En 1822 se fundó una asociación para promover la educación primaria entre las clases bajas durante el imperio de Agustín de Iturbide. La escuela utilizaba el método Lancasteriano donde los alumnos más avanzados enseñaban a sus compañeros, permitiendo que un solo maestro educara a cientos de estudiantes. Las asignaturas incluían escritura, lectura, aritmética y doctrina cristiana.