07 01-08 apoya eugenio hernandez a casi 6 mil tamaulipecos - nota en diario d...Eugenio Hernández
En una de las acciones con mayor sentido social
emprendida por el gobierno de Eugenio Hernández Flores, casi seis mil personas con problemas de
discapacidad, residentes de comunidades marginadas o mayores de 40 años fueron incorporadas en 2007 a la productividad y a un mayor bienestar, mediante el Programa de Capacitación para el Autoempleo.
Al dar continuidad a su meta anual de generar al menos 30 mil plazas laborales, el jefe del Ejecutivo estatal instrumentó una serie de acciones mancomunadas que abrieron las puertas a un ingreso digno a miles de tamaulipecos.
Mediante el Servicio Estatal del Empleo, Eugenio Hernández promueve estrategias que en el año que acaba de terminar dejó como balance que, de las 30 mil 97 ocupaciones generadas en Tamaulipas, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 20 mil 624 se crearon por medio de los servicios de vinculación laboral de la dependencia tamaulipeca, como son la Bolsa de Trabajo y las ferias del empleo.
Eso significa que de las plazas laborales surgidas, dos de cada tres fueron impulsadas por los servicios que ofrece
En forma específica, los beneficios más notables los registró la gente que padece restricciones para su
empleabilidad asalariada, por vivir en poblaciones pequeñas, que padecen alguna discapacidad o bien son
A todos ellos se les incorporó mediante la capacitación para el autoempleo otorgándoles un apoyo económico y
paquetes de herramienta, así como equipamiento de empresas familiares. En este esquema lograron participar
cinco mil 917 personas, de las cuales casi cuatro mil iniciaron ya una actividad laboral independiente o como emprendedores del sector social.
14 01-08 remodelacion parque tamaulipa - columna en linea directaEugenio Hernández
Cambian los tiempos o más que cambiar, parecerían regresar sobre el camino ya andado. Mire usted, aparentemente con el aval de todos los partidos, de acuerdo a un nuevo proyecto de ley, quien incumpla el Servicio Militar Obligatorio podría ser sancionado hasta con un mes de cárcel.
A saber si esto sea bueno, malo o regular, dejo a la sabiduría del lector la mejor opinión.
A mí por lo pronto me recuerda una poesía aprendida en la escuela primaria e intitulada "El Desertor", del veracruzano SALVADOR DIAZ MIRON, la del soldado que abandona el frente ante la urgencia imperiosa de solventar el hambre de su familia ("Cuadro que tuve delante y que hoy como entonces veo, ante un pelotón el reo y, en un flanco, el comandante").
Frente al paredón, el interrogatorio del jefe militar al detenido resulta tan categórico ("¿Porque huiste a la
montaña?") como ilustrativa la respuesta ("porque en mi cabaña, estaban sin pan mis hijos") y tan imperativa la
insistencia ("¿Porque trocaste el arado por el fusil?") como igualmente clara la explicación del acusado ("Señor, ha sido violencia, la leva me hizo soldado").
Eran tiempos de guerra, desde luego. El México que presenció DIAZ MIRON (1853-1928) era muy distinto al
nuestro.
Ahora no hay guerra, por lo menos formal; no ante ejércitos regulares.
Son otras las guerras que se libran ahora, contra la delincuencia organizada, el hambre, el atraso social, la
desigualdad y diversas formas de barbarie tecnológica antaño desconocidas.
Pues bien, de acuerdo a la información que ahora circula, los mexicanos que habiendo sido sorteados dentro del
Servicio Militar Nacional no se presenten dentro del plazo marcado por la Secretaría de la Defensa, serían
sancionadas con un mes de cárcel militar.
Ello estaría contenido en el proyecto (aún en vías de aprobación, conste) del nuevo Código de Justicia Militar que
actualmente estudia la Cámara de Diputados.
Quien falle estaría cometiendo delito de "insumisión", lo cuál equivale a lo que en otras latitudes se conoce como "desobediencia civil al ejército".
Decía DIAZ MIRON en aquel breve poema que "la disciplina es un yugo" y en efecto lo es. Aunque nunca está de
más recordar que son los hombres los que hacen las leyes y no las leyes las que hacen a los hombres.
07 01-08 apoya eugenio hernandez a casi 6 mil tamaulipecos - nota en diario d...Eugenio Hernández
En una de las acciones con mayor sentido social
emprendida por el gobierno de Eugenio Hernández Flores, casi seis mil personas con problemas de
discapacidad, residentes de comunidades marginadas o mayores de 40 años fueron incorporadas en 2007 a la productividad y a un mayor bienestar, mediante el Programa de Capacitación para el Autoempleo.
Al dar continuidad a su meta anual de generar al menos 30 mil plazas laborales, el jefe del Ejecutivo estatal instrumentó una serie de acciones mancomunadas que abrieron las puertas a un ingreso digno a miles de tamaulipecos.
Mediante el Servicio Estatal del Empleo, Eugenio Hernández promueve estrategias que en el año que acaba de terminar dejó como balance que, de las 30 mil 97 ocupaciones generadas en Tamaulipas, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 20 mil 624 se crearon por medio de los servicios de vinculación laboral de la dependencia tamaulipeca, como son la Bolsa de Trabajo y las ferias del empleo.
Eso significa que de las plazas laborales surgidas, dos de cada tres fueron impulsadas por los servicios que ofrece
En forma específica, los beneficios más notables los registró la gente que padece restricciones para su
empleabilidad asalariada, por vivir en poblaciones pequeñas, que padecen alguna discapacidad o bien son
A todos ellos se les incorporó mediante la capacitación para el autoempleo otorgándoles un apoyo económico y
paquetes de herramienta, así como equipamiento de empresas familiares. En este esquema lograron participar
cinco mil 917 personas, de las cuales casi cuatro mil iniciaron ya una actividad laboral independiente o como emprendedores del sector social.
14 01-08 remodelacion parque tamaulipa - columna en linea directaEugenio Hernández
Cambian los tiempos o más que cambiar, parecerían regresar sobre el camino ya andado. Mire usted, aparentemente con el aval de todos los partidos, de acuerdo a un nuevo proyecto de ley, quien incumpla el Servicio Militar Obligatorio podría ser sancionado hasta con un mes de cárcel.
A saber si esto sea bueno, malo o regular, dejo a la sabiduría del lector la mejor opinión.
A mí por lo pronto me recuerda una poesía aprendida en la escuela primaria e intitulada "El Desertor", del veracruzano SALVADOR DIAZ MIRON, la del soldado que abandona el frente ante la urgencia imperiosa de solventar el hambre de su familia ("Cuadro que tuve delante y que hoy como entonces veo, ante un pelotón el reo y, en un flanco, el comandante").
Frente al paredón, el interrogatorio del jefe militar al detenido resulta tan categórico ("¿Porque huiste a la
montaña?") como ilustrativa la respuesta ("porque en mi cabaña, estaban sin pan mis hijos") y tan imperativa la
insistencia ("¿Porque trocaste el arado por el fusil?") como igualmente clara la explicación del acusado ("Señor, ha sido violencia, la leva me hizo soldado").
Eran tiempos de guerra, desde luego. El México que presenció DIAZ MIRON (1853-1928) era muy distinto al
nuestro.
Ahora no hay guerra, por lo menos formal; no ante ejércitos regulares.
Son otras las guerras que se libran ahora, contra la delincuencia organizada, el hambre, el atraso social, la
desigualdad y diversas formas de barbarie tecnológica antaño desconocidas.
Pues bien, de acuerdo a la información que ahora circula, los mexicanos que habiendo sido sorteados dentro del
Servicio Militar Nacional no se presenten dentro del plazo marcado por la Secretaría de la Defensa, serían
sancionadas con un mes de cárcel militar.
Ello estaría contenido en el proyecto (aún en vías de aprobación, conste) del nuevo Código de Justicia Militar que
actualmente estudia la Cámara de Diputados.
Quien falle estaría cometiendo delito de "insumisión", lo cuál equivale a lo que en otras latitudes se conoce como "desobediencia civil al ejército".
Decía DIAZ MIRON en aquel breve poema que "la disciplina es un yugo" y en efecto lo es. Aunque nunca está de
más recordar que son los hombres los que hacen las leyes y no las leyes las que hacen a los hombres.