El documento habla sobre la benignidad como un fruto del Espíritu. Explica que Dios es nuestro modelo de benignidad al hacer llover sobre justos e injustos. Nos invita a seguir su ejemplo amando a nuestros enemigos y orando por los que nos persiguen. También enfatiza la importancia de mostrar benignidad en nuestras palabras y acciones hacia los demás.
Agenda Organización Escuela Sabatica Culto (Opción 1).pdf
Leccion 06 El Fruto Del EspíRitu Es Benignidad Sef
1. EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES B E N I G D A N I D Lección 6 para el 6 de febrero de 2010
2.
3. NUESTRO MODELO Dios es benigno y actúa benignamente con todos. Él es nuestro Modelo. Él, por ejemplo, hace salir el sol y llover sobre justos e injustos. Pero ciertamente, ninguno nos merecemos ese trato benigno. Mateo 5:43-48 “Aunque Dios recompensa la virtud y castiga la culpa, no deja de derramar sus bendiciones sobre los impíos aunque ellos deshonren diariamente su nombre. Permite que el sol y la lluvia caigan sobre justos e injustos, dándoles a todos prosperidad temporal. Si un Dios santo manifiesta tal paciencia y benevolencia hacia los rebeldes e idólatras, cuán necesario es que los seres humanos imperfectos muestren un espíritu semejante hacia sus prójimos” Elena G. de White; Folleto: Redemption: or the Teachings of Christ, the Anointed One, pp. 76, 77
8. BENIGNIDAD EN NUESTRAS PALABRAS Debemos ser cuidadosos no solo con lo que decimos sino también en cómo lo decimos. También transmitimos mensajes con nuestra actitud, nuestros gestos, nuestra entonación. “La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra” (Proverbios 12:25) “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1) “El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23) “Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11)
9. BENIGNIDAD EN NUESTROS ACTOS “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones… si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (1 Pedro 2:1, 3) Este fruto del Espíritu se debe mostrar en cada acto de nuestra vida. Debemos ser benignos con los demás sin esperar recibir nada a cambio. Sin embargo, en general, la manera en que tratamos a otros impactará sobre cómo somos tratados nosotros. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12)
10. SER BENIGNOS “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” (Colosenses 3:12) Si llevamos a Jesús en nuestro corazón, Él nos vestirá de benignidad. Nuestro mundo necesita creyentes que reflejen en sus vidas la benignidad de Cristo. Si queremos que escuchen de la salvación, primero tienen que sentir nuestra sincera benignidad.
11. “Cuando un sentimiento de la benignidad de Dios refrigere constantemente el alma, se reflejará en el rostro mediante una expresión de paz y gozo. Se manifestará en palabras y en obras. Y el generoso Espíritu Santo de Cristo, al obrar sobre el corazón, comunicará a la vida una influencia convertidora sobre los demás” Elena G. de White, Dios nos cuida, 28 de agosto