La oracion

W

una oración interesante

Tema 1: La oración en la vida cristiana
Objetivo: al finalizar esta catequesis tendremos conciencia de la importancia de la oración
en la vida cristiana.
Lema: “la oración es la mejor comunicación con Dios”
Canto:
Mi realidad: La hija de un hombre le pidió a un sacerdote que fuera a su casa a hacer una
oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del
enfermo, encontró a éste en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había
una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a
verlo.
- "Supongo que me estaba esperando", le dijo.
- "No ¿quién es usted?", dijo el hombre.
- "Soy el sacerdote que su hija llamó para que orara con usted; cuando vi la silla vacía al lado
de su cama supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo".
- "Oh sí, la silla", dijo el hombre enfermo, ¿le importa cerrar la puerta?"
El sacerdote sorprendido la cerró. "Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he
pasado sin saber cómo orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto
de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, pero siempre esto de las oraciones
me entró por un oído y me salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo.
Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.
"Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo
me dijo: José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es
como te sugiero que lo hagas: te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente tuyo,
luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado el hacerlo pues él nos
dijo: "Yo estaré siempre con vosotros". Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma
manera como lo estás haciendo conmigo ahora". "Es así que lo hice una vez y me gustó tanto
que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". Siempre tengo mucho
cuidado que no me vaya a ver mi hija…pues me internaría de inmediato en el manicomio."
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo
que había estado haciendo, y que no cesara de hacerlo.
Luego hizo una oración con él, le extendió una bendición y se fue a su parroquia. Dos días
después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.
El sacerdote le preguntó: - "¿Falleció en paz?"
- "Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama, me
dijo lo mucho que me quería y me dio un beso." "Cuando regresé de hacer compras una hora
más tarde ya lo encontré muerto." "Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues
aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó
su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?"
El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió: - "Ojalá que todos nos
pudiésemos ir de esa manera..."
Me instruyo: ¿Qué es la oración?
La oración es la elevación del corazón a Dios. Cuando un hombre ora, entra en una
relación viva con Dios.
La oración es La gran puerta de entrada en La fe. Quien ora ya no vive de sí mismo, para sí
mismo y por sus propias fuerzas. Sabe que hay un Dios a quien se puede hablar. Una persona
que ora se confía cada vez más a Dios. Busca ya desde ahora La unión con aquel a quien
encontrará un día cara a cara. Por eso pertenece a la vida cristiana el empeño por la oración
cotidiana. Ciertamente no se puede aprender a orar como se aprende una técnica. Orar, por
extraño que parezca, es un don que se recibe a través de La oración. No podríamos orar si
Dios no nos diera su gracia.
La oración como don de Dios: "La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a
Dios de bienes convenientes"(San Juan Damasceno). ¿Desde dónde hablamos cuando
oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más
profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado
(Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. "Nosotros no sabemos pedir como
conviene"(Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente
el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (San Agustín).
"Si conocieras el don de Dios"(Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente
allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser
humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición
llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el
encuentro de la sed de Dios y de sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed
de Él (San Agustín).
"Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva" (Jn 4, 10). Nuestra oración de
petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja del Dios vivo: "A mí me
dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas" (Jr 2, 13),
respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación (Cf. Jn 7, 37-39; Is 12, 3; 51, 1), respuesta
de amor a la sed del Hijo único (Cf. Jn 19, 28; Za 12, 10; 13, 1).
La oración como Alianza: ¿De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el
lenguaje de la oración (gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo, para
designar el lugar de donde brota la oración, las Escrituras hablan a veces del alma o del
espíritu, y con más frecuencia del corazón (más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si
éste está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana. El corazón es el lugar de la
verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que, a
imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza. La oración cristiana es una
relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota
del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad
humana del Hijo de Dios hecho hombre.
La llamada universal a la oración: El hombre busca a Dios. Por la creación Dios llama a
todo ser desde la nada a la existencia. "Coronado de gloria y esplendor" (Sal 8, 6), el hombre
es, después de los ángeles, capaz de reconocer "¡qué glorioso es el Nombre del Señor por
toda la tierra!" (Sal 8, 2). Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con
Dios, el hombre sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquél que le llama
a la existencia. Todas las religiones dan testimonio de esta búsqueda esencial de los hombres
(Hch. 17, 27).
La Promesa y la oración de la fe: Cuando Dios le llama, Abraham parte "como se lo había
dicho el Señor" (Gn 12, 4): todo su corazón se somete a la Palabra y obedece. La obediencia
del corazón a Dios que llama es esencial a la oración, las palabras tienen un valor relativo.
Por eso, la oración de Abraham se expresa primeramente con hechos: hombre de silencio, en
cada etapa construye un altar al Señor. Solamente más tarde aparece su primera oración con
palabras: una queja velada recordando a Dios sus promesas que no parecen cumplirse (Gn
15, 2-3). De este modo surge desde los comienzos uno de los aspectos de la tensión dramática
de la oración: la prueba de la fe en la fidelidad a Dios.
Tipos de oración:
1. La bendición y la adoración: La bendición expresa el movimiento de fondo de la oración
cristiana: es encuentro de Dios con el hombre; en ella, el don de Dios y la acogida del hombre
se convocan y se unen. La oración de bendición es la respuesta del hombre a los dones de
Dios: porque Dios bendice, el corazón del hombre puede bendecir a su vez a Aquel que es la
fuente de toda bendición. Dos formas fundamentales expresan este movimiento: o bien la
oración asciende llevada por el Espíritu Santo, por medio de Cristo hacia el Padre (nosotros
le bendecimos por habernos bendecido; (Ef 1, 3-14; 2 Co 1, 3-7; 1 P 1, 3-9); o bien implora
la gracia del Espíritu Santo que, por medio de Cristo, desciende de junto al Padre (es Él quien
nos bendice; 2 Co 13, 13; Rm 15, 5-6. 13; Ef 6, 23-24).
La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador.
Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho (Sal 95, 1-6) y la omnipotencia del Salvador
que nos libera del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el “Rey de la gloria” (Sal 14,
9-10).
2. La oración de petición: El vocabulario neotestamentario sobre la oración de
súplica está lleno de matices: pedir, reclamar, llamar con insistencia, invocar,
clamar, gritar, e incluso “luchar en la oración” (Rm 15, 30; Col 4, 12). Pero su
forma más habitual, por ser la más espontánea, es la petición: Mediante la oración
de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con Dios: por ser criaturas,
no somos ni nuestro propio origen, ni dueños de nuestras adversidades, ni nuestro
fin último; pero también, por ser pecadores, sabemos, como cristianos, que nos
apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un retorno hacia Él.
2630 El Nuevo Testamento no contiene apenas oraciones de lamentación,
frecuentes en el Antiguo Testamento. En adelante, en Cristo resucitado, la oración
de la Iglesia es sostenida por la esperanza, aunque todavía estemos en la espera y
tengamos que convertirnos cada día. La petición cristiana brota de otras
profundidades, de lo que san Pablo llama el gemido: el de la creación “que sufre
dolores de parto” (Rm 8, 22), el nuestro también en la espera “del rescate de nuestro
cuerpo. Porque nuestra salvación es objeto de esperanza” (Rm 8, 23-24), y, por
último, los “gemidos inefables” del propio Espíritu Santo que “viene en ayuda de
nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene” (Rm 8, 26).
2631 La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf
el publicano: “Oh Dios ten compasión de este pecador” Lc 18, 13). Es el comienzo
de una oración justa y pura. La humildad confiada nos devuelve a la luz de la
comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo, y de los unos con los otros (cf 1 Jn 1,
7-2, 2): entonces “cuanto pidamos lo recibimos de Él” (1 Jn 3, 22). Tanto la
celebración de la Eucaristía como la oración personal comienzan con la petición
de perdón.
2632 La petición cristiana está centrada en el deseo y en la búsqueda del Reino que
viene, conforme a las enseñanzas de Jesús (cf Mt 6, 10. 33; Lc 11, 2. 13). Hay una
jerarquía en las peticiones: primero el Reino, a continuación lo que es necesario
para acogerlo y para cooperar a su venida. Esta cooperación con la misión de Cristo
y del Espíritu Santo, que es ahora la de la Iglesia, es objeto de la oración de la
comunidad apostólica (cf Hch 6, 6; 13, 3). Es la oración de Pablo, el apóstol por
excelencia, que nos revela cómo la solicitud divina por todas las Iglesias debe
animar la oración cristiana (cf Rm 10, 1; Ef 1, 16-23; Flp 1, 9-11; Col1, 3-6; 4, 3-
4. 12). Al orar, todo bautizado trabaja en la Venida del Reino.
2633 Cuando se participa así en el amor salvador de Dios, se comprende que toda
necesidadpueda convertirse en objeto de petición. Cristo, que ha asumido todo para
rescatar todo, es glorificado por las peticiones que ofrecemos al Padre en su
Nombre (cf Jn 14, 13). Con esta seguridad, Santiago (cf St 1, 5-8) y Pablo nos
exhortan a orar en toda ocasión (cf Ef 5, 20;Flp 4, 6-7; Col 3, 16-17; 1 Ts 5, 17-
18).
III. La oración de intercesión
2634 La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca
con la oración de Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en favor de todos
los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8, 34; 1 Jn 2, 1; 1 Tm 2. 5-8).
Es capaz de “salvar perfectamente a los que por Él se llegan a Dios, ya que está
siempre vivo para interceder en su favor” (Hb 7, 25). El propio Espíritu Santo
“intercede por nosotros [...] y su intercesión a favor de los santos es según Dios”
(Rm 8, 26-27).
2635 Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un
corazón conforme a la misericordia de Dios. En el tiempo de la Iglesia, la
intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la comunión de
los santos. En la intercesión, el que ora busca “no su propio interés sino [...] el de
los demás” (Flp 2, 4), hasta rogar por los que le hacen mal (cf. San Esteban
rogando por sus verdugos, como Jesús: cf Hch 7, 60; Lc23, 28. 34).
2636 Las primeras comunidades cristianas vivieron intensamente esta forma de
participación (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9, 14). El apóstol Pablo les hace
participar así en su ministerio del Evangelio (cf Ef 6, 18-20; Col 4, 3-4; 1 Ts 5,
25); él intercede también por las comunidades (cf 2 Ts 1, 11; Col 1, 3; Flp 1, 3-
4). La intercesión de los cristianos no conoce fronteras: “por todos los hombres,
por [...] todos los constituidos en autoridad” (1 Tm 2, 1), por los perseguidores
(cf Rm 12, 14), por la salvación de los que rechazan el Evangelio (cf Rm 10, 1).
IV. La oración de acción de gracias
2637 La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la
Eucaristía, manifiesta y se convierte cada vez más en lo que ella es. En efecto, en
la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para
consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias
de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza.
2638 Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda
necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias. Las cartas de san
Pablo comienzan y terminan frecuentemente con una acción de gracias, y el
Señor Jesús siempre está presente en ella. “En todo dad gracias, pues esto es lo
que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1 Ts 5, 18). “Sed perseverantes en
la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4, 2).
V. La oración de alabanza
2639 La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que
Dios es Dios. Le canta por Él mismo, le da gloria no por lo que hace, sino por lo
que Él es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en
la fe antes de verle en la gloria. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro
espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (cf. Rm 8, 16), da
testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y por quien glorificamos al
Padre. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que
es su fuente y su término: “un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las
cosas y por el cual somos nosotros” (1 Co 8, 6).
2640 San Lucas menciona con frecuencia en su Evangelio la admiración y la
alabanza ante las maravillas de Cristo, y las subraya también respecto a las
acciones del Espíritu Santo que son los Hechos de los Apóstoles: la comunidad
de Jerusalén (cf Hch 2, 47), el tullido curado por Pedro y Juan (cf Hch 3, 9), la
muchedumbre que glorificaba a Dios por ello (cf Hch 4, 21), y los gentiles de
Pisidia que “se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor” (Hch 13,
48).
2641 “Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y
salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Ef 5, 19; Col 3, 16). Como los autores
inspirados del Nuevo Testamento, las primeras comunidades cristianas releen el
libro de los Salmos cantando en él el Misterio de Cristo. En la novedad del
Espíritu, componen también himnos y cánticos a partir del acontecimiento
inaudito que Dios ha realizado en su Hijo: su encarnación, su muerte vencedora
de la muerte, su resurrección y su ascensión a su derecha (cf Flp 2, 6-11; Col 1,
15-20; Ef 5, 14; 1 Tm 3, 16; 6, 15-16; 2 Tm 2, 11-13). De esta “maravilla” de toda
la Economía de la salvación brota la doxología, la alabanza a Dios (cf Ef 1, 3-
14; Rm 16, 25-27; Ef 3, 20-21; Judas 24-25).
2642 La revelación “de lo que ha de suceder pronto” —el Apocalipsis— está
sostenida por los cánticos de la liturgia celestial (cf Ap 4, 8-11; 5, 9-14; 7, 10-12)
y también por la intercesión de los “testigos” (mártires) (Ap 6, 10). Los profetas y
los santos, todos los que fueron degollados en la tierra por dar testimonio de
Jesús (cf Ap 18, 24), la muchedumbre inmensa de los que, venidos de la gran
tribulación nos han precedido en el Reino, cantan la alabanza de gloria de Aquel
que se sienta en el trono y del Cordero (cf Ap 19, 1-8). En comunión con ellos, la
Iglesia terrestre canta también estos cánticos, en la fe y la prueba. La fe, en la
petición y la intercesión, espera contra toda esperanza y da gracias al “Padre de
las luces de quien desciende todo don excelente” (St 1, 17). La fe es así una pura
alabanza.
2643 La Eucaristía contiene y expresa todas las formas de oración: es la “ofrenda
pura” de todo el Cuerpo de Cristo a la gloria de su Nombre (cf Ml 1, 11); es,
según las tradiciones de Oriente y de Occidente, “el sacrificio de alabanza”.
Dinámica:
Misionando:
Oración:

Recomendados

Taller de oracion por
Taller de oracion Taller de oracion
Taller de oracion Roberto Polanco
7K visualizações25 slides
Jesus enseña en cuanto a la oración por
Jesus enseña en cuanto a la oraciónJesus enseña en cuanto a la oración
Jesus enseña en cuanto a la oraciónLuis Javier Elizondo Ramón
1.1K visualizações40 slides
Clase2 LA ORACION por
Clase2  LA ORACION Clase2  LA ORACION
Clase2 LA ORACION JUAN ROMERO
134 visualizações13 slides
LECTIO DIVINA Domingo II de Adviento Ciclo A por
LECTIO DIVINA Domingo II de Adviento Ciclo ALECTIO DIVINA Domingo II de Adviento Ciclo A
LECTIO DIVINA Domingo II de Adviento Ciclo ACristonautas
359 visualizações5 slides
LA IMPORTANCIA DE LA ORACION por
LA IMPORTANCIA DE LA ORACIONLA IMPORTANCIA DE LA ORACION
LA IMPORTANCIA DE LA ORACIONCPV
11.7K visualizações9 slides
El cristiano y la oración por
El cristiano y la oraciónEl cristiano y la oración
El cristiano y la oracióniglesiadecristoags
9K visualizações37 slides

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

LECTURA ORANTE - DOMINGO XVIII - Fr Julio César González Carretti OCD por
LECTURA ORANTE - DOMINGO XVIII - Fr Julio César González Carretti OCDLECTURA ORANTE - DOMINGO XVIII - Fr Julio César González Carretti OCD
LECTURA ORANTE - DOMINGO XVIII - Fr Julio César González Carretti OCDORDEN SEGLAR CARMELITAS DESCALZOS
383 visualizações5 slides
10 la promesa de la oracion por
10 la promesa de la oracion10 la promesa de la oracion
10 la promesa de la oracionchucho1943
4.4K visualizações18 slides
III Domingo de Cuaresma ciclo A por
III Domingo de Cuaresma ciclo AIII Domingo de Cuaresma ciclo A
III Domingo de Cuaresma ciclo ADiócesis de Mayagüez
519 visualizações80 slides
LA PROMESA DE LA ORACIÓN por
LA PROMESA DE LA ORACIÓNLA PROMESA DE LA ORACIÓN
LA PROMESA DE LA ORACIÓNhttps://gramadal.wordpress.com/
3.6K visualizações21 slides
Orar con Fé por
Orar con FéOrar con Fé
Orar con FéCarlos Rodriguez
5.6K visualizações36 slides
El espiritu santo por
El espiritu santoEl espiritu santo
El espiritu santoVengatureino Marcelo
523 visualizações18 slides

Mais procurados(20)

10 la promesa de la oracion por chucho1943
10 la promesa de la oracion10 la promesa de la oracion
10 la promesa de la oracion
chucho19434.4K visualizações
Orar con Fé por Carlos Rodriguez
Orar con FéOrar con Fé
Orar con Fé
Carlos Rodriguez5.6K visualizações
03. “Lo Que La Biblia Enseña A Cerca de La Oración y La Fe” CURSO BIBLICO LA ... por PIO PABLO HUAMAN JULCA
03.	“Lo Que La Biblia Enseña A Cerca de La Oración y La Fe” CURSO BIBLICO LA ...03.	“Lo Que La Biblia Enseña A Cerca de La Oración y La Fe” CURSO BIBLICO LA ...
03. “Lo Que La Biblia Enseña A Cerca de La Oración y La Fe” CURSO BIBLICO LA ...
PIO PABLO HUAMAN JULCA 4.4K visualizações
La adoracion resumen trimestral ppt pastor nic garza por Pt. Nic Garza
La adoracion resumen trimestral ppt pastor nic garzaLa adoracion resumen trimestral ppt pastor nic garza
La adoracion resumen trimestral ppt pastor nic garza
Pt. Nic Garza1.1K visualizações
12 Piedras Fundamentales Clase 2A: El Espíritu Santo por Freekidstories
12 Piedras Fundamentales Clase 2A: El Espíritu Santo12 Piedras Fundamentales Clase 2A: El Espíritu Santo
12 Piedras Fundamentales Clase 2A: El Espíritu Santo
Freekidstories806 visualizações
Predicación: "Pidiendo lo correcto para obtener lo anhelado" 6 Ene 20123 por Iglesia Alianza Bogotá
Predicación: "Pidiendo lo correcto para obtener lo anhelado" 6 Ene  20123Predicación: "Pidiendo lo correcto para obtener lo anhelado" 6 Ene  20123
Predicación: "Pidiendo lo correcto para obtener lo anhelado" 6 Ene 20123
Iglesia Alianza Bogotá505 visualizações
La biblia nos enseña a orar por Jaime R. Gutiérrez
La biblia nos enseña a orarLa biblia nos enseña a orar
La biblia nos enseña a orar
Jaime R. Gutiérrez5K visualizações
La Oracion de Fe por Beit Shem
La Oracion de FeLa Oracion de Fe
La Oracion de Fe
Beit Shem4.4K visualizações

Similar a La oracion

03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt por
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.pptCandelariaSantos2
16 visualizações73 slides
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt por
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.pptJulioCR13
10 visualizações73 slides
Catequesis De Confirmación por
Catequesis De ConfirmaciónCatequesis De Confirmación
Catequesis De ConfirmaciónRafael Sanz
37.6K visualizações52 slides
La oración por
La oraciónLa oración
La oraciónhermanalujan
2.3K visualizações14 slides
El ministerio de_intercesion por
El ministerio de_intercesionEl ministerio de_intercesion
El ministerio de_intercesionexsal
345 visualizações5 slides
LA ORACION.pptx por
LA ORACION.pptxLA ORACION.pptx
LA ORACION.pptxMaximinoOrozco
23 visualizações48 slides

Similar a La oracion(20)

03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt por CandelariaSantos2
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
CandelariaSantos216 visualizações
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt por JulioCR13
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
03060000-39-anexo-la-oracion-en-el-catecismo.ppt
JulioCR1310 visualizações
Catequesis De Confirmación por Rafael Sanz
Catequesis De ConfirmaciónCatequesis De Confirmación
Catequesis De Confirmación
Rafael Sanz37.6K visualizações
La oración por hermanalujan
La oraciónLa oración
La oración
hermanalujan2.3K visualizações
El ministerio de_intercesion por exsal
El ministerio de_intercesionEl ministerio de_intercesion
El ministerio de_intercesion
exsal345 visualizações
LA ORACION.pptx por MaximinoOrozco
LA ORACION.pptxLA ORACION.pptx
LA ORACION.pptx
MaximinoOrozco23 visualizações
La oración en clave de espiritualidad misionera por Videoconferencias UTPL
La oración en clave de espiritualidad misioneraLa oración en clave de espiritualidad misionera
La oración en clave de espiritualidad misionera
Videoconferencias UTPL23.6K visualizações
La oración en cristo por Milemoran
La oración en cristoLa oración en cristo
La oración en cristo
Milemoran295 visualizações
Jesus de nazareth(5) la oracion padrenuestro por Simon Tadeo Echeverri
Jesus de nazareth(5) la oracion padrenuestroJesus de nazareth(5) la oracion padrenuestro
Jesus de nazareth(5) la oracion padrenuestro
Simon Tadeo Echeverri1.2K visualizações
El secreto de la oración contestada por Jose Caraballo
El secreto de la oración contestadaEl secreto de la oración contestada
El secreto de la oración contestada
Jose Caraballo1.8K visualizações
01 La Oración Cristiana por Rafael Sanz
01 La Oración Cristiana01 La Oración Cristiana
01 La Oración Cristiana
Rafael Sanz7K visualizações
Oración: aprender a hacerla por encuentraTV
Oración: aprender a hacerlaOración: aprender a hacerla
Oración: aprender a hacerla
encuentraTV11K visualizações
LECCION #3 El Disipulado y la Oracion por marco valdez
LECCION #3 El Disipulado y la OracionLECCION #3 El Disipulado y la Oracion
LECCION #3 El Disipulado y la Oracion
marco valdez1.2K visualizações
Oracion y espiritualidad por Adrián Herrera
Oracion  y espiritualidadOracion  y espiritualidad
Oracion y espiritualidad
Adrián Herrera2.5K visualizações
Oracionmelissa por carolinadavila
OracionmelissaOracionmelissa
Oracionmelissa
carolinadavila1.5K visualizações

Mais de william pantoja

Exegesis mt 28 final por
Exegesis  mt 28 finalExegesis  mt 28 final
Exegesis mt 28 finalwilliam pantoja
67 visualizações14 slides
Como elaborar un proyecto de vida por
Como elaborar un proyecto de vidaComo elaborar un proyecto de vida
Como elaborar un proyecto de vidawilliam pantoja
44 visualizações9 slides
Pensamiento paulino por
Pensamiento paulinoPensamiento paulino
Pensamiento paulinowilliam pantoja
14 visualizações104 slides
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio por
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangeliowilliam pantoja
16 visualizações238 slides
Apuntes de derecho laboral por
Apuntes de derecho laboralApuntes de derecho laboral
Apuntes de derecho laboralwilliam pantoja
29 visualizações15 slides
La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez por
 La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez
La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrezwilliam pantoja
133 visualizações61 slides

Mais de william pantoja(7)

Exegesis mt 28 final por william pantoja
Exegesis  mt 28 finalExegesis  mt 28 final
Exegesis mt 28 final
william pantoja67 visualizações
Como elaborar un proyecto de vida por william pantoja
Como elaborar un proyecto de vidaComo elaborar un proyecto de vida
Como elaborar un proyecto de vida
william pantoja44 visualizações
Pensamiento paulino por william pantoja
Pensamiento paulinoPensamiento paulino
Pensamiento paulino
william pantoja14 visualizações
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio por william pantoja
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio
70470507 dodd-interpretacion-del-cuarto-evangelio
william pantoja16 visualizações
Apuntes de derecho laboral por william pantoja
Apuntes de derecho laboralApuntes de derecho laboral
Apuntes de derecho laboral
william pantoja29 visualizações
La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez por william pantoja
 La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez
La primera_carta_a_los_corintios,_maurice_carrez
william pantoja133 visualizações
10vidaprisionenjerusalen por william pantoja
10vidaprisionenjerusalen10vidaprisionenjerusalen
10vidaprisionenjerusalen
william pantoja29 visualizações

Último

0 - Organología - Presentación.pptx por
0 - Organología - Presentación.pptx0 - Organología - Presentación.pptx
0 - Organología - Presentación.pptxVICENTEJIMENEZAYALA
128 visualizações10 slides
GUIA SERVICIO COMUNITARIO por
GUIA SERVICIO COMUNITARIOGUIA SERVICIO COMUNITARIO
GUIA SERVICIO COMUNITARIOJULIANELOYCARNEIROMA1
42 visualizações43 slides
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf por
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdfAprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdfcamiloandres593920
40 visualizações14 slides
receta.pdf por
receta.pdfreceta.pdf
receta.pdfcarmenhuallpa45
201 visualizações1 slide
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la... por
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...IGNACIO BALLESTER PARDO
26 visualizações42 slides
Misión en favor de los poderosos por
Misión en favor de los poderososMisión en favor de los poderosos
Misión en favor de los poderososhttps://gramadal.wordpress.com/
201 visualizações16 slides

Último(20)

0 - Organología - Presentación.pptx por VICENTEJIMENEZAYALA
0 - Organología - Presentación.pptx0 - Organología - Presentación.pptx
0 - Organología - Presentación.pptx
VICENTEJIMENEZAYALA128 visualizações
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf por camiloandres593920
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdfAprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf
Aprendiendo a leer :Ma me mi mo mu..pdf
camiloandres59392040 visualizações
receta.pdf por carmenhuallpa45
receta.pdfreceta.pdf
receta.pdf
carmenhuallpa45201 visualizações
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la... por IGNACIO BALLESTER PARDO
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...
Unicómic 25 años: líneas de investigación para la Didáctica de la Lengua y la...
IGNACIO BALLESTER PARDO26 visualizações
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE NAVIDAD.pdf por NircidaIsabelValleAd
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE NAVIDAD.pdfEXPERIENCIA DE APRENDIZAJE NAVIDAD.pdf
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE NAVIDAD.pdf
NircidaIsabelValleAd179 visualizações
Infografia Planificación didactica por Maria Marquez .pdf por marialauramarquez3
Infografia Planificación didactica por Maria Marquez .pdfInfografia Planificación didactica por Maria Marquez .pdf
Infografia Planificación didactica por Maria Marquez .pdf
marialauramarquez354 visualizações
S1_CPL.pdf por Conecta13
S1_CPL.pdfS1_CPL.pdf
S1_CPL.pdf
Conecta1354 visualizações
Infografia María Fuenmayor S _20231126_070624_0000.pdf por mariafuenmayor20
Infografia María Fuenmayor S _20231126_070624_0000.pdfInfografia María Fuenmayor S _20231126_070624_0000.pdf
Infografia María Fuenmayor S _20231126_070624_0000.pdf
mariafuenmayor2034 visualizações
expresion algebraica.pdf por WilkerlySoto
expresion algebraica.pdfexpresion algebraica.pdf
expresion algebraica.pdf
WilkerlySoto27 visualizações
Norma de Evaluacion de Educacion Secundaria LSB-2023 Ccesa007.pdf por Demetrio Ccesa Rayme
Norma de Evaluacion de  Educacion Secundaria LSB-2023  Ccesa007.pdfNorma de Evaluacion de  Educacion Secundaria LSB-2023  Ccesa007.pdf
Norma de Evaluacion de Educacion Secundaria LSB-2023 Ccesa007.pdf
Demetrio Ccesa Rayme251 visualizações
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx por palaciosodis
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx
1ER TRABAJO DEL ESEQUIBO.docx
palaciosodis23 visualizações

La oracion

  • 1. Tema 1: La oración en la vida cristiana Objetivo: al finalizar esta catequesis tendremos conciencia de la importancia de la oración en la vida cristiana. Lema: “la oración es la mejor comunicación con Dios” Canto: Mi realidad: La hija de un hombre le pidió a un sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del enfermo, encontró a éste en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo. - "Supongo que me estaba esperando", le dijo. - "No ¿quién es usted?", dijo el hombre. - "Soy el sacerdote que su hija llamó para que orara con usted; cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que yo vendría a visitarlo". - "Oh sí, la silla", dijo el hombre enfermo, ¿le importa cerrar la puerta?" El sacerdote sorprendido la cerró. "Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y me salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo. Entonces hace mucho tiempo abandoné por completo la oración. "Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas: te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente tuyo, luego con fe miras a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado el hacerlo pues él nos dijo: "Yo estaré siempre con vosotros". Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora". "Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija…pues me internaría de inmediato en el manicomio." El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo, y que no cesara de hacerlo. Luego hizo una oración con él, le extendió una bendición y se fue a su parroquia. Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó: - "¿Falleció en paz?" - "Sí, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso." "Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde ya lo encontré muerto." "Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar esto?" El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió: - "Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera..." Me instruyo: ¿Qué es la oración?
  • 2. La oración es la elevación del corazón a Dios. Cuando un hombre ora, entra en una relación viva con Dios. La oración es La gran puerta de entrada en La fe. Quien ora ya no vive de sí mismo, para sí mismo y por sus propias fuerzas. Sabe que hay un Dios a quien se puede hablar. Una persona que ora se confía cada vez más a Dios. Busca ya desde ahora La unión con aquel a quien encontrará un día cara a cara. Por eso pertenece a la vida cristiana el empeño por la oración cotidiana. Ciertamente no se puede aprender a orar como se aprende una técnica. Orar, por extraño que parezca, es un don que se recibe a través de La oración. No podríamos orar si Dios no nos diera su gracia. La oración como don de Dios: "La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes"(San Juan Damasceno). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde "lo más profundo" (Sal 130, 14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado (Lc 18, 9-14). La humildad es la base de la oración. "Nosotros no sabemos pedir como conviene"(Rom 8, 26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios (San Agustín). "Si conocieras el don de Dios"(Jn 4, 10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él (San Agustín). "Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva" (Jn 4, 10). Nuestra oración de petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja del Dios vivo: "A mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas" (Jr 2, 13), respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación (Cf. Jn 7, 37-39; Is 12, 3; 51, 1), respuesta de amor a la sed del Hijo único (Cf. Jn 19, 28; Za 12, 10; 13, 1). La oración como Alianza: ¿De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración (gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo, para designar el lugar de donde brota la oración, las Escrituras hablan a veces del alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón (más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si éste está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana. El corazón es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que, a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza. La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre. La llamada universal a la oración: El hombre busca a Dios. Por la creación Dios llama a todo ser desde la nada a la existencia. "Coronado de gloria y esplendor" (Sal 8, 6), el hombre es, después de los ángeles, capaz de reconocer "¡qué glorioso es el Nombre del Señor por toda la tierra!" (Sal 8, 2). Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con Dios, el hombre sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquél que le llama a la existencia. Todas las religiones dan testimonio de esta búsqueda esencial de los hombres (Hch. 17, 27). La Promesa y la oración de la fe: Cuando Dios le llama, Abraham parte "como se lo había dicho el Señor" (Gn 12, 4): todo su corazón se somete a la Palabra y obedece. La obediencia del corazón a Dios que llama es esencial a la oración, las palabras tienen un valor relativo.
  • 3. Por eso, la oración de Abraham se expresa primeramente con hechos: hombre de silencio, en cada etapa construye un altar al Señor. Solamente más tarde aparece su primera oración con palabras: una queja velada recordando a Dios sus promesas que no parecen cumplirse (Gn 15, 2-3). De este modo surge desde los comienzos uno de los aspectos de la tensión dramática de la oración: la prueba de la fe en la fidelidad a Dios. Tipos de oración: 1. La bendición y la adoración: La bendición expresa el movimiento de fondo de la oración cristiana: es encuentro de Dios con el hombre; en ella, el don de Dios y la acogida del hombre se convocan y se unen. La oración de bendición es la respuesta del hombre a los dones de Dios: porque Dios bendice, el corazón del hombre puede bendecir a su vez a Aquel que es la fuente de toda bendición. Dos formas fundamentales expresan este movimiento: o bien la oración asciende llevada por el Espíritu Santo, por medio de Cristo hacia el Padre (nosotros le bendecimos por habernos bendecido; (Ef 1, 3-14; 2 Co 1, 3-7; 1 P 1, 3-9); o bien implora la gracia del Espíritu Santo que, por medio de Cristo, desciende de junto al Padre (es Él quien nos bendice; 2 Co 13, 13; Rm 15, 5-6. 13; Ef 6, 23-24). La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho (Sal 95, 1-6) y la omnipotencia del Salvador que nos libera del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el “Rey de la gloria” (Sal 14, 9-10). 2. La oración de petición: El vocabulario neotestamentario sobre la oración de súplica está lleno de matices: pedir, reclamar, llamar con insistencia, invocar, clamar, gritar, e incluso “luchar en la oración” (Rm 15, 30; Col 4, 12). Pero su forma más habitual, por ser la más espontánea, es la petición: Mediante la oración de petición mostramos la conciencia de nuestra relación con Dios: por ser criaturas, no somos ni nuestro propio origen, ni dueños de nuestras adversidades, ni nuestro fin último; pero también, por ser pecadores, sabemos, como cristianos, que nos apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un retorno hacia Él. 2630 El Nuevo Testamento no contiene apenas oraciones de lamentación, frecuentes en el Antiguo Testamento. En adelante, en Cristo resucitado, la oración de la Iglesia es sostenida por la esperanza, aunque todavía estemos en la espera y tengamos que convertirnos cada día. La petición cristiana brota de otras profundidades, de lo que san Pablo llama el gemido: el de la creación “que sufre dolores de parto” (Rm 8, 22), el nuestro también en la espera “del rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es objeto de esperanza” (Rm 8, 23-24), y, por último, los “gemidos inefables” del propio Espíritu Santo que “viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene” (Rm 8, 26). 2631 La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf el publicano: “Oh Dios ten compasión de este pecador” Lc 18, 13). Es el comienzo de una oración justa y pura. La humildad confiada nos devuelve a la luz de la comunión con el Padre y su Hijo Jesucristo, y de los unos con los otros (cf 1 Jn 1,
  • 4. 7-2, 2): entonces “cuanto pidamos lo recibimos de Él” (1 Jn 3, 22). Tanto la celebración de la Eucaristía como la oración personal comienzan con la petición de perdón. 2632 La petición cristiana está centrada en el deseo y en la búsqueda del Reino que viene, conforme a las enseñanzas de Jesús (cf Mt 6, 10. 33; Lc 11, 2. 13). Hay una jerarquía en las peticiones: primero el Reino, a continuación lo que es necesario para acogerlo y para cooperar a su venida. Esta cooperación con la misión de Cristo y del Espíritu Santo, que es ahora la de la Iglesia, es objeto de la oración de la comunidad apostólica (cf Hch 6, 6; 13, 3). Es la oración de Pablo, el apóstol por excelencia, que nos revela cómo la solicitud divina por todas las Iglesias debe animar la oración cristiana (cf Rm 10, 1; Ef 1, 16-23; Flp 1, 9-11; Col1, 3-6; 4, 3- 4. 12). Al orar, todo bautizado trabaja en la Venida del Reino. 2633 Cuando se participa así en el amor salvador de Dios, se comprende que toda necesidadpueda convertirse en objeto de petición. Cristo, que ha asumido todo para rescatar todo, es glorificado por las peticiones que ofrecemos al Padre en su Nombre (cf Jn 14, 13). Con esta seguridad, Santiago (cf St 1, 5-8) y Pablo nos exhortan a orar en toda ocasión (cf Ef 5, 20;Flp 4, 6-7; Col 3, 16-17; 1 Ts 5, 17- 18). III. La oración de intercesión 2634 La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8, 34; 1 Jn 2, 1; 1 Tm 2. 5-8). Es capaz de “salvar perfectamente a los que por Él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor” (Hb 7, 25). El propio Espíritu Santo “intercede por nosotros [...] y su intercesión a favor de los santos es según Dios” (Rm 8, 26-27). 2635 Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios. En el tiempo de la Iglesia, la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la comunión de los santos. En la intercesión, el que ora busca “no su propio interés sino [...] el de los demás” (Flp 2, 4), hasta rogar por los que le hacen mal (cf. San Esteban rogando por sus verdugos, como Jesús: cf Hch 7, 60; Lc23, 28. 34). 2636 Las primeras comunidades cristianas vivieron intensamente esta forma de participación (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9, 14). El apóstol Pablo les hace participar así en su ministerio del Evangelio (cf Ef 6, 18-20; Col 4, 3-4; 1 Ts 5, 25); él intercede también por las comunidades (cf 2 Ts 1, 11; Col 1, 3; Flp 1, 3-
  • 5. 4). La intercesión de los cristianos no conoce fronteras: “por todos los hombres, por [...] todos los constituidos en autoridad” (1 Tm 2, 1), por los perseguidores (cf Rm 12, 14), por la salvación de los que rechazan el Evangelio (cf Rm 10, 1). IV. La oración de acción de gracias 2637 La acción de gracias caracteriza la oración de la Iglesia que, al celebrar la Eucaristía, manifiesta y se convierte cada vez más en lo que ella es. En efecto, en la obra de salvación, Cristo libera a la creación del pecado y de la muerte para consagrarla de nuevo y devolverla al Padre, para su gloria. La acción de gracias de los miembros del Cuerpo participa de la de su Cabeza. 2638 Al igual que en la oración de petición, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias. Las cartas de san Pablo comienzan y terminan frecuentemente con una acción de gracias, y el Señor Jesús siempre está presente en ella. “En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1 Ts 5, 18). “Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4, 2). V. La oración de alabanza 2639 La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. Le canta por Él mismo, le da gloria no por lo que hace, sino por lo que Él es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en la fe antes de verle en la gloria. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (cf. Rm 8, 16), da testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y por quien glorificamos al Padre. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que es su fuente y su término: “un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros” (1 Co 8, 6). 2640 San Lucas menciona con frecuencia en su Evangelio la admiración y la alabanza ante las maravillas de Cristo, y las subraya también respecto a las acciones del Espíritu Santo que son los Hechos de los Apóstoles: la comunidad de Jerusalén (cf Hch 2, 47), el tullido curado por Pedro y Juan (cf Hch 3, 9), la muchedumbre que glorificaba a Dios por ello (cf Hch 4, 21), y los gentiles de Pisidia que “se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor” (Hch 13, 48). 2641 “Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Ef 5, 19; Col 3, 16). Como los autores inspirados del Nuevo Testamento, las primeras comunidades cristianas releen el
  • 6. libro de los Salmos cantando en él el Misterio de Cristo. En la novedad del Espíritu, componen también himnos y cánticos a partir del acontecimiento inaudito que Dios ha realizado en su Hijo: su encarnación, su muerte vencedora de la muerte, su resurrección y su ascensión a su derecha (cf Flp 2, 6-11; Col 1, 15-20; Ef 5, 14; 1 Tm 3, 16; 6, 15-16; 2 Tm 2, 11-13). De esta “maravilla” de toda la Economía de la salvación brota la doxología, la alabanza a Dios (cf Ef 1, 3- 14; Rm 16, 25-27; Ef 3, 20-21; Judas 24-25). 2642 La revelación “de lo que ha de suceder pronto” —el Apocalipsis— está sostenida por los cánticos de la liturgia celestial (cf Ap 4, 8-11; 5, 9-14; 7, 10-12) y también por la intercesión de los “testigos” (mártires) (Ap 6, 10). Los profetas y los santos, todos los que fueron degollados en la tierra por dar testimonio de Jesús (cf Ap 18, 24), la muchedumbre inmensa de los que, venidos de la gran tribulación nos han precedido en el Reino, cantan la alabanza de gloria de Aquel que se sienta en el trono y del Cordero (cf Ap 19, 1-8). En comunión con ellos, la Iglesia terrestre canta también estos cánticos, en la fe y la prueba. La fe, en la petición y la intercesión, espera contra toda esperanza y da gracias al “Padre de las luces de quien desciende todo don excelente” (St 1, 17). La fe es así una pura alabanza. 2643 La Eucaristía contiene y expresa todas las formas de oración: es la “ofrenda pura” de todo el Cuerpo de Cristo a la gloria de su Nombre (cf Ml 1, 11); es, según las tradiciones de Oriente y de Occidente, “el sacrificio de alabanza”. Dinámica: Misionando: Oración: