El terremoto de Chile de 2010 probablemente desplazó el eje de la Tierra unos 8 centímetros y acortó la duración del día en 1,26 microsegundos, según un científico de la NASA. Los terremotos de gran magnitud tienen el potencial de cambiar la distribución de masa de la Tierra al mover grandes cantidades de roca y tierra, lo que afecta su rotación y la duración de los días.