Para poder amar verdaderamente a otra persona, primero debes amarte y estar bien contigo mismo. Solo cuando seas capaz de ser feliz independientemente y no necesites a otra persona para serlo, estarás listo para una relación donde dos personas felices comparten su felicidad en lugar de depender la una de la otra para serlo. Antes de involucrarte en una relación, asegúrate de valorarte a ti mismo, quererte y respetarte para luego poder valorar, querer y respetar a otra persona.