Presentación de salud mental sobre el trastorno negativista desafiante y la oncopresis y enuresis que sin duda son un factor preocupante dentro del ambito psiquiatrico y que refleja las principales razones por las cuales entra un niño a estos servicios de psiquiatria, psicología y salud mental de las distintas instituciones de méxico
3. Los niños enfadados e irritables: Pierden el control, se enfadan con facilidad y se muestran
irritables la mayor parte del tiempo.
Los niños discutidores/desafiantes: discuten con figuras de autoridad y adultos,se niegan
activamente a cumplir lo que se les pide, se saltan las normas de forma deliberada y provocan
intencionadamente a los demás para que se enfaden.
Los niños con trastorno vengativo : Han manifestado actos vengativos o malintencionados por lo
menos dos veces durante un período de 6 meses para satisfacer los criterios diagnósticos.
4. Se observa entre los 18 y 24 meses de vida, “cuando el niño
que empieza a andar se comporta con una actitud
negativista o de rechazo como expresión de su creciente
autonomía.
Lo patológico comienza cuando esta fase evolutiva persiste,
las figuras de autoridad reaccionan de manera exagerada o
el comportamiento de oposición se repite con una
frecuencia notablemente mayor que en la mayoría de los
niños con la misma edad mental.
5. DIAGNÓSTICO Y CUADRO CLÍNICO
Los niños con trastorno negativista desafiante suelen
discutir con los adultos, pierden los estribos y están
enfadados y resentidos con una frecuencia que
superan los rangos esperados por su edad y nivel de
desarrollo. .
Tienden a culpar a los demás de sus propios errores
o malos comportamientos con más frecuencia de lo
que sería apropiado por su edad de desarrollo.
6. -Interfiere con las relaciones interpersonales y el
rendimiento escolar.
-A pesar de tener una inteligencia adecuada, su
rendimiento escolar es malo o suspenden,
debido a su falta de cooperación, baja
participación e incapacidad para aceptar ayuda.
Algunas consecuencias son la disminución de la
autoestima, la baja tolerancia a la frustración, el
estado de ánimo deprimido y los arrebatos de
cólera.
7. ¼ de los niños en los que se diagnostica dejan de
cumplir los criterios para el diagnóstico en el
transcurso de los años siguientes.
La persistencia de síntomas desafiantes y de
oposición supone un mayor riesgo de sufrir nuevos
trastornos, como el trastorno del estado de ánimo¸ el
trastorno de conducta o los trastornos por consumo
de sustancias.
8. en la intervención familiar, mediante la enseñanza a los padres de
habilidades para manejar al niño y el análisis detallado de las
interacciones familiares.
La terapia cognitiva hace hincapié en enseñar a los padres cómo
modificar su conducta para disuadir al niño de su comportamiento
negativista reduciendo la atención hacia ella, y fomentar la terapia
adecuada, que se centra en reforzar selectivamente y elogiar las
conductas apropiadas, e ignorar o no potenciar los
comportamientos indeseables.
9.
10. La adquisición de la función vesical e intestinal se
obtiene a lo largo de un período de varios meses en el
niño sano.
Los lactantes eliminan pequeños volúmenes de orina
aproximadamente cada hora, por lo general
estimulados por las tomas, y pueden presentar un
vaciado incompleto de la vejiga.
A medida que el lactante madura y empieza a andar,
aumenta la capacidad de la vejiga y, entre 1 y 3 años de
edad, se desarrollan vías inhibidoras corticales que le
permiten ejercer un control voluntario sobre los reflejos
que regulan los músculos de la vejiga.
11. La capacidad de controlar los músculos anales suele alcanzarse incluso antes del control
vesical en la mayoría de los niños, y la evaluación de la incontinencia fecal incluye la
determinación de si se produce con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento
crónicos o sin ellos.
El control sobre la defecación y la micción se desarrolla de modo gradual con el tiempo.
El control de los esfínteres es afectado por numerosos factores, como la capacidad
intelectual y la madurez social del niño, los determinantes culturales, y las interacciones
psicológicas entre el niño y sus padres.
12.
13. EPIDEMIOLOGÍA
Se estima que la encopresis afecta al 3% de los niños de 4 años de edad y al 1.6%
de los de 10 años.
ETIOLOGÍA
El 90% de la encopresis infantil crónica se considera funcional.
Por lo general, los niños retienen las heces apretando sus glúteos, juntando sus piernas y
contrayendo el esfínter anal externo. En algunos casos, esta es una respuesta conductual fijada a un
peristaltismo doloroso previo causado por heces endurecidas, que conlleva miedo a defecar y
conductas de retención.
La encopresis implica una interacción habitualmente complicada entre factores fisiológicos y
psicológicos que provocan la evitación de la defecación.
14. Algunos niños encopréticos presentan un control inadecuado o insuficiente del esfínter durante toda
su vida. Otros pueden evacuar de manera involuntaria, por la incapacidad para controlar el esfínter de
manera apropiada, o bien, a causa de un exceso de heces producido por una retención de estas.
-
En el 5-10% de los casos tiene otras causas
Un estudio encontró que la encopresis aparece con una frecuencia significativamente mayor en los
niños que se sabe que han sufrido abusos sexuales y que tienen otros trastornos psiquiátricos, en
comparación con una muestra de niños sanos. No obstante, este trastorno no constituye un
indicador específico del abuso sexual.
15. La lucha de los padres que insisten en que intente defecar antes de recibir un tratamiento
adecuado puede agravar el problema y ocasionar dificultades conductuales secundarias.
Las consecuencias sociales de la incontinencia pueden conducir a la aparición de
problemas emocionales. En ocasiones, el niño puede mostrar un miedo especial a usar el
baño, que puede convertirse en una fobia
16.
17. DIAGNÓSTICO Y CUADRO CLÍNICO
Según el DSM-5, la encopresis se diagnostica cuando se evacuan las heces en lugares inapropiados
de forma regular (al menos una vez al mes), durante 3 meses.
Puede observarse en niños que controlan su esfínter, pero que evacuan las heces de modo
intencionado en su ropa o en otros lugares debido a diversas causas emocionales. Algunos informes
aislados han indicado que, de manera ocasional, la encopresis puede atribuirse a una expresión de
ira o de rabia en un niño que ha sido castigado por sus padres, o de hostilidad hacia alguno de ellos
18. El DSM-5 incluye dos especificadores de encopresis: con estreñimiento e incontinencia por
rebosamiento, y sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento.
Edad cronológica o evolutiva de por lo menos 4 años. Cuando la incontinencia fecal se relaciona
directamente con una afección médica, no puede establecerse el diagnóstico de encopresis.
19. EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
La encopresis es autolimitada, y rara vez se prolonga más allá de la mitad de la
adolescencia. En niños con factores fisiológicos contribuyentes, como una motilidad
gástrica deficiente o incapacidad para relajar la musculatura del esfínter anal, es más
difícil de tratar que en quienes muestran estreñimiento pero tienen un tono normal
del esfínter.
21. La psicoterapia de apoyo y las técnicas de relajación pueden resultar útiles para
tratar la ansiedad y otras secuelas en niños encopréticos, como la baja autoestima o
el aislamiento social. Las intervenciones sobre la familia pueden ser útiles en niños
que mantienen un adecuado control intestinal pero que continúan evacuando sus
heces en lugares inapropiados.
22. EPIDEMIOLOGÍA
La prevalencia de la enuresis es del 5-10% en los niños de 5 años; del 1.5-5% en los
de 9 y 10 años, y de un 1% en los adolescentes de 15 años o más..
ENURESIS
23. La enuresis nocturna es alrededor de un 50% más frecuente en los chicos, y supone
aproximadamente el 80% de los casos de enuresis en niños.
La enuresis diurna también es más frecuente en el sexo masculino y afecta a niños que difieren
el vaciado hasta que ya es demasiado tarde.
La enuresis nocturna tiene una tasa de remisión espontánea de un 15% anual. Implica la
evacuación de un volumen de orina normal, por lo que, si por la noche solo se eliminan
pequeños volúmenes de orina, puede haber otras causas médicas.
24. ETIOLOGÍA
La enuresis implica sistemas neurobiológicos complejos que incluyen centros cerebrales y
medulares, funciones motoras y sensitivas, y los sistemas nerviosos autónomo y voluntario.
El músculo detrusor de la vejiga se contrae siempre que se colma la capacidad de la vejiga, lo
cual puede ocasionar la enuresis en un niño dormido.
Por lo tanto, volúmenes excesivos de orina producidos durante la noche pueden provocar
enuresis nocturna en niños sin ninguna anomalía fisiológica. La enuresis nocturna se da con
frecuencia en ausencia de una causa neurogénica específica.La enuresis diurna puede ocurrir en
ausencia de anomalías neurológicas, y ser el resultado de la contracción activa del esfínter
externo cuando se presenta la urgencia miccional
25. Los factores estresantes psicosociales parecen precipitar la enuresis en un
subgrupo de niños con este trastorno. En los niños pequeños, la alteración se ha
asociado de manera particular con el nacimiento de un hermano, la hospitalización
entre los 2 y los 4 años, el inicio de la escolarización, la ruptura familiar como
consecuencia de un divorcio o un fallecimiento, y el traslado a un nuevo ambiente.
26. DIAGNÓSTICO Y CUADRO CLÍNICO
La enuresis es la evacuación repetida de orina, involuntaria o intencionada, en la ropa
o la cama del niño. Para establecer el diagnóstico, el niño debe presentar una edad
cronológica o evolutiva de al menos 5 años. De acuerdo con el DSM-5, esa conducta
debe aparecer como mínimo dos veces por semana durante un período de, al
menos, 3 meses, o producir malestar y originar una alteración en el funcionamiento.
27. El DSM-5 y la CIE-10 clasifican el trastorno en tres tipos: solo nocturno, solo
diurno, y nocturno y diurno
EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
La enuresis suele resolverse por sí sola con el tiempo, y el niño puede presentar una
remisión espontánea. La mayoría de los que adquieren el control miccional ganan en
autoestima y mejoran la confianza social cuando llegan a ser continentes.
La aparición de enuresis después de 1 año sin síntomas ocurre generalmente entre
los 5 y 8 años de edad; si aparece mucho más tarde, en especial durante la edad
adulta, deben investigarse causas orgánicas.
28. TRATAMIENTO
El primer paso en cualquier plan terapéutico consiste en revisar si el entrenamiento
para el aseo ha sido adecuado. Si no se ha intentado enseñar el aseo, debe guiarse
en este sentido tanto a los padres como al paciente. Mantener un registro de los
episodios ayuda a determinar la situación inicial y el seguimiento del progreso del
niño, lo que puede constituir en sí mismo un refuerzo.
29. Un gráfico de estrellas puede ser especialmente útil. Otras técnicas eficaces incluyen la restricción de
líquidos antes de ir a dormir y acostumbrar al niño a levantarse para ir al baño durante la noche.
Las intervenciones con la terapia de alarma, que se activa con la ropa interior mojada, han sido el
pilar del tratamiento de la enuresis. La terapia de alarma funciona al alertar al niño cuando empieza a
producirse la micción durante el sueño.
Las intervenciones farmacológicas que incluyen la administración de desmopresina en la enuresis nocturna
han demostrado ser eficaces en algunos pacientes. Este fármaco es un análogo sintético de la vasopresina,
que puede administrarse en forma de píldora, comprimidos
41. ETIOLOGÍA
Factodes
Biológicos
-Trastornos de ansiedad o depresión
previos
-CI menor a 115 antes de los 6 años
-Excreción incrementada de
metabolitos adrenérgicos y
dopaminérgicos, menor volumen
intracraneal y del cuerpo calloso,
diversos déficits de memoria y menor
CI,
Factores
Psicológicos
Factores
Sociales
Falta de apoyo parental