María reflexiona sobre por qué Dios la ha elegido a ella, una mujer pobre y humilde, para ser la madre de Jesús. A lo largo del poema, María le pregunta repetidamente a Dios "¿qué has visto en mí?" siendo consciente de su pobreza, falta de educación y condición femenina. A pesar de no comprender la voluntad de Dios, María finalmente se somete a ella diciendo "HÁGASE TU VOLUNTAD".