2. Cordillera de los Andes
La cordillera de los Andes es una cadena de montañas de América del Sur comprendida entre los 11 ° de latitud N y
los 55 ° de latitud S, que atraviesa Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y parte de Venezuela. Su altura
media ronda los 4000 metros y su punto más alto es el Aconcagua,1 Argentina, cuyos 6960,8 msnm transforman a
esta montaña en la más alta del planeta fuera del sistema de los Himalaya.
Los Andes constituyen una enorme masa montañosa que alberga los volcanes más altos del planeta. Ocupa una
superficie aproximada de 3 370 794 km² que contornea la costa del océano Pacífico a lo largo de 7240 km,
transformándola en la cadena montañosa más larga de la Tierra.2 En el extremo meridional, los Andes se hunden
en el océano Atlántico al este de la isla de los Estados,3 4 mientras que en el extremo septentrional se prolongan
hasta casi tocar el mar Caribe.
En su parte meridional, sirve de frontera natural entre Argentina y Chile, zona en la que se hallan las montañas más
altas del continente. En la zona central, los Andes se ensanchan dando lugar a una meseta elevada conocida como
altiplano, compartido por Argentina, Bolivia, Chile y Perú. La cordillera se vuelve angosta nuevamente en el norte
del Perú y Ecuador, se ensancha de nuevo en Colombia donde también se divide en tres ramas, dos de ellas se van
al norte y noroeste de Colombia y una se va a Venezuela.
3. Etimología
La primera menciona que el probable origen de la voz «Andes» sería el término quechua anti,
'cresta elevada'. Algunos suponen que derivaría de otra palabra quechua, Antisuyo, uno de los
cuatro suyos o regiones del Imperio inca; sin embargo, es más probable que el nombre de
ese suyo haya provenido de la cordillera en cuestión.
Otra señala que el nombre se habría originado en la voz aimara anta, 'color de cobre', de la misma
familia que el quechua anta, 'cobre'. El nombre fue usado por primera vez por el cronista
hispanoperuano Inca Garcilaso de la Vega y se refería a aquella zona de los Andes que está cerca
de Cuzco, donde hay vetas y depósitos metalíferos y los óxidos de los elementos metálicos
mantienen un color cobrizo.5
Más dudosa es la etimología española, que lo haría provenir de la palabra «andén»; sin embargo, es
probable que los españoles modificaran la voz quechua anti al notar que eran frecuentes en las
laderas de esta cordillera los cultivos mediante terrazas o andenes. Es de notar que los quechuas
del Tahuantinsuyo solían denominar «Anti» a los sistemas montañosos más orientales que
señalaban aproximadamente los límites de ese imperio. Por esto, algunas elevadas sierras
Pampeanas, como la del Aconquija, eran incluidas en los «Anti» aunque pertenecieran a sistemas
orográficos independientes.