¿Puede haber presos políticos y víctimas de violencia política en una democracia? Claro
que sí. Ningún sistema de gobierno es perfecto y la democracia tampoco lo es. 10 Agosto 2013 Deia
Investigaciones en curso por maniobras con recetas falsas de insulina y tiras...
Presos de conciencia, presos politicos y politicos presos. Deia
1. 4 IRITZIA Sábado, 10 de agosto de 2013 Deia
Gibraltar... ¿español?
http://twitter.com
Lo siento, no he podido resistirme
a escribir una columna monográfi-
ca sobre el último despropósito
español: la guerra con Gibraltar. Sí,
como lo oyen y aunque no lo parez-
ca. De hecho, no soy el único que se
desternilla ante un enfrentamiento
del ejército español, a lo Historias de
la Puta Mili contra una ciudadanía
gibraltareña que, sencillamente, ni por el forro quiere ser española. En
Twitter, los comentarios jocosos sobre cómo algunos contertulios se toman
muy en serio este conflicto de pacotilla, son una constante que pone de
manifiesto incredulidad y vergüenza ajena.
Separados, separadores,
separatistas
Se les llama separados a los que
una vez ante la ley estuvieron uni-
dos, aunque muchos de ellos en su
fuero interno nunca lo estuvieron.
A los exmatrimonios se les deno-
minan divorciados. Entre naciones
Chequia y Eslovaquia, territorios
separados, hoy estados
Siempre hay un separador, gene-
ralmente el opresor, sobre el opri-
mido, el conquistador sobre el ven-
cido, el no integrador sobre el sumi-
so, el rico sobre el pobre. A veces
los débiles se encaran y optan por
una separación de dos caracteres o
pueblos diferentes.
La historia no la debemos rees-
cribir, ni inventarlo según nues-
tros intereses. La historia la escri-
ben y la intentan reescribir dema-
siados falsos historiadores. Nos
hablan de Pelayo, de Roncesvalles,
de los Reyes Católicos y su unidad
de España, cuando ese término se
usó siglos después cuando el Reino
de Castilla, después de aniquilar
los reinos peninsulares y a Cana-
rias, se autoproclamó como Reino
de las Españas.
El nacionalismo no tiene que ser
separador, sino integrador de cul-
turas, lenguas..., ni excluyente y no
imitar al nacionalismo castellano,
que aplaude a aquellos gallegos,
vascos y catalanes que renuncian
a su nacionalidad de origen y acep-
tan la española, traicionando a su
pueblo, a su identidad, a su lengua
y cultura; por eso se les considera
“unos buenos españoles” o “mode-
lo de patriotas”.
Catalunya y Euskal Herria se
puede secesionar de España y
seguir manteniendo todos lazos
actuales y más que los actuales con
España.
Una cosa es el nacionalismo y
otra el separatismo. Nacionalismo
es aquel que ama a su nación y es
muy difícil que quiera ser separa-
tista, pues su nacionalismo le impi-
de tener dos nacionalidades a la
vez, cuando a una de ellas es con-
quistadora de sus leyes, de su terri-
torio, de sus costumbres, de su cul-
tura y de su lengua.
No hay ninguna idea mala, ni
ningún fin, pero nunca se puede
conseguir este con el enfrenta-
miento de guerras, extorsiones,
muertes y chantajes. El fin y los
medios son dos conceptos diferen-
tes.
Me molesta cuando se dice justi-
ficando una actuación “es una
cuestión de Estado o “todo por la
patria”.
Fraga dijo que Ifni y el Sahara
son tan españolas como Albacete o
Valladolid. Cuba y México fueron
provincias españolas y en la Cons-
titución de Cádiz se hablaba de las
Españas, la de ultramar y la que
hoy podríamos denominar la
peninsular.
Cartas al Director
P O R I K E R M E R O D I O
Buques de guerra
http://www.estrelladigital.es
Si la historia de una guerra por un
peñón, en pleno siglo XXI, no es sufi-
cientemente ridícula, la mayoría de
medios de la órbita del PP hace el cal-
dogordoaestetebeodeverano:“Lon-
dresenvíabuquesdeguerraaGibral-
tar”, es el titular de Estrella Digital.
Luego,en letrasmáspequeñas,expli-
can que “el Gobierno británico acla-
ra que se trata de una operación rutinaria”, pero vuelven a la carga con un:
“No guarda relación con las tensiones de los últimos días”. Es más, Estrella
Digital se ve obligada a admitir que la de Gibraltar es solo una escala, pero
avisa de que serán “miles” los militares británicos que la harán.
No podía faltar ETA
http://www.libertaddigital.com
Sigo buscando información sobre el
conflicto gibraltareño-español y me
encuentro con el doble tirabuzón de
Libertad Digital: si algo perjudica los
interesesdeEspañatienequevercon
ETA. Y eleven a noticia de portada
un supuesto conflicto de un ciudada-
no del peñón con dos agentes de la
policía española que, al parecer, reci-
bieron los siguientes improperios: “Muertos de hambre, nosotros os damos
de comer, hijos de puta, criminales. Viva ETA, Viva ETA, a ver si os matan
a todos, fascistas”. Este hecho sirve al mencionado medio para hablar de
“acoso a la policía” y de “grupo ultranacionalista gibraltareño”.
‘Cumbre’ con Rajoy en Marivent
http://blogs.elconfidencial.com
En este contexto, Matías Vallés ana-
liza la reunión que el rey de los espa-
ñoles va a mantener con Mariano
Rajoy. La cita “bien podría ser susti-
tuida por una conversación telefóni-
ca”, según el columnista de El Confi-
dencial. Y aunque aprovecha para
meter una patada en el tobillo de
Zapatero, tira de sarcasmo para cen-
trar los contenidos: “El líder del PP detallará al monarca si la bajada de un
10% en las retribuciones salariales, recomendada por Bruselas, debe afec-
tar a los sobresueldos en negro”, y habla de un Rajoy “noqueado” debido al
“abatimiento de quien ha roto con un amigo de toda la vida [en referencia
a Bárcenas], por no mencionar los sobresueldos”.
Lococo pone la cordura
http://blogs.deia.com/inutilmanual
No hay nada sobre Gibraltar que
supere a Nicola Lococo en su blog de
DEIA, Inútil Manual. Expresa su
“miedo a que las palabras sobre el
colonialismo oculten los hechos de la
corrupción” y destaca que en Gibral-
tar existe “el clima social que genera
la confianza que siempre nos deman-
da el presidente del Gobierno para
atraer inversiones y financiación”. “Me hace comprender la sinceridad con
que los Llanitos de la Roca se desgañitan en declarar a los cuatro vientos
con acento andaluz, su sentimiento de pertenencia a la Corona británica”.
esas monarquías absolutas había quien lo
hacía utilizando pluma y papel y había quie-
nes optaron por las armas. Nadie discutía,
no obstante, el carácter político de la reclu-
sión que ello originaba. Se les penaba por
querer un cambio. De las monarquías abso-
lutas pasamos a las dictaduras, a las monar-
quías parlamentarias y a los regímenes
republicanos. Regímenes, todos ellos, con
mayores o menores dosis de democracia;
mayores o menores índices de víctimas de
violencias de motivación política, y también
de presos políticos.
Definiciones claras
Conviene que las definiciones estén claras:
preso de conciencia es cualquier persona
encarcelada por su raza, religión, color de
piel, idioma, orientación sexual o credo,
siempre que no haya practicado la violen-
cia ni abogado por ella. Tan importante en
la definición es la motivación como el hecho
de no haber practicado la violencia ni haber-
la defendido. Preso político es cualquier per-
sona física a la que se mantenga en la cár-
cel o detenida de otra forma, por ejemplo
bajo arresto, porque sus ideas supongan un
desafío o una amenaza para el sistema polí-
tico establecido, sea este de la naturaleza
que sea. Hay presos de conciencia que no
son presos políticos: por ejemplo, en la anti-
gua Unión Soviética se encarceló por su cre-
do religioso a personas que no se oponían
al régimen político. Hay presos políticos que
no son presos de conciencia, porque en su
oposición al régimen utilizaron la violencia
o abogaron por ella. Nelson Mandela no
practicó personalmente la violencia, pero
en determinada fase de su vida abogó por
ella en su programa político, lo cual le con-
virtió, cuando fue encarcelado, en preso
político, pero no en preso de conciencia.
Tampoco hay que confundir la categoría de
preso político con la de político preso. Rado-
van Karad ic, por mucho que sus motiva-
ciones fueran políticas, fue encarcelado por
R
EITERADAMENTE se viene deba-
tiendo si tiene carácter político o
no el encarcelamiento de deter-
minadas personas. Aquí, en nues-
tro entorno inmediato, se ha argumentado
que en una democracia no cabe ni el con-
cepto de preso político ni el de víctima de
violencia de motivación política. Debates
conceptuales y apasionados como estos, aun
siendo importantes, nos impiden avanzar
hacia una democracia en la que no se pro-
duzcan conculcaciones de derechos huma-
nos o al menos que se produzcan muchas
menos. Además, la pasión denota senti-
miento y el sentimiento no siempre atiende
a lo racional. Por tanto, pensamos que, para
poder avanzar, hay que intentar introducir
en el debate un ingrediente racional.
Antecedentes
¿Puede haber presos políticos y víctimas de
violencia política en una democracia? Cla-
ro que sí. Ningún sistema de gobierno es
perfecto y la democracia tampoco lo es. A
eso se refería Winston Churchill cuando
afirmaba que la democracia no era el mejor
de los sistemas, pero sí el menos malo. Así
que cuanto más mejoremos la democracia,
menos imperfecciones tendrá y también
habrá menos casos de víctimas de violencia
de motivación política y menos presos polí-
ticos. Una democracia supuestamente tan
bien reputada como la británica ha ocasio-
nado víctimas de violencia de motivación
política y presos políticos. Recuérdense si
no los casos de los seis de Birmingham, los
siete de Maguire y los cuatro de Guilford.
Acaso los diferentes puntos de vista sobre
lo que –en rigor– no debería pasar de ser
una mera clasificación semántica de cate-
gorías penitenciarias, tengan su origen en
las revoluciones burguesas contra las
monarquías absolutas de origen divino,
cuando mucha gente fue encarcelada por
oponerse a lo que entonces era el status quo
imperante. Entre los que se enfrentaban a
Tribuna Abierta
P O R A N D R É S K R A K E N B E R G E R Y S A B I N O O R M A Z A B A L ( * )
Presos de conciencia, presos
políticos y políticos presos
Bog@ndoporlared
2. Deia Larunbata, 2013ko abuztuaren 10a IRITZIA 5Deia Larunbata, 2013ko abuztuaren 10 IRITZIA 5
E
L Plan de Paz y Convivencia pre-
sentado por el Ejecutivo vasco en el
mes de junio no mereció la acogida
deseada por todos. Este rechazo se
mostró de manera contundente, hasta el
punto de poner en duda su misma viabili-
dad. Se llegó incluso a dudar de la voluntad
de alcanzar el pretendido acuerdo. La ponen-
cia se vio en la necesidad de aplazar hasta
septiembre la próxima reunión, lo que llevó
al lehendakari a afirmar que aun siendo “la
gestión de la ponencia de paz difícil, no está
en vía muerta”. Esta ponencia debe estar
íntimamente ligada al tema de la Memoria
Histórica y ha afectado al entendimiento de
los gobiernos vasco y central.
Hay una pregunta a hacer: “¿Por qué los
políticos no se ponen de acuerdo en la tarea
de hacer la paz?”. Aceptar la pregunta quie-
re decir que, si efectivamente lo quisieran,
podrían hacer la paz. Y si ello es así, segui-
mos preguntando: ¿Qué intereses o razones
tienen los que disponen del poder político
para darles preferencia por encima de la exi-
gencia de hacer la paz? Y como todos deci-
mos que somos demócratas, lo que quiere
decir que el poder de los políticos les viene
de los ciudadanos, hemos de preguntar cuá-
les son los intereses y las razones reales. La
paz no es un regalo que nos hacen quienes
nos gobiernan. La paz es un derecho del pue-
blo, de la comunidad política. Un derecho del
que no puede ser privado ese pueblo, en fun-
ción de los intereses de quienes lo gobiernan.
Esto que decimos está más allá de una
mera consideración doctrinal. Viene a cuen-
to a partir del análisis que uno mismo pue-
de hacer partiendo de las razones que dan
quienes tienen la obligación de construir la
paz y no llegan al acuerdo deseado. Son razo-
nes o intereses que, en sí mismos, no son par-
te fundamental de la paz. Por el contrario,
son intereses o bienes políticos particulares
sobre los que se discute o se pacta para
alcanzar, mediante la promesa y la reserva
de lograr una paz que, en sí misma, debería
estar al margen y por encima de ese comer-
cio de intereses particulares. Olvidándose
que la paz está muy por encima de cualquier
intercambio, pacto o comercio político.
La política es una realidad humana ligada
a la dignidad de las personas y del pueblo.
Pero pierde esa dignidad cuando para lograr
esos objetivos legítimos se pone en duda el
valor fundamental de la convivencia pacífi-
ca de la colectividad. El pueblo tiene dere-
cho a ser políticamente libre con la libertad
que entraña el reconocimiento de la paz.
Se han presentado una pluralidad de docu-
mentos para el logro de la pacificación que
son incompatibles entre sí, tanto en razón
de los contenidos como de las motivaciones
ya que la paz, para que sea real y duradera,
ha de apoyarse en motivaciones comparti-
das por todos. La paz y la convivencia pací-
fica han de ser de todos y para todos, si es
verdad que pretendemos que sea de la tota-
lidad del pueblo que entre todos configura-
mos. De no ser así, mejor sería que todos
reconociéramos que no hemos sido capaces
de alcanzar la paz y las bases de una convi-
vencia pacífica. Reconocimiento que digni-
fica la misma tarea política de los represen-
tantes públicos.
Esta convicción de construir la paz entre
todos los que formamos este pueblo, nos
debe obligar a buscar la verdad y la justicia
de todos y para todos. Es insuficiente que
cada grupo actúe sólo con su verdad y su jus-
ticia, por mucho que se justifique la libertad
de opinión de cada grupo. Cuanto más inmu-
tables son esas convicciones particulares de
grupo, tanto más difícil se hace compartir la
verdad y la justicia para llegar a una paz para
todos. Las personas nos realizamos en pleni-
tud como tales viviendo en sociedad y reco-
nociendo este mismo derecho a los demás y
admitiendo la limitación que supone esto
para la propia libertad de cada uno. Mi liber-
tad empieza donde la termina la del otro.
Una convivencia pacífica, duradera y sin-
cera, no es el resultado de la mera yuxtapo-
sición de muchas verdades, sino el encuen-
tro y el acuerdo de nuestra verdad con la de
los demás porque, aunque seamos distintos,
somos personas y vivimos y nos realizamos
como tales en un mismo pueblo.
* Etikarte lo forman Patxi Meabe, Pako Etxebeste,
Arturo García y Ramón Balenziaga
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>> DIRECCIÓN: Cartas al Director.
Capuchinos de Basurto 6, 5º C. Bilbao.
>> CORREO ELECTRÓNICO:
cartas@deia.com
Los nacionalistas vascos pueden
que sean, independentista, sobe-
ranistas, autonomistas e incluso
regionalistas, pero nunca separa-
tistas, pues no se puede separar lo
que la identidad no lo ha unido. El
aceite y el agua…
José Luis Latasa Loizaga
Bilbao
Señora presidenta de
la Comunidad navarra
Ahora nos sale en una televisión un
muchacho, joven él –será para con-
vencer a las mujeres– diciendo que
“la Sra. Barcina ha sido exculpada
de las denuncias habidas a su per-
sona, ahora es tiempo de trabajar y
luchar todos juntos por Nafarroa
–perdón– por Navarra.
Mi pregunta, ¿qué obrero, qué
funcionario, qué trabajador nece-
sita devolver su salario ganado
honradamente?
Zirrikituetatik begira
J U A N J O O L A S A G A R R E
Donostia gay
G
AUR goizean zutabe hau
idazten paratu naizela
ohartu naiz, irakurle, nire
azkeneko sermoi –barka-
tu– hauek homosexualitateari
dagozkion arazo politiko estrategi-
koei buruz izan direla; hori mun-
duaren ehuneko ikaragarri handi
bat heterosexuala dela kontuan izan
gabe;faltaikaragarria,bainazeregi-
nen zaio...
ETBko berriak zera dio: Zinemal-
diaetabertanGehituelkarteakanto-
latzen dituen ekitaldien harira gay
turismoa bultzatzen saiatuko da
Donostiako Udala kolektibo horrek
duen eroste-ahalmen handia kon-
tuanizanik.ZinemaldirakoetaGehi-
tuk bertan antolatzen duen festara-
ko sarrerak eta bi hotel gau da
eskaintza. 177 euro, hotelik merkee-
na harturik.
Onartu behar dut berria entzun
bezain laster erresumindu naizela:
zer ote gara marika eta bollera guz-
tiakaberats?Berehalaetorrizaitiru-
graves excesos en forma de abusos y viola-
ciones de derechos humanos cometidos en
defensa (no en contra) de un status quo polí-
tico determinado, desde una posición de res-
ponsabilidad como parte de ese mismo sta-
tus quo. Eso lo convirtió en un político pre-
so, no en un preso político.
Se han dado casos también de personas
que se han incluido simultáneamente en las
categorías de preso político y preso de con-
ciencia. Aleksandr Solzhenitsyn, Aung San
Suu Kyi y Aminattou Haidar, encarcelados
por su oposición política al status quo, han
sido presos políticos, y el hecho de ejercer
esa oposición sin practicar la violencia ni
abogar por ella, les convertía asimismo en
presos de conciencia.
Mera categorización
El término “preso político” alude única-
mente a una mera categoría de reclusos.
Nada más. Es un mero término en el nivel
descriptivo. No implica atenuación de res-
ponsabilidad ni atenuación moral en el nivel
valorativo. Por tanto, la posible simpatía,
empatía o antipatía hacia esas personas o su
actividad no tiene nada que ver con su cate-
gorización. No obstante, desde ámbitos con-
trapuestos, hay quien lo usa como equiva-
lente a una especie de justificación o com-
prensión de lo hecho como menos malo que
la criminalidad ordinaria, por entender que
esa motivación política ennoblece la acción.
En términos del filósofo inglés George
Edward Moore, se trataría de una falacia
naturalista, donde se pretende desprender
determinadas valoraciones favorables de
unos hechos. En contraposición, hay quien
afirma que el término no cabe en una demo-
cracia; lo cual es un síntoma de miopía, ade-
más de erróneo en el mejor de los casos. Es
posible que haya quien niegue la existencia
de presos políticos en una democracia como
forma de negar a determinada categoría de
personas encarceladas los derechos inhe-
rentes a la condición de reclusos de acuer-
do con el derecho internacional. En este
caso, no se trataría de miopía, sino de no
querer ver. Afirmar que el hecho de utilizar
el término es motivo para ilegalizar una
opción política es querer hacer méritos en
la ceguera, además podría ser atentatorio
contra los derechos humanos; y más cuan-
do en nuestro entorno no hay esa situación
de violencia, que esperemos esté ya defini-
tivamente en vías de superación.
* Asociación Pro Derechos Humanos Argituz
Mi contestación es ninguno, y mis
inocentes siguientes preguntas:
¿por qué la Sr. Barcina ha devuelto
una cierta cantidad de dinero?
¿Será por una gracia por su parte?
¿Será una donación? ¿Será por
haber sido percibido de forma poco
honrada?
Jon Iñaki R. Elosegui
Erandio
Una democracia
supuestamente tan bien
reputada como la británica
ha ocasionado víctimas de
violencia de motivación
política y presos políticos
-
Afirmar que el hecho de
utilizar el término es motivo
para ilegalizar una opción
política es querer hacer
méritos en la ceguera,
además, podría ser
atentatorio contra los DD.HH.
Colaboración
P O R E T I K A R T E ( * )
¿Queremos,deverdad,vivirenpaz?
dia gogora: bi gay ziklatu –giharrak
handitzeko testosterona zikloenga-
tik deitzen zaie horrela– galtza mo-
tzak, Fred Perry poloa, telebista pan-
taila adinako eguzki anteojuak eta
Zinemaldiaren harira banantzen
dituzten poltsa horiek zintzilik,
Donostiyan atzera aurrera muturra
zorrozturik.
Aspaldi da gaytasuna kontsumoa-
rekin loturiko marka bat bihurtu
dela. Double income no kids, alegia,
soldata bikoitza umerik ez, eroste
ahalmen handia. Beraz Izagirreren
taldearenproposamenaareagodago-
kio kapitalismoaren lege zurrunei
–zergatik ez dituzte marika eta bolle-
ra pobreak konbidatzen?– ezen ez
elkartasunetahomosexualitateaafe-
ra politiko bihurtzeko ahaleginari.
Harrigarria bere burua ezker-
ezkerrekotzat duen talde bati dago-
kionez. Gehituri dagokionez erres-
petu guztia zor badiet ere onartu
beharko didazue ez dela munduko
talderik iraultzaileena, edo homose-
xualitateaarmagisaerabilirikgizar-
tea errotik zalantzan paratzen due-
na.
GaineraDonostiyakezdaukagizon
gayok –berriz ere estereotipoa– gure
turismoa aurrera eraman ahal iza-
teko –lan nekeza nekezik bada– eki-
pamendu gehiegirik. Ez izateagatik
ez du gela ilun bakarra ere. Behar-
bada lehendabiziko Gela Ilun
Munizipala sor dezakete, Gehituk
kudeatu eta Udaltzaingoak zaindua.
Orduan beharbada...