudo
militaristas; los intereses contrapuestos se resuelven mediante la total subordinación al
servicio del Estado y una lealtad incondicional a su líder.
Nuevo orden alemán
7. En contraste con los totalitarismos de izquierdas
identificados con el comunismo, el fascismo basa sus ideas
y formas en el conservadurismo extremo. Los regímenes
fascistas se parecen a menudo a dictaduras —y a veces se
transforman en ellas— o a tiranías autoritarias, pero el
fascismo en sí mismo se distingue de cualquiera de estos
regímenes por ser de forma concentrada un movimiento
político y una doctrina sustentados por partidos políticos
al margen del poder.
Las doctrinas fascistas
Algunos fascistas recurrieron al cristianismo como una fuerza conservadora, mientras
otros rechazaban la moralidad cristiana por reprimir la voluntad. Muchos tomaron ideas
del darwinismo social sobre la lucha competitiva en y entre los estados y sobre la
obligación evolutiva que tiene el fuerte de aplastar al débil: esas ideas a menudo
implicaban racismo. La mayoría de los teóricos fascistas abrazó el nacionalismo extremo
que, en algunos casos, incluía el antisemitismo. Como parte de su antirracionalismo,
algunos propusieron un culto místico a la tradición y al Estado.
Orígenes
El fascismo consiguió apoyo en todos los sectores de la sociedad, pero con especial
intensidad entre los miembros de la clase media que temían la amenaza de la revolución
comunista, de los empresarios que tenían temores similares, de los veteranos licenciados
que no habían conseguido adaptarse a la vida civil, y de violentos jóvenes descontentos.
Fascismo italiano
El término actual fascismo fue utilizado por primera vez por Benito Mussolini en 1919 y
hacía referencia al antiguo símbolo romano del poder unos cuantos palos atados a un eje,
que representaban la unidad cívica y la autoridad de los oficiales romanos para castigar a
los delincuentes.
El fascismo en otros países
El régimen de Mussolini facilitó el modelo de fascismo característico de las décadas de
1920 y 1930. La Gran Depresión y el fracaso de los gobiernos democráticos al abordar las
consecuentes dificultades económicas y el desempleo masivo, alimentaron la aparición de
movimientos fascistas en todo el mundo. Sin embargo, el fascismo en los otros países se
diferenciaba en ciertos aspectos de la modalidad italiana.
Mussolini ante la masa
8. El nazismo alemán era más racista; en
Rumania, el fascismo se alió con la Iglesia
ortodoxa en vez de con la Iglesia católica
romana.
En España, el grupo fascista radical Falange
Española fue originariamente hostil a la Iglesia
católica romana, aunque después, bajo la
dirección de Francisco Franco, se unió a
elementos reaccionarios y pro católicos.
El gobierno autoritario militar de Japón se
parecía mucho al de la Alemania nazi. En
Francia el fascismo estaba dividido en varios
movimientos.
Mientras que en la mayoría de los casos el fascismo prosperó en países que estaban
atrasados en el plano económico o marcado por fuertes tradiciones políticas autoritarias,
el fascismo galo avanzó en una de las democracias europeas más consolidadas.
En Gran Bretaña, la Unión de Fascistas Británicos, disfrutó de un breve apogeo de
publicidad de su formación en 1932 hasta su colapso definitivo en 1936 cuando se
prohibieron los uniformes paramilitares, pero tuvo poco apoyo público.
El fascismo disfrutó de un mayor éxito en el periodo de
entreguerras en los países del este y del sur de Europa.
En Rumania, un fuerte antisemitismo inspiró un violento
movimiento llamado la Guardia de Hierro, que
convulsionó la política del país desde la década de 1920
hasta su aniquilación por el Ejército rumano bajo Ion
Antonescu durante la contienda civil que siguió a la
abdicación del rey Carol II en 1940.
El régimen dictatorial impuesto por Antonio de Oliveira
Salazar en Portugal en 1932 poseía notables
características fascistas, sin exhibir el totalitarismo
extremo del nazismo o de movimientos de otros lugares.
Fascismo de posguerra y neofascismo
La derrota de Alemania e Italia en la II Guerra Mundial desacreditó al fascismo en Europa
en el periodo de posguerra. Países como España y Portugal, cuyos gobiernos fascistas se
Fascismo y nazismo
Fascismo, un estilo de vida
9. mantuvieron en el poder después de la guerra, pasaron del totalitarismo al autoritarismo,
y difuminaron sus rasgos fascistas.
La recuperación económica de la posguerra suprimió el descontento social que había
ayudado a la expansión del fascismo de la preguerra y en la mayoría de los países
democráticos el fascismo pareció destinado a un exilio permanente en una
menospreciada franja política.
Las décadas de 1980 y 1990 trajeron un inesperado renacimiento del fascismo en algunas
democracias occidentales, llamado de forma habitual neofascismo. Éste tuvo distintas
formas y fortuna en los diferentes países, pero mostró una antipatía racista general hacia
los inmigrantes del Tercer Mundo y una desilusión generalizada respecto a los partidos
políticos establecidos.
Este desencanto se incrementó con el final de la Guerra fría y el colapso del orden político
nacido de la posguerra, cuando se derrumbaron las instituciones dirigentes en muchas
democracias y muchos votantes buscaron alternativas populistas.
Estalinismo es un término utilizado por los opositores al gobierno de Stalin para referirse
a la teoría política y al sistema político y económico aplicado por Stalin en la Unión
Soviética.
El término ha sido utilizado por detractores
de Stalin (tanto comunistas como no
comunistas) para referirse peyorativamente a
lo que consideran gobiernos leninistas
degradados.
Su características, según ellos, son la
represión arbitraria de la población, la
colectivización forzada de la economía, la
industrialización acelerada (a veces referidas
a no tomar en cuenta el costo humano, el
medio ambiente y por parecerse en algo al
capitalismo), la movilización y deportaciones
en masas, la persecución y desaparición de los enemigos políticos del mismo Partido o
grupo, y el aislamiento exterior mediante el socialismo en un solo país.
Durante el gobierno, Stalin convirtió la atrasada Unión Soviética en una auténtica potencia
mundial con un crecimiento vertiginoso que nunca consiguieron los jefes de estados
soviéticos posteriores, que llamaron a la desestalinización.
Lenin y Stalin, verano 1917
10. Con Stalin aumentaron las competencias del control
por parte del Comité Central del Partido Comunista de
la Unión Soviética, algo considerado necesario por el
partido para afrontar la industrialización y la posterior
Segunda Guerra Mundial. Es por este motivo que haya
quien considere a la extinta Unión Soviética un estado
obrero con deformaciones burocráticas, y no un
estado socialista.
El estalinismo suele contraponerse al trotskismo, que
es considerado por los trotskistas su antítesis política.
Estalinismo en el mundo
Distintos gobiernos socialistas instalados en otros
países además de a URSS, principalmente en el
período de 1945 a 1991, también han sido varias
veces clasificados de estalinistas, a causa de
determinados métodos políticos y económicos empleados. De entre ellos se encontrarían
el gobierno de Kim Il-sung y su hijo y sucesor en el cargo Kim Jong-il en Corea del Norte, a
través de la ideología oficial Juche.
El estalinismo en otros países, principalmente en los años antes, durante e
inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial (o sea, de las décadas de 1930 a
1950) estuvo asociado directamente al alineamiento automático a las políticas de Moscú y
del Komintern. Varios gobernantes de estos regímenes podrían, según los críticos de
Stalin, ser considerados estalinistas, como MátyásRákosi en Hungría, GeorgiDimitrov en
Bulgaria, KlementGottwald en Checoslovaquia, BolesławBierut en Polonia y
HorloogiynChoibalsan en Mongolia.
Otros regímenes socialistas considerados por algunos como estalinistas fueron los de
EnverHoxha en Albania, de Pol Pot en la Kampuchea Democrática y de Fidel Castro en
Cuba. Sin embargo, determinados gobiernos, aunque socialistas, no encajan en la
definición de estalinistas por adoptar otras medidas económicas y de alineamiento
geopolítico distinto, como el régimen de NicolaeCeausescu en Rumania o de DengXiaoping
en China.
Stalin
11. Izquierda y totalitarismo
El mismo hombre, el mismo poder y cuarenta años en el tiempo: Fidel Castro
El proyecto socialista nacido para desarrollar la democracia y generar derechos para los
desposeídos de la sociedad, se convirtió en pretexto ideológico (falso) de brutales
dictaduras totalitarias que negaban los derechos de las personas y establecieron
relaciones de dominación en todos los ámbitos de la vida social en los países comunistas.
La realidad es que cientos de millones de seres humanos han sido sometidos, en nombre
del "comunismo", a formas extremas y continuadas de opresión y control, de expropiación
social y síquica.
Fuentes Internet:
http://www.inisoc.org/Vera.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Democracia
http://es.wikipedia.org/wiki/Totalitarismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Estalinismo
Extaraído de http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/Totalitarismo8U2.htm