2. Isel Martínez, 1r premi en narrativa
El náufrago
En un suspiro vuelves a aparecer. Ahí, a mi lado.
Y no te vas ¿eh? Te gusta quedarte y recordarme lo bonita que eres.
Te apareces y sonríes, y me siento mucho mejor en tu compañía. Me
recuerdas a ésas noches cálidas de verano, llenas de esperanza para todo el
mundo. Incluso para mí, al tenerte.
Caminas y me llevas a lugares vacíos, lúgubres, en los que solo me apetece
llorar. Me invaden el miedo, la soledad la tristeza y la melancolía. Pero tu
estás a mi lado, ¿cómo voy a hundirme?
Te siento cerca, mi corazón late cada vez más fuerte.
¿Te he dicho ya que si no te tengo muero?
Vuelves a visitarme, mi estómago da un vuelco. ¡Qué bella eres cuando el aire
mece tu melena, cuando la brisa acaricia tus mejillas y muestras tus perlas
embriagando mi interior!
¿Por qué no paras de recordarme todo lo que hemos vivido? Céntrate en lo que
nos queda por vivir.
Háblame, hace tiempo que no lo haces, ya no recuerdo tu dulce voz. Llévame
con la harmonía de tu palabra a donde nadie nos pueda molestar.
¿Por qué me dicen que lo supere? ¿Por qué he de superarte?
¿Por qué cada día tu cara se difumina y los detalles de tu rostro desaparecen?
¿Y tu voz? ¿Dónde ha quedado?
No te das cuenta de que eres lo que más necesito, que a tu lado soy feliz, que
tu sonrisa ilumina mis días cual un faro impide que su barco naufrague.
Tú eres mi faro y te vas apagando.
Estás muerta, y yo he naufragado.