Programa Organización de Escuela Sabática (Opción 2).pdf
Migrantes y Trata
1. Arzobispado de Arequipa
Domingo
10 de
septiembre
de 2017
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba
MIGRANTES Y TRATA
En el marco de nuestra permanente acción
pastoral a favor de los migrantes, la semana
pasada realizamos el Curso - Taller “Prevención
de la trata de personas y atención a las víctimas”,
en el que participaron más de quinientos
miembros de la Iglesia Católica en Arequipa y,
como expositores, el Dr. Víctor Cadenas
Velásquez, Vicegobernador Regional, la Dra.
Cecilia Ampuero Riega, Fiscal Provincial de
Prevención del Delito, el Dr. César Muñiz
Delgado, funcionario de la Superintendencia de
Migraciones, y un equipo de expertos de la
Pastoral de Movilidad Humana de la
Conferencia Episcopal Peruana. Todos los
expositores coincidieron en que, como hace
poco ha escrito el Papa Francisco, “la línea
divisoria entre la migración y el tráfico puede ser
en ocasiones muy sutil” ya que “muchos factores
contribuyen a crear un estado de vulnerabilidad
en los emigrantes” (Mensaje del 8.IX.2016). La
finalidad de nuestro curso ha sido capacitar a
agentes pastorales y maestros a fin de que, a su
vez, ellos informen en las parroquias y colegios
sobre la magnitud de este delito, las formas en
que se comete y el modo en que a través de un
trabajo articulado entre el Estado, la sociedad
civil y la Iglesia podemos prevenir a las posibles
víctimas, identificar a los delincuentes y
colaborar en el rescate y rehabilitación de las
personas que han caído en las redes de esta nueva
formadeesclavitud.
La trata de personas, que el Papa Francisco ha
calificado como “crimen contra la humanidad”,
incluye el tráfico con fines de prostitución,
trabajos forzados, mendicidad, comercio de
órganos u otros a través de los cuales los
delincuentes explotan a seres humanos para
obtener un beneficio económico. Es uno de los
delitos que más dinero genera a nivel mundial,
junto con el tráfico de armas y de drogas. Las
bandas de trata de personas son tan grandes,
organizadas y económicamente fuertes, que en
términos porcentuales son muy pocos los casos
en que llegan a ser denunciadas y más pocos aun
los casos en que son efectivamente condenadas
por la justicia penal. Por ejemplo, según fuentes
del Ministerio Público, entre los años 2015 y
2016 se registraron 2,033 casos de trata de
personas en todo el Perú; pero es sabido que, por
ejemplo, en la minería ilegal, la tala ilegal, los
prostíbulos, la mendicidad de niños y ancianos
en las calles de las grandes ciudades, decenas de
miles de personas sufren este tipo de esclavitud.
Según las mismas fuentes oficiales, el 50.1% de
las víctimas son adolescentes de entre 13 y 17
años de edad, cifra que aumenta hasta el 77.5% si
incluimos a personas entre los 0 y 24 años; es
decir que las principales víctimas son niños y
jóvenes,ensu granmayoríamujeres.
Como Iglesia estamos llamados a proteger a las
personas que son más vulnerables y susceptibles
de caer en las garras de esos delincuentes
inescrupulosos. Y considerando que, por lo
general, en Arequipa esos colectivos están
compuestos por migrantes de otras partes de
nuestro país, en el curso de la semana pasada
hemos hecho énfasis en la importancia de
acogerlos en nuestras parroquias y comunidades,
integrarlos en la sociedad y ayudarlos a ser
agentes de su propio desarrollo humano integral.
Latareaesdetodos.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa