2. Don raul tenía una finca muy grande. Había plantaciones de todo
tipo y una granja con muchos animalitos, gallinas coquetas, cerdos
que comían todo lo que podían, conejos saltarines, pollitos que
parecían pompones, gallos cantores, otros que no cantaban y
muchos más.
Como no podía ser de otra manera, en la finca también había
muchos pajaritos, gusanos largos y cortos e insectos de todo tipo y
color.
Don raul, además, tenía caballos a los que quería y cuidaba
mucho, sobre todo a una yegua que estaba por dar a luz su primer
potrillo.
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6. Habrá que pensar en otra cosa, no podemos dejar a nuestro amigo sin su hermano Contestó
conchudo.
Volvieron a reunirse todos para armar otro plan.
Ya lo tengo Gritó petra la gallina Te empollaré un hermano – le dijo a rayo veloz.
Sus diecinueve polluelos pensaron que su mamita había perdido la razón. Esta vez ninguno
asintió con el pico.
petra, muy entusiasmada continuó con su idea:
No es por alardear, pero cada que me lo propongo, no tengo un hijito ¡tengo un montón! A
decir verdad, siempre tengo pollitos, pero tal vez si esta vez me concentro muy bien empollo
un potrillo.
Ningún animalito creyó que ésa fuese una buena idea, pero era tanto el entusiasmo de petra
y tan iluminados estaban los ojos de rayo veloz con esa propuesta que no dijeron una sola
palabra.
petra se acomodó sobre sus huevitos con más delicadeza que nunca. Cerró sus ojos y pensó
en caballos, marrones, blancos, negros, pero sólo en caballos. Creía que así, con la fuerza de la
mente, podría salir de algún huevito un potrillo por pequeño que fuera.
Cuando los huevitos estuvieron listos para comenzar a abrirse, estaban todos los animalitos
presentes observando a ver qué podía suceder.
Un huevito… un pollito, otro huevito, otro pollito. Ningún caballito salió, por pequeño que
hubiese sido. Aunque hubiese tenido pico y le hubiese faltado la crin, pero no, nada.
Más triste que nunca, rayo veloz agradeció mucho a su amiga tan hermoso gesto y se fue a
trotar solo por la finca
Hay que pensar otra cosa amigos Dijo petra, mientras revisaba todas las cáscaras de los
huevitos, no fuese cosa que el potrillo estuviese escondido debajo de alguna.
¿Y si entre todos fabricamos un hermano? Propuso conchudo.
¿Fabricar? Preguntaron todos juntos
Digo, de la misma manera que Don Raúl hace sus espantapájaros, nosotros podemos hacer
7. Ninguno dudó y pusieron manos a la obra, pidieron ayuda a los animales más grandes para juntar
palos, paja y todo lo necesario.
Pasaron noches sin dormir para armar el hermanito de rayo veloz. Lo armaron en el corral, para
luego darle la sorpresa a su amigo.
rayo veloz II así llamaron a la obra de arte que habían construido. A decir verdad, el muñeco que
habían hecho no se parecía mucho a rayo veloz y diría que aún menos a un caballo, pero ellos
estaban conformes con su obra maestra.
Con bombos y platillos le presentaron a rayo veloz a su nuevo hermano.
rayo veloz lo miró de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha y desde la cabeza hasta el último
pelo de la cola.
Un abrazo, que venga un abrazo Gritó conchudo intentando, como podía empujar a rayo veloz
para que abrazara a su fabricado hermanito.
rayo veloz no estaba muy convencido, pero para no quedar mal con sus amigos, se acercó lo más
que pudo al caballito de palos y paja.
No bien se topó con el muñeco y sin que hubiese hecho demasiada fuerza, el fabricado hermanito
se desarmó estrepitosamente. No quedó un palo en su lugar, ni paja, ni tela, ni nada. Todo al piso.
Los animalitos quedaron mudos, esperaban el llanto sin consuelo de rayo veloz al ver que su
hermano había quedado por el piso y por demás en desorden.
Sin embargo, para sorpresa de todos, rayo veloz empezó a reírse a carcajadas.
Fue demasiado Pensó petra creyendo que rayo veloz había enloquecido.
Fue tan contagiosa la risa del potrillo que terminaron todos riendo juntos. Cuando se calmaron,
rayo veloz agradeció inmensamente a sus amigos por todo el amor con que habían tratado de darle
algo que no estaba en sus manos.
Finalmente todos entendieron y rayo veloz sobre todo, que un hermano no fabricarse o inventarse
y que debía aceptar esa realidad.
Contrariamente a lo que todos podían pensar, no se entristeció porque se dio cuenta que, si bien
no tendría hermanitos, tenía excelentes amigos, que lo querían como si fuesen de su sangre.
rayo veloz ya no buscó más un hermano. Sin embargo, se dio cuenta de cuántos tenía, sólo bastó
mirar el corazón de cada uno de sus amigos.