Muchos piensan que innovar es clave y para lograrlo con éxito debemos insistir en 2 dimensiones; dinero y tecnología
Algunos países y algunas empresas tras años de fuertes inversiones en innovación cuando comparan con los resultados obtenidos de la innovación... no siempre son rentables.
Merece la pena la reflexión sobre si existen otros factores no monetarios ni tecnológicos que son caves como el liderazgo, las personas, la organización, conocimiento profundo del cliente....
Rendicion de cuentas del Administrador de Condominios
¿Estalla la burbuja de la innovación? Tomas Elorriaga Banpro 2014
1. ¿ESTALLA LA BURBUJA DE LA INNOVACION?
¿ES RENTABLE NUESTRO SISTEMA DE INNOVACION?
Podemos tomar diversas perspectivas para responder a esta pregunta.
Una perspectiva puede ser de país, si realmente todos los esfuerzos e inversiones
generadas creando redes de centros tecnológicos, ayudas a la innovación, centros de
investigación… merecen la pena o no. Corresponde a otros hacer este análisis aunque
tengo opinión que la daré a lo largo de esta reflexión. Llegó algo que hemos llamado
“crisis” y comenzamos a cuestionarlo todo.
La perspectiva que más me interesa es la de la propia empresa, que son quienes
realmente generan prosperidad y especialmente las organizaciones que han hecho una
apuesta firme y decidida por la innovación de verdad, han creado dinámicas de
innovación sostenidas y ante el impulso de su internacionalización que exige
inversiones, la reducción de ventas y rentabilidad en mercados nacionales se cuestiona
la rentabilidad de su propio sistema de innovación. ¿Recortamos la innovación?
Innovar es clave para avanzar, es como el respirar, y debe hacerse de forma continua
para hacer que nuestros modelos de negocio y bienestar social perduren pero la
reflexión sobre la eficiencia de nuestro sistema de innovación es pertinente. Si
queremos hacer un análisis de rentabilidad de la innovación, lo primero que me
preocupa es quienes hacen este análisis, desde que perspectivas y con que criterios.
Es habitual que en “malos tiempos” los financieros tomen parcelas mayores de poder en
las organizaciones y deseen medir en cifras algo tan complejo, cualitativo y profundo.
Comienzan analizando los resultados, es decir, cuanto ha aportado al negocio las
innovaciones realizadas en el pasado en forma de ventas, márgenes…. Aquí se olvidan
que mucho valor es intangible como aspectos de marca, imagen ante clientes,
crecimiento de capacidades en profesionales, presencia en mercados o clientes de alto
2. potencial, relaciones con redes, acceso a conocimiento… que son difícilmente
cuantificables.
Otro aspecto que se ponen a medir son las inversiones realizadas en innovación. Aquí se
cuantifican los gastos en proyectos, en el propio sistema de innovación, personas,
tecnologías…. Pero claro, algunas inversiones están realizadas (siembra) y darán fruto
en el futuro próximo, es decir, cuentas los gastos pero no los resultados (cosecha)…
además la reducción de subvenciones ha hecho que algunos proyectos de innovación
tengan que ser asumidos por las empresas, sin tanto apoyo institucional. ¿Revienta la
burbuja de la innovación como lo han hecho otras burbujas? ¿Quedarán subvenciones
sin asignarse?
Cuando los amantes de las cifras dividen los € obtenidos por los € invertidos llegan
rápido a la conclusión de cuantos € se ganan por cada € invertido en innovación. Ahora
creen poder tomar decisiones acertadas. En algunos casos llegan a conclusiones como
que es muy rentable, que lo invertido y obtenido es muy parecido y en otros casos que
se debe recortar la innovación, que el sistema de innovación para la empresa no es
rentable.
El no innovar no es una opción. Es comprensible que algunas empresas deban revisar la
cantidad de proyectos y que deban ser mas estrictos en los gastos… pero espero que no
recortemos de donde no debemos, que no eliminemos los proyectos que generarán
esperanza y valor futuro en las empresas. Podemos dar a corto buenos resultados pero
lamentarlo a medio plazo.
Lo que parece demostrarse es que podemos poner tecnología, fondos, subvenciones,
inversores e investigadores a disposición de las empresas, pero si los valores de la
Propiedad y Dirección , las creencias y las decisiones están próximas a la seguridad, a la
estabilidad, a la certeza, al resultado a corto plazo, al control… lo mas normal es lo que
sucede, que se prefiera no arriesgar salvo que haya subvenciones y que tomemos
posiciones defensivas ante la incertidumbre cuando debemos gastar nuestro propio
dinero.
Lo que ocultan estos datos numéricos es que realmente las dinámicas para la innovación
no es que sean caras sino que obtenemos pocos resultados de la innovación, indican que
hay muchas empresas que innovan y pocas empresas realmente innovadoras. Hace ver
que muchos enfoques de la innovación son incompletos y parciales en el mejor de los
casos. Cuando se ve descompensado las inversiones en innovación con los resultados
unos se quedan con lo que se gasta pero debemos mirar principalmente lo que se
obtiene. La transformación para la innovación está pendiente y que los valores de la
3. cultura de innovación deben generarse , liderarse y asentarse. Se sabe que las claves
críticas de la innovación no son monetarias, me atrevería a decir que ni tecnológicas,
pero muchos parecen no haberse enterado. La maravillosa y costosa infraestructura
tecnológica del país si es tan buena y excelente debiera ser viable y no económicamente
dependiente. Idem para las empresas.
A nuestros clientes hemos recomendado una combinación de eliminar proyectos
superfluos, mantener proyectos clave pese a las circunstancias, reducir el riesgo y gastos
en algunos proyectos de innovación potenciando la colaboración con otras empresas y
principalmente tratar de incrementar la efectividad de la innovación para que invirtiendo
lo mismo o algo menos podamos incrementar los resultados de la innovación como se
hace en el norte de Europa. No se trata de innovar o no sino de aumentar la eficiencia de
la innovación si o si. Esto exige definir y tomar medidas no monetarias sino de enfoque
de la innovación, tipos de innovación a realizar, nivel de innovación, conocimiento
profundo de los clientes, captación sistemática de oportunidades, transformar la
organización dando poder de decisión, compromiso de las personas, potenciar el
liderazgo de la innovación en la Dirección en vez de delegarlo al Dpto de I+D, vamos,
lo que sigue todavía pendiente.
Tomas Elorriaga
Director de BANPRO
tomas@banpro.es
21 de marzo 2014