2. Había una vez un señor que era muy
enojón y no le caían bien sus
compañeros de trabajo.
3. Un día conoció a una persona que
trabajaba con el y tenia muchos
problemas y casualmente se pusieron a
platicar y el lo escucho con mucha
paciencia.
4. Así que esa noche el señor se puso a
pensar y recapacito, pensó que no era
bueno gritarle a todos….
5. Al día siguiente cambio su actitud y por
esa razón todos lo trataban mejor y a el
eso le agradaba.
6. Y así lo hizo día a día y aprendió que la
tolerancia y el respeto era muy
importante para hacer y mantener
amistades, e incluso subir su autoestima.