El documento discute el sistema de salud en Cuba, notando algunos avances iniciales pero también problemas significativos. Mientras la atención médica básica es accesible, la atención de alta calidad está reservada para los políticos y extranjeros que pueden pagar, y no para los cubanos comunes que ganan solo $18 dólares al mes. Además, las estadísticas presentadas por el gobierno sobre la calidad del sistema de salud no pueden ser verificadas independientemente.