Violencia
La violencia de género es producto de circunstancias histórico–sociales que se legitimaron tanto
en el plano legal como cultural sin embargo, esta conducta vulnerada sistemáticamente por
acciones u omisiones son un problema grave y complejo que conlleva a la discriminación, lesión de
los derechos humanos y desigualdad.
Tanto mujeres como hombres pueden convertirse en víctimas y/o agresores de actos de violencia;
sin embargo es la mujer quien constantemente la padece; las estadísticas señalan que las mujeres
tienen más probabilidades de ser víctima de ataques físicos u homicidios perpetrados por
conocidos.
2.1 Concepto de violencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como violencia “El uso deliberado de la fuerza
física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otras personas o un
grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos de desarrollo o privaciones”.
2.2 Concepto de género
Categoría que analiza cómo se definen, representan y simbolizan las diferencias sexuales en una
determinada sociedad. Alude a las formas históricas y socioculturales en que mujeres y hombres
construyen su identidad, interactúan y organizan sus funciones. Estas formas varían de una cultura
a otra y se transforman a través del tiempo
2.3 Concepto de violencia de género
“Todo acto de violencia basada en el género que tiene como resultado posible o real un daño
físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la
libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada
2.4.1 Tipos de violencia
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia señala cinco tipos de
violencia:
Psicológica.- “Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir
en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación,
marginación, desamor, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a
la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a
la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio”.
Física.- “Es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de
arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas”.
Patrimonial.- “Es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta
en: la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos
personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a
satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la
víctima”.
Económica.- “Es toda acción u omisión del agresor que afecta la supervivencia económica de la
víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus
percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de
un mismo centro laboral”.
Sexual.- “Es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la Víctima y que por
tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder
que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto”.
2.5. Ciclo de la violencia
En 1979, Leonore Walter habló por primera vez de la violencia como un ciclo que muestra un
comportamiento repetitivo en el proceso de maltrato; trabajó en un refugio para mujeres
violentadas y observó que muchas de ellas describían un patrón muy parecido. El ciclo de la
violencia consta de tres fases: fase de tensión, fase de agresión y fase de reconciliación,
arrepentimiento o “luna de miel” y nos ayuda a entender cómo se produce y se mantiene la
violencia en la pareja.
1. Fase de tensión. Se caracteriza por una escala gradual de tensión que se manifiesta en actos que
aumentan la fricción y los conflictos. El victimario(a) expresa hostilidad, pero no en forma
explosiva. La víctima intenta calmar, complacer o al menos, no hacer aquello que pueda molestar
en la creencia irreal de que ella puede controlar la agresión. Pero ésta sigue aumentando y se
producirá la fase de agresión.
2. Fase de agresión. Cuando la estrategia de control o negociación deje de funcionar se hace
inevitable el incidente agudo de agresión, se caracteriza por una descarga incontrolable de las
tensiones que se han venido acumulando, su rabia es tan grande que no tiene control sobre su
comportamiento, quiere darle una “lección” a la víctima. Los hombres y las mujeres violentas
saben que su comportamiento es inadecuado, porque mantienen la agresión como un asunto
privado, el agresor(a) es quien puede ponerle fin a esta fase, la mujer o el hombre sólo busca un
lugar seguro para esconderse. Es la más crítica de las fases ya que en ella pueden presentarse
distintos tipos de violencia.
3. Fase de conciliación o “Luna de Miel”. El agresor(a) presenta un comportamiento
extremadamente cariñoso, amable y de arrepentimiento, sabe que ha actuado violentamente y
trata de compensar a la víctima, le suplica perdón y promete que esa situación no se volverá a
repetir. Iniciará acciones con el propósito de demostrar su sinceridad, como dejar de beber, de
salir con los amigos(as) o de cualquier cosa que afecte su estado interno de ansiedad.
Este momento supone un refuerzo positivo para que la víctima mantenga la relación, fomenta la
esperanza de que puede llegar a cambiar, que necesita ayuda.
Víctima
Persona de cualquier edad a quien se le inflige cualquier tipo de violencia.
Persona que sufre los efectos del delito, quien padece daño por culpa o por caso fortuito.
REFERENCIA:
Arriaga Ramírez, Eduardo. et al. (2013). Amores Chidos. Comisión Nacional Para Prevenir Y
Erradicar La Violencia Contra Las Mujeres. Recuperado de:
http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/Resource/309/1/images/AMOResCHIDOSV1.p
df (Consultada Octubre, 2013).