2. A poco más de dos horas de la antigua ciudad de
Aurangabad se sitúan las famosas Cuevas de Ajanta,
treinta y dos grutas que no son del todo naturales
pero que fueron talladas en las colinas hace miles de
años por trabajadores que apenas utilizaban cinceles
y martillos.
Esculpidas en la roca volcánica de basalto, los artesanos
fueron meticulosamente cincelando poco a poco la roca,
tallando las columnas en lugares estratégicos y creando
varias habitaciones dentro de la roca. Las paredes y los
techos fueron maravillosamente decorados y con las
aplicaciones de yeso crearon las pinturas de colores.
4. La mayoría de las pinturas tienen más de 1500 años. Diez
siglos antes del nacimiento de Miguel Angel, de Leonardo
da Vinci y del renacimiento europeo, esos artistas
desconocidos sabían ya como describir la perspectiva, la
profundidad y el realismo en sus pinturas. Las expresiones y
emociones capturadas en los rostros de las pintura, son tan
reales que hoy, después de varios siglos, se pueden admirar.
5.
6. La más antigua de las cuevas se remonta al siglo II
antes de Cristo . Algunas de ellas son Viharas o
monasterios, grandes cámaras con habitaciones
pequeñas que conducían fuera de la sala principal
y era donde vivían los monjes. Algunas de estas
habitaciones tienen una cama de piedra tallada, con
una almohada en la que el monje podía descansar
su cabeza.
7.
8. El resto de las cuevas son Chaityas o templos, muy
similares a las catedrales cristianas, con techos
abovedados y vigas de maderas que se cruzan en
nervaduras, asi como pilares de piedras decorados,
y en la nave central ( donde una iglesia cristiana
tendría su altar) una gran estatua de Buda.
Hay que recordar que estos templos de piedra fueron
tallados muchos siglos antes de las catedrales cristianas,
con lo que se puede llegar a especular si no fueron estas
cuevas motivo de inspiración para los grandes arquitectos
.
de la Edad Media, y no los templos clásicos griegos y
romanos.
9.
10. Resulta sorprendente pensar que, los grandes
maestros que crearon estas maravilla, sólo
contaban con pequeñas herramientas de
trabajos. Aún así nos legaron algo universal,
mágico, y que hoy podemos tener el gusto de
contemplar.
Los siglos parecen pequeñas gotas de agua en
el rostro de las cuevas