6. propuesta para solucionar estructuralmente el modelo de gestión del recurso hídrico. ruben olarte
1. LA SOLUCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DEL AGUA EN CALI PASA
POR UN CAMBIO EN EL MODELO DE GESTIÓN DEL RECURSO
HÍDRICO.
El agua cubre casi un 80% de la superficie de la Tierra. Aunque pareciera un recurso muy
abundante, es importante subrayar que menos del 1% de ella es agua dulce, es decir, apta
para consumo humano y animal, usos domésticos, agropecuarios, industriales y
comerciales. Por otra parte, el agua salada sustenta importantes cadenas alimenticias claves
para la alimentación mundial, además vive en ella una vegetación muy pequeña que es la
que aporta más del 60% del oxígeno de nuestro planeta. Asia tiene el 60% de la población
mundial y solo el 36% del recurso hídrico. Europa posee el 13% de población y el 8% del
recurso agua. En África reside el 13% de la población y cuenta con el 36% del recurso
hídrico. América 14% de la población mundial, disfruta del 41% del recurso en cuestión;
de esta cifra, a América del Sur le pertenece el 26%.
Colombia es un país privilegiado en disponibilidad de agua al igual que el Valle del Cauca
y Cali. Nuestro departamento – en la vertiente del Cauca - dispone de una media anual de
aguas superficiales de 410 metros cúbicos por segundo sin incluir el caudal del Rio Cauca
antes de Salvajina; de estos, 326 M3/ seg son aportados por los tributarios a la cuenca en
el área del Valle del Cauca y el resto por sus afluentes en el vecino departamento del
Cauca. En el período seco Julio, época de mayor demanda de agua la oferta es del orden de
280 M3 /seg sin contar con las aguas subterráneas que aportan históricamente entre un 5 y
un 7 % más a la oferta departamental de agua. Hace dos décadas la oferta hídrica de la
vertiente del Pacifico era el triple de la del Cauca, alcanzando 1363 M3 /seg.
La demanda media anual en la cuenca del Cauca se sitúa por los 150 M3/seg de los cuales la
tercera parte son para uso doméstico e industrial en tanto que para uso agropecuario la
demanda de agua supera los 100 M3 /seg. En período seco la demanda de agua del sector
agropecuario se dispara y podríamos decir que su consumo es cercano a los 250 M3/seg por
lo que los pozos profundos son la alternativa que les queda a nuestros agricultores. Desde
hace 15 años, cuando formulamos el primer Plan Departamental del Agua, advertimos que
el balance hídrico del Valle geográfico del Cauca iba a presentar déficit en el 2020, lo cual
sigue siendo cierto, déficit que se ha visto adelantado por el deterioro gravísimo de la
calidad de las aguas, que merced a los vertimientos agrícolas, industriales y domésticos
recauda cerca de 300 toneladas de carga contaminante a lo largo de nuestra geografía.
El balance presentado nos permite concluir entonces que la problemática del agua en Cali si
bien ha superado momentos críticos de desabastecimiento no ha resuelto definitiva y
estructuralmente sus sostenibilidad.
La intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos no ha sido la salvación de
EMCALI ni siquiera para una recuperación relativa que garantice inversiones que apunten a
soluciones de fondo.
2. Por supuesto que antes de dicha intervención se acumularon una larga cadena de
equivocaciones que han hecho del modelo de gestión del recurso hídrico un modelo
errático. Veamos:
A. EMCALI capta las aguas al final del paso del Rio Cauca por la ciudad, luego
de recibir descargas de aguas residuales de muchos municipios del vecino
Departamento del Cauca, Jamundí y medio Cali. Eso origina altos costos de
tratamiento que se reflejan en las finanzas de la empresa y por consecuencia en los
bolsillos de los usuarios que somos finalmente quienes pagamos esta irracionalidad.
No se necesita tener sino un poco de sentido común para concluir que las aguas se
deben captar en sitios donde los niveles y riesgos de contaminación sean mínimos
para así garantizar un bajo costo de tratamiento. Esa misma contaminación es la que
ha obligado a paralizar la planta de tratamiento de Puerto Mallarino, cada que los
niveles de turbiedad y sedimentación se acentúan.
B. Al captar las aguas en uno de los puntos más bajos de la ciudad EMCALI
tiene que moto bombear toda el agua que procesa en las plantas de tratamiento
incurriendo en costos innecesarios, cuando la lógica nos dice aquí y en Cafarnaúm
que las aguas hay que captarlas en las partes altas de las cuencas para aprovechar la
fuerza de gravedad – que es energía gratuita – en el sistema de distribución.
C. Insuficientes inversiones. Durante los últimos años EMCALI no ha emprendido
con excepción del reservorio, ningún proyecto de impacto orientado a garantizarle a
la ciudad la sostenibilidad a largo plazo del abastecimiento del recurso hídrico.
D. El modelo burocrático de gestión impuesto desde Bogotá que ha concentrado y
represado decisiones estratégicas para la ciudad en materia de servicios
públicos. EMCALI se ha manejado en las últimas décadas de espaldas a la
comunidad, especialmente en los últimos años en los cuales es evidente el divorcio
entre los intereses y expectativas de los usuarios y la empresa. Pese a contar con
magníficos ejecutivos de la región, EMCALI no ha podido despegar por cuanto sus
decisiones se toman con modorra en la capital de la República, desde donde se
administra la agenda de nuestros servicios públicos con escaso dolor de patria chica.
E. Modelo inadecuado de la gestión medioambiental. Cuando se conformó el
Sistema Nacional Ambiental y se configuró el mapa de jurisdicciones de las
Corporaciones Ambientales, advertimos que el fraccionamiento de la jurisdicción
corporativa sería el comienzo del fin de nuestro rio tutelar. La tragedia ambiental
que ocurre del puente Guillermo Valencia hacia el sur la estamos pagando
finalmente los caleños, hoy más que nunca cuando las palizadas del Rio Timba
agudizan los problemas de la bocatoma del acueducto de Cali, para solo reseñar un
caso.
F. Carencia de una VISIÓN INTEGRAL de la gestión del recurso, desde la micro-
cuenca en donde se origina el agua, hasta el hogar y la fábrica donde finalmente se
consume. Desde que la ciudad escogió el camino de surtirse de agua del Rio Cauca,
3. abandonó las cuencas que se descuelgan por sus laderas; los ríos que deberían ser
nuestro paisaje idílico los hemos perdido gradualmente y lo que queda de ellos los
hemos venido canalizando como ramplones colectores de aguas residuales.
G. Deficiente planificación de nuestros recursos naturales y de la zona rural.
Nuestra zona rural se planifica por corregimientos cuando la unidad básica de
planificación de nuestra zona rural debería ser la cuenca, unidad ambiental y
geopolítica con verdadero sentido común. Le hemos dado la espalda a nuestra zona
rural, a la ladera, donde se encuentra el potencial de agua a largo plazo.
H. Existe una cultura de desperdicio. La cultura del desperdicio es ya un común
denominador particularmente en los estratos más bajos de nuestra población.
I. La apertura al proceso de privatización del agua. En el trasfondo de toda esta
problemática esta el oculto proceso de privatización del agua. Desde que se
introdujo al mercado el agua en bolsas y botellas se sembró en el ambiente la idea
de que el agua de acueducto no era de buena calidad y comenzó un proceso
soterrado de privatización del agua. A los dueños del negocio no les interesa que
EMCALI sea proveedor de agua de excelente calidad por obvias razones.
Todos estos elementos constituyen elementos de un modelo errático que deben reversarse
con soluciones de emergencia, emprendimientos de corto y mediano plazo y
transformaciones estructurales.
LAS SOLUCIONES.
EMPRENDIMIENTOS DE CORTO Y MEDIANO PLAZO PARA GARANTIZAR
EL ABASTECIMIENTO..
I. Aprovechamiento del caudal del Rio Cali.
1. Construcción de un embalse sobre el río Cali. Construcción de un embalse sobre el
Río Cali seguidamente aguas arriba de la desembocadura del río Pichindé para
aumentar los caudales de verano tanto de la planta de tratamiento San Antonio, como de
la planta de La Reforma, emplazada en la cuenca del río Meléndez. Con el proyecto de
regulación del río Cali, la capacidad firme de suministro del sistema de acueducto de
Cali aumentaría en 1,67 m3/s y aliviaría tardíamente las debilidades del sistema de
suministro, pues para decirlo con franqueza, este proyecto tocaba emprenderlo hace 10
años y debió entrar en operación hace por lo menos 5.
2. Conducción Embalse Cali - Planta La Reforma. Construcción de una línea de
conducción de 11.5 km desde el nuevo embalse hasta la planta de la reforma en tubería
de acero reforzada y revestida en mortero, para lo cual existen enormes facilidades dada
la existencia de varios accesos carreteables que interceptan el alineamiento de la
conducción y que considerando las particulares condiciones del proyecto no demanda
4. una vía de acceso permanente a lo largo del trayecto, sino senderos de carácter
transitorio.
3. Ampliación de la planta de tratamiento La Reforma. Se hará una ampliación de la
planta de tratamiento La Reforma para un caudal adicional de 0,73 m3/s. Este caudal
será tratado con los mismos procesos y unidades de potabilización de tipo convencional
con que opera La Reforma.
Los costos de estas soluciones parciales a la problemática del agua se han estimado
según los estudios en 44,96 Millones de dólares de 1998. Estos incluyen obras civiles,
equipos electromecánicos, programas de manejo ambiental, adquisición de predios,
imprevistos e ingeniería. El programa general de construcción cubre un total de 4,8
años y comprende las diferentes etapas del proyecto, desde la contratación de los
diseños y pliegos de licitación de las obras, hasta el primer llenado del embalse y
entrada en operación del mismo.
II. Perforación de pozos profundos para abastecer usuarios industriales. El
aprovechamiento del caudal del Rio Cali es una solución insuficiente para las expectativas
de crecimiento poblacional de la ciudad y las tendencias de crecimiento del sector
productivo. De allí que se requieran soluciones adicionales que garanticen que el agua para
consumo humano tenga continuidad las 24 horas. Los pozos profundos pueden construirse
en corto plazo para asegurar el abastecimiento de usuarios industriales que no precisan de
agua potable para sus procesos.
SOLUCIONES ESTRUCTURALES TARIFARIAS E INSTITUCIONALES.
III. Revisión de las tarifas y los costos operacionales de la Empresa. Como están las
cosas en Cali, se requiere una revisión de la política tarifaria en dos direcciones
fundamentales:
1. Que se ajusten a los costos reales del ciclo completo del agua, para posibilitar la
autofinanciación y la modernización del sistema. La comunidad no puede depender de
operaciones ajenas al sistema como se pretende por parte de la Superintendente de
Servicios Públicos, quien pretende hacer depender las decisiones de inversión del área de
acueducto y alcantarillado de EMCALI de la venta y/o privatización del componente de
telecomunicaciones ó de la vinculación de un socio estratégico para hacer viable dicho
componente. La empresa no puede continuar aprovechando el recurso agua y desatendiendo
las fuentes hídricas que producen la materia prima del servicio.
2. Las tarifas deben favorecer el ahorro y el uso eficiente del agua. Las tarifas deben
penalizar el consumo suntuario de agua. Sin embargo, la progresividad de las tarifas no
siempre considera todos los supuestos, por cuanto hay usos que no pueden considerarse
suntuarios, bien porque son necesarios para un determinado proceso productivo, o bien
5. porque resultan de una acumulación de consumos individuales, por encima del promedio
normal, como en el caso de familias grandes ó viviendas con alto número de ocupantes.
3. Ajustar los costos operacionales. Así como se deben ajustar las tarifas a las realidades
de los costos, la empresa debe ajustar sus costos a estándares razonables que erradiquen
sobrecostos que los usuarios no tenemos porque asumir. Esta revisión debe hacerse de
manera pública y transparente, que debe comenzar por la publicación de los indicadores de
gestión de la empresa, los cuales a mi juicio revelan con nitidez en donde hay costos
irracionales que la empresa ó mejor los usuarios no tenemos porque continuar asumiendo.
IV. EMCALI debe recuperar la figura de Holding. EMCALI está en mora de volver a la
figura de Holding, donde cada Unidad de Negocio funciona con autonomía e independencia
sin detrimento de la unidad de propósitos que implica trabajar en procura de mayor
competitividad para nuestro sector productivo y mejores condiciones de vida para quienes
aquí habitamos.
V. Capitalización Democrática de EMCALI. El país ha tenido experiencias exitosas de
capitalización democrática en empresas estratégicas como ECOPETROL e ISA. Una
emisión de acciones para captar recursos frescos que apalanquen proyectos de inversión
fundamentales para la ciudad sería el camino más expedito para fortalecer la empresa y
asegurar su financiamiento. Tal como se ha venido capitalizando EMCALI a través del
Fondo de Capitalización Social, se podría ampliar la envergadura de esta capitalización
democrática mediante préstamos a los usuarios de los servicios de la empresa respaldados
por las mismas acciones y con el pago de las mismas por vía de los dividendos que en el
futuro obtengan dichas acciones.
VI. Definir con precisión las competencias en el manejo de la macrocuenca del Rio
Cauca. Así como El Rio Magdalena se protegió desde la misma Constitución de 1991 con
la conformación de la “Corporación Autónoma del Rio Grande de la Magdalena”. La
ciudad, la región y la nación deben abordar con el liderazgo de la bancada parlamentaria
esta discusión, para que se defina por vía legislativa, responsabilidades claras y precisas de
las entidades territoriales en el manejo y la gestión de la macrocuenca del Cauca.
VII. Descontaminación del Rio Cauca. Este Megaproyecto cuyas obras según el
Ministerio del Ambiente alcanzarían un costo de $1,2 billones, requiere un compromiso del
gobierno nacional, las entidades territoriales que se benefician del rio y los usuarios de la
cuenca. El Documento CONPES aprobado por el anterior gobierno es una inocentada a la
región, pues lo único que hace es comprometer a los gobiernos y a los entes regionales a
aportar recursos sin las contribuciones esperados de la nación.
Las obligaciones del gobierno nacional serían el punto de partida de esta solución,
comenzando por dar prioridad a las obras de descontaminación en la parte alta de la cuenca,
que es la zona crítica que atenta contra el suministro de agua a la capital del Valle.
VIII. Recuperación de las cuencas de los ríos de ladera. A largo plazo esta es la solución
estructural de mayor impacto. Además del Rio Cali, nuestro municipio cuenta con los ríos
Pance, Lilí, Meléndez, Cañaveralejo y otras fuentes menores que debemos recuperar para
6. afianzar el sistema de abastecimiento de agua para la ciudad. Al mismo tiempo esa
recuperación redundará en mejor calidad de vida para nuestra población Primero porque
permitiría contar con caudales que alimenten una red de embalses que garanticen el
abastecimiento de agua para las futuras generaciones con líquido de mejor calidad lo que
abarataría los costos de tratamiento y segundo porque la red de distribución se soportaría en
la fuerza de gravedad, economizando los costos de moto-bombeo que tanto castigan las
tarifas del servicio. En esta materia, la primera acción es formular para nuestros ríos, el
POMCH Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuenca Hidrográfica, como instrumento de
planificación de superior jerarquía aún del propio POT.