El documento habla sobre tres principios de organización: la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad, y la disciplina. La división del trabajo busca producir más y mejorar mediante la especialización de funciones y separación de poderes. La autoridad conlleva el derecho a mandar y hacerse obedecer, acompañado de recompensas o castigos. Y la disciplina se logra a través de buenos jefes, reglas claras y sanciones justas.