SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 6
El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el
desierto (y esta experiencia puede servirnos de ejemplo a nosotros cuando
nos vengan horas de violentos ataques del maligno). San Francisco de Sales
recomendaba leer esta página de nuestro santo porque es bellísima y
provechosa:
"En el rincón remoto de un árido y salvaje desierto", Carta que escribió a
Santa Eustoquio años más tarde Dice : "En el desierto salvaje y árido,
quemado por un sol tan despiadado y abrasador que asusta hasta a los que
han vivido allá toda la vida, mi imaginación hacía que me pareciera estar
en medio de las fiestas mundanas de Roma. En aquel destierro al que por
temor al infierno yo me condené voluntariamente, sin más compañía que
los escorpiones y las bestias salvajes, muchas veces me imaginaba estar en
los bailes de Roma contemplando a las bailarinas. Mi rostro estaba pálido
por tanto ayunar, y sin embargo los malos deseos me atormentaban noche
y día. Mi alimentación era miserable y desabrida, y cualquier alimento
cocinado me habría parecido un manjar exquisito, y no obstante las
tentaciones de la carne me seguían atormentando. Tenía el cuerpo frío por
tanto aguantar hambre y sed, mi carne estaba seca y la piel casi se me
pegaba a los huesos, pasaba las noches orando y haciendo penitencia y
muchas veces estuve orando desde el anochecer hasta el amanecer, y
aunque todo esto hacía, las pasiones seguían atacándome sin cesar. Hasta
que al fin, sintiéndome impotente ante tan grandes enemigos, me arrodillé
llorando ante Jesús crucificado, bañé con mis lágrimas sus pies clavados, y
le supliqué que tuviera compasión de mí, y ayudándome el Señor con su
poder y misericordia, pude resultar vencedor de tan espantosos ataques de
los enemigos del alma. Y yo me pregunto: si esto sucedió a uno que estaba
totalmente dedicado a la oración y a la penitencia, ¿qué no les sucederá a
quienes viven dedicados a comer, beber, bailar y darle a su carne todos los
gustos sensuales que pide?".
Y, al fin, pude domar mi carne con los ayunos durante semanas enteras.
No me avergüenzo al revelar mis tentaciones, pero sí lamento que ya no
sea yo ahora lo que entonces fui. Con mucha frecuencia velaba del ocaso
al alba entre llantos y golpes en el pecho, hasta que volvía la calma".
(...) El vino es la primera arma usada por los demonios contra los jóvenes.
La avaricia no sacude, ni orgullo no se inflama, ni la ambición enamorar
locamente tanto como este. De otros vicios es fácil escapar, pero este
enemigo es encerrado dentro de nosotros, y donde quiera que vayamos lo
llevamos con nosotros. El Vino y la juventud entre ellos se encienden el
fuego de placer sensual. ¿Por qué tirar el aceite sobre el fuego-, ¿por qué
añadir más leña fresca a un pobre cuerpo que ya está en llamas.
Con el fin de contener y prevenir las rebeliones de la carne, agregó a sus
mortificaciones corporales el trabajo del estudio constante y absorbente,
con el que esperaba frenar su imaginación desatada. Se propuso aprender
el hebreo. "Cuando mi alma ardía con los malos pensamientos", dijo en una
carta fechada en el año 411 y dirigida al monje Rústico, "como último
recurso, me hice alumno de un monje que había sido judío, a fin de que
me enseñara el alfabeto hebreo. Así, de las juiciosas reglas de Quintiliano,
la florida elocuencia de Cicerón, el grave estilo de Fronto y la dulce
suavidad de Plinio, pasé a esta lengua de tono siseante y palabras
entrecortadas. ¡Cuánto trabajo me costó aprenderla y cuántas dificultades
tuve que vencer! ¡Cuántas veces dejé el estudio, desesperado y cuántas lo
reanudé! Sólo yo que soporté la carga puedo ser testigo, yo y también los
que vivían junto a mí. Y ahora doy gracias al Señor que me permite
recoger los dulces frutos de la semilla que sembré durante aquellos
amargos estudios".
Durante su juventud se retiro al Desierto para hacer penitencia estamos
hablando a mediados de los 20 o 31 años vivió durante cuatro años,
donde tuvo muchas tentaciones carnales . Posteriormente mantuvo una
vida ascética en Belén. Es modelo de penitentes y de ermitaños.
El arte representa las tentaciones de San Jerónimo con bailarinas
desnudas, escogí este grafico porque se ve un poco joven y para evitar
que alguno hermano caiga en tentación al ver los desnudos, vemos que
igual que otros santos el Padre Pío también fue atacado por este tipo de
tentaciones donde se aparecen mujeres desnudas .
Oficio de Lectura, XXI Viernes del Tiempo Ordinario
Convertíos a mí
De los Comentarios de san Jerónimo, presbítero, sobre el libro del profeta
Joel
PL 25, 967-968
Convertíos a mí de todo corazón, y que vuestra penitencia interior se
manifieste por medio del ayuno, del llanto y de las lágrimas; así, ayunando
ahora, seréis luego saciados; llorando ahora, podréis luego reír;
lamentándoos ahora, seréis luego consolados. Y, ya que la costumbre tiene
establecido rasgar los vestidos en los momentos tristes y adversos –como
nos lo cuenta el Evangelio, al decir que el pontífice rasgó sus vestiduras
para significar la magnitud del crimen del Salvador, o como nos dice el
libro de los Hechos que Pablo y Bernabé rasgaron sus túnicas al oír las
palabras blasfematorias–, así os digo que no rasguéis vuestras vestiduras,
sino vuestros corazones repletos de pecado; pues el corazón, a la manera
de los odres, no se rompe nunca espontáneamente, sino que debe ser
rasgado por la voluntad. Cuando, pues, hayáis rasgado de esta manera
vuestro corazón, volved al Señor, vuestro Dios, de quien os habíais
apartado por vuestros antiguos pecados, y no dudéis del perdón, pues, por
grandes que sea vuestras culpas, la magnitud de su misericordia
perdonará, sin duda, la vastedad de vuestros muchos pecados.
Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en
piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el
malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre,
sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de
nosotros, de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira
de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando
ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe retirar
su malicia, por malicia no debemos entender lo que es contrario a la
virtud, sino las desgracias con que nuestra vida está amenazada, según
aquello que leemos en otro lugar: A cada día le bastan sus disgustos, o bien
aquello otro: ¿Sucede una desgracia en la ciudad que no la mande el
Señor?
Y, porque dice, como hemos visto más arriba, que el Señor es compasivo y
misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y que sabe retirar su
malicia, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes
en el bien, añade el profeta: Quizá se arrepienta y nos perdone y nos deje
todavía su bendición. Por eso, dice, yo, por mi parte, exhorto a la
penitencia y reconozco que Dios es infinitamente misericordioso, como
dice el profeta David: Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu
inmensa compasión borra mi culpa.
Pero, como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las
riquezas y sabiduría de Dios, prefiero ser discreto en mis afirmaciones y
decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá, ya
está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos muy
difícil.
Habla luego el profeta de ofrenda y libación para nuestro Dios: con ello,
quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado
nuestro pecado, nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones.
Las Cartas de San Jerónimo esta en disponibles ingles
http://www.newadvent.org/fathers/3001022.htm
Salmo 119: 9 - 14
¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra.
De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos.
Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti.
Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.
Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.
San Jerónimo recomienda a todo monje la lectura de la palabra de Dios:
“lee con mucha frecuencia y aprende lo más posible. Que te sorprenda el
sueño con el códice en la mano y caiga tu faz sobre la Escritura santa
(Ep.22, 17).
La Sagrada escritura ha de estar día y noche en la mente y el corazón del
monje. La Escritura es la roca que sostiene la vida del monje y en esa
misma roca ha de estrellar el monje los malos pensamientos y las
tentaciones; en ella ha de encontrar las inspiraciones necesarias para salir
victorioso de las batallas que trabe con el maligno: “Por la noche es bien
levantarse dos y aun tres veces y rumiar lo que sabemos de memoria de las
Escrituras” (Ep. 22, 37).
Y Jerónimo son concesiones termina diciendo que el “perfecto seguidor de
Cristo nada tiene fuera de Cristo, y si algo tiene fuera de Cristo, no es
perfecto”. Y por tanto “si no eres perfecto, has engañado al Señor” (Ep.
14,6).
San Jerónimo sufrió de grandes tentaciones sexuales, estudió hebreo, que
odiaba, para utilizarlo como una distracción contra las tentaciones sexuales .
ació en Dalmacia (Yugoslavia) en el año 342. San Jerónimo cuyo nombre
significa "el que tiene un nombre sagrado", consagró toda su vida al estudio de
las Sagradas Escrituras y es considerado uno de los mejores, si no el mejor, en
este oficio.
En Roma estudió latín bajo la dirección del más famoso profesor de su tiempo,
Donato, quien era pagano. El santo llegó a ser un gran latinista y muy buen
conocedor del griego y de otros idiomas, pero muy poco conocedor de los libros
espirituales y religiosos. Pasaba horas y días leyendo y aprendiendo de
memoria a los grandes autores latinos, Cicerón, Virgilio, Horacio y Tácito, y a
los autores griegos: Homero, y Platón, pero casi nunca dedicaba tiempo a la
lectura espiritual.
Jerónimo dispuso irse al desierto a hacer penitencia por sus pecados
(especialmente por su sensualidad que era muy fuerte, por su terrible mal genio
y su gran orgullo). Pero allá aunque rezaba mucho, ayunaba, y pasaba noches
sin dormir, no consiguió la paz, descubriendo que su misión no era vivir en la
soledad.
De regreso a la ciudad, los obispos de Italia junto con el Papa nombraron como
Secretario a San Ambrosio, pero éste cayó enfermó, y decidió nombrar a San
Jerónimo, cargo que desempeñó con mucha eficiencia y sabiduría. Viendo sus
extraordinarios dotes y conocimientos, el Papa San Dámaso lo nombró como su
secretario, encargado de redactar las cartas que el Pontífice enviaba, y luego lo
designó para hacer la traducción de la Biblia. Las traducciones de la Biblia que
existían en ese tiempo tenían muchas imperfecciones de lenguaje y varias
imprecisiones o traducciones no muy exactas. Jerónimo, que escribía con gran
elegancia el latín, tradujo a este idioma toda la Biblia, y esa traducción llamada
"Vulgata" (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) fue la Biblia oficial para
la Iglesia Católica durante 15 siglos.
Alrededor de los 40 años, Jerónimo fue ordenado sacerdote. Pero sus altos
cargos en Roma y la dureza con la cual corregía ciertos defectos de la alta clase
social le trajeron envidias y sintiéndose incomprendido y hasta calumniado en
Roma, donde no aceptaban su modo enérgico de corrección, dispuso alejarse de
ahí para siempre y se fue a Tierra Santa
Sus últimos 35 años los pasó en una gruta, junto a la Cueva de Belén. Varias de
las ricas matronas romanas que él había convertido con sus predicaciones y
consejos, vendieron sus bienes y se fueron también a Belén a seguir bajo su
dirección espiritual. Con el dinero de esas señoras construyó en aquella ciudad
un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los
que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús.
Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las
verdades de nuestra santa religión. La Santa Iglesia Católica ha reconocido
siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer
entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado Patrono de todos los que en
el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras.
Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años
Aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y)
escritos espirituales de hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean
autores de segura doctrina, porque no hay que ir buscando el oro en medio
del fango (SAN JERÓNIMO, Epístola 54, 10).
Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de
la gruta de Belén, el santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño
Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él
respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas
de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas
nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis
bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas
Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para
que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El
Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El
santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que
estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más
deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y
arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.
un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los
que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús.
Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las
verdades de nuestra santa religión. La Santa Iglesia Católica ha reconocido
siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer
entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado Patrono de todos los que en
el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras.
Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años
Aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y)
escritos espirituales de hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean
autores de segura doctrina, porque no hay que ir buscando el oro en medio
del fango (SAN JERÓNIMO, Epístola 54, 10).
Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de
la gruta de Belén, el santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño
Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él
respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas
de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas
nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis
bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas
Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para
que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El
Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El
santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que
estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más
deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y
arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.

Mais conteúdo relacionado

Semelhante a El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el desierto

Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sido
Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sidoHoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sido
Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sidoUniversidad Tecnológica del Perú
 
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013federico almenara ramirez
 
Salmo 031
Salmo 031Salmo 031
Salmo 031fgope1
 
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015FEDERICO ALMENARA CHECA
 
Mes del sagrado corazon - Meditacion para cada dia
Mes del sagrado corazon  - Meditacion para cada diaMes del sagrado corazon  - Meditacion para cada dia
Mes del sagrado corazon - Meditacion para cada diaNombre Apellidos
 
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdfThiagoRORISDASILVA1
 
confirmar la creencia en lo que se cree.pptx
confirmar la creencia en lo que se cree.pptxconfirmar la creencia en lo que se cree.pptx
confirmar la creencia en lo que se cree.pptxJonnyMC1
 
FOLLETO FEBRERO 10
FOLLETO FEBRERO 10FOLLETO FEBRERO 10
FOLLETO FEBRERO 10mprincemma
 
Novena del perdón a San Josemaría
Novena del perdón a San JosemaríaNovena del perdón a San Josemaría
Novena del perdón a San JosemaríaOpus Dei
 

Semelhante a El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el desierto (20)

El Infierno
El InfiernoEl Infierno
El Infierno
 
Dia13 jul12
Dia13 jul12Dia13 jul12
Dia13 jul12
 
Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sido
Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sidoHoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sido
Hoy, la humanidad sigue necesitando pan y techo, como siempre ha sido
 
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013
DOMIONGO XXX DEL TO. CICLO C. DÍA 27 DE OCTUBRE DEL 2013
 
Yo Le Perdono, Tu Me Perdonas
Yo Le Perdono, Tu Me PerdonasYo Le Perdono, Tu Me Perdonas
Yo Le Perdono, Tu Me Perdonas
 
Salmo 31
Salmo 31Salmo 31
Salmo 31
 
Salmo 031
Salmo 031Salmo 031
Salmo 031
 
Salmo 031
Salmo 031Salmo 031
Salmo 031
 
Salmo 031
Salmo 031Salmo 031
Salmo 031
 
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015
DOMINGO 6º DEL TO. CICLO B. DIA 15 DE FEBRERO DEL 2015
 
Mes del sagrado corazon - Meditacion para cada dia
Mes del sagrado corazon  - Meditacion para cada diaMes del sagrado corazon  - Meditacion para cada dia
Mes del sagrado corazon - Meditacion para cada dia
 
Que es el infierno
Que es el infiernoQue es el infierno
Que es el infierno
 
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf
143859354-SAN-JUAN-MARIA-VIANNEY-SERMONES-ESCOGIDOS-Tomo-Segundo.pdf
 
PASAS Y MANZANAS .pdf
PASAS Y MANZANAS .pdfPASAS Y MANZANAS .pdf
PASAS Y MANZANAS .pdf
 
confirmar la creencia en lo que se cree.pptx
confirmar la creencia en lo que se cree.pptxconfirmar la creencia en lo que se cree.pptx
confirmar la creencia en lo que se cree.pptx
 
Salmo 049
Salmo 049Salmo 049
Salmo 049
 
Salmo 49
Salmo 49Salmo 49
Salmo 49
 
Salmo 140. Oración ante el peligro
Salmo 140. Oración ante el peligroSalmo 140. Oración ante el peligro
Salmo 140. Oración ante el peligro
 
FOLLETO FEBRERO 10
FOLLETO FEBRERO 10FOLLETO FEBRERO 10
FOLLETO FEBRERO 10
 
Novena del perdón a San Josemaría
Novena del perdón a San JosemaríaNovena del perdón a San Josemaría
Novena del perdón a San Josemaría
 

El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el desierto

  • 1. El mismo en una carta cuenta cómo fueron las tentaciones que sufrió en el desierto (y esta experiencia puede servirnos de ejemplo a nosotros cuando nos vengan horas de violentos ataques del maligno). San Francisco de Sales recomendaba leer esta página de nuestro santo porque es bellísima y provechosa: "En el rincón remoto de un árido y salvaje desierto", Carta que escribió a Santa Eustoquio años más tarde Dice : "En el desierto salvaje y árido, quemado por un sol tan despiadado y abrasador que asusta hasta a los que han vivido allá toda la vida, mi imaginación hacía que me pareciera estar en medio de las fiestas mundanas de Roma. En aquel destierro al que por temor al infierno yo me condené voluntariamente, sin más compañía que los escorpiones y las bestias salvajes, muchas veces me imaginaba estar en los bailes de Roma contemplando a las bailarinas. Mi rostro estaba pálido por tanto ayunar, y sin embargo los malos deseos me atormentaban noche y día. Mi alimentación era miserable y desabrida, y cualquier alimento cocinado me habría parecido un manjar exquisito, y no obstante las tentaciones de la carne me seguían atormentando. Tenía el cuerpo frío por tanto aguantar hambre y sed, mi carne estaba seca y la piel casi se me pegaba a los huesos, pasaba las noches orando y haciendo penitencia y muchas veces estuve orando desde el anochecer hasta el amanecer, y aunque todo esto hacía, las pasiones seguían atacándome sin cesar. Hasta que al fin, sintiéndome impotente ante tan grandes enemigos, me arrodillé llorando ante Jesús crucificado, bañé con mis lágrimas sus pies clavados, y le supliqué que tuviera compasión de mí, y ayudándome el Señor con su poder y misericordia, pude resultar vencedor de tan espantosos ataques de los enemigos del alma. Y yo me pregunto: si esto sucedió a uno que estaba totalmente dedicado a la oración y a la penitencia, ¿qué no les sucederá a quienes viven dedicados a comer, beber, bailar y darle a su carne todos los gustos sensuales que pide?". Y, al fin, pude domar mi carne con los ayunos durante semanas enteras. No me avergüenzo al revelar mis tentaciones, pero sí lamento que ya no sea yo ahora lo que entonces fui. Con mucha frecuencia velaba del ocaso al alba entre llantos y golpes en el pecho, hasta que volvía la calma". (...) El vino es la primera arma usada por los demonios contra los jóvenes. La avaricia no sacude, ni orgullo no se inflama, ni la ambición enamorar locamente tanto como este. De otros vicios es fácil escapar, pero este enemigo es encerrado dentro de nosotros, y donde quiera que vayamos lo llevamos con nosotros. El Vino y la juventud entre ellos se encienden el fuego de placer sensual. ¿Por qué tirar el aceite sobre el fuego-, ¿por qué añadir más leña fresca a un pobre cuerpo que ya está en llamas. Con el fin de contener y prevenir las rebeliones de la carne, agregó a sus mortificaciones corporales el trabajo del estudio constante y absorbente, con el que esperaba frenar su imaginación desatada. Se propuso aprender el hebreo. "Cuando mi alma ardía con los malos pensamientos", dijo en una carta fechada en el año 411 y dirigida al monje Rústico, "como último recurso, me hice alumno de un monje que había sido judío, a fin de que me enseñara el alfabeto hebreo. Así, de las juiciosas reglas de Quintiliano,
  • 2. la florida elocuencia de Cicerón, el grave estilo de Fronto y la dulce suavidad de Plinio, pasé a esta lengua de tono siseante y palabras entrecortadas. ¡Cuánto trabajo me costó aprenderla y cuántas dificultades tuve que vencer! ¡Cuántas veces dejé el estudio, desesperado y cuántas lo reanudé! Sólo yo que soporté la carga puedo ser testigo, yo y también los que vivían junto a mí. Y ahora doy gracias al Señor que me permite recoger los dulces frutos de la semilla que sembré durante aquellos amargos estudios". Durante su juventud se retiro al Desierto para hacer penitencia estamos hablando a mediados de los 20 o 31 años vivió durante cuatro años, donde tuvo muchas tentaciones carnales . Posteriormente mantuvo una vida ascética en Belén. Es modelo de penitentes y de ermitaños. El arte representa las tentaciones de San Jerónimo con bailarinas desnudas, escogí este grafico porque se ve un poco joven y para evitar que alguno hermano caiga en tentación al ver los desnudos, vemos que igual que otros santos el Padre Pío también fue atacado por este tipo de tentaciones donde se aparecen mujeres desnudas . Oficio de Lectura, XXI Viernes del Tiempo Ordinario Convertíos a mí De los Comentarios de san Jerónimo, presbítero, sobre el libro del profeta Joel PL 25, 967-968 Convertíos a mí de todo corazón, y que vuestra penitencia interior se manifieste por medio del ayuno, del llanto y de las lágrimas; así, ayunando ahora, seréis luego saciados; llorando ahora, podréis luego reír; lamentándoos ahora, seréis luego consolados. Y, ya que la costumbre tiene establecido rasgar los vestidos en los momentos tristes y adversos –como nos lo cuenta el Evangelio, al decir que el pontífice rasgó sus vestiduras para significar la magnitud del crimen del Salvador, o como nos dice el libro de los Hechos que Pablo y Bernabé rasgaron sus túnicas al oír las palabras blasfematorias–, así os digo que no rasguéis vuestras vestiduras, sino vuestros corazones repletos de pecado; pues el corazón, a la manera de los odres, no se rompe nunca espontáneamente, sino que debe ser rasgado por la voluntad. Cuando, pues, hayáis rasgado de esta manera vuestro corazón, volved al Señor, vuestro Dios, de quien os habíais apartado por vuestros antiguos pecados, y no dudéis del perdón, pues, por grandes que sea vuestras culpas, la magnitud de su misericordia perdonará, sin duda, la vastedad de vuestros muchos pecados. Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros, de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe retirar
  • 3. su malicia, por malicia no debemos entender lo que es contrario a la virtud, sino las desgracias con que nuestra vida está amenazada, según aquello que leemos en otro lugar: A cada día le bastan sus disgustos, o bien aquello otro: ¿Sucede una desgracia en la ciudad que no la mande el Señor? Y, porque dice, como hemos visto más arriba, que el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y que sabe retirar su malicia, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes en el bien, añade el profeta: Quizá se arrepienta y nos perdone y nos deje todavía su bendición. Por eso, dice, yo, por mi parte, exhorto a la penitencia y reconozco que Dios es infinitamente misericordioso, como dice el profeta David: Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa. Pero, como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiero ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá, ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos muy difícil. Habla luego el profeta de ofrenda y libación para nuestro Dios: con ello, quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado nuestro pecado, nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones. Las Cartas de San Jerónimo esta en disponibles ingles http://www.newadvent.org/fathers/3001022.htm Salmo 119: 9 - 14 ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra. De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos. Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti. Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza. San Jerónimo recomienda a todo monje la lectura de la palabra de Dios: “lee con mucha frecuencia y aprende lo más posible. Que te sorprenda el sueño con el códice en la mano y caiga tu faz sobre la Escritura santa (Ep.22, 17). La Sagrada escritura ha de estar día y noche en la mente y el corazón del monje. La Escritura es la roca que sostiene la vida del monje y en esa misma roca ha de estrellar el monje los malos pensamientos y las tentaciones; en ella ha de encontrar las inspiraciones necesarias para salir victorioso de las batallas que trabe con el maligno: “Por la noche es bien levantarse dos y aun tres veces y rumiar lo que sabemos de memoria de las Escrituras” (Ep. 22, 37). Y Jerónimo son concesiones termina diciendo que el “perfecto seguidor de Cristo nada tiene fuera de Cristo, y si algo tiene fuera de Cristo, no es perfecto”. Y por tanto “si no eres perfecto, has engañado al Señor” (Ep. 14,6).
  • 4. San Jerónimo sufrió de grandes tentaciones sexuales, estudió hebreo, que odiaba, para utilizarlo como una distracción contra las tentaciones sexuales . ació en Dalmacia (Yugoslavia) en el año 342. San Jerónimo cuyo nombre significa "el que tiene un nombre sagrado", consagró toda su vida al estudio de las Sagradas Escrituras y es considerado uno de los mejores, si no el mejor, en este oficio. En Roma estudió latín bajo la dirección del más famoso profesor de su tiempo, Donato, quien era pagano. El santo llegó a ser un gran latinista y muy buen conocedor del griego y de otros idiomas, pero muy poco conocedor de los libros espirituales y religiosos. Pasaba horas y días leyendo y aprendiendo de memoria a los grandes autores latinos, Cicerón, Virgilio, Horacio y Tácito, y a los autores griegos: Homero, y Platón, pero casi nunca dedicaba tiempo a la lectura espiritual. Jerónimo dispuso irse al desierto a hacer penitencia por sus pecados (especialmente por su sensualidad que era muy fuerte, por su terrible mal genio y su gran orgullo). Pero allá aunque rezaba mucho, ayunaba, y pasaba noches sin dormir, no consiguió la paz, descubriendo que su misión no era vivir en la soledad. De regreso a la ciudad, los obispos de Italia junto con el Papa nombraron como Secretario a San Ambrosio, pero éste cayó enfermó, y decidió nombrar a San Jerónimo, cargo que desempeñó con mucha eficiencia y sabiduría. Viendo sus extraordinarios dotes y conocimientos, el Papa San Dámaso lo nombró como su secretario, encargado de redactar las cartas que el Pontífice enviaba, y luego lo designó para hacer la traducción de la Biblia. Las traducciones de la Biblia que existían en ese tiempo tenían muchas imperfecciones de lenguaje y varias imprecisiones o traducciones no muy exactas. Jerónimo, que escribía con gran elegancia el latín, tradujo a este idioma toda la Biblia, y esa traducción llamada "Vulgata" (o traducción hecha para el pueblo o vulgo) fue la Biblia oficial para la Iglesia Católica durante 15 siglos. Alrededor de los 40 años, Jerónimo fue ordenado sacerdote. Pero sus altos cargos en Roma y la dureza con la cual corregía ciertos defectos de la alta clase social le trajeron envidias y sintiéndose incomprendido y hasta calumniado en Roma, donde no aceptaban su modo enérgico de corrección, dispuso alejarse de ahí para siempre y se fue a Tierra Santa Sus últimos 35 años los pasó en una gruta, junto a la Cueva de Belén. Varias de las ricas matronas romanas que él había convertido con sus predicaciones y consejos, vendieron sus bienes y se fueron también a Belén a seguir bajo su dirección espiritual. Con el dinero de esas señoras construyó en aquella ciudad
  • 5. un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús. Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las verdades de nuestra santa religión. La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años Aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y) escritos espirituales de hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean autores de segura doctrina, porque no hay que ir buscando el oro en medio del fango (SAN JERÓNIMO, Epístola 54, 10). Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de la gruta de Belén, el santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.
  • 6. un convento para hombres y tres para mujeres, y una casa para atender a los que llegaban de todas partes del mundo a visitar el sitio donde nació Jesús. Con tremenda energía escribía contra los herejes que se atrevían a negar las verdades de nuestra santa religión. La Santa Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado Patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años Aconseja que se lean cada día unos versículos de la Sagrada Escritura, y) escritos espirituales de hombres doctos, cuidando, sin embargo, de que sean autores de segura doctrina, porque no hay que ir buscando el oro en medio del fango (SAN JERÓNIMO, Epístola 54, 10). Se cuenta que una noche de Navidad, después de que los fieles se fueron de la gruta de Belén, el santo se quedó allí solo rezando y le pareció que el Niño Jesús le decía: "Jerónimo ¿qué me vas a regalar en mi cumpleaños?". Él respondió: "Señor te regalo mi salud, mi fama, mi honor, para que dispongas de todo como mejor te parezca". El Niño Jesús añadió: "¿Y ya no me regalas nada más?". Oh mi amado Salvador, exclamó el anciano, por Ti repartí ya mis bienes entre los pobres. Por Ti he dedicado mi tiempo a estudiar las Sagradas Escrituras... ¿qué más te puedo regalar? Si quisieras, te daría mi cuerpo para que lo quemaras en una hoguera y así poder desgastarme todo por Ti". El Divino Niño le dijo: "Jerónimo: regálame tus pecados para perdonártelos". El santo al oír esto se echó a llorar de emoción y exclamaba: "¡Loco tienes que estar de amor, cuando me pides esto!". Y se dio cuenta de que lo que más deseaba Dios que le ofrezcamos los pecadores es un corazón humillado y arrepentido, que le pide perdón por las faltas cometidas.