El documento ofrece 5 pasos para pedir un crédito para ampliar un negocio: 1) Revisar el historial crediticio, 2) Evaluar deudas existentes, 3) Acudir al banco para conocer opciones de crédito, 4) Elegir entre créditos amortizables o revolventes, 5) No frustrarse si el crédito es negado y aprender de los errores.
2. ¿Cómo pedir un crédito y vivir para contarlo?
Si eres propietario de un negocio desde hace más de dos años, seguro ya te diste
cuenta que la misma inercia de tu empresa te pide ampliarlo, pues ya llegaste
a un tope de ventas, de clientes o de formas de distribución.
La continuidad y ampliación de un negocio no sólo depende de conseguir un crédito
—a veces sólo depende de dar a conocer mejor tus productos y servicios a clientes
potenciales—, pero al igual que el conocimiento: los recursos jamás están de sobra y
—está comprobado— sí hacen una diferencia muy significativa para la rentabilidad de
tu empresa.
5 pasos para pedir un crédito
1. ¿Sabes cuál es tu historial crediticio?
2. Evalúa tus deudas
No supongas nada ni te dejes influenciar por el «a mí me dijeron que para ser
sujeto de crédito»; la mejor forma de saber si tu negocio puede sustentar un
préstamo bancario, es consultar tu situación en el buró de crédito
—www.burodecredito.com.mx—, comprobar que no tienes adeudos,
que has liquidado tus pagos a tiempo —sin atrasos considerables— y que no
tienes otros créditos pendientes con instituciones similares.
Igual de importante es verificar tu situación ante el Sistema de
Administración Tributaria —SAT—: estar al día en tus declaraciones,
sin multas ni recargos.
Si ya cuentas con varios créditos —así sean personales, como tarjetas, planes
de teléfono, etcétera—, entonces gran parte de tus ingresos ya están
destinados a pagar esos gastos. Por ello: si añades un nuevo crédito —y de
cantidad considerable— es probable que pierdas el equilibrio en alguno
de tus pagos y empieces con retrasos.
3. 3. Acude al banco
4. Elige qué tipo de crédito te conviene
No te dejes llevar por el clásico «los bancos no le prestan a nadie»,
pues aunque predomine esa «mala fama» en el imaginario colectivo,
lo cierto es que las instituciones bancarias son muy cuidadosas en liberar
créditos porque también son las primeras en preocuparse de que no
termines endeudado con un compromiso que podría poner en riesgo
tu empresa o incluso tu calidad de vida.
El banco es el menos interesado en embargar tus bienes y sí es, el primero
en ayudarte a crecer pues, entre mejor te vaya a ti, ellos pueden ofrecerte
mayores herramientas o productos financieros para administrar de mejor
forma tu negocio.
Una vez que confirmes que no tienes adeudos —hasta los saldos del teléfono
cuentan para que te aprueben o rechacen una solicitud de crédito—, acude
a tu banco y pregunta cuáles son las opciones ideales que tienen para ti.
Todos los créditos están diseñados para personas morales o físicas
conactividad empresarial, pero éstos se dividen principalmente en dos tipos:
1) Amortizable: se reembolsa con una tasa de interés y un plazo fijo; por
ejemplo, como un crédito hipotecario. Con plazos desde 12 a 36 meses
y puedes disponer del crédito en una sola exhibición.
2)Revolvente: es una línea de crédito permanente con tasa de interés var-
iable —conforme se va pagando— de la que se puede disponer hasta el
monto original otorgado., como el de las tarjetas de crédito. Ideal para
necesidades a corto plazo1
.
Para aumentar tus posibilidades: reduce el monto de tus deudas.
Así, parte de tus ingresos podrán cubrir el nuevo crédito que necesitas.
1
Sintetizado de Encuesta de Empresas Familiares en México. Informe de resultados. Banco Nacional de México, S.A,
Integrante de Grupo Financiero Banamex, en asociación con ProfitConsulting, 2009.
4. 5. No te frustres y aprende de tus errores
Consideraque,sirecibeselcrédito,talveznoseaporlacantidadexactaquepediste.
El banco, luego de hacer una evaluación de tus posibilidades de pago, te dará
unacantidadquetesirvaparainvertir,peroquenopongaenriesgotusfinanzas.
Por ello: considera varios escenarios de acuerdo a la cantidad que te autoricen
y para que tengas muy claro en qué vas a invertir para beneficiar a tu negocio.
Si no recibes el crédito: no te desanimes. Muchos negocios pueden resolver
sus problemas de inversión con sólo adquirir una tarjeta de crédito más y no
necesariamente con un préstamo líquido.
Analiza cuáles fueron los motivos porque te negaron el crédito —por
lo regular tiene que ver con administración de otras deudas—; ponte al
día con tus finanzas y, una vez que puedas demostrarle al banco que
tienes finanzas sanas, sin duda te autorizarán el crédito que necesitas.
Incrementar y sostener tus saldos en cuentas de cheques: además de que
te permitirá un mejor control de tus finanzas, es una de las condiciones más
favorables para que te aprueben un crédito. Acércate a tu banco y pregunta
cómo puedes alcanzar estas metas.