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Era una época fluvial de tierras fértiles y arboledas selváticas, érase todo un ecosistema donde
infinidad de especies animales campaban a sus anchas. Los más dóciles nutríanse de las
cormófitas que sus cortos perniles les permitían alcanzar. Empero, al acecho del herbívoro
siempre hay un astuto depredador que afina su instinto con su hambre y sacia su hambre
hincando su afilado colmillo. La desgarradora e insaciable bestia es imbatible en cuanto a
fuerza y voracidad pero aún así en el trono de la cadena trófica yace un aletargado hongo con
textura y aspecto de glande. Excepcionalmente existe una peculiar excepción en la rueda de la
vida, existe un eslabón apartado que en ocasiones devora y en otras es devorado. Este
Neardental unas veces se arma de estrategia y estoicismo y regresa triunfal a su guarida con la
alimaña a rastras. Contrariamente, en otras ocasiones ni siquiera vuelve a su cueva a darse el
banquete, el cazador es cazado. Esa vez no se armó con lo necesario sino que le pudo su
tozudez, su imbecilidad y sobretodo su bisoñez. La vida te enseña lecciones trascendentales
que si no asimilas a las primeras de cambio estiras la pata y te vas al otro barrio. Ser humano
significa equivocarse y rectificar en cuanto surge la oportunidad. Sólo sobrevive y evoluciona
quien se percata de su error y nunca más lo vuelve a cometer.
Pues bien, al borde de un barranco, sobre una consistente roca caliza, reposaba un peludo
Neardental con no más vestimenta que su taparrabos de piel de bucardo. Mientras
contemplaba el alba su estómago comenzó a emitir unos crujidos que se intensificaron al
rebotar en las más altas montañas Pirenaicas y retornar en forma de eco. Se levantó como un
resorte impulsado por su hambre y al darse la vuelta reconoció entre unos matojos a su
2. parienta. Seguramente estaba recolectando hierbas o plantas medicinales para curar las
dolencias de los integrantes del clan. El joven pero fornido Neardental no artículo palabra
alguna pero sí le dedicó una sonrisa que la mujer recibió ruborizándose. A paso firmemente
rápido se dirigió no a la cueva a por sus utensilios y armas de caza sino que directamente se
adentró en el bosque caducifolio. Ahí reside su fatal error. Era tanta el hambre que tenía que
en vez de tranquilamente ir a la cueva a armarse y tal vez solicitar acompañante, fue
presuntuosamente osado a enfrentarse a su desayuno. Aún no le dolían los pies pese a ir
descalzo y llevar ya un rato buscando. Por el camino recogió y depositó en su zurrón unas
piedras de sílice contorneadas con filos y una rama larga y oronda. Oyó un gruñido por su
derecha. Su corazón empezó a latir más deprisa. En apenas medio segundo giró su cabeza en
dirección al ruido y seguidamente la volvió a su eje. Delante suyo se abría paso un oso pardo
que se hizo enorme cuando se erigió sobre sus dos patas traseras. Rápidamente gastó las
piedras y ametralló al animal sin que éste apenas se inmutase. Retrocedió cuatro pasos hasta
que su nalga derecha chocó con algo puntiagudo. Giró para mirar y resulta que el hocico de
otro oso un tanto más pequeño había topado con su glúteo. Con todas sus fuerzas empuñó la
rama que llevaba consigo y golpeó al oso frente a él. La bestia se enfureció y con un zarpazo
partió la rama en dos y el Neardental cayó al suelo lleno de hojarasca. La pareja de osos en
sincronía atizaban al hombre por sus costados. Si no había muerto ya seguro que estaba a
punto. Suertudamente, el destino concedió una segunda oportunidad al todavía novato
Neardental. De entre los árboles emergieron cinco o seis hombres de su mismo clan y con
todas las lanzas que acarreaban primero desviaron la atención que los osos prestaban al
dolorido, contusionado y sangrante hombre caído y en segunda instancia lograron que las
bestias huyesen del lugar. Como podrás imaginar, entre todos los guerrilleros cargaron con el
cuerpo inmóvil e inconsciente y lo transportaron hasta su gruta. Allí su mujer lavó las heridas y
las envolvió con hojas de una planta medicinal que acelera la cicatrización.
Tuvieron que pasar unas horas hasta que despertase de su inconsciencia. Abría sus
párpados muy lentamente y cuando consiguió enfocar reconoció sentada junto a él a su
amada. Entonces contempló su torso y brazos gravemente magullados. Sorprendido y
sollozante miró fijamente los ojos de su amada. Se dibujó en el rostro de ambos una sonrisa
única muy natural antes jamás vista. Dentro, en su mente, no pensaban nada, pero sí, sí que se
dieron cuenta: es un milagro, ha sobrevivido, ha sido el destino, una segunda oportunidad para
vivir. Éste era su presente. No tenían ni idea que gracias a aquella oportunidad les deparaba un
futuro mágicamente feliz lleno de alegrías. Y así fue. Pasaron toda la vida juntos, engendraron
cuatro hijos y siete hijas e incluso ya de ancianos fundaron su propio clan en una cueva mucho
más grande y segura. Todo su futuro, aunque sin saberlo, pasó por sus ojos. Tampoco podían
saber ni ser conscientes del futuro lejano que deparaba a su familia. Sus hijos tendrían hijos y
así sucesivamente hasta que un día uno de ellos mutara y evolucionara en una especie
superior. Muchas generaciones y muchos miles de años después, llegamos a la actualidad y
aún se conserva su linaje. La prueba irrefutable de ello te está escribiendo ahora mismo un
mensaje. Efectivamente, cada uno de nosotros tenemos una familia lejana que vivía en el
Pleistoceno de la cuál somos descendientes. Y, ¿quién iba a decir que ahora yo iba a cometer
un error al igual que hizo mi ancestro, que pondría tontamente mi vida en juego? Nunca he
tenido la muerte tan próxima, todo por una estupidez. Menos mal, y doy gracias a ti y al propio
destino por resurgir de entre los difuntos y ser agraciado con esta oportunidad. Oportunidad
única que aprovecharé siempre sin cometer ningún error. Oportunidad para amarte, estar a tu
lado y dártelo todo. Sin ti carezco de energía y soy todo abulia pero contigo irradio luz, energía
3. y felicidad. Ya he aprendido, Rocío de mi Rosa. Vivamos juntos, tengamos descendientes. De
aquí a otros 35.000 años seremos protagonistas de una historia con final muy feliz que nuestra
prole contará resumidamente al amor de su vida al igual que yo te narro resumidamente lo
que ocurrió con mi antepasado.
PD: por fin vuelvo a tuenti tras más de dos meses ausente.
PD2: Al mismo tiempo que el Neardental se metía en apuros, en algún lugar al otro lado del
Atlántico, había una tribu preincaica de tu alcurnia. Generación tras generación se han
ensamblado los genes perfectos perfectamente hasta dar lugar a todo un bellezón sin
precedentes que tiene un ánima que abarca el universo entero y que en mí ha penetrado
especialmente sintiéndote en lo más profundo de mi ser. Eres increíble Kariño y algún día
narraré las aventuras de tu tribu ancestral.
Te anhelo infinitamente con cada célula de mi cuerpo y con cada brizna de mi alma.
No sólo te dedico amorosísimamente este comentario y esta canción, te dedico mi vida entera.
http://www.youtube.com/watch?v=U4SlqurRRRo