Hobson, John A. - Estudio del imperialismo [ocr] [1902] [1981].pdf
Relacion entre sistemas de partidos y sistemas electorales
1. Universidad Fermín Toro
Vice-rectorado Académico
Facultad de ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Ciencia Política
Integrante:
Bianca Palacios
25.401.642
Sección: M-215Barquisimeto, Febrero del 2018
2. Los sistema de partidos, son el
espacio de competencia leal entre
los partidos políticos, orientado
hacia la obtención y el ejercicio del
poder político
Para constituir un sistema, los partidos requieren de garantías
elementales que permitan su supervivencia una vez que
cualquiera de los protagonistas asuma funciones de gobierno.
Es por eso que la competencia de los partidos por el poder sólo
puede ser entendida desde una actitud de lealtad de cada uno
de ellos hacia el conjunto. No obstante, la competencia entre
los partidos es un tema de la mayor complejidad, pues al
mismo tiempo existen desacuerdos importantes entre ellos
que los separan y confrontan constantemente. El premio de la
competencia partidaria es la posibilidad de ejercer el poder por
parte de aquel partido que logra imponerse en la contienda.
Al ser los sistemas de partidos el conjunto de partidos políticos en un
determinado Estado, los elementos que caracterizan su estructura son:
*Cantidad de partidos
*Las relaciones entre sí, tanto respecto a la magnitud de ellos como a sus
fuerzas relacionales.
*Las ubicaciones respectivas, ideológicas y estratégicas, como elementos
para determinar las formas de interacción.
*Las relaciones con el medio circundante, con la base social y el sistema
político.
3. sus funciones resultan de vital
importancia en las democracias
representativas. Por esta razón, el
sistema de partidos funciona
como una cámara de
compensación de intereses y
proyectos políticos que permite y
norma la competencia, haciendo
posible el ejercicio legítimo del
gobierno.
El sistema de partidos y los
partidos en él incluidos
juegan el papel de instancia
mediadora de comunicación
entre la sociedad y su
gobierno.
De este carácter de
mediación se derivan las
principales funciones de un
sistema de partidos son:
confrontación de opciones, lucha
democrática por el poder,
obtención legítima de cargos de
representación y de gobierno y,
finalmente, ejercicio democrático
y legítimo de las facultades
legislativas.
La capacidad que el sistema
de partidos tiene para
satisfacer las anteriores
funciones es, en definitiva, el
parámetro para evaluar su
funcionamiento.
Un sistema de partidos que no es
capaz de satisfacer todas estas
funciones deja de ser un medio
efectivo de comunicación entre
gobernados y gobernantes. En
cambio, un sistema de partidos que sí
las satisface es un buen canal de
comunicación entre sociedad y
gobierno.
Esta comunicación se
produce en un doble
sentido.
El sistema de partidos eleva hacia las
instancias políticas las inquietudes y
aspiraciones de diversos grupos de la
sociedad. A su vez, el sistema de
partidos transmite a la sociedad el
procedimiento de la toma de
decisiones gubernativas, las propias
decisiones y, en cierta medida, las
consecuencias esperadas por la
aplicación de las políticas decididas.
En ambos sentidos el proceso de
comunicación tiene su punto
culminante en la competencia
electoral. Ya que, la competencia por
los cargos de representación y de
gobierno es el momento y el espacio
en el que los partidos mejor
condensan las aspiraciones e
intereses de los sectores sociales que
pretenden representar.
4. El sistema electoral es el conjunto de medios a través de los cuales la voluntad de
los ciudadanos se transforma en órganos de gobierno o de representación política.
Las múltiples voluntades que en un momento determinado se expresan mediante
la simple marca de cada elector en una boleta forman parte de un complejo
proceso político regulado jurídicamente y que tiene como función establecer con
claridad el o los triunfadores de la contienda, para conformar los poderes políticos
de una nación.
El sistema electoral recibe votos y genera órganos de gobierno y/o de
representación legítimos. En ese sentido es una estructura intermedia del
proceso a través de la cual una sociedad democrática elige a sus gobernantes.
Los extremos que lo enmarcan, a su vez, forman parte de complejas realidades
que en sí mismas ofrecen un vasto universo de análisis.
Con la generalización del sufragio en el mundo se puso en marcha la costumbre social
según la cual los gobernados intervienen en la selección de sus gobernantes. Así, la
democracia adquirió su actual adjetivo funcional: democracia representativa.
Los actores y los elementos del fenómeno electoral moderno son múltiples y
variados: los electores, los candidatos, los partidos, los medios de comunicación,
las autoridades que organizan el proceso; también lo son los procedimientos para
la conformación de la lista de electores, la realización de las campañas de difusión,
la instalación de los lugares de votación, la emisión y conteo de los sufragios y,
finalmente, la resolución de los conflictos que se puedan presentar durante y
después del acto electoral.
Entre ese cúmulo de procedimientos y en contacto con todos los actores referidos,
el sistema electoral juega un papel de especial importancia. Debe responder a
múltiples cuestionamientos de manera clara y equitativa. Por tal motivo, todo
sistema electoral tiene asignadas determinadas funciones.
5. ¿quiénes pueden votar?
¿quiénes pueden ser votados?
¿de cuántos votos dispone cada elector?
¿cómo pueden y deben desarrollarse las campañas de propaganda y difusión?
¿cuántos representantes se eligen en cada demarcación electoral?
¿cómo se determinan y delimitan los distritos y secciones electorales?
¿quiénes y cómo deben encargarse de organizar los comicios?
¿cómo deben emitirse y contarse los sufragios?
¿cuántas vueltas electorales pueden y/o deben realizarse para determinar al
triunfador?
¿quién gana la elección?
¿cómo se resuelven los conflictos que puedan presentarse?
De acuerdo con sus objetivos,
los sistemas electorales se
componen de reglas y
procedimientos destinados a
regular los siguientes aspectos
y etapas de los procesos de
votación:
Todas ésas son circunstancias
que una ley electoral debe
prever y resolver. Estas son las
funciones básicas de los
sistemas electorales.
Evidentemente, existen otras
que regulan la constitución y
reconocimiento legal de los
partidos políticos, el registro de
los ciudadanos, el papel de los
medios de comunicación en las
contiendas y la participación de
posibles donantes en el
financiamiento de las
campañas.
6. Según Nohlen (1998:402), al igual que ya había adelantado Duverger (1959:219), deja bien claro
que "el sistema electoral no es más que un factor entre otros que influyen en la configuración de un
sistema de partidos" y añade, que "los diferentes efectos de los sistemas electorales ... aparecen
entrecruzados, fortalecidos, superados o desviados por condiciones sociales y políticas concretas,
de modo tal que ya no es posible decir con absoluta certidumbre de un tipo concreto de sistema
electoral que tenga ésta o aquellas consecuencias para la estructura de un sistema de partidos de
las dos esferas citadas" (1998:404-405).
Los sistemas electorales y de partidos son elementos indispensables de
la democracia, no solo porque definen características importantes del
régimen democrático, sino también porque contribuyen de manera
decisiva a sostener la democracia y a hacerlas mas (o menos)
participativa y representativa
Los partidos políticos son también de indiscutible importancia en
la democracia de la sociedad moderna, diversa y compleja. Ellos
sirven de articuladores de intereses políticos al ofrecer visiones de
futuro, plataformas y manifiestos de lo que harán si son electos.
Más aún, su razón principal de ser (ocupar posiciones de poder
político en la esfera pública) se concretiza en la contienda
electoral. A su vez, la forma en que operan los partidos en el
proceso electoral, las ofertas que hacen, y para quienes las hacen,
expresan las características de los partidos
7. Algunos sistemas electorales fomentan el desarrollo de los partidos políticos más que otros.
Asimismo, el sistema electoral tiene influencia significativa sobre el tipo de sistema de
partidos que se desarrolla.
sistemademayoría
simple
• El sistema de mayoría simple, sitúa
generalmente a los electores de un
distrito ante una clara alternativa entre
dos partidos, uno orientado a la izquierda
y otro a la derecha, que se pueden
alternar en el poder. Esto se puede
presentar desventajas inherentes para los
partidos pequeños . Normalmente, el
sistema de mayoría simple da luz a un
partido en el gobierno y a un partido
opositor bien estructurado. Este sistema
concede ventaja a los partidos de una
amplia base política que tratan de abarcar
varios segmentos de la sociedad y, por
tanto, desalienta a los partidos
extremistas y aquellos que se enfocan en
temas muy específicos.
sistemade
representación
• los sistemas de representación
proporcional alientan la formación de
varios partidos políticos que
generalmente reflejan las diferencias
políticas e ideológicas presentes en la
sociedad. Asimismo, los partidos
pequeños pueden obtener representación
con mayor facilidad. Bajo ciertas
circunstancias, los sistemas de
representación proporcional pueden
generar continuidad y estabilidad en las
funciones de gobierno y en la toma de
decisiones sobre políticas públicas. No
obstante, también se argumenta que el
gran número de partidos políticos que
puede originar un sistema de
representación proporcional puede
provocar, en el peor de los casos, un
efecto desestabilizador del sistema
político en su conjunto.
8. Otros efectos de los distintos tipos de sistema electoral que pueden tener en los
partidos y en los sistemas de partidos en las sociedades democráticas, se pueden
resumir en los siguientes términos:
Los sistemas políticos altamente centralizados que utilizan listas cerradas de representación
proporcional tienden a fomentar organizaciones partidistas fuertes; por el contrario, los sistemas
descentralizados como los de mayoría simple pueden provocar el efecto opuesto.
El diseño de un sistema electoral no sólo puede afectar la estructura de un sistema de partidos, sino
también su cohesión y disciplina internas.Algunos sistemas electorales son más proclives al
faccionalismo que otros. Esto a menudo provoca disputas internas en las que una corriente está en
constante pugna con otra. En cambio, otros sistemas, tienden a fomentar la unidad o cohesión
partidista.
El acceso al financiamiento público y/o privado es un tema clave que incide transversalmente en el
diseño del sistema electoral y se convierte a menudo en el mayor obstáculo para la emergencia de
nuevos partidos con posibilidades de permanencia.
En la misma medida en que la selección del sistema electoral afecta la forma en que se desarrolla el
sistema de partidos, la estructura del sistema de partidos influye en la evolución del sistema
electoral. Es poco probable que los partidos existentes apoyen cambios que les puedan representar
serias desventajas o que ofrezcan la posibilidad de que nuevos partidos entren en la contienda, a
menos que exista un fuerte imperativo político. Por consiguiente, el rango de opciones para
modificar el sistema electoral puede enfrentar restricciones prácticas.