Un ciego tantea en el atardecer
cuentas de diferentes colores
y las separa en grupos del mismo color.
Pero los dedos del ciego
abandonan de pronto su neutralidad
y comienzan a teñirse sucesivamente
con el color de cada grupo.
Y cada vez que eso ocurre
un extraño temblor se apodera un instante
de los ojos del ciego.
Sólo las grandes privaciones
pueden aproximarse a las nuevas fronteras,
a los ímprobos límites
de las afirmaciones desconocidas.
(Roberto Juarroz, Quinta poesía vertical,
14)
I
Lo han despojado del diverso mundo,
de los rostros, que son lo que eran antes,
de las cercanas calles hoy distantes,
y del cóncavo azul, ayer profundo.
De los libros le queda lo que deja
la memoria, esa forma del olvido
que retiene el formato, no el sentido,
y que los meros títulos refleja.
El desnivel acecha. Cada paso
puede ser la caída. Soy el lento
Prisionero de un tiempo soñoliento
que no marca su aurora ni su ocaso.
Es de noche. No hay otros. Con el verso
debo labrar mi insípido universo.
(J. L. Borges, El ciego, El oro de los
tigres)
Pero al niño ciego le dicen ésta es la lluvia
y él acepta en el dorso de la mano
y le dicen éste es el azulejo
y él pasa suavemente las yemas por el cuello
corvo
Lluvia, azulejo: nombres
para las perplejidades de niño
ciego
(José Manuel Arango, Cantiga, Apalabrar)
Algunos pasajes de Las voces de los ciegos. (Elias Canetti)
"… Sueño con un hombre al que se le hayan
olvidado las lenguas de la tierra hasta que en
ningún país pueda entender ya lo que la
gente diga. ¿Qué hay en el lenguaje? ¿Qué
es lo que oculta? ¿Qué es lo que nos quita?
(...) Todos los ciegos ofrecen al que pasa el
nombre de Dios, sobre el cual es posible
adquirir un derecho dándoles limosna.
Empiezan y terminan con Dios, repitiendo su
nombre diez mil veces al día. (...) Son
arabescos acústicos en torno a Dios, mucho
más impresionantes que los visuales" (24)
PARA TERMINAR:
UNA MUESTRA VISUAL DE SOPHIE CALLE: SOPHIE CALLE -
HISTORIAS DE PARED - LOS CIEGOS Y VER EL MAR - YOUTUBE