Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Tiempo de Gracia
1. Arzobispado de Arequipa
Domingo
5 de marzo
de 2017
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba
TIEMPO DE GRACIA
El miércoles pasado hemos comenzado la
Cuaresma y, como es tradicional, el Papa ha
publicado un mensaje para ayudarnos a vivir
bien este tiempo en el que, como el mismo
mensaje nos lo recuerda, estamos llamados a
recorrer “un camino que nos lleva a un destino
seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria
de Cristo sobre la muerte”. La Cuaresma, por
tanto, no es un tiempo cerrado en sí mismo sino
que desemboca en la Pascua. Tampoco es un
camino con un fin incierto sino que nos
conduce a la victoria de Jesucristo sobre el
pecado y la muerte que de él se deriva. Para
recorrer ese camino se requiere una actitud
fundamental que es la conversión que, en
palabras del mismo Papa, significa “volver a
Dios de todo corazón” y “no conformarse con
una vida mediocre sino crecer en la amistad con
Jesús”. La Cuaresma, entonces, es un tiempo
que Dios nos regala a través de su Iglesia, para
que podamos volver a Él y salir de la
mediocridadquetantasvecesnos circunda.
Esa mediocridad, como dice Francisco, es la
consecuencia de no aprovechar en toda su
magnitud la amistad de Dios, la amistad que
Jesús nos ofrece cada día y que no pocas veces
nosotros no acogemos o, peor, rechazamos.
Suena duro decirlo, pero si somos honestos con
nosotros mismos terminaremos por aceptar
que, ocupados en nuestros múltiples
quehaceres o confiados en nuestra supuesta
autosuficiencia, por lo general no sabemos
apreciar la amistad de Dios y no creemos que Él
pueda ayudarnos en nuestra vida cotidiana.
Aun sin darnos cuenta, despreciamos la
amistad que Jesús nos ofrece y la paternidad de
Dios. De esa manera, terminamos
condenándonos a vivir en este mundo como
huérfanos que deben cuidarse y protegerse a sí
mismos porque no hay quien lo haga por
nosotros. Así, limitados a nuestras propias
fuerzas y razonamientos, nos quedamos como a
mitad de camino y no llegamos a realizarnos
plenamente porque no alcanzamos a
experimentar ese gozo profundo que Dios nos
quiere regalar cada día, aun en los momentos de
dificultad o cuando nos toca enfrentar las
adversidades.
Ante esa situación, el Papa nos recuerda que
“Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona,
porque incluso cuando pecamos espera
pacientemente que volvamos a él y, con esta
espera, manifiesta su voluntad de
perdonarnos”. La Biblia nos dice que “un
amigo fiel es un refugio seguro y quien lo
encuentra ha encontrado un tesoro”
(Eclesiástico 6,14). Amigo es el que está con
nosotros en las buenas y en la malas, es el que
está siempre dispuesto a sacar la cara por
nosotros; y qué mejor amigo que Jesús, que no
solamente saca la cara por nosotros, sino que
todo él se ha entregado a la muerte por nosotros,
para el perdón de nuestros pecados. En
Cuaresma, Dios nos da la gracia necesaria para
que volvamos a Él humildemente, confesemos
nuestros pecados, dejemos que Jesús los
destruya en la Cruz y a cambio nos introduzca
enelgozoparaelcualhemossidocreados.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa