SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 10
Baixar para ler offline
Lenguaje y estilo del ciberperiodismo
Concha Edo *
La primera transmisión desde un ordenador a otro se hizo realidad en 1969. Según los profesores Leonard Kleinrock y Robert Khan,
ocurrió exactamente el 20 de octubre de ese año entre la Universidad de Los Ángeles y la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Pero Vinton Cerf y Larry Roberts, también estadounidenses, dicen que la fecha correcta es el 2 de septiembre porque entonces cuando
consiguieron unir un ordenador y un conmutador.
Sea cual sea el día concreto en el que se produjo ese intercambio, los científicos que llevaron a cabo tan interesante experiencia sólo se
enviaron en aquella ocasión algunas palabras sueltas. Pero ese mensaje tan breve puede considerarse el primer paso de un nuevo
lenguaje que años más tarde adoptarían los medios de comunicación, que es distinto al de la prensa, la televisión y la radio, y que se ha
convertido en uno de los grandes retos del periodismo de este siglo XXI.
El proceso investigador continuó en la década de los setenta con la invención del protocolo TCP/ IP (Transfer Control Protocol/ Internet
Protocol), por Vinton Cerf , y en 1983 con el nacimiento de Internet. Pero las posibilidades de este hallazgo tecnológico se manifiestan
con más claridad sobre todo desde 1991, año en que el científico británico Tim Berners-Lee, del Centro Europeo de Investigación
Nuclear de Ginebra (CERN), crea un sistema que permite transmitir imágenes, texto y sonido -el World Wide Web- y ofrece la
tecnología necesaria para conseguir un interfaz atractivo para los lectores.
Así, cuando en 1993 se anuncia el acceso libre a la red de redes es posible ver páginas web mediante el visualizador Mosaic, superado
después por otros mejores y más sencillos, y se percibe que la pantalla del ordenador es un nuevo soporte para las noticias.
Gracias a un esquema uniforme de nombres para localizar la información - como el Uniform Resource Locator (URL)-, a un protocolo
que permite acceder a cada uno de ellos -Hypertext Transfer Protocol (HTTP)- y a un lenguaje hipertextual -Hypertext Markup
Language (HTML), entre otros- que permite navegar por los recursos de la red, es posible establecer vínculos entre las distintas
informaciones multimedia que se encuentran dispersas en Internet, y traerlas a nuestra pantalla desde cualquier punto del planeta que
disponga de una conexión.
Con estos ingredientes, a partir de 1993 los news media, y singularmente los diarios, comienzan a interesarse por informar a través de
una de esas páginas web. Y es entonces cuando surge la necesidad de adaptar el lenguaje utilizado hasta entonces en el periodismo a las
posibilidades de la nueva situación tecnológica y social; cuando se pone en marcha un proceso que está todavía en plena ebullición y del
que vamos a tratar de exponer las realidades conseguidas hasta ahora.
Pero es conveniente aclarar que no estamos, en absoluto, ante un modelo definitivo, sino en una de las primeras fases de una viaje
semántico, lingüístico y estilístico que acaba de empezar, que depende en buena medida de los avances científicos y de la evolución del
periodismo y del que no sabemos cuándo y cómo llegará su cenit.
1. Características del lenguaje periodístico
El lenguaje periodístico nace inicialmente del literario, pero desde sus primeras líneas busca una comunicación distinta para conseguir
transmitir con eficacia su mensaje informativo. Y va asumiendo una serie de cambios que le irán otorgando las singularidades que
mantiene ahora y que, con más motivo desde la perspectiva cibernética en la que nos estamos moviendo en este texto, todavía no se han
cerrado ni, posiblemente, se lleguen a cerrar nunca porque ni la sociedad ni la cultura son estáticas.
Se trata de un lenguaje que busca una comunicación distinta de la del lenguaje hablado, pero también diferente de la del literario o
poético que va tras la belleza de la palabra sin retener su contenido. Y la responsabilidad del profesional de la información está
directamente relacionada con dos cuestiones:
1) la actualidad y utilidad de lo que comunica, y
2) la verificación completa de los datos.
El discurso informativo habla de algo, habla del mundo; el literario hace el mundo. El discurso informativo se juzga por la relación entre
conocimiento y hecho; el literario, sólo por la necesidad interna de la obra. En el informativo, la selección y valoración de lo
comunicado se realiza con criterios prácticos, pensando en el público; en el literario, hechos empíricamente insignificantes pueden
representar modos constantes de la existencia humana. El informativo es un acto de responsabilidad pública; el literario no se propone
jamás la utilidad pública en cuanto literatura... (Diezhandino, 1994: 191).
Así, se puede afirmar que el lenguaje periodístico cuenta con las características propias de un estilo literario particular que se distingue
de otros por sus fines informativos y por las exigencias del receptor del mensaje. El periodista trata de conseguir la comprensión rápida
y total por parte del público y captar su atención, interesarle en la lectura, retenerle por la eficiencia de la forma y no soltarle hasta que
esté dicho lo que había que decir (Albertos, 1991: 178).
En cuanto a la finalidad de su mensaje, es exterior y pragmática frente a la finalidad interior de la obra literaria, a lo que se puede añadir
que el texto informativo es abierto porque su interpretación depende del contexto que sirve de referencia, mientras que un relato de
ficción es un texto cerrado que contiene en su interior las claves para su identificación e interpretación (Núñez Ladevèze, 1991: 261).
Lo cierto es que los periodistas buscaron, desde la publicación de las primeras líneas, un estilo que impidiera cualquier tipo de duda
respecto al contenido y que no se desvirtuara con ninguno de los cambios de registro suele traer consigo el lenguaje poético.
La comunicación periodística busca todo lo contrario a esa modificación del sentido de los textos que puede permitirse la literatura, que
supone la irrupción en el texto de una subjetividad que puede ser enormemente enriquecedora desde un punto de vista creativo, pero no
es precisamente noticiosa ni periodística. El estilo, la manera de presentar los hechos, va en el periodismo unido a la brevedad, a la
exactitud, a la precisión y, más que a cualquier otra cosa, a la realidad (Edo, 1999: 153).
Y en estos momentos es especialmente importante delimitar este lenguaje y las señas de identidad del periodismo, para contrarrestar la
invasión de informaciones -sucedáneos de la información periodística- que no están hechas por los profesionales de la prensa y llenan
portales y páginas web en el ordenador, la PDA, el teléfono móvil o la televisión.
Los distintos códigos utilizados habitualmente por el periodismo escrito para transmitir la información sobre papel -o cualquier otro
soporte semejante- se pueden explicar así:
- existe una serie visual lingüística, que se corresponde con el habla en transcripción gráfica, en lo que se considera lenguaje escrito,
una serie visual paralingüística, que comprende un conjunto de variaciones -la bastardilla, que indica énfasis, los titulares y su tamaño,
la disposición espacial, etc.- que son recursos gráficos para dar importancia a un texto de la misma manera que el tono de voz o el
volumen del timbre cualifican los mensajes verbales, y, finalmente, las series visuales no-lingüísticas son las imágenes, fotografías,
dibujos, color... (Verón, 1969: 146-47).
De estas tres series, hay una que se puede considerar dominante y que se constituye en código rector sobre las demás: la serie visual
lingüística, el lenguaje escrito. Pero, con todo, esta circunstancia no es totalmente determinante porque se trata en conjunto de un
lenguaje mixto en el que concurren distintos lenguajes simples que apelan siempre a la vista, aunque con mecanismos intelectuales
diferentes.
Y en cuanto a las características que convienen habitualmente a las distintas manifestaciones del lenguaje periodístico escrito, se puede
hablar de seis (Albertos, 1991: 203):
1) corrección,
2) concisión, con el predominio de las frases cortas que en castellano supone de 15 a 17 palabras por frase,
3) claridad, que aconseja el uso de los verbos en forma activa y en indicativo,
4) captación del receptor, ofreciendo lo más importante en las primeras líneas, con una descripción realista y viva, con riqueza y
variedad de vocabulario, empleo colorista y ágil del léxico...,
5) lenguaje de producción colectiva, porque intervienen distintos co-autores con responsabilidad diferente en el texto final, y, por último,
6) lenguaje mixto, en el que las series lingüística, para-lingüística y no-lingüística se influyen entre sí para llegar al producto periodístico
definitivo que van a recibir los lectores.
Pero el periodismo en cada una de sus modalidades -escrita o audiovisual- cuenta con un sistema de signos propio que responde a las
posibilidades técnicas concretas de cada uno de los medios y que se pueden resumir en un esquema como el siguiente:
Periodismo escrito: 1) Series visuales lingüísticas
2) Series visuales para-lingüísticas
3) Series visuales no lingüísticas
Periodismo radiofónico: 1) Palabra
2) Música
3) Efectos sonoros
Periodismo audiovisual: 1) Código icónico: Imagen en movimiento
Imagen fija
2) Código lingüístico: Palabra
3) Código sonoro: música y efectos sonoros
Como en la prensa escrita, también se puede hablar de unos rasgos diferenciales del periodismo audiovisual que se realiza en la radio y
la televisión. La facilidad para estar en el lugar de los hechos, la unisensorialidad y la fugacidad son propios de la información en la
radio. Y su capacidad para transmitir cierta sensación de veracidad y dar un testimonio directo de las noticias hacen de ella un
instrumento especialmente válido para la información. Cuanto más cotidiano sea el mensaje, más y mayores posibilidades de diálogo
ofrece el medio. Con el diálogo la radio facilita al oyente el acceso a la comprensión de la realidad y le ofrece la oportunidad de
manifestar su opinión ante los hechos (M. A. Ortiz y F. Volpini, 1995: 19 y ss).
En sus primeros pasos, la radio siguió las pautas marcadas por el periodismo escrito leyendo los textos en los distintos programas
informativos. Pero para describir las particularidades actuales del lenguaje radiofónico hay que partir de la necesidad de escribir textos
para ser oídos en los que se acentúa la aproximación al lenguaje hablado.
Un primer elemento diferencial es la entonación y otro la identificación que se establece entre emisor y receptor a través de la cercanía y
la calidad humana de la voz, de la palabra, envuelta con sonidos y efectos especiales que refuerzan un estilo literario propio que se dirige
exclusivamente al oído. Este estilo radiofónico se puede resumir en: 1) la importancia de utilizar oraciones breves, 2) en las palabras
concretas y fáciles de entender, y 3) en hacer especial hincapié en el final de las frases. Y se ha ido alejando cada vez más del estilo
escrito para asumir unos rasgos lingüísticos distintos y propios.
Una de las fórmulas más sencillas se resume en estimular, retener y fijar las fases deseables de todo este proceso porque la información
oral es fugitiva y, por tanto, infinitamente más frágil que la escrita. No tiene soporte material tangible, no goza del beneficio del flash-
back, la vuelta atrás permitida al lector de un periódico o revista y no se beneficia del peso de la presencia física de un conferenciante o
del profesor. La información radiofónica es fugaz por naturaleza. El oyente ha de esforzarse por mantener ante los ojos del
entendimiento la cinta inmaterial de las noticias que desfilan con velocidad, encadenando sin reposo palabras y frases (M. Hankard,
1973: 21 y ss).
Esta fugacidad da paso a rasgos muy específicos que proporcionan su propia personalidad a esta modalidad del lenguaje informativo.
Uno de ellos es la necesidad ineludible de la brevedad, en un estilo comunicativo propio en el que la característica de la concisión se
impone a las otras cinco porque en un informativo de radio sólo cabe lo imprescindible.
La velocidad media del informador radiofónico al hablar es de unas 150 a 170 palabras por minuto, y como parece demostrado que la
atención del que escucha comienza a declinar entre los cuatro y los ocho minutos, resulta imprescindible para mantener su interés variar
con frecuencia el punto de atención y, como consecuencia, recurrir a otra característica del lenguaje del periodismo: la claridad, evitando
las frases largas, las citas, los porcentajes, las palabras difíciles. Un noticiario que dure diez minutos supone unas 1.500 palabras, que
pueden ser el equivalente de dos columnas en un periódico, y ninguna noticia, por importante que sea, debe sobrepasar los tres minutos.
En el proceso informativo de la televisión, son esenciales para la expresión adecuada de su lenguaje: 1) la velocidad de la información y
2) la espectacularidad en el modo de ofrecerla. Este lenguaje presenta como elementos principales la selección espacial (encuadre) y la
selección temporal (montaje). Este último tomará en consideración, entre otros aspectos, el factor tiempo -real o televisivo- expresado en
velocidades relativas de acuerdo con las características de cada programa concreto. El lenguaje visual presenta propiedades como
inmediatez, espontaneidad, actualidad, imprevisibilidad e intimidad (Aguilera, 1985: 187 y ss).
La técnica narrativa de la televisión supone, pues, la utilización de distintos elementos que tienen como base la imagen en movimiento
aunque sin limitarse sólo a este modo de expresión: añaden la palabra, la música, los efectos sonoros y las imágenes estáticas en
forma de gráficos, fotos o dibujos.
Para contrastar los valores informativos del periodismo escrito con los que se consideran propios de la televisión, se puede recurrir al
análisis que los concreta en: 1) limitación de tiempo, 2) hora de emisión, 3) área de señal, 4) elementos visuales y 5) culto a la
personalidad. Y de todos ellos son los dos últimos los que establecen más claramente la distancia entre el planteamiento informativo de
la televisión y el de otros medios (Green, 1973: 72).
Así, si queremos establecer unas notas diferenciales de la información televisada es necesario partir de la una ineludible carga emocional
(M. Albertos, 1991: 474) en la presentación de los mensajes que es el resultado de tres elementos: la importancia de lo visual, el culto a
la personalidad y la presentación de la noticia como espectáculo. Y este papel principal que tiene el lenguaje de la emoción sobre el
lenguaje racional y discursivo, más propio de la prensa escrita y hablada, es la característica más representativa de la información
emitida por televisión.
Además, el hecho de que el mensaje periodístico utilice como soporte la imagen hace que su análisis se aleje de los planteamientos
clásicos de la Lingüística para conducirnos al ámbito del estudio general de los signos, ya que la Lingüística, entendida en el sentido
clásico, aparece en este caso como limitada para mostrar toda la complejidad de los mensajes periodísticos. Y se puede hablar de una
serie de sistemas de signos que se sintetizan en tres códigos básicos -las imágenes, los sonidos musicales o ruidos y las emisiones
verbales- y en una enorme variedad de subcódigos que tienen en común su casi completa dependencia de lo puramente visual (Eco,
1969: 133-138).
Queda a la vista que el mensaje televisivo es el que ha ofrecido hasta ahora una mayor abundancia y variedad de signos. Y, también, dos
rasgos lingüísticos muy concretos: 1) el contrapunto que debe ofrecer el texto cuando la imagen necesita aclaraciones o distorsiona la
objetividad del relato televisado, y 2) las peculiaridades de la estructura del relato literario para la televisión si contamos con la
tendencia a presentar la información como espectáculo.
Finalmente, conviene aludir también a las funciones de la imagen como lenguaje porque sus singularidades le otorgan un valor de signo
lingüístico asimilable en algunos aspectos a la palabra, como veremos más adelante al referirnos a los elementos icónicos en los medios
digitales.
1.1. Lenguaje particular del ciberperiodismo
Al llegar a este punto es bueno recordar que el espacio informativo que se ha abierto en la red de redes recuerda todavía demasiado a la
prensa escrita y, sobre todo, a los diarios editados en papel, por lo que inicialmente su sistema de signos se ciñe a las tres series visuales
del periodismo escrito. Y, sólo en la medida que lo permite la tecnología, va abarcando los códigos audiovisuales para llegar a ese medio
multimedia que todavía no se ha consolidado como tal pero que veremos en un futuro próximo.
Además, por la experiencia recogida hasta ahora en las publicaciones que se pueden seguir en la red se puede decir que requieren un
lenguaje que asume las características ya conocidas -corrección, concisión, claridad, captación del receptor, lenguaje de producción
colectiva y lenguaje mixto-, pero con el matiz particular de que en los medios on line no es sólo mixto sino verdaderamente complejo. Y
que vamos a nombrar, más concretamente, como lenguaje múltiple (Edo, 2001: 86).
Porque si hasta ahora era necesario hacer una distinción entre los diversos códigos de transmisión escritos y audiovisuales, la
información que nos llega a través de Internet - o de cualquier otra red en el futuro-, además de añadir a las posibilidades actuales las del
hipertexto, que se estudia en otro de los capítulos de este libro, unifica los distintos lenguajes en uno sólo. Y nos va a llevar a la
utilización simultánea de todos los que ya conocemos para llegar a producir uno distinto y plural que es unificador y multimedia y que
va a ser imprescindible para los periodistas en todo el mundo.
Esta nueva denominación -lenguaje múltiple- responde al hecho de que, al valorar el lenguaje del periodismo en la red, vemos que la
series visuales para-lingüística y no lingüística ya no son exclusivamente un elemento de la página que completa o refuerza el texto -
hasta ahora dominante- mediante un titular, una foto o un dibujo.
En este nuevo contexto, estas dos series se equiparan en importancia con la netamente lingüística de tal manera que las tres se enlazan en
un mismo nivel para contar las noticias utilizando a la vez palabras, frases subrayadas que sirven de conexión para acceder a otros textos
e imágenes que representan conceptos conocidos por todos y que, por ser de carácter universal, pueden superar las barreras idiomáticas e
intercalarse en textos escritos en todas las lenguas. Y en este nuevo lenguaje múltiple que utilizan los medios digitales también ocupan
un lugar relevante, muy distinto del que han tenido hasta ahora, los elementos icónicos.
Así, todas las consideraciones acerca del lenguaje periodístico que se han expuesto en los primeros apartados siguen siendo útiles, pero
en el contexto digital ya no es tan nítida la distinción entre prensa escrita y audiovisual, aunque una y otra dispongan de páginas propias
en Internet. El lenguaje ciberperiodístico que, como hemos visto, comenzó siendo muy semejante al de los periódicos y utilizaba
principalmente las series lingüística, para-lingüística y no-lingüística, puede añadir ahora la imagen en movimiento -tanto vídeos como
gráficos interactivos- y el sonido, siempre que se disponga del software adecuado.
Las cabeceras editadas inicialmente en papel, que trasladaron su propio lenguaje a la red, muy poco después tuvieron que introducir y
manejar los códigos icónicos y sonoros, hasta ahora exclusivos de la radio y la televisión, para comenzar a producir contenidos en
ese lenguaje múltiple -todavía incipiente, lento y con muchas cuestiones pendientes- que abarca y abarcará mejor todos los formatos
posibles de la tecnología actual.
Y también es importante hacer hincapié en otro elemento que se introduce descaradamente en el lenguaje: las siglas. Es frecuente
encontrar en los textos B2B (Business to Business), B2C (Business to Consumer), WAP (Wireless Application Protocol), DVD (Digital
Video Disk), ISP (Internet Service Provider), RDSI (Red Digital de Servicios Integrados), UMTS (Sistema Universal de
Telecomunicaciones Móviles), IP (Internet Protocol), etc.
Sin embargo, en lo que se refiere a los iconos hay que hacer algunas matizaciones porque todavía no se ha llegado a conseguir un nivel
de eficacia comprensiva suficiente en la sustitución de las palabras por imágenes. Como ocurre en otros aspectos del periodismo on line
queda mucho por hacer. Y es necesario llegar a determinar cuales son los sistemas de expresión que de verdad aportan claridad y rapidez
en la captación del mensaje.
El lenguaje gráfico tiene más limitaciones que el lenguaje hablado y el escrito, y la realidad es que, en los medios de
comunicación que cuentan con un site en la red, es frecuente ver que los iconos van acompañados de la palabra que explica el concepto
que se quiere representar.
Entre los profesionales más avanzados del estudio del diseño todavía existen ciertas dudas acerca de la manera más conveniente de
utilizarlos y, a la vez, hay coincidencia en que es urgente llegar a unificar los modelos desde una perspectiva internacional con los
criterios de máxima legibilidad en pantalla, concisión gráfica y claridad visual (González-Miranda y Royo, 1998).
Pero cuando además de las series visuales del periodismo escrito se utilizan el sonido, el vídeo y los gráficos interactivos y se ofrece al
público una información periodística que se puede considerar multimedia, no podemos referirnos sólo al hipertexto. Puesto que se
utilizan todos los soportes hay que hablar del hipermedia que, aplicando las mismas técnicas, hace compatibles el texto, el sonido, las
imágenes fijas o en movimiento y los gráficos.
Se sincronizan así en el tiempo y en el espacio informaciones que inicialmente no tenían ninguna conexión y se presentan con ese
lenguaje múltiple que combinará los códigos del periodismo escrito y el audiovisual en cada una de las noticias. Y que debe contar con
las posibilidades interactivas de Internet y facilitar la actualización constante de las noticias, característica de la red, de una manera
atractiva para el público.
El periodista que trabaja para cabeceras digitales tiene que interactuar con los lectores y pensar en multimedia, informar con textos,
imágenes y sonido aunque eso hoy produce, en la práctica, unas dificultades operativas que la tecnología y, como consecuencia, los
medios, todavía no han podido resolver.
Toda esta expansión digital supone la instalación en las pantallas del ordenador de un conjunto de medios de comunicación
aparentemente distintos a los que estamos acostumbrados a ver. Pero la realidad es que tales cambios afectan, más que al fondo -el buen
periodismo sigue siendo imprescindible-, a la forma y a las diferentes posibilidades de presentar el mensaje informativo que proporciona
el nuevo lenguaje hipermedia.
En cualquier caso, el conjunto de los lenguajes del periodismo se ha mostrado y se muestra mediante unas formas expresivas que se
manifiestan en un estilo concreto y en los géneros correspondientes, que profesionalizan los textos y facilitan el trabajo y la docencia del
periodismo y que se estudian en otro capítulo de este libro.
1.2. Observaciones gramaticales
Las aspiraciones gramaticales de los textos escritos para la pantalla son, en principio, tan exigentes como las del mejor periodismo
impreso. Pero en estos pocos años hemos podido comprobar que los contenidos informativos de los medios on line no son, en términos
generales, los más correctos que se han publicado.
Es cierto que la posibilidad de cambiar cualquier texto al actualizarlo -quizá a los pocos minutos- elimina en parte el impacto visual de la
impresión en papel y, en cierto sentido, produce un efecto semejante a la fugacidad de la información radiofónica. Y también que en las
redacciones de los medios digitales la media de edad de los periodistas que elaboran las informaciones es muy baja. Pero, en cualquier
caso, las incorrecciones gramaticales no hacen sino dañar aún más la credibilidad del trabajo periodístico que, por circunstancias que no
es posible explicar aquí y que todos conocemos, no está en su mejor momento.
Como es lógico, las pautas de acentuación y puntuación no deben sufrir variaciones de ningún tipo al escribir para la red, pero la
dificultad añadida que supone leer en la pantalla exige unos textos sin complicaciones que, además de ofrecer una síntesis ajustada de la
noticia o el acontecimiento actualizado, eliminen tropiezos innecesarios.
El esquema sujeto-verbo-objeto, utilizado con toda su simplicidad y su eficacia, puede ser la mejor ayuda para conseguir una
comprensión rápida del contenido. Y lo más sensato es prescindir, siempre que sea posible, de los diferentes modelos de oraciones
complejas: así se evitar por completo la necesidad de volver atrás en la lectura por los inconvenientes de una frase demasiado larga. Esto
cobra mayor importancia en dos situaciones muy concretas:
-cuando se escribe para la home page, y
-cuando el texto va acompañado de imágenes, gráficos estáticos o gráficos interactivos que, más que explicaciones, requieren apenas
unas frases que orienten y sitúen al lector en la acción que se muestra o en el recorrido infográfico.
Quizá una de las cuestiones que pueden suponer cierta confusión es la determinación de los tiempos verbales. Si en el periodismo
convencional es recomendable el presente de indicativo y la forma activa porque el periódico o el informativo de radio o televisión
pierden actualidad en cuanto se publican o en el momento en que se emiten, )en qué momento hay que situar la información en los
medios digitales?
En las noticias -y sobre todo los reportajes, entrevistas, crónicas, informes...- que se publican en la red y permanecen durante un
tiempo en el site a disposición de la audiencia, pierde sentido el “hoy ha sucedido ...”, porque muy pronto se hace necesario pasar al
“sucedió”, hace más o menos tiempo y, en algunas ocasiones concretas, incluso al “sucederá”. Además de que una página web puede ser
consultada desde cualquier punto del planeta y los horarios pueden no coincidir con el momento en el que se hace pública la noticia.
Todas estas circunstancias pueden hacer recomendable -aparte de la exactitud en la delimitación de las fechas en las que se han
producido los hechos-, la utilización de enunciados sin núcleo verbal o frases asertivas dentro de la oración principal y como unidades
independientes.
También la concordancia en número y persona entre el sujeto y el verbo y la utilización restringida o, en su caso, certera de las formas
verbales impersonales son modos más de hacer asequible el contenido del texto. Y, en la medida de lo posible, hay que renunciar al
condicional.
Por otra parte, es importante extremar la prudencia en el uso de los adverbios, sobre todo desde el punto de vista cuantitativo, porque
ralentizan los tiempos de lectura. Y lo mismo puede decirse de las conjunciones, las preposiciones y las interjecciones cuando no se
manejan con precisión y competencia.
2. El estilo ciberperiodístico
Pero no basta con saber emplear correctamente la sintaxis y las palabras, que no es poco. El estilo va más allá de los conocimientos
gramaticales y entra en un terreno que hace decidirse al lector por un texto en lugar de otro, por la sencilla razón de que está mejor
escrito, le explica con más precisión lo que quiere saber y es más atractivo.
Desde una perspectiva general, la actividad periodística ofrece tres niveles o planos diferentes (Núñez Ladevèze, 1991: 47-49). El nivel
contextual comprende el conjunto de juicios o decisiones profesionales que tienen por objeto la identificación, comparación, relación,
evaluación y selección de las noticias, y convierte al periodista en un intérprete de la actualidad informativa. El plano textual se refiere al
modo de ordenar los datos en el texto y aquí el informador es, además de intérprete, productor de textos de información de actualidad.
Finalmente, el nivel estilístico abarca la delimitación de los rasgos característicos del estilo informativo, sus cualidades y defectos, y
los límites de la capacidad expresiva de los informadores. En este tercer plano, el profesional de la información usa y selecciona las
palabras adecuadas, prescinde de otras, adopta unos giros y expresiones concretas y prescinde de otros: es intérprete, productor, y
redactor o escritor de textos, mediante un estilo que le sirve para comunicar de manera profesional la información.
El estilo es una manifestación conceptual amplia que abarca los diferentes modos expresivos personales y que en el periodismo adopta
distintas modalidades, siempre con el fin de conseguir un estilo literario singular que trata de responder a las necesidades y a las
expectativas de la audiencia. Y los medios digitales, como los escritos y audiovisuales, se elaboran para ser atractivos y accesibles al
mayor número posible de personas o para satisfacer a un sector especializado y restringido de la audiencia que busca una información
concreta por la que experimenta un singular interés.
El objetivo del estilo periodístico -que en muchas ocasiones se identifica con el lenguaje periodístico- es atraer al lector, lograr que se
interese por los contenidos que se le muestran, retenerlo por la claridad, la corrección, la exactitud y, en tantas ocasiones, la capacidad de
seducción en el modo de contar cada historia real y concreta que aportan la actualidad o el trabajo personal del periodista, y, con todas
estas armas, conseguir que lea, escuche, vea, se interese y, si es posible, opine sobre lo que acaba de conocer (Edo, 2003: 46).
Una vez establecidas estas bases podemos observar que en los medios digitales se dan unas connotaciones particulares que llevan
también, dentro de la corrección que ya se ha reclamado en este trabajo para los textos, a unas necesidades estilísticas específicas. Y para
determinar las características del estilo ciberperiodístico es imprescindible tener en cuenta los niveles de lectura que presenta el
ciberespacio informativo.
Porque aún cuando en la red todavía no se han consolidado géneros propios y más bien se están adaptando los géneros periodísticos con
los que se trabaja en los medios tradicionales, hay algunas peculiaridades que influyen en el desarrollo de la actividad periodística. En
primer lugar hay que referirse a que las posibilidades informativas del hipertexto para publicar la información de actualidad y, a la vez,
aceptar que están todavía poco explotadas y que no han captado cómo se esperaba la atención del internauta. Y no ya del lector de papel
que se informa en los medios on line de manera complementaria, sino de los nuevos lectores -mayoritariamente jóvenes- que prescinden
de los medios convencionales para conocer la actualidad.
Pero si en algo ha ganado ya Internet a los medios tradicionales es en la consulta de las noticias de última hora o, con una terminología
más adecuada a un medio que se actualiza sin interrupción, de las noticias del último momento. Y puesto que esta tendencia -por ahora,
y quizá mientras llegan nuevos progresos tecnológicos- va aumentando, es imprescindible hacer hincapié en la importancia de escribir
textos breves que no renuncien a la calidad.
Además, esa misma brevedad es conveniente también aplicarla a las informaciones que utilizan todos los formatos, y producir relatos
multimedia de estructura simple que se puedan ver completos en poco tiempo. La capacidad de síntesis, tan necesaria para cualquier
periodista, se convierte en una cualidad inestimable en el ciberperiodismo, que requiere narraciones escuetas pero completas y atractivas,
sin que el diseño se convierta en un impedimento que llegue a retrasar la lectura.
2.1. El estilo informativo
El estilo informativo, que busca informar a los lectores, transmitir datos con ánimo objetivo, cumple en los medios digitales todas las
condiciones que se han desarrollado al comienzo del capítulo. Pero otorgando especial relieve a la concisión, la claridad y la captación
del lector o de la audiencia concreta a la que se pretende atraer.
Este primer nivel de la información es un periodismo de hechos contados de acuerdo con las pautas establecidas para el relato por el
story anglosajón, para el que se recurre a unos géneros concretos que por el momento son, como en otras modalidades estilísticas, una
adaptación de los que se utilizan en otros medios: la información, el reportaje objetivo y la entrevista de declaraciones hecha, con
frecuencia, por correo electrónico. Además de tener en cuenta que conviene una expresión diferente para las hard news y las soft news.
Y como se ha comprobado que en los medios digitales cobran mayor importancia las primeras, las noticias de inmediata actualidad,
habrá que elaborar unos textos adecuados a tal necesidad y conseguir que el género más austero -la información, la noticia- alcance unos
niveles de calidad lingüística comparables a los de un texto de más envergadura porque, en la mayor parte de los casos, ese texto y los
titulares son lo único que va a leer quien visita la página.
Así, si al elaborar el relato informativo convencional hay que redactar la entrada y el cuerpo de la información pensando que van a estar
en la misma página, en la red cambia por completo el esquema clásico: el arranque de la información va a estar en la home y al cuerpo
se llega a través de un enlace. Y hay que tener en cuenta que ese primer texto que inicialmente podría parecer una entrada no responde
exactamente a ese modelo, aunque su tamaño pueda recordarlo, porque debe tener vida propia y dar una información satisfactoria -que,
además, anime a acceder al enlace- en muy pocas líneas.
Por lo tanto conviene aquí hacer referencia a la utilidad de la fórmula clásica de las 5 W=s (who, what, where, why, when) y al llamado
lead del sumario -sobre todo para las noticias que forman parte de la home page- y, además, a la pirámide invertida, que ha pasado de ser
imprescindible durante décadas a considerarse innecesaria en los últimos años y que, como técnica, se rejuvenece ahora con los medios
on line para seguir vigente aunque con características diferentes que se adaptan al nuevo espacio y a su exigencia de fragmentar la
información. Pero sin que se pueda considerar más que un pauta de trabajo que puede quedar superada, entre otras cosas, por las
informaciones instantáneas que exigen otros baremos informativos más ágiles.
De todas formas, siguen siendo útiles en la pantalla las recomendaciones para la entrada que son de uso común en el papel: ir
directamente al asunto, emplear verbos en voz activa, utilizar un lenguaje claro y fácil de entender, evitar las interrogaciones y las
negaciones...
En cuanto al cuerpo de la información, existe una ventaja evidente sobre el papel: cuando alguien accede a él es, en general, porque ha
decidido leerlo. Y nos encontramos con que el esquema de la pirámide invertida se divide únicamente en dos zonas: el texto de la home
y la información completa a la que se accede a través del enlace, que puede elaborarse o no con los datos ordenados de mayor a menor
importancia según convenga en cada caso.
Finalmente, al escribir el conviene tener en cuenta una serie de normas como procurar hacer frases cortas, utilizar habitualmente un
vocabulario sencillo pero correcto y con los términos adecuados, recurrir a verbos en forma activa o no repetir tópicos desgastados.
Pero otra cuestión más interesante para el estilo que las técnicas de trabajo es la delimitación de los diferentes modos de escritura que,
utilizados en el contexto preciso, facilitan la redacción adecuada de los textos correspondientes a cada uno de los géneros. Así, el estilo
informativo que conviene a los géneros informativos se apoya en la narración y en la descripción de los hechos y depende de la
perfección conseguida al encadenar las frases con precisión y sin circunloquios. Y los condicionamientos de la pantalla aconsejan en la
información cierta cautela para acudir a otros modos de expresión más complejos que pueden dificultar la comprensión rápida del
contenido del mensaje.
Ante las perspectivas cibernéticas es conveniente saber hacer compatibles la amplitud para acoger las novedades y la profesionalidad,
que va a mantener lo que es esencial. Y al narrar y describir hay que conseguir, antes que ninguna otra cosa, la brevedad correcta, el
contrapunto adecuado entre texto, imagen y sonido, si se incluyen, y la claridad expositiva que se completa con una tipología específica
para los titulares, en especial los de la home page, que se apuntará en un epígrafe posterior.
2.2. El estilo interpretativo y dialógico
El estilo es hijo del saber, de la experiencia, del buen juicio, del gusto y de la habilidad disciplinada. Todo ello unido al pensamiento;
mediante el pensamiento y no mediante fórmulas se logra la profundidad. Es algo que no se aprende en seis meses o en seis años,
pues es algo que ya estamos desarrollando y que seguirá en desarrollo hasta el momento en que nos retiremos de la profesión, siempre y
cuando escribamos con la mente, no con fórmulas (Copple, 1970: 95). Estas apreciaciones sobre el estilo son especialmente válidas
para la interpretación, que ahora forma parte de la práctica diaria del periodismo pero es un concepto que no se acuña hasta la segunda
mitad del siglo XX. Si en la década de los cuarenta ya se hablaba en Estados Unidos del Interpretative Reporting, en Europa Ferdinand
Terrou y otros especialistas hablaban en 1958 del periodismo de explicación y, al mismo tiempo, en la Universidad de Syracusa,
también en EEUU, se hablaba del reportaje en profundidad o depth-reporting.
En cualquier caso, e independientemente del nombre que se le quiera dar, se trata de un modelo informativo nuevo, de otro modo de
tratar la noticia esencial en el periodismo moderno porque la interpretación proporciona relieve a los hechos, los sitúa en su contexto y,
por encima de todo, revela su significado a partir de una mayor profundidad en el análisis de las noticias.
Este modo de ofrecer al lector los hechos completos con sus antecedentes y sus posibles consecuencias alcanza sus mejores momentos a
partir de la pasada década de los 70. Y hoy sigue teniendo reconocimiento social y periodístico por su capacidad para defender a los
ciudadanos de los intentos manipuladores de los distintos grupos de presión o de personas concretas.
Pero en los últimos años del siglo XX y estos primeros del siglo XXI, puede hablarse de una nueva etapa. Y no sólo por la revolución
informativa que suponen las redes de comunicación como Internet. La frecuencia con que se mezclan la información y, sobre todo, la
interpretación con la opinión, mediante una utilización sesgada del periodismo interpretativo que puede convertirse en un auténtico
fraude a los lectores, habla ahora de un periodismo de intereses -económicos, políticos, ideológicos y, en definitiva, de poder- que
reclama la adhesión de las audiencias a cualquier precio olvidando aspectos esenciales de la ética periodística (Edo, 2003: 53). Aunque,
a la vez, hay que destacar la importancia adquirida por nuevas tendencias como el periodismo cívico, el periodismo de servicio, del
bienestar social o de la calidad de vida.
Los géneros que sirven para desarrollar esta información de segundo nivel son la crónica y el reportaje interpretativo y la entrevista de
personalidad o entrevista de perfil. Todos son textos cuya dificultad al tratar de clasificarlos está en que no se pueden definir
estrictamente ni como relato, ni como comentario porque se sitúan en la frontera entre la información y la solicitación de opinión. Pero
aún así, deben moverse en el ámbito del estilo informativo, y puede ser un fraude, de cara al lector, emitir opiniones en el transcurso de
la interpretación, sin dejar patente que se está editorializando.
Ahora parece evidente que el estilo rigurosamente informativo se ha visto superado por el interpretativo que, cuando está realizado con
rigor y profesionalidad, proporciona una visión más completa de los hechos que componen la actualidad. Pero también es cierto que no
se opone a él: debe ser una información de segundo nivel, más profunda, más elaborada y con más datos.
Y quizá ahora sea más necesaria que nunca la interpretación, ya que la audiencia recibe un exceso de información, difícilmente
asimilable, que reclama un análisis más reposado y completo del que ofrece la instantaneidad de la noticia en los medios audiovisuales
y, sobre todo, en Internet.
Pues bien, aunque una de las tendencias más generalizadas apunta a que la interpretación y el análisis -e, incluso, la opinión-,
encontrarán su único refugio en los diarios editados en papel o en un soporte de características semejantes, el modo adecuado de ofrecer
este tipo de informaciones en la red exige utilizar las posibilidades del reportaje, la crónica y la entrevista hipertextuales.
Si al hablar del estilo en la información de primer nivel nos referíamos a la narración y a la descripción de los hechos como modalidad
casi exclusiva, aquí hay que referirse a la exposición de hechos y a los razonamientos a los que dan lugar el conocimiento de los
antecedentes y del contexto de la noticia, los documentos que la explican, las valoraciones de los expertos, las imágenes que la muestran
o los gráficos que la desmenuzan.
Como esquema clásico del relato interpretativo podemos proponer tres pasos: el punto de vista inicial desarrollado en la entrada, la
exposición lógica de los datos y una conclusión o previsión de futuro que completa el planteamiento del arranque. Este esbozo podría
servir, en principio, para la publicación en la red, pero con diferentes matizaciones que vamos a ver.
El problema se plantea al proyectar la fragmentación del texto y las imágenes para hacerlos accesibles mediante los enlaces adecuados.
Y la propuesta más sencilla, de acuerdo con las posibilidades tecnológicas de que disponen los medios en estos momentos, puede
incluir, además del texto, los titulares y la foto de la home, algunos de los siguientes enlaces:
1) el texto principal, que refleja la noticia o el acontecimiento que sirve de base al reportaje y al que se accede, generalmente, a través del
titulo convertido en enlace,
2) los antecedentes, textuales, gráficos o sonoros,
3) el contexto actual,
4) las reacciones y opiniones de diferentes expertos y de los lectores,
5) análisis, valoración, propuesta de futuro,
6) siempre que la noticia o el asunto que se trate los permita, galería de fotos y/o un gráfico o gráficos sucesivos,
7) vídeo con sonido de ambiente, si la información lo admite,
8) enlaces externos relacionados con el tema, y
9) foros, opiniones de los lectores.
Pero esta solución, que presentada de una u otra manera, es la que se refleja hoy, no es todavía la que podemos esperar para el
ciberespacio. Los medios, hasta ahora han experimentado desde distintas perspectivas esa fragmentación para el reportaje, pero con unas
pautas cercanas a los esquemas que ha impuesto el papel. Hay que cambiarlos. Además, las cifras de acceso y los recuentos de páginas
dicen que sólo los gráficos interactivos -la infografía es una de las mejores armas de Internet y un elemento clave en el nuevo lenguaje
de los medios digitales- consiguen una respuesta cualitativamente importante de los lectores de prensa que, en la red, buscan leer poco y
tienen prisa.
Y esto también se aplica a las crónicas que, tal como las entendemos en estos momentos desde la perspectiva del lenguaje y del
contenido -narración de sucesos y exposición de datos con valoraciones personales del periodista, que no inciden en cuestiones de
temáticas y de fondo sino en detalles del ambiente o de las personas-, quedan más restringidas en los medios on line ante la claridad que
aporta el esquema del reportaje.
En cuanto a las entrevistas, si se han realizado por correo electrónico no es fácil que alcancen la profundidad y la calidad de las que se
hacen personalmente si hablamos de entrevistas de personalidad o de perfil que se apoyan en el diálogo, porque es precisamente a través
de ese diálogo y de la observación cómo se accede al personaje.
Pero lo que sí se puede ajustar y preparar con calidad es el lenguaje del texto definitivo que se va a incluir en el site correspondiente.
Además, las que se hacen de forma plural o con la participación de los lectores-internautas requieren la intervención del periodista para
adaptar los textos de unos y otros a las condiciones de la red y para actuar como filtro que profesionaliza la presentación de las preguntas
y las respuestas.
Otra posibilidad que ya han intentado algunos medios es ofrecer entrevistas en vídeo, generalmente completas. Pero la realidad es que,
en estos momentos, la baja calidad de la reproducción no sirve de acicate para acceder así a la información, aunque la evolución
tecnológica puede convertir en breve estas reproducciones -convenientemente tratadas y con un montaje adecuado a la imagen- en una
modalidad más atractiva que las actuales.
Con todo, se están probando modelos nuevos que son interesantes y pueden tener futuro. Entre otros se puede hablar de los que plantean
las profesoras estadounidenses Paul y Fiebich o de las innovaciones que ofrece el argentino Clarín, así como de los intentos de los
grandes diarios españoles -El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia...- por integrar texto, sonido e imágenes mediante un diseño
estimulante y la presentación de gráficos interactivos de calidad, sobre todo desde los últimos meses de 2001, aunque son experiencias
que todavía no se han consolidado.
2.3. El estilo argumentativo
El estilo de solicitación de opinión o editorializante pretende orientar el juicio del receptor con cierto grado de intencionalidad en el
mensaje que ofrece el medio al mostrar la actualidad. Y en el esquema clásico del periodismo anglosajón responden al concepto de
comment y expresan opiniones mediante un modo de escritura particular que es la argumentación.
Dentro de estas coordenadas hay dos géneros con personalidad propia: el editorial y el artículo o comentario, que en España se llama
columna. Hay otra modalidad, que no tiene su origen en el periodismo, pero que está estrechamente vinculada con los cometidos típicos
de la información de actualidad: la crítica.
También se puede hablar de un conjunto de textos que comparecen en los medios de comunicación de una manera que podemos
considerar ocasional, que cumplen una función que es más bien de entretenimiento o evasión que de emisión o solicitación de opiniones
y que son la tribuna libre, los artículos de humor, los artículos costumbristas, los ensayos doctrinales, los artículos de divulgación
histórica...
Tienen estos últimos en común que no trabajan directamente con hechos, no se unen a la tarea informativa de transmitir datos o de
opinar sobre ellos sino que tienden a dedicarse a las ideas y deducen consecuencias ideológicas, culturales o filosóficas. Por este motivo
y, sobre todo, porque en los medios digitales no han llegado a encontrar un lugar consolidado, no vamos a tenerlos en cuenta en este
trabajo.
En cualquier caso, tanto el editorial como el comentario, la crítica, la tribuna libre y los artículos se engloban en el comment
anglosajón. Pero el editorial, el suelto y el comentario, que son rigurosamente periodísticos, suelen estar escritos por periodistas
profesionales mientras que los demás los hacen también personas sin una dedicación plena a las funciones periodísticas.
Sin embargo, por lo que se refiere a las columnas podemos distinguir dos tipos diferentes que se encuentran perfectamente diferenciadas
en los medios de comunicación y, de manera más precisa, en la prensa: las de opinión y las de análisis.
Las primeras son abiertamente opinativas y suelen estar situadas en el espacio que se dedica de manera exclusiva a la opinión. Y las
segundas se mueven en el terreno de la interpretación periodística por lo que la columna de análisis tiene -o, mejor, debería tener, porque
no siempre ocurre así- carácter informativo, a la vez que se incluyen en el ámbito físico de la información, y en la sección
correspondiente al tema concreto que tratan.
Las diferencias que existen entre unas y otras y la manera más adecuada de realizar este tipo de textos se pueden resumir diciendo que la
columna de análisis (New Analysis) se expresa mediante la utilización de razonamientos con base objetiva, se mueve en el terreno de la
interpretación y el análisis y habría que incluirla en el apartado anterior, y que la columna de opinión (comment) argumenta con ideas
subjetivas con el fin de persuadir y entra dentro del campo de la opinión.
Una vez determinados los géneros de opinión, ¿cual es la experiencia que se ha obtenido en los medios digitales respecto a estos textos?
Se puede comprobar que hasta ahora no han llegado a los internautas con la misma fuerza que los textos informativos: son todavía poco
digitales. Y no sólo en el caso de los editoriales, que se reproducen en la red tal como se publican en el papel. Tampoco los columnistas
han encontrado un lenguaje que tire de los lectores y les anime a formar sus opiniones en la red.
Los creadores de opinión de los medios audiovisuales manifiestan su ingenio desde distintos matices relacionados con la imagen, la voz,
el talento, la rápida agudeza o el glamour personal, pero la única arma de los columnistas en la prensa escrita es el texto.
Palabra a palabra, línea a línea, nos atraen o nos disgustan, nos convencen o nos ponen en guardia, nos divierten o nos irritan. La
perfección, la belleza, la ironía o la claridad en el encadenamiento de las frases es el único camino para entender su mensaje, y cuando
sus firmas se publican on line juegan con desventaja porque leer en la pantalla resulta bastante más incomodo que hacerlo sobre el papel.
En estos primeros años del periodismo digital los lectores buscan, como ya se ha dicho, información rápida, opinar y participar en
debates, tertulias y chats y sacar el mayor partido posible a los servicios que cada diario, portal, revista o página web les ofrece para
facilitarles la vida. Y parece que los mismos periodistas y escritores que en la prensa tradicional tienen lectores fijos y abundantes
pierden gran parte de su atractivo en la red. En un recorrido por los periódicos españoles de mayor difusión puede comprobarse esta
realidad y se pueden observar, también, algunas tendencias.
Las grandes cabeceras que se editan también en papel con tiradas altas y que disfrutan on line del prestigio de su marca, tienen cifras
elevadas de visitas en la red que se centran en la home page, con toda su oferta de información, servicios y entretenimiento y en la
información de actualidad del último momento, que es específica de los medios digitales. Y no ofrecen novedades, ni en el fondo ni en
la forma, en lo que se refiere a los textos de opinión. Están redactados como los del periódico en papel porque son los mismos, aunque
algunos de los columnistas van incluyendo su correo electrónico para facilitar la interactividad con los lectores.
Pero los medios exclusivamente digitales, sin punto de referencia en papel, siguen prácticas distintas que quieren dar más peso a la
opinión. Y aportan alguna leve innovación en el modo de presentar los textos -como fotos o distintos tipos de letra- o publican textos
breves de lectura rápida que van firmados como una columna pero que tienen una longitud más cercana a la de los sueltos. A pesar de
todo, no se puede hablar de prácticas redaccionales distintas sino de presentaciones diferentes.
Una de las peculiaridades de Internet, desde el punto de vista de la opinión está en los foros -considerados ya como género (Armentia,
2000: 184)- y en las opiniones de los lectores, aunque todavía no han marcado un estilo propio que se pueda considerar estable y
reconocible. Pero siempre que exista una mediación del periodista que profesionalice el resultado que va a aparecer en la pantalla.
Se pueden establecer algunas pautas comunes para unos y otros y es posible hacer alguna previsión de futuro:
- los editoriales y las columnas de opinión no se publican teniendo en cuenta la tecnología disponible en la red, ni alcanzan la
importancia que tienen en la prensa diaria convencional,
- no existe un criterio específico ni en cuanto a los temas -hasta ahora todos se han limitado a reproducir los textos de la edición en papel
o a publicar otros semejantes en los diarios exclusivamente digitales-, ni en cuanto al diseño adecuado,
- en casi todos los medios se comprueba que estos artículos no son los más valorados en cuanto a número de visitas,
- como no se aprovechan las posibilidades gráficas ni las que ofrece el uso del hipertexto y leer en la pantalla es incómodo, estos textos
están en clara desventaja frente a los convencionales,
- es una facilidad adicional, exclusiva de Internet, el acceso a los artículos atrasados,
- el interés de los lectores aumenta cuando pueden opinar, sobre todo si lo hacen en tiempo real,
-en éste, como en otros aspectos del periodismo on line, se están dando los primeros pasos y queda mucho camino por recorrer hasta
llegar al completo aprovechamiento de la interactividad y a la relación directa e instantánea de los usuarios de Internet con el periodismo
y los periodistas a través de textos, sonido e imágenes en movimiento, cuando la tecnología lo permita.
3. El relato informativo en la Red
En una sociedad como la actual, en la que cada vez tiene más peso la documentación, una de las novedades más útiles que aportó
desde el principio la red es, sin duda, la posibilidad de utilizar el hipertexto,-explicado y analizado con detalle en otro de los capítulos de
este libro- que no es secuencial, no responde a las claves tradicionales de la lectura, sino que se apoya en la capacidad de la mente
humana para relacionar ideas, hechos y datos diferentes.
Así, a través de links o enlaces incluídos en el texto principal, se facilita el acceso a archivos conectados entre sí que se almacenan por
separado sin sufrir las consecuencias de la falta de espacio o de tiempo de emisión que se producen en los medios de comunicación
tradicionales.
Tanto al leer el periódico como al escuchar la radio o ver la televisión, disponemos exactamente de la información de un medio concreto
en un momento concreto. Y para recuperar la actualidad de unos días, meses o años anteriores hay que acudir a hemerotecas y archivos
para buscar la noticia. Pero gracias a las posibilidades de almacenamiento y recuperación de la información que ofrece la red, se pueden
manejar a la vez los diferentes elementos de una información.
La clave está en dividir con criterios periodísticos todo el conjunto noticioso y documental en elementos más pequeños y manejables
con los que se pueda facilitar la navegación, la rapidez de acceso -uno de los graves problemas de Internet es todavía la lentitud- y la
visualización del texto y las imágenes que integran la consulta.
Son las técnicas del hipertexto que, aplicadas al multimedia, hacen compatibles el texto, las imágenes fijas o en movimiento y los
gráficos. Y permiten sincronizar en el tiempo y en el espacio informaciones inicialmente desconectadas entres sí que, por la fuerza de la
actualidad o por el interés concreto del internauta, se relacionan en ese momento.
En este marco es el propio lector el que elige cómo quiere enterarse del contenido que le ofrecen los medios, el que decide la trayectoria
y el orden que quiere seguir en un mensaje, o un conjunto de mensajes, separados en niveles -páginas web individuales- por donde se
puede navegar.
En un primer nivel se ofrece una síntesis completa del material disponible acerca de esa noticia, generalmente en la home page, y en
los niveles siguientes se hace posible, para quien lo pretenda, la posibilidad de profundizar en los temas planteados desde aspectos muy
distintos trayendo a la pantalla diferentes documentos escritos o audiovisuales.
Para conseguirlo con éxito, hay que fraccionar la narración, para volver a unirla desde varias entradas diferentes que permitan las visitas
desde todas las perspectivas posibles: el inicio, el desenlace, las imágenes, las voces o el sonido ambiental, los datos numéricos, la
reconstrucción gráfica de los hechos, las opiniones... Algunos autores recomiendan recurrir al modelo del storyboard cinematográfico y
otros hablan, con un planteamiento exclusivamente on line, del storytelling.
En cualquier caso hay que añadir que aquí el diseño es menos importante que en la prensa que estamos acostumbrados a leer. Su
influencia, según las experiencias más recientes y las propuestas de los diseñadores, se reduce frente al aspecto funcional, que gana en
consideración sobre lo estético y pasa a primer plano ante la necesidad de encontrar buenos índices que permitan localizar con rapidez la
información. Más que ninguna otra cosa, la accesibilidad es la condición que facilita la lectura completa.
3.1. Estructura textual en la pantalla
La experiencia de los últimos años muestra que, en general, los medios on line aciertan en el planteamiento del primer nivel, aunque
quizá recargando en exceso la home page para exponer la oferta, más o menos completa, de información y servicios que brinda el medio
a los lectores.
Así, esa primera página -que todavía recuerda a la de los periódicos y reúne todas las noticias más importantes junto a los servicios y una
larga serie de enlaces que recorren el mapa del site y permiten, además, visitar otras otros relacionados-, muestra un conjunto de textos
breves que reúnen las características del lenguaje informativo y que sintetizan los hechos que se completan en niveles sucesivos.
Sin embargo, una de las mayores dificultades informativas de la portada es la falta de elementos para determinar la importancia de las
noticias. Lo que en un periódico puede ser resaltado con un gran titular, una gran foto o la extensión del artículo en varias columnas, y
en la radio y la televisión enfatizado con la voz, el orden de los titulares o la espectacularidad, en Internet sólo se puede primar por el
número e importancia de los enlaces o por el lugar que ocupa: las fotos que se publican en la home son pequeñas y el ancho de los textos
es igual para todos.
Y el lugar que ocupa sólo tiene una relevancia parcial porque la primera noticia suele ser la más actual y, al no poder visualizar la página
completa, no se pueden comparar los elementos que contiene si no se recorre la página hacia abajo. Además, la calidad de los enlaces no
se conoce hasta que se entra en ellos, con la correspondiente decepción si sus contenidos no responden a las expectativas que prometían.
Se ha intentado en ocasiones un sistema que consiste en calcular el tiempo de lectura y dar el número de minutos aproximado para
indicar la longitud del texto, pero no puede considerarse una solución lo suficientemente eficaz. También se podrían añadir un antetítulo
o un subtítulo, aunque la red exige síntesis y eficacia evidente en los titulares; o se pueden preceder los enlaces por iconos que desvelen
si vamos a encontrar texto, documentos, fotos, gráficos o vídeos y, en casos concretos, se puede aumentar el cuerpo de las cabeceras.
Pero ninguna de estas posibilidades ha llegado a conseguir, por ahora, el impacto y la eficacia de las noticias de portada de los papers
tradicionales.
3.2. La redacción y los titulares
En cualquier caso, la estructura titulares-entrada-enlaces es la que en estos momentos se ajusta mejor a la publicación de la portada en la
red, y el cuerpo de la información principal y todos los complementos textuales, visuales y sonoros que se puedan ofrecer se presentan
en los links, que pueden estar relacionados entre sí o ser independientes en función de las exigencias noticiosas. Sin olvidar que los
textos on line deben ser breves prácticamente siempre, y conviene ceñirse al espacio de una pantalla -y, en ningún caso pasar de tres-
para no tener que recorrerlos hacia abajo.
Si se quiere dar más información, cualquiera que sea el formato, hay que dividir en más enlaces el contenido del reportaje, que es el
género que mejor se adapta a las condiciones de la red, con el criterio claro de que no se trata de almacenar información sino de ofrecer
lo más interesante a los lectores que, en general, no quieren perder tiempo navegando sin rumbo.
Para redactar un texto ciberperiodístico los baremos son prácticamente los mismos que se han explicado para el lenguaje informativo en
los primeros epígrafes de este capítulo. De los seis que se nombran, hay cuatro que se mantienen prácticamente invariables: corrección,
concisión, claridad y captar la atención del lector. Y se añaden matices distintos en lo que se refiere la utilización de un lenguaje mixto,
que como se ha explicado en los medios digitales se convierte en múltiple, y en cuanto al lenguaje de producción colectiva, que en la red
es más evidente porque se publica una gran cantidad de textos más o menos consensuados pero sin firmar.
Este anonimato es en buena parte consecuencia de la actualización constante de las noticias, que lleva consigo la urgencia de sustituirlas
o variarlas continuamente en la redacción. Pero también es una dificultad añadida porque la ausencia de un autor que se responsabilice
personalmente del contenido supone, en muchas ocasiones, una rebaja en la calidad formal del trabajo y un posible abuso del sistema de
Acortar y pegar que tanto devalúa los textos digitales.
Por lo que se refiere a los niveles en los que se puede distribuir el conjunto de la información, hay autores que han planteado estructuras
teóricas en capas ordenadas que presentan aspectos interesantes. Pero no parece acertado pensar en un esquema rígido porque los
lectores van a buscar de forma personalizada lo que les interesa de cada cuestión y un guión único y fijo no es lo propio para este
soporte.
Es necesario descubrir para cada acontecimiento una presentación realista y rigurosa en los contenidos pero imaginativa en la propuesta,
que permita leer-ver-escuchar-participar de forma completa o parcial sin que se pierda el sentido del relato y que permita volver al
principio, al nivel anterior o al siguiente sin ningún tipo de dificultades.
Una vez decidido el esquema adecuado, que incluye todos los soportes, hay tres tipos de textos básicos además de los que se han
nombrado para la home: los que se presentan de forma individual mediante un enlace exclusivo -que, en la medida de lo posible, deben
ir firmados-, los textos que acompañan gráficos o fotos que requieren o admiten una explicación, y los pies de foto convencionales.
Aún cuando la pantalla admite gran cantidad de texto, hay distintas opiniones respecto a la norma elemental para calcular la extensión de
los cibertextos y mientras unos hablan del 50 por cien, otros consideran que la extensión adecuada es el 25 por cien de lo que se
escribiría para el papel.
Eso requiere en el periodista dos aptitudes fundamentales: 1) una capacidad de síntesis demostrada -es frecuente recurrir a la
condensación, que supone menos esfuerzo- y un conocimiento del tema que facilite la selección de las cuestiones esenciales sobre las
secundarias, y 2) un dominio del lenguaje que, prescindiendo con eficacia de los adjetivos irrelevantes, acierte con las palabras justas sin
desvirtuar el contenido.
Al contar las noticias es mucho más fácil escribir un texto largo que uno breve y certero, pero uno de los condicionamientos de la red,
como ya se ha apuntado con cierta insistencia en este capítulo, es la brevedad. Sin olvidar que todo aquello que se apunta y no se puede
explicar con detalle debe ser accesible mediante los enlaces.
Por lo que se refiere a los titulares, la primera indicación es que lo que hasta ahora ha sido la clave de su eficacia -tiempo presente y
verbo en forma activa- no es tan importante on line por una circunstancia que ya hemos hecho notar: hay que tener en cuenta que las
informaciones pueden estar disponibles en la red durante cierto tiempo y, además, las van a leer personas que están en zonas diferentes
del planeta y con horarios distintos.
En cualquier caso, los titulares muestran el presente o el pasado más inmediato y tratan de convencernos de que ha sucedido algo
importante, interesante o, de alguna manera, atractivo. Y, como destaca Llorenç Gomis, el titular llega a cobrar vida propia y a resultar
inteligible por sí mismo de modo que el lector, apenas lo lee, puede contar el hecho e incorporarlo a su conversación. Se puede decir que
establece un perfil claro y nítido para la noticia y, a la vez, permite que se haga de él un uso general.
El proceso es el mismo en cualquier medio: 1) ocurre un hecho real, 2) el titular lo sintetiza y lo comunica, 3) la información lo explica y
4) el lector lo asimila, lo comenta y lo difunde. Y si está bien construido sacude la actualidad y hace que la gente hable de ese hecho
incluso antes de haber podido leer la información completa.
En cualquier caso, también conviene en la red que el titular sea informativo, breve y afirmativo y que responda al esquema de una
oración simple: sujeto-verbo-complemento. Puede constar de antetítulo, título y subtítulo, pero con frecuencia este último elemento es
más bien un sumario que añade información sobre lo que puede dar de sí la noticia. Y si partimos del esquema de Emilio Alarcos, sería
deseable que fuera concentrado mejor que amplio, explícito mejor que implícito, objetivo mejor que comprometido y, puesto que
hablamos de una oración simple, unimembre mejor que bimembre.
3.3. Los enlaces
El documento es la base de todo este desarrollo argumental, el vínculo que une contenido y estructura. Y el fundamento que relaciona
unos documentos con otros, el eje de los modelos hipermedia, es el enlace o, mejor, el conjunto de los enlaces. Todos deben estar
integrados en una secuencia lógica y accesible, jerarquizada o basada en una asociación concreta de ideas, que invite a completar el
recorrido previamente estructurado por el periodista con todas las facetas que se conocen hasta ese momento del acontecimiento
relatado, y con referencias visibles al índice general y a todo el recorrido del reportaje para poder elegir el aspecto en el que se desea
profundizar.
En este entorno, la navegación marca el desarrollo narrativo a través de links perfectamente visibles en la página y se convierte en la
característica fundamental de este soporte. Gracias a esos enlaces se puede pasar de un nodo a otro -todos ellos en forma de ventanas-,
activándolos de una manera que resulte fácil al internauta y que permita, en cualquier momento, volver al índice o a la home page.
Si lo primero que ve el lector en la página principal del actual diario on line es un conjunto de textos breves que recogen las noticias más
importantes y cumplen al pie de la letra las características que hemos visto para el periodismo escrito, sólo por medio de ese conjunto de
enlaces claramente señalados y visibles puede entrar desde cada una de esas noticias a otros documentos más largos que amplían la
información a la medida de sus requerimientos.
Lo único que tiene que hacer es seguir la pauta marcada por ese texto inicial, cuyo titular es a su vez un enlace que dirige al texto
principal, e ir señalando con el cursor las diferentes posibilidades que se le ofrecen 1) en forma de frases breves subrayadas, 2) mediante
una relación de enlaces incluida al final del texto, o 3) con pequeñas imágenes, iconos, que sustituyen o acompañan a las palabras y se
entienden con facilidad. Quizá se puede señalar que la segunda modalidad -situar los enlaces al final del texto- es la que menos
interrumpe la lectura y, por lo tanto, la más recomendable pero también en ocasiones son útiles las otras dos.
Y aunque para todos resulta ya familiar el lenguaje icónico de la pantalla del ordenador -una cámara fotográfica en el texto indica que se
puede acceder a fotos de esa noticia, una lupa facilita el uso del zoom, una carpeta abierta nos habla de la apertura de documentos, unas
cuantas hojas juntas nos recuerdan que podemos copiarlos y guardarlos, un teléfono indica el acceso a la línea telefónica, un altavoz
permite graduar el volumen, una casa pequeña nos lleva a la home, un monitor permite cambiar las propiedades de la pantalla, un timón
de barco representa la entrada a uno de los navegadores de Internet, un bote de pintura nos recuerda que podemos modificar el color, y
tantas otras cosas más que representan acciones concretas sin utilizar palabras sino mediante un icono cuyo significado es universal y
compatible con todos los idiomas-, es conveniente que los enlaces sean textuales y que si se incluye un elemento iconográfico sea
complementario y esclarecedor.
Y así, se pueden ir recorriendo todos los aspectos de un tema de actualidad desde el acontecimiento que acaba de producirse hasta el
conjunto de antecedentes, personajes, imágenes, documentos oficiales, opiniones de los protagonistas, de los expertos en el tema o los
lectores, y obtener la mayor cantidad posible de información mediante enlaces internos o externos, textuales o multimedia, que sean de
ida y vuelta -hay que insistir en esto- sin tener que abandonar la pantalla del ordenador y, ya en muchos casos, del teléfono móvil, de un
dispositivo del tipo PDA, de un mini-ordenador o de la televisión.
Bibliografía
AGENCIA EFE (1995): Manual de español urgente, Cátedra (110 edición), Madrid.
- (1992): Vademecum de español urgente, Fundación EFE, Madrid. edición), Madrid.
ALARCOS LLORACH, Emilio (1999): Gramática de la lengua española, Espasa, Madrid. edición), Madrid.
DIEZHANDINO NIETO, Pilar (1994): El quehacer informativo. El "arte de escribir" un texto periodístico. Servicio Edit. de la
Universidad del País Vasco, Bilbao. edición), Madrid.
EDO, Concha (2003): Periodismo informativo e interpretativo. El impacto de Internet en la noticia, las fuentes y los géneros,
Comunicación Social, Sevilla. edición), Madrid.
GÓMEZ TORREGO, Leonardo (1989): Manual de español correcto, Arco (2 tomos), Madrid. edición), Madrid.
LÁZARO CARRETER, Fernando (1997): El dardo en la palabra, Círculo de Lectores, Madrid. edición), Madrid.
- (1981): Curso de Lengua Española, Anaya, Madrid. edición), Madrid.
- (1977): "El lenguaje periodístico entre el literario, el administrativo y el vulgar", en Lenguaje en periodismo escrito, Fundación March,
Madrid. edición), Madrid.
LÓPEZ DE ZUAZO, Antonio (1990): Diccionario del Periodismo, Pirámide (50 edición), Madrid. edición), Madrid.
MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis (1991): Curso general de redacción periodística (Edición revisada), Paraninfo, Madrid. edición),
Madrid.
MARTíNEZ DE SOUSA, José (1981): Diccionario general del periodismo, Paraninfo, Madrid. edición), Madrid.
MUNDO, EL (1996): Libro de estilo, Temas de Hoy, Madrid. edición), Madrid.
NUÑEZ LADEVÉZE, Luis (1993): Periodística y fundamentos del estilo, Síntesis, Madrid. edición), Madrid.
- (1993): Teoría y práctica de la construcción del texto, Ariel, Barcelona. edición), Madrid.
- y CASASÚS, Josep María (1991): Estilo y géneros periodísticos, Ariel, Barcelona. edición), Madrid.
PAÍS, EL (1990): Libro de estilo, Ediciones El País (40 edición), Madrid. edición), Madrid.
PRENSA ESPAÑOLA (1993): Libro de estilo de ABC, Ediciones Ariel, Madrid. edición), Madrid.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1999): Ortografía de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid. edición), Madrid.
- (2001): Diccionario de la lengua española, Espasa-Calpe (220 edición), Madrid. edición), Madrid.
SECO, Manuel (1986): Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, Aguilar (90 edición), Madrid.
--------------------------------------------------------------------------------
*Concha Edo es integrante del Consejo Editorial de Sala de Prensa. Profesora titular en la Facultad de Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid.

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

La relación de la lingüística, la semiótica
La relación de la lingüística, la semióticaLa relación de la lingüística, la semiótica
La relación de la lingüística, la semióticaCesarRivera00
 
Análisis crítico del discurso multimodal
Análisis crítico del discurso multimodalAnálisis crítico del discurso multimodal
Análisis crítico del discurso multimodalJuan Isella
 
Comunicación y nuevas tecnologías
Comunicación y nuevas tecnologíasComunicación y nuevas tecnologías
Comunicación y nuevas tecnologíasCaroF10
 
Clase virtual relatodigital
Clase virtual relatodigitalClase virtual relatodigital
Clase virtual relatodigitalnohemilugo
 
Relacion de la lingüística y la semiotica
Relacion de la lingüística y la semioticaRelacion de la lingüística y la semiotica
Relacion de la lingüística y la semioticaferni50
 
Semiotica del internet
Semiotica del internetSemiotica del internet
Semiotica del internetKIveth
 
Diapositivas
DiapositivasDiapositivas
Diapositivastandala22
 
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativo
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativoDocumento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativo
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativomatilde murga
 
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoy
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoyCibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoy
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoyHome
 
Presentacion pac1
Presentacion pac1Presentacion pac1
Presentacion pac1martini3322
 
Comunicación móvil y sociedad v y vi
Comunicación móvil y sociedad v y viComunicación móvil y sociedad v y vi
Comunicación móvil y sociedad v y vigabypop6
 
Info y textos
Info y textosInfo y textos
Info y textosMTG1212
 
Los 7 principios de las narrrativas transmedia
Los 7 principios de las narrrativas transmediaLos 7 principios de las narrrativas transmedia
Los 7 principios de las narrrativas transmediaaolaizola
 

Mais procurados (20)

La relación de la lingüística, la semiótica
La relación de la lingüística, la semióticaLa relación de la lingüística, la semiótica
La relación de la lingüística, la semiótica
 
Transmedia
TransmediaTransmedia
Transmedia
 
El discurso hipertextual un nuevo espacio comunicativo
El discurso hipertextual un nuevo espacio comunicativoEl discurso hipertextual un nuevo espacio comunicativo
El discurso hipertextual un nuevo espacio comunicativo
 
ComunicacióN I
ComunicacióN IComunicacióN I
ComunicacióN I
 
Análisis crítico del discurso multimodal
Análisis crítico del discurso multimodalAnálisis crítico del discurso multimodal
Análisis crítico del discurso multimodal
 
Noecc81 santos cine y diversidad sexual
Noecc81 santos cine y diversidad sexualNoecc81 santos cine y diversidad sexual
Noecc81 santos cine y diversidad sexual
 
06 narrativa transmedia y periodismo (clase)
06 narrativa transmedia y periodismo (clase)06 narrativa transmedia y periodismo (clase)
06 narrativa transmedia y periodismo (clase)
 
Comunicación y nuevas tecnologías
Comunicación y nuevas tecnologíasComunicación y nuevas tecnologías
Comunicación y nuevas tecnologías
 
Clase virtual relatodigital
Clase virtual relatodigitalClase virtual relatodigital
Clase virtual relatodigital
 
Relacion de la lingüística y la semiotica
Relacion de la lingüística y la semioticaRelacion de la lingüística y la semiotica
Relacion de la lingüística y la semiotica
 
Semiotica del internet
Semiotica del internetSemiotica del internet
Semiotica del internet
 
Marcos
MarcosMarcos
Marcos
 
Texto presentar
Texto presentarTexto presentar
Texto presentar
 
Diapositivas
DiapositivasDiapositivas
Diapositivas
 
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativo
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativoDocumento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativo
Documento ce pdc 2 2013 Exploraciones de lo comunicativo
 
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoy
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoyCibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoy
Cibercultura y Ciberliteratura en Venezuela hoy
 
Presentacion pac1
Presentacion pac1Presentacion pac1
Presentacion pac1
 
Comunicación móvil y sociedad v y vi
Comunicación móvil y sociedad v y viComunicación móvil y sociedad v y vi
Comunicación móvil y sociedad v y vi
 
Info y textos
Info y textosInfo y textos
Info y textos
 
Los 7 principios de las narrrativas transmedia
Los 7 principios de las narrrativas transmediaLos 7 principios de las narrrativas transmedia
Los 7 principios de las narrrativas transmedia
 

Semelhante a Lenguaje y Estilo del Ciberperiodismo - Concha Edo (2008)

Primer examen parcial
Primer examen parcialPrimer examen parcial
Primer examen parcialJesus Perez
 
Texto y escritura en el universo digital010
Texto y escritura en el universo digital010Texto y escritura en el universo digital010
Texto y escritura en el universo digital010Domenico Fiormonte
 
RELACIÓN ENTRE LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...
RELACIÓN ENTRE  LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...RELACIÓN ENTRE  LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...
RELACIÓN ENTRE LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...AarOn D Saaldiivaar
 
Comunicación
Comunicación  Comunicación
Comunicación kicmac
 
Primer examen parcial
Primer examen parcialPrimer examen parcial
Primer examen parcialMarliyz Mdo
 
Escuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónEscuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónbleima
 
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidos
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidosSemiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidos
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidosDanny Velázquez
 
TALLER DE INFOGRAFÍA
TALLER DE INFOGRAFÍATALLER DE INFOGRAFÍA
TALLER DE INFOGRAFÍAAle Altuve
 
Universidad autónoma de chihuahua
Universidad autónoma de chihuahuaUniversidad autónoma de chihuahua
Universidad autónoma de chihuahuaJonathan Jiim
 
Escuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónEscuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónbleima
 

Semelhante a Lenguaje y Estilo del Ciberperiodismo - Concha Edo (2008) (20)

Primer examen parcial
Primer examen parcialPrimer examen parcial
Primer examen parcial
 
Texto y escritura en el universo digital010
Texto y escritura en el universo digital010Texto y escritura en el universo digital010
Texto y escritura en el universo digital010
 
Ensayo tics
Ensayo ticsEnsayo tics
Ensayo tics
 
RELACIÓN ENTRE LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...
RELACIÓN ENTRE  LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...RELACIÓN ENTRE  LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...
RELACIÓN ENTRE LINGÜÍSTICA, LA SEMIÓTICA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SUS CONTE...
 
Géneros del discurso digital (texto)
Géneros del discurso digital (texto)Géneros del discurso digital (texto)
Géneros del discurso digital (texto)
 
Digital 1
Digital 1Digital 1
Digital 1
 
Examen final
Examen  finalExamen  final
Examen final
 
Examen final
Examen  finalExamen  final
Examen final
 
Examen final
Examen  finalExamen  final
Examen final
 
Comunicación
Comunicación  Comunicación
Comunicación
 
Primer examen parcial
Primer examen parcialPrimer examen parcial
Primer examen parcial
 
Introduccion
IntroduccionIntroduccion
Introduccion
 
Escuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónEscuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentación
 
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidos
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidosSemiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidos
Semiótica y lingüística en la comunicación y sus contenidos
 
TALLER DE INFOGRAFÍA
TALLER DE INFOGRAFÍATALLER DE INFOGRAFÍA
TALLER DE INFOGRAFÍA
 
Universidad autónoma de chihuahua
Universidad autónoma de chihuahuaUniversidad autónoma de chihuahua
Universidad autónoma de chihuahua
 
Primre parcial
Primre parcialPrimre parcial
Primre parcial
 
Escuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentaciónEscuelas europeas presentación
Escuelas europeas presentación
 
Scriptorium vs desktop
Scriptorium vs desktopScriptorium vs desktop
Scriptorium vs desktop
 
Primer examen parcial
Primer examen parcialPrimer examen parcial
Primer examen parcial
 

Mais de RosaVirginia Fagúndez

Mais de RosaVirginia Fagúndez (9)

GOMIS, Lorenzo (2005). Escriba claro, por favor.
GOMIS, Lorenzo (2005). Escriba claro, por favor. GOMIS, Lorenzo (2005). Escriba claro, por favor.
GOMIS, Lorenzo (2005). Escriba claro, por favor.
 
Castejón pp.39 68 Entrevista Periodística
Castejón pp.39 68 Entrevista PeriodísticaCastejón pp.39 68 Entrevista Periodística
Castejón pp.39 68 Entrevista Periodística
 
Ulibarri, E. caps. 1 y 2
Ulibarri, E. caps. 1 y 2Ulibarri, E. caps. 1 y 2
Ulibarri, E. caps. 1 y 2
 
Castejón E., Reportaje interpretativo págs.153-176
Castejón E., Reportaje interpretativo págs.153-176Castejón E., Reportaje interpretativo págs.153-176
Castejón E., Reportaje interpretativo págs.153-176
 
Hippolyte Nelson "Para desnudarte mejor"
Hippolyte Nelson "Para desnudarte mejor"Hippolyte Nelson "Para desnudarte mejor"
Hippolyte Nelson "Para desnudarte mejor"
 
ESCRIBIR PARA INTERNET
ESCRIBIR PARA INTERNETESCRIBIR PARA INTERNET
ESCRIBIR PARA INTERNET
 
Cómo escribir para la Web - Guillermo Franco
Cómo escribir para la Web - Guillermo FrancoCómo escribir para la Web - Guillermo Franco
Cómo escribir para la Web - Guillermo Franco
 
Reportaje. Ibarrola, Javier
Reportaje. Ibarrola, JavierReportaje. Ibarrola, Javier
Reportaje. Ibarrola, Javier
 
Reseña libro Pavlik John
Reseña libro Pavlik JohnReseña libro Pavlik John
Reseña libro Pavlik John
 

Último

PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptAlberto Rubio
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORGonella
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfvictorbeltuce
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas123yudy
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOweislaco
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...fcastellanos3
 
Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsConsueloSantana3
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfcoloncopias5
 
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materiales
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materialesTécnicas de grabado y estampación : procesos y materiales
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materialesRaquel Martín Contreras
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfEDILIAGAMBOA
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfAlfredoRamirez953210
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxMartín Ramírez
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxdanalikcruz2000
 

Último (20)

PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
 
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión  La luz brilla en la oscuridad.pdfSesión  La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
 
Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressions
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
 
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
 
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materiales
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materialesTécnicas de grabado y estampación : procesos y materiales
Técnicas de grabado y estampación : procesos y materiales
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
 
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptxPPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
 
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
 
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptxAedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
 

Lenguaje y Estilo del Ciberperiodismo - Concha Edo (2008)

  • 1. Lenguaje y estilo del ciberperiodismo Concha Edo * La primera transmisión desde un ordenador a otro se hizo realidad en 1969. Según los profesores Leonard Kleinrock y Robert Khan, ocurrió exactamente el 20 de octubre de ese año entre la Universidad de Los Ángeles y la Universidad de Stanford, en Estados Unidos. Pero Vinton Cerf y Larry Roberts, también estadounidenses, dicen que la fecha correcta es el 2 de septiembre porque entonces cuando consiguieron unir un ordenador y un conmutador. Sea cual sea el día concreto en el que se produjo ese intercambio, los científicos que llevaron a cabo tan interesante experiencia sólo se enviaron en aquella ocasión algunas palabras sueltas. Pero ese mensaje tan breve puede considerarse el primer paso de un nuevo lenguaje que años más tarde adoptarían los medios de comunicación, que es distinto al de la prensa, la televisión y la radio, y que se ha convertido en uno de los grandes retos del periodismo de este siglo XXI. El proceso investigador continuó en la década de los setenta con la invención del protocolo TCP/ IP (Transfer Control Protocol/ Internet Protocol), por Vinton Cerf , y en 1983 con el nacimiento de Internet. Pero las posibilidades de este hallazgo tecnológico se manifiestan con más claridad sobre todo desde 1991, año en que el científico británico Tim Berners-Lee, del Centro Europeo de Investigación Nuclear de Ginebra (CERN), crea un sistema que permite transmitir imágenes, texto y sonido -el World Wide Web- y ofrece la tecnología necesaria para conseguir un interfaz atractivo para los lectores. Así, cuando en 1993 se anuncia el acceso libre a la red de redes es posible ver páginas web mediante el visualizador Mosaic, superado después por otros mejores y más sencillos, y se percibe que la pantalla del ordenador es un nuevo soporte para las noticias. Gracias a un esquema uniforme de nombres para localizar la información - como el Uniform Resource Locator (URL)-, a un protocolo que permite acceder a cada uno de ellos -Hypertext Transfer Protocol (HTTP)- y a un lenguaje hipertextual -Hypertext Markup Language (HTML), entre otros- que permite navegar por los recursos de la red, es posible establecer vínculos entre las distintas informaciones multimedia que se encuentran dispersas en Internet, y traerlas a nuestra pantalla desde cualquier punto del planeta que disponga de una conexión. Con estos ingredientes, a partir de 1993 los news media, y singularmente los diarios, comienzan a interesarse por informar a través de una de esas páginas web. Y es entonces cuando surge la necesidad de adaptar el lenguaje utilizado hasta entonces en el periodismo a las posibilidades de la nueva situación tecnológica y social; cuando se pone en marcha un proceso que está todavía en plena ebullición y del que vamos a tratar de exponer las realidades conseguidas hasta ahora. Pero es conveniente aclarar que no estamos, en absoluto, ante un modelo definitivo, sino en una de las primeras fases de una viaje semántico, lingüístico y estilístico que acaba de empezar, que depende en buena medida de los avances científicos y de la evolución del periodismo y del que no sabemos cuándo y cómo llegará su cenit. 1. Características del lenguaje periodístico El lenguaje periodístico nace inicialmente del literario, pero desde sus primeras líneas busca una comunicación distinta para conseguir transmitir con eficacia su mensaje informativo. Y va asumiendo una serie de cambios que le irán otorgando las singularidades que mantiene ahora y que, con más motivo desde la perspectiva cibernética en la que nos estamos moviendo en este texto, todavía no se han cerrado ni, posiblemente, se lleguen a cerrar nunca porque ni la sociedad ni la cultura son estáticas. Se trata de un lenguaje que busca una comunicación distinta de la del lenguaje hablado, pero también diferente de la del literario o poético que va tras la belleza de la palabra sin retener su contenido. Y la responsabilidad del profesional de la información está directamente relacionada con dos cuestiones: 1) la actualidad y utilidad de lo que comunica, y 2) la verificación completa de los datos. El discurso informativo habla de algo, habla del mundo; el literario hace el mundo. El discurso informativo se juzga por la relación entre conocimiento y hecho; el literario, sólo por la necesidad interna de la obra. En el informativo, la selección y valoración de lo comunicado se realiza con criterios prácticos, pensando en el público; en el literario, hechos empíricamente insignificantes pueden representar modos constantes de la existencia humana. El informativo es un acto de responsabilidad pública; el literario no se propone jamás la utilidad pública en cuanto literatura... (Diezhandino, 1994: 191). Así, se puede afirmar que el lenguaje periodístico cuenta con las características propias de un estilo literario particular que se distingue de otros por sus fines informativos y por las exigencias del receptor del mensaje. El periodista trata de conseguir la comprensión rápida y total por parte del público y captar su atención, interesarle en la lectura, retenerle por la eficiencia de la forma y no soltarle hasta que esté dicho lo que había que decir (Albertos, 1991: 178). En cuanto a la finalidad de su mensaje, es exterior y pragmática frente a la finalidad interior de la obra literaria, a lo que se puede añadir que el texto informativo es abierto porque su interpretación depende del contexto que sirve de referencia, mientras que un relato de ficción es un texto cerrado que contiene en su interior las claves para su identificación e interpretación (Núñez Ladevèze, 1991: 261). Lo cierto es que los periodistas buscaron, desde la publicación de las primeras líneas, un estilo que impidiera cualquier tipo de duda respecto al contenido y que no se desvirtuara con ninguno de los cambios de registro suele traer consigo el lenguaje poético. La comunicación periodística busca todo lo contrario a esa modificación del sentido de los textos que puede permitirse la literatura, que supone la irrupción en el texto de una subjetividad que puede ser enormemente enriquecedora desde un punto de vista creativo, pero no es precisamente noticiosa ni periodística. El estilo, la manera de presentar los hechos, va en el periodismo unido a la brevedad, a la exactitud, a la precisión y, más que a cualquier otra cosa, a la realidad (Edo, 1999: 153). Y en estos momentos es especialmente importante delimitar este lenguaje y las señas de identidad del periodismo, para contrarrestar la invasión de informaciones -sucedáneos de la información periodística- que no están hechas por los profesionales de la prensa y llenan portales y páginas web en el ordenador, la PDA, el teléfono móvil o la televisión. Los distintos códigos utilizados habitualmente por el periodismo escrito para transmitir la información sobre papel -o cualquier otro soporte semejante- se pueden explicar así: - existe una serie visual lingüística, que se corresponde con el habla en transcripción gráfica, en lo que se considera lenguaje escrito, una serie visual paralingüística, que comprende un conjunto de variaciones -la bastardilla, que indica énfasis, los titulares y su tamaño, la disposición espacial, etc.- que son recursos gráficos para dar importancia a un texto de la misma manera que el tono de voz o el volumen del timbre cualifican los mensajes verbales, y, finalmente, las series visuales no-lingüísticas son las imágenes, fotografías, dibujos, color... (Verón, 1969: 146-47).
  • 2. De estas tres series, hay una que se puede considerar dominante y que se constituye en código rector sobre las demás: la serie visual lingüística, el lenguaje escrito. Pero, con todo, esta circunstancia no es totalmente determinante porque se trata en conjunto de un lenguaje mixto en el que concurren distintos lenguajes simples que apelan siempre a la vista, aunque con mecanismos intelectuales diferentes. Y en cuanto a las características que convienen habitualmente a las distintas manifestaciones del lenguaje periodístico escrito, se puede hablar de seis (Albertos, 1991: 203): 1) corrección, 2) concisión, con el predominio de las frases cortas que en castellano supone de 15 a 17 palabras por frase, 3) claridad, que aconseja el uso de los verbos en forma activa y en indicativo, 4) captación del receptor, ofreciendo lo más importante en las primeras líneas, con una descripción realista y viva, con riqueza y variedad de vocabulario, empleo colorista y ágil del léxico..., 5) lenguaje de producción colectiva, porque intervienen distintos co-autores con responsabilidad diferente en el texto final, y, por último, 6) lenguaje mixto, en el que las series lingüística, para-lingüística y no-lingüística se influyen entre sí para llegar al producto periodístico definitivo que van a recibir los lectores. Pero el periodismo en cada una de sus modalidades -escrita o audiovisual- cuenta con un sistema de signos propio que responde a las posibilidades técnicas concretas de cada uno de los medios y que se pueden resumir en un esquema como el siguiente: Periodismo escrito: 1) Series visuales lingüísticas 2) Series visuales para-lingüísticas 3) Series visuales no lingüísticas Periodismo radiofónico: 1) Palabra 2) Música 3) Efectos sonoros Periodismo audiovisual: 1) Código icónico: Imagen en movimiento Imagen fija 2) Código lingüístico: Palabra 3) Código sonoro: música y efectos sonoros Como en la prensa escrita, también se puede hablar de unos rasgos diferenciales del periodismo audiovisual que se realiza en la radio y la televisión. La facilidad para estar en el lugar de los hechos, la unisensorialidad y la fugacidad son propios de la información en la radio. Y su capacidad para transmitir cierta sensación de veracidad y dar un testimonio directo de las noticias hacen de ella un instrumento especialmente válido para la información. Cuanto más cotidiano sea el mensaje, más y mayores posibilidades de diálogo ofrece el medio. Con el diálogo la radio facilita al oyente el acceso a la comprensión de la realidad y le ofrece la oportunidad de manifestar su opinión ante los hechos (M. A. Ortiz y F. Volpini, 1995: 19 y ss). En sus primeros pasos, la radio siguió las pautas marcadas por el periodismo escrito leyendo los textos en los distintos programas informativos. Pero para describir las particularidades actuales del lenguaje radiofónico hay que partir de la necesidad de escribir textos para ser oídos en los que se acentúa la aproximación al lenguaje hablado. Un primer elemento diferencial es la entonación y otro la identificación que se establece entre emisor y receptor a través de la cercanía y la calidad humana de la voz, de la palabra, envuelta con sonidos y efectos especiales que refuerzan un estilo literario propio que se dirige exclusivamente al oído. Este estilo radiofónico se puede resumir en: 1) la importancia de utilizar oraciones breves, 2) en las palabras concretas y fáciles de entender, y 3) en hacer especial hincapié en el final de las frases. Y se ha ido alejando cada vez más del estilo escrito para asumir unos rasgos lingüísticos distintos y propios. Una de las fórmulas más sencillas se resume en estimular, retener y fijar las fases deseables de todo este proceso porque la información oral es fugitiva y, por tanto, infinitamente más frágil que la escrita. No tiene soporte material tangible, no goza del beneficio del flash- back, la vuelta atrás permitida al lector de un periódico o revista y no se beneficia del peso de la presencia física de un conferenciante o del profesor. La información radiofónica es fugaz por naturaleza. El oyente ha de esforzarse por mantener ante los ojos del entendimiento la cinta inmaterial de las noticias que desfilan con velocidad, encadenando sin reposo palabras y frases (M. Hankard, 1973: 21 y ss). Esta fugacidad da paso a rasgos muy específicos que proporcionan su propia personalidad a esta modalidad del lenguaje informativo. Uno de ellos es la necesidad ineludible de la brevedad, en un estilo comunicativo propio en el que la característica de la concisión se impone a las otras cinco porque en un informativo de radio sólo cabe lo imprescindible. La velocidad media del informador radiofónico al hablar es de unas 150 a 170 palabras por minuto, y como parece demostrado que la atención del que escucha comienza a declinar entre los cuatro y los ocho minutos, resulta imprescindible para mantener su interés variar con frecuencia el punto de atención y, como consecuencia, recurrir a otra característica del lenguaje del periodismo: la claridad, evitando las frases largas, las citas, los porcentajes, las palabras difíciles. Un noticiario que dure diez minutos supone unas 1.500 palabras, que pueden ser el equivalente de dos columnas en un periódico, y ninguna noticia, por importante que sea, debe sobrepasar los tres minutos. En el proceso informativo de la televisión, son esenciales para la expresión adecuada de su lenguaje: 1) la velocidad de la información y 2) la espectacularidad en el modo de ofrecerla. Este lenguaje presenta como elementos principales la selección espacial (encuadre) y la selección temporal (montaje). Este último tomará en consideración, entre otros aspectos, el factor tiempo -real o televisivo- expresado en velocidades relativas de acuerdo con las características de cada programa concreto. El lenguaje visual presenta propiedades como inmediatez, espontaneidad, actualidad, imprevisibilidad e intimidad (Aguilera, 1985: 187 y ss).
  • 3. La técnica narrativa de la televisión supone, pues, la utilización de distintos elementos que tienen como base la imagen en movimiento aunque sin limitarse sólo a este modo de expresión: añaden la palabra, la música, los efectos sonoros y las imágenes estáticas en forma de gráficos, fotos o dibujos. Para contrastar los valores informativos del periodismo escrito con los que se consideran propios de la televisión, se puede recurrir al análisis que los concreta en: 1) limitación de tiempo, 2) hora de emisión, 3) área de señal, 4) elementos visuales y 5) culto a la personalidad. Y de todos ellos son los dos últimos los que establecen más claramente la distancia entre el planteamiento informativo de la televisión y el de otros medios (Green, 1973: 72). Así, si queremos establecer unas notas diferenciales de la información televisada es necesario partir de la una ineludible carga emocional (M. Albertos, 1991: 474) en la presentación de los mensajes que es el resultado de tres elementos: la importancia de lo visual, el culto a la personalidad y la presentación de la noticia como espectáculo. Y este papel principal que tiene el lenguaje de la emoción sobre el lenguaje racional y discursivo, más propio de la prensa escrita y hablada, es la característica más representativa de la información emitida por televisión. Además, el hecho de que el mensaje periodístico utilice como soporte la imagen hace que su análisis se aleje de los planteamientos clásicos de la Lingüística para conducirnos al ámbito del estudio general de los signos, ya que la Lingüística, entendida en el sentido clásico, aparece en este caso como limitada para mostrar toda la complejidad de los mensajes periodísticos. Y se puede hablar de una serie de sistemas de signos que se sintetizan en tres códigos básicos -las imágenes, los sonidos musicales o ruidos y las emisiones verbales- y en una enorme variedad de subcódigos que tienen en común su casi completa dependencia de lo puramente visual (Eco, 1969: 133-138). Queda a la vista que el mensaje televisivo es el que ha ofrecido hasta ahora una mayor abundancia y variedad de signos. Y, también, dos rasgos lingüísticos muy concretos: 1) el contrapunto que debe ofrecer el texto cuando la imagen necesita aclaraciones o distorsiona la objetividad del relato televisado, y 2) las peculiaridades de la estructura del relato literario para la televisión si contamos con la tendencia a presentar la información como espectáculo. Finalmente, conviene aludir también a las funciones de la imagen como lenguaje porque sus singularidades le otorgan un valor de signo lingüístico asimilable en algunos aspectos a la palabra, como veremos más adelante al referirnos a los elementos icónicos en los medios digitales. 1.1. Lenguaje particular del ciberperiodismo Al llegar a este punto es bueno recordar que el espacio informativo que se ha abierto en la red de redes recuerda todavía demasiado a la prensa escrita y, sobre todo, a los diarios editados en papel, por lo que inicialmente su sistema de signos se ciñe a las tres series visuales del periodismo escrito. Y, sólo en la medida que lo permite la tecnología, va abarcando los códigos audiovisuales para llegar a ese medio multimedia que todavía no se ha consolidado como tal pero que veremos en un futuro próximo. Además, por la experiencia recogida hasta ahora en las publicaciones que se pueden seguir en la red se puede decir que requieren un lenguaje que asume las características ya conocidas -corrección, concisión, claridad, captación del receptor, lenguaje de producción colectiva y lenguaje mixto-, pero con el matiz particular de que en los medios on line no es sólo mixto sino verdaderamente complejo. Y que vamos a nombrar, más concretamente, como lenguaje múltiple (Edo, 2001: 86). Porque si hasta ahora era necesario hacer una distinción entre los diversos códigos de transmisión escritos y audiovisuales, la información que nos llega a través de Internet - o de cualquier otra red en el futuro-, además de añadir a las posibilidades actuales las del hipertexto, que se estudia en otro de los capítulos de este libro, unifica los distintos lenguajes en uno sólo. Y nos va a llevar a la utilización simultánea de todos los que ya conocemos para llegar a producir uno distinto y plural que es unificador y multimedia y que va a ser imprescindible para los periodistas en todo el mundo. Esta nueva denominación -lenguaje múltiple- responde al hecho de que, al valorar el lenguaje del periodismo en la red, vemos que la series visuales para-lingüística y no lingüística ya no son exclusivamente un elemento de la página que completa o refuerza el texto - hasta ahora dominante- mediante un titular, una foto o un dibujo. En este nuevo contexto, estas dos series se equiparan en importancia con la netamente lingüística de tal manera que las tres se enlazan en un mismo nivel para contar las noticias utilizando a la vez palabras, frases subrayadas que sirven de conexión para acceder a otros textos e imágenes que representan conceptos conocidos por todos y que, por ser de carácter universal, pueden superar las barreras idiomáticas e intercalarse en textos escritos en todas las lenguas. Y en este nuevo lenguaje múltiple que utilizan los medios digitales también ocupan un lugar relevante, muy distinto del que han tenido hasta ahora, los elementos icónicos. Así, todas las consideraciones acerca del lenguaje periodístico que se han expuesto en los primeros apartados siguen siendo útiles, pero en el contexto digital ya no es tan nítida la distinción entre prensa escrita y audiovisual, aunque una y otra dispongan de páginas propias en Internet. El lenguaje ciberperiodístico que, como hemos visto, comenzó siendo muy semejante al de los periódicos y utilizaba principalmente las series lingüística, para-lingüística y no-lingüística, puede añadir ahora la imagen en movimiento -tanto vídeos como gráficos interactivos- y el sonido, siempre que se disponga del software adecuado. Las cabeceras editadas inicialmente en papel, que trasladaron su propio lenguaje a la red, muy poco después tuvieron que introducir y manejar los códigos icónicos y sonoros, hasta ahora exclusivos de la radio y la televisión, para comenzar a producir contenidos en ese lenguaje múltiple -todavía incipiente, lento y con muchas cuestiones pendientes- que abarca y abarcará mejor todos los formatos posibles de la tecnología actual. Y también es importante hacer hincapié en otro elemento que se introduce descaradamente en el lenguaje: las siglas. Es frecuente encontrar en los textos B2B (Business to Business), B2C (Business to Consumer), WAP (Wireless Application Protocol), DVD (Digital Video Disk), ISP (Internet Service Provider), RDSI (Red Digital de Servicios Integrados), UMTS (Sistema Universal de Telecomunicaciones Móviles), IP (Internet Protocol), etc. Sin embargo, en lo que se refiere a los iconos hay que hacer algunas matizaciones porque todavía no se ha llegado a conseguir un nivel de eficacia comprensiva suficiente en la sustitución de las palabras por imágenes. Como ocurre en otros aspectos del periodismo on line queda mucho por hacer. Y es necesario llegar a determinar cuales son los sistemas de expresión que de verdad aportan claridad y rapidez en la captación del mensaje. El lenguaje gráfico tiene más limitaciones que el lenguaje hablado y el escrito, y la realidad es que, en los medios de comunicación que cuentan con un site en la red, es frecuente ver que los iconos van acompañados de la palabra que explica el concepto que se quiere representar. Entre los profesionales más avanzados del estudio del diseño todavía existen ciertas dudas acerca de la manera más conveniente de utilizarlos y, a la vez, hay coincidencia en que es urgente llegar a unificar los modelos desde una perspectiva internacional con los criterios de máxima legibilidad en pantalla, concisión gráfica y claridad visual (González-Miranda y Royo, 1998). Pero cuando además de las series visuales del periodismo escrito se utilizan el sonido, el vídeo y los gráficos interactivos y se ofrece al público una información periodística que se puede considerar multimedia, no podemos referirnos sólo al hipertexto. Puesto que se
  • 4. utilizan todos los soportes hay que hablar del hipermedia que, aplicando las mismas técnicas, hace compatibles el texto, el sonido, las imágenes fijas o en movimiento y los gráficos. Se sincronizan así en el tiempo y en el espacio informaciones que inicialmente no tenían ninguna conexión y se presentan con ese lenguaje múltiple que combinará los códigos del periodismo escrito y el audiovisual en cada una de las noticias. Y que debe contar con las posibilidades interactivas de Internet y facilitar la actualización constante de las noticias, característica de la red, de una manera atractiva para el público. El periodista que trabaja para cabeceras digitales tiene que interactuar con los lectores y pensar en multimedia, informar con textos, imágenes y sonido aunque eso hoy produce, en la práctica, unas dificultades operativas que la tecnología y, como consecuencia, los medios, todavía no han podido resolver. Toda esta expansión digital supone la instalación en las pantallas del ordenador de un conjunto de medios de comunicación aparentemente distintos a los que estamos acostumbrados a ver. Pero la realidad es que tales cambios afectan, más que al fondo -el buen periodismo sigue siendo imprescindible-, a la forma y a las diferentes posibilidades de presentar el mensaje informativo que proporciona el nuevo lenguaje hipermedia. En cualquier caso, el conjunto de los lenguajes del periodismo se ha mostrado y se muestra mediante unas formas expresivas que se manifiestan en un estilo concreto y en los géneros correspondientes, que profesionalizan los textos y facilitan el trabajo y la docencia del periodismo y que se estudian en otro capítulo de este libro. 1.2. Observaciones gramaticales Las aspiraciones gramaticales de los textos escritos para la pantalla son, en principio, tan exigentes como las del mejor periodismo impreso. Pero en estos pocos años hemos podido comprobar que los contenidos informativos de los medios on line no son, en términos generales, los más correctos que se han publicado. Es cierto que la posibilidad de cambiar cualquier texto al actualizarlo -quizá a los pocos minutos- elimina en parte el impacto visual de la impresión en papel y, en cierto sentido, produce un efecto semejante a la fugacidad de la información radiofónica. Y también que en las redacciones de los medios digitales la media de edad de los periodistas que elaboran las informaciones es muy baja. Pero, en cualquier caso, las incorrecciones gramaticales no hacen sino dañar aún más la credibilidad del trabajo periodístico que, por circunstancias que no es posible explicar aquí y que todos conocemos, no está en su mejor momento. Como es lógico, las pautas de acentuación y puntuación no deben sufrir variaciones de ningún tipo al escribir para la red, pero la dificultad añadida que supone leer en la pantalla exige unos textos sin complicaciones que, además de ofrecer una síntesis ajustada de la noticia o el acontecimiento actualizado, eliminen tropiezos innecesarios. El esquema sujeto-verbo-objeto, utilizado con toda su simplicidad y su eficacia, puede ser la mejor ayuda para conseguir una comprensión rápida del contenido. Y lo más sensato es prescindir, siempre que sea posible, de los diferentes modelos de oraciones complejas: así se evitar por completo la necesidad de volver atrás en la lectura por los inconvenientes de una frase demasiado larga. Esto cobra mayor importancia en dos situaciones muy concretas: -cuando se escribe para la home page, y -cuando el texto va acompañado de imágenes, gráficos estáticos o gráficos interactivos que, más que explicaciones, requieren apenas unas frases que orienten y sitúen al lector en la acción que se muestra o en el recorrido infográfico. Quizá una de las cuestiones que pueden suponer cierta confusión es la determinación de los tiempos verbales. Si en el periodismo convencional es recomendable el presente de indicativo y la forma activa porque el periódico o el informativo de radio o televisión pierden actualidad en cuanto se publican o en el momento en que se emiten, )en qué momento hay que situar la información en los medios digitales? En las noticias -y sobre todo los reportajes, entrevistas, crónicas, informes...- que se publican en la red y permanecen durante un tiempo en el site a disposición de la audiencia, pierde sentido el “hoy ha sucedido ...”, porque muy pronto se hace necesario pasar al “sucedió”, hace más o menos tiempo y, en algunas ocasiones concretas, incluso al “sucederá”. Además de que una página web puede ser consultada desde cualquier punto del planeta y los horarios pueden no coincidir con el momento en el que se hace pública la noticia. Todas estas circunstancias pueden hacer recomendable -aparte de la exactitud en la delimitación de las fechas en las que se han producido los hechos-, la utilización de enunciados sin núcleo verbal o frases asertivas dentro de la oración principal y como unidades independientes. También la concordancia en número y persona entre el sujeto y el verbo y la utilización restringida o, en su caso, certera de las formas verbales impersonales son modos más de hacer asequible el contenido del texto. Y, en la medida de lo posible, hay que renunciar al condicional. Por otra parte, es importante extremar la prudencia en el uso de los adverbios, sobre todo desde el punto de vista cuantitativo, porque ralentizan los tiempos de lectura. Y lo mismo puede decirse de las conjunciones, las preposiciones y las interjecciones cuando no se manejan con precisión y competencia. 2. El estilo ciberperiodístico Pero no basta con saber emplear correctamente la sintaxis y las palabras, que no es poco. El estilo va más allá de los conocimientos gramaticales y entra en un terreno que hace decidirse al lector por un texto en lugar de otro, por la sencilla razón de que está mejor escrito, le explica con más precisión lo que quiere saber y es más atractivo. Desde una perspectiva general, la actividad periodística ofrece tres niveles o planos diferentes (Núñez Ladevèze, 1991: 47-49). El nivel contextual comprende el conjunto de juicios o decisiones profesionales que tienen por objeto la identificación, comparación, relación, evaluación y selección de las noticias, y convierte al periodista en un intérprete de la actualidad informativa. El plano textual se refiere al modo de ordenar los datos en el texto y aquí el informador es, además de intérprete, productor de textos de información de actualidad. Finalmente, el nivel estilístico abarca la delimitación de los rasgos característicos del estilo informativo, sus cualidades y defectos, y los límites de la capacidad expresiva de los informadores. En este tercer plano, el profesional de la información usa y selecciona las palabras adecuadas, prescinde de otras, adopta unos giros y expresiones concretas y prescinde de otros: es intérprete, productor, y redactor o escritor de textos, mediante un estilo que le sirve para comunicar de manera profesional la información. El estilo es una manifestación conceptual amplia que abarca los diferentes modos expresivos personales y que en el periodismo adopta distintas modalidades, siempre con el fin de conseguir un estilo literario singular que trata de responder a las necesidades y a las expectativas de la audiencia. Y los medios digitales, como los escritos y audiovisuales, se elaboran para ser atractivos y accesibles al mayor número posible de personas o para satisfacer a un sector especializado y restringido de la audiencia que busca una información concreta por la que experimenta un singular interés.
  • 5. El objetivo del estilo periodístico -que en muchas ocasiones se identifica con el lenguaje periodístico- es atraer al lector, lograr que se interese por los contenidos que se le muestran, retenerlo por la claridad, la corrección, la exactitud y, en tantas ocasiones, la capacidad de seducción en el modo de contar cada historia real y concreta que aportan la actualidad o el trabajo personal del periodista, y, con todas estas armas, conseguir que lea, escuche, vea, se interese y, si es posible, opine sobre lo que acaba de conocer (Edo, 2003: 46). Una vez establecidas estas bases podemos observar que en los medios digitales se dan unas connotaciones particulares que llevan también, dentro de la corrección que ya se ha reclamado en este trabajo para los textos, a unas necesidades estilísticas específicas. Y para determinar las características del estilo ciberperiodístico es imprescindible tener en cuenta los niveles de lectura que presenta el ciberespacio informativo. Porque aún cuando en la red todavía no se han consolidado géneros propios y más bien se están adaptando los géneros periodísticos con los que se trabaja en los medios tradicionales, hay algunas peculiaridades que influyen en el desarrollo de la actividad periodística. En primer lugar hay que referirse a que las posibilidades informativas del hipertexto para publicar la información de actualidad y, a la vez, aceptar que están todavía poco explotadas y que no han captado cómo se esperaba la atención del internauta. Y no ya del lector de papel que se informa en los medios on line de manera complementaria, sino de los nuevos lectores -mayoritariamente jóvenes- que prescinden de los medios convencionales para conocer la actualidad. Pero si en algo ha ganado ya Internet a los medios tradicionales es en la consulta de las noticias de última hora o, con una terminología más adecuada a un medio que se actualiza sin interrupción, de las noticias del último momento. Y puesto que esta tendencia -por ahora, y quizá mientras llegan nuevos progresos tecnológicos- va aumentando, es imprescindible hacer hincapié en la importancia de escribir textos breves que no renuncien a la calidad. Además, esa misma brevedad es conveniente también aplicarla a las informaciones que utilizan todos los formatos, y producir relatos multimedia de estructura simple que se puedan ver completos en poco tiempo. La capacidad de síntesis, tan necesaria para cualquier periodista, se convierte en una cualidad inestimable en el ciberperiodismo, que requiere narraciones escuetas pero completas y atractivas, sin que el diseño se convierta en un impedimento que llegue a retrasar la lectura. 2.1. El estilo informativo El estilo informativo, que busca informar a los lectores, transmitir datos con ánimo objetivo, cumple en los medios digitales todas las condiciones que se han desarrollado al comienzo del capítulo. Pero otorgando especial relieve a la concisión, la claridad y la captación del lector o de la audiencia concreta a la que se pretende atraer. Este primer nivel de la información es un periodismo de hechos contados de acuerdo con las pautas establecidas para el relato por el story anglosajón, para el que se recurre a unos géneros concretos que por el momento son, como en otras modalidades estilísticas, una adaptación de los que se utilizan en otros medios: la información, el reportaje objetivo y la entrevista de declaraciones hecha, con frecuencia, por correo electrónico. Además de tener en cuenta que conviene una expresión diferente para las hard news y las soft news. Y como se ha comprobado que en los medios digitales cobran mayor importancia las primeras, las noticias de inmediata actualidad, habrá que elaborar unos textos adecuados a tal necesidad y conseguir que el género más austero -la información, la noticia- alcance unos niveles de calidad lingüística comparables a los de un texto de más envergadura porque, en la mayor parte de los casos, ese texto y los titulares son lo único que va a leer quien visita la página. Así, si al elaborar el relato informativo convencional hay que redactar la entrada y el cuerpo de la información pensando que van a estar en la misma página, en la red cambia por completo el esquema clásico: el arranque de la información va a estar en la home y al cuerpo se llega a través de un enlace. Y hay que tener en cuenta que ese primer texto que inicialmente podría parecer una entrada no responde exactamente a ese modelo, aunque su tamaño pueda recordarlo, porque debe tener vida propia y dar una información satisfactoria -que, además, anime a acceder al enlace- en muy pocas líneas. Por lo tanto conviene aquí hacer referencia a la utilidad de la fórmula clásica de las 5 W=s (who, what, where, why, when) y al llamado lead del sumario -sobre todo para las noticias que forman parte de la home page- y, además, a la pirámide invertida, que ha pasado de ser imprescindible durante décadas a considerarse innecesaria en los últimos años y que, como técnica, se rejuvenece ahora con los medios on line para seguir vigente aunque con características diferentes que se adaptan al nuevo espacio y a su exigencia de fragmentar la información. Pero sin que se pueda considerar más que un pauta de trabajo que puede quedar superada, entre otras cosas, por las informaciones instantáneas que exigen otros baremos informativos más ágiles. De todas formas, siguen siendo útiles en la pantalla las recomendaciones para la entrada que son de uso común en el papel: ir directamente al asunto, emplear verbos en voz activa, utilizar un lenguaje claro y fácil de entender, evitar las interrogaciones y las negaciones... En cuanto al cuerpo de la información, existe una ventaja evidente sobre el papel: cuando alguien accede a él es, en general, porque ha decidido leerlo. Y nos encontramos con que el esquema de la pirámide invertida se divide únicamente en dos zonas: el texto de la home y la información completa a la que se accede a través del enlace, que puede elaborarse o no con los datos ordenados de mayor a menor importancia según convenga en cada caso. Finalmente, al escribir el conviene tener en cuenta una serie de normas como procurar hacer frases cortas, utilizar habitualmente un vocabulario sencillo pero correcto y con los términos adecuados, recurrir a verbos en forma activa o no repetir tópicos desgastados. Pero otra cuestión más interesante para el estilo que las técnicas de trabajo es la delimitación de los diferentes modos de escritura que, utilizados en el contexto preciso, facilitan la redacción adecuada de los textos correspondientes a cada uno de los géneros. Así, el estilo informativo que conviene a los géneros informativos se apoya en la narración y en la descripción de los hechos y depende de la perfección conseguida al encadenar las frases con precisión y sin circunloquios. Y los condicionamientos de la pantalla aconsejan en la información cierta cautela para acudir a otros modos de expresión más complejos que pueden dificultar la comprensión rápida del contenido del mensaje. Ante las perspectivas cibernéticas es conveniente saber hacer compatibles la amplitud para acoger las novedades y la profesionalidad, que va a mantener lo que es esencial. Y al narrar y describir hay que conseguir, antes que ninguna otra cosa, la brevedad correcta, el contrapunto adecuado entre texto, imagen y sonido, si se incluyen, y la claridad expositiva que se completa con una tipología específica para los titulares, en especial los de la home page, que se apuntará en un epígrafe posterior. 2.2. El estilo interpretativo y dialógico El estilo es hijo del saber, de la experiencia, del buen juicio, del gusto y de la habilidad disciplinada. Todo ello unido al pensamiento; mediante el pensamiento y no mediante fórmulas se logra la profundidad. Es algo que no se aprende en seis meses o en seis años, pues es algo que ya estamos desarrollando y que seguirá en desarrollo hasta el momento en que nos retiremos de la profesión, siempre y cuando escribamos con la mente, no con fórmulas (Copple, 1970: 95). Estas apreciaciones sobre el estilo son especialmente válidas para la interpretación, que ahora forma parte de la práctica diaria del periodismo pero es un concepto que no se acuña hasta la segunda mitad del siglo XX. Si en la década de los cuarenta ya se hablaba en Estados Unidos del Interpretative Reporting, en Europa Ferdinand
  • 6. Terrou y otros especialistas hablaban en 1958 del periodismo de explicación y, al mismo tiempo, en la Universidad de Syracusa, también en EEUU, se hablaba del reportaje en profundidad o depth-reporting. En cualquier caso, e independientemente del nombre que se le quiera dar, se trata de un modelo informativo nuevo, de otro modo de tratar la noticia esencial en el periodismo moderno porque la interpretación proporciona relieve a los hechos, los sitúa en su contexto y, por encima de todo, revela su significado a partir de una mayor profundidad en el análisis de las noticias. Este modo de ofrecer al lector los hechos completos con sus antecedentes y sus posibles consecuencias alcanza sus mejores momentos a partir de la pasada década de los 70. Y hoy sigue teniendo reconocimiento social y periodístico por su capacidad para defender a los ciudadanos de los intentos manipuladores de los distintos grupos de presión o de personas concretas. Pero en los últimos años del siglo XX y estos primeros del siglo XXI, puede hablarse de una nueva etapa. Y no sólo por la revolución informativa que suponen las redes de comunicación como Internet. La frecuencia con que se mezclan la información y, sobre todo, la interpretación con la opinión, mediante una utilización sesgada del periodismo interpretativo que puede convertirse en un auténtico fraude a los lectores, habla ahora de un periodismo de intereses -económicos, políticos, ideológicos y, en definitiva, de poder- que reclama la adhesión de las audiencias a cualquier precio olvidando aspectos esenciales de la ética periodística (Edo, 2003: 53). Aunque, a la vez, hay que destacar la importancia adquirida por nuevas tendencias como el periodismo cívico, el periodismo de servicio, del bienestar social o de la calidad de vida. Los géneros que sirven para desarrollar esta información de segundo nivel son la crónica y el reportaje interpretativo y la entrevista de personalidad o entrevista de perfil. Todos son textos cuya dificultad al tratar de clasificarlos está en que no se pueden definir estrictamente ni como relato, ni como comentario porque se sitúan en la frontera entre la información y la solicitación de opinión. Pero aún así, deben moverse en el ámbito del estilo informativo, y puede ser un fraude, de cara al lector, emitir opiniones en el transcurso de la interpretación, sin dejar patente que se está editorializando. Ahora parece evidente que el estilo rigurosamente informativo se ha visto superado por el interpretativo que, cuando está realizado con rigor y profesionalidad, proporciona una visión más completa de los hechos que componen la actualidad. Pero también es cierto que no se opone a él: debe ser una información de segundo nivel, más profunda, más elaborada y con más datos. Y quizá ahora sea más necesaria que nunca la interpretación, ya que la audiencia recibe un exceso de información, difícilmente asimilable, que reclama un análisis más reposado y completo del que ofrece la instantaneidad de la noticia en los medios audiovisuales y, sobre todo, en Internet. Pues bien, aunque una de las tendencias más generalizadas apunta a que la interpretación y el análisis -e, incluso, la opinión-, encontrarán su único refugio en los diarios editados en papel o en un soporte de características semejantes, el modo adecuado de ofrecer este tipo de informaciones en la red exige utilizar las posibilidades del reportaje, la crónica y la entrevista hipertextuales. Si al hablar del estilo en la información de primer nivel nos referíamos a la narración y a la descripción de los hechos como modalidad casi exclusiva, aquí hay que referirse a la exposición de hechos y a los razonamientos a los que dan lugar el conocimiento de los antecedentes y del contexto de la noticia, los documentos que la explican, las valoraciones de los expertos, las imágenes que la muestran o los gráficos que la desmenuzan. Como esquema clásico del relato interpretativo podemos proponer tres pasos: el punto de vista inicial desarrollado en la entrada, la exposición lógica de los datos y una conclusión o previsión de futuro que completa el planteamiento del arranque. Este esbozo podría servir, en principio, para la publicación en la red, pero con diferentes matizaciones que vamos a ver. El problema se plantea al proyectar la fragmentación del texto y las imágenes para hacerlos accesibles mediante los enlaces adecuados. Y la propuesta más sencilla, de acuerdo con las posibilidades tecnológicas de que disponen los medios en estos momentos, puede incluir, además del texto, los titulares y la foto de la home, algunos de los siguientes enlaces: 1) el texto principal, que refleja la noticia o el acontecimiento que sirve de base al reportaje y al que se accede, generalmente, a través del titulo convertido en enlace, 2) los antecedentes, textuales, gráficos o sonoros, 3) el contexto actual, 4) las reacciones y opiniones de diferentes expertos y de los lectores, 5) análisis, valoración, propuesta de futuro, 6) siempre que la noticia o el asunto que se trate los permita, galería de fotos y/o un gráfico o gráficos sucesivos, 7) vídeo con sonido de ambiente, si la información lo admite, 8) enlaces externos relacionados con el tema, y 9) foros, opiniones de los lectores. Pero esta solución, que presentada de una u otra manera, es la que se refleja hoy, no es todavía la que podemos esperar para el ciberespacio. Los medios, hasta ahora han experimentado desde distintas perspectivas esa fragmentación para el reportaje, pero con unas pautas cercanas a los esquemas que ha impuesto el papel. Hay que cambiarlos. Además, las cifras de acceso y los recuentos de páginas dicen que sólo los gráficos interactivos -la infografía es una de las mejores armas de Internet y un elemento clave en el nuevo lenguaje de los medios digitales- consiguen una respuesta cualitativamente importante de los lectores de prensa que, en la red, buscan leer poco y tienen prisa. Y esto también se aplica a las crónicas que, tal como las entendemos en estos momentos desde la perspectiva del lenguaje y del contenido -narración de sucesos y exposición de datos con valoraciones personales del periodista, que no inciden en cuestiones de temáticas y de fondo sino en detalles del ambiente o de las personas-, quedan más restringidas en los medios on line ante la claridad que aporta el esquema del reportaje. En cuanto a las entrevistas, si se han realizado por correo electrónico no es fácil que alcancen la profundidad y la calidad de las que se hacen personalmente si hablamos de entrevistas de personalidad o de perfil que se apoyan en el diálogo, porque es precisamente a través de ese diálogo y de la observación cómo se accede al personaje. Pero lo que sí se puede ajustar y preparar con calidad es el lenguaje del texto definitivo que se va a incluir en el site correspondiente. Además, las que se hacen de forma plural o con la participación de los lectores-internautas requieren la intervención del periodista para adaptar los textos de unos y otros a las condiciones de la red y para actuar como filtro que profesionaliza la presentación de las preguntas y las respuestas. Otra posibilidad que ya han intentado algunos medios es ofrecer entrevistas en vídeo, generalmente completas. Pero la realidad es que, en estos momentos, la baja calidad de la reproducción no sirve de acicate para acceder así a la información, aunque la evolución tecnológica puede convertir en breve estas reproducciones -convenientemente tratadas y con un montaje adecuado a la imagen- en una modalidad más atractiva que las actuales. Con todo, se están probando modelos nuevos que son interesantes y pueden tener futuro. Entre otros se puede hablar de los que plantean las profesoras estadounidenses Paul y Fiebich o de las innovaciones que ofrece el argentino Clarín, así como de los intentos de los grandes diarios españoles -El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia...- por integrar texto, sonido e imágenes mediante un diseño
  • 7. estimulante y la presentación de gráficos interactivos de calidad, sobre todo desde los últimos meses de 2001, aunque son experiencias que todavía no se han consolidado. 2.3. El estilo argumentativo El estilo de solicitación de opinión o editorializante pretende orientar el juicio del receptor con cierto grado de intencionalidad en el mensaje que ofrece el medio al mostrar la actualidad. Y en el esquema clásico del periodismo anglosajón responden al concepto de comment y expresan opiniones mediante un modo de escritura particular que es la argumentación. Dentro de estas coordenadas hay dos géneros con personalidad propia: el editorial y el artículo o comentario, que en España se llama columna. Hay otra modalidad, que no tiene su origen en el periodismo, pero que está estrechamente vinculada con los cometidos típicos de la información de actualidad: la crítica. También se puede hablar de un conjunto de textos que comparecen en los medios de comunicación de una manera que podemos considerar ocasional, que cumplen una función que es más bien de entretenimiento o evasión que de emisión o solicitación de opiniones y que son la tribuna libre, los artículos de humor, los artículos costumbristas, los ensayos doctrinales, los artículos de divulgación histórica... Tienen estos últimos en común que no trabajan directamente con hechos, no se unen a la tarea informativa de transmitir datos o de opinar sobre ellos sino que tienden a dedicarse a las ideas y deducen consecuencias ideológicas, culturales o filosóficas. Por este motivo y, sobre todo, porque en los medios digitales no han llegado a encontrar un lugar consolidado, no vamos a tenerlos en cuenta en este trabajo. En cualquier caso, tanto el editorial como el comentario, la crítica, la tribuna libre y los artículos se engloban en el comment anglosajón. Pero el editorial, el suelto y el comentario, que son rigurosamente periodísticos, suelen estar escritos por periodistas profesionales mientras que los demás los hacen también personas sin una dedicación plena a las funciones periodísticas. Sin embargo, por lo que se refiere a las columnas podemos distinguir dos tipos diferentes que se encuentran perfectamente diferenciadas en los medios de comunicación y, de manera más precisa, en la prensa: las de opinión y las de análisis. Las primeras son abiertamente opinativas y suelen estar situadas en el espacio que se dedica de manera exclusiva a la opinión. Y las segundas se mueven en el terreno de la interpretación periodística por lo que la columna de análisis tiene -o, mejor, debería tener, porque no siempre ocurre así- carácter informativo, a la vez que se incluyen en el ámbito físico de la información, y en la sección correspondiente al tema concreto que tratan. Las diferencias que existen entre unas y otras y la manera más adecuada de realizar este tipo de textos se pueden resumir diciendo que la columna de análisis (New Analysis) se expresa mediante la utilización de razonamientos con base objetiva, se mueve en el terreno de la interpretación y el análisis y habría que incluirla en el apartado anterior, y que la columna de opinión (comment) argumenta con ideas subjetivas con el fin de persuadir y entra dentro del campo de la opinión. Una vez determinados los géneros de opinión, ¿cual es la experiencia que se ha obtenido en los medios digitales respecto a estos textos? Se puede comprobar que hasta ahora no han llegado a los internautas con la misma fuerza que los textos informativos: son todavía poco digitales. Y no sólo en el caso de los editoriales, que se reproducen en la red tal como se publican en el papel. Tampoco los columnistas han encontrado un lenguaje que tire de los lectores y les anime a formar sus opiniones en la red. Los creadores de opinión de los medios audiovisuales manifiestan su ingenio desde distintos matices relacionados con la imagen, la voz, el talento, la rápida agudeza o el glamour personal, pero la única arma de los columnistas en la prensa escrita es el texto. Palabra a palabra, línea a línea, nos atraen o nos disgustan, nos convencen o nos ponen en guardia, nos divierten o nos irritan. La perfección, la belleza, la ironía o la claridad en el encadenamiento de las frases es el único camino para entender su mensaje, y cuando sus firmas se publican on line juegan con desventaja porque leer en la pantalla resulta bastante más incomodo que hacerlo sobre el papel. En estos primeros años del periodismo digital los lectores buscan, como ya se ha dicho, información rápida, opinar y participar en debates, tertulias y chats y sacar el mayor partido posible a los servicios que cada diario, portal, revista o página web les ofrece para facilitarles la vida. Y parece que los mismos periodistas y escritores que en la prensa tradicional tienen lectores fijos y abundantes pierden gran parte de su atractivo en la red. En un recorrido por los periódicos españoles de mayor difusión puede comprobarse esta realidad y se pueden observar, también, algunas tendencias. Las grandes cabeceras que se editan también en papel con tiradas altas y que disfrutan on line del prestigio de su marca, tienen cifras elevadas de visitas en la red que se centran en la home page, con toda su oferta de información, servicios y entretenimiento y en la información de actualidad del último momento, que es específica de los medios digitales. Y no ofrecen novedades, ni en el fondo ni en la forma, en lo que se refiere a los textos de opinión. Están redactados como los del periódico en papel porque son los mismos, aunque algunos de los columnistas van incluyendo su correo electrónico para facilitar la interactividad con los lectores. Pero los medios exclusivamente digitales, sin punto de referencia en papel, siguen prácticas distintas que quieren dar más peso a la opinión. Y aportan alguna leve innovación en el modo de presentar los textos -como fotos o distintos tipos de letra- o publican textos breves de lectura rápida que van firmados como una columna pero que tienen una longitud más cercana a la de los sueltos. A pesar de todo, no se puede hablar de prácticas redaccionales distintas sino de presentaciones diferentes. Una de las peculiaridades de Internet, desde el punto de vista de la opinión está en los foros -considerados ya como género (Armentia, 2000: 184)- y en las opiniones de los lectores, aunque todavía no han marcado un estilo propio que se pueda considerar estable y reconocible. Pero siempre que exista una mediación del periodista que profesionalice el resultado que va a aparecer en la pantalla. Se pueden establecer algunas pautas comunes para unos y otros y es posible hacer alguna previsión de futuro: - los editoriales y las columnas de opinión no se publican teniendo en cuenta la tecnología disponible en la red, ni alcanzan la importancia que tienen en la prensa diaria convencional, - no existe un criterio específico ni en cuanto a los temas -hasta ahora todos se han limitado a reproducir los textos de la edición en papel o a publicar otros semejantes en los diarios exclusivamente digitales-, ni en cuanto al diseño adecuado, - en casi todos los medios se comprueba que estos artículos no son los más valorados en cuanto a número de visitas, - como no se aprovechan las posibilidades gráficas ni las que ofrece el uso del hipertexto y leer en la pantalla es incómodo, estos textos están en clara desventaja frente a los convencionales, - es una facilidad adicional, exclusiva de Internet, el acceso a los artículos atrasados, - el interés de los lectores aumenta cuando pueden opinar, sobre todo si lo hacen en tiempo real, -en éste, como en otros aspectos del periodismo on line, se están dando los primeros pasos y queda mucho camino por recorrer hasta llegar al completo aprovechamiento de la interactividad y a la relación directa e instantánea de los usuarios de Internet con el periodismo y los periodistas a través de textos, sonido e imágenes en movimiento, cuando la tecnología lo permita. 3. El relato informativo en la Red
  • 8. En una sociedad como la actual, en la que cada vez tiene más peso la documentación, una de las novedades más útiles que aportó desde el principio la red es, sin duda, la posibilidad de utilizar el hipertexto,-explicado y analizado con detalle en otro de los capítulos de este libro- que no es secuencial, no responde a las claves tradicionales de la lectura, sino que se apoya en la capacidad de la mente humana para relacionar ideas, hechos y datos diferentes. Así, a través de links o enlaces incluídos en el texto principal, se facilita el acceso a archivos conectados entre sí que se almacenan por separado sin sufrir las consecuencias de la falta de espacio o de tiempo de emisión que se producen en los medios de comunicación tradicionales. Tanto al leer el periódico como al escuchar la radio o ver la televisión, disponemos exactamente de la información de un medio concreto en un momento concreto. Y para recuperar la actualidad de unos días, meses o años anteriores hay que acudir a hemerotecas y archivos para buscar la noticia. Pero gracias a las posibilidades de almacenamiento y recuperación de la información que ofrece la red, se pueden manejar a la vez los diferentes elementos de una información. La clave está en dividir con criterios periodísticos todo el conjunto noticioso y documental en elementos más pequeños y manejables con los que se pueda facilitar la navegación, la rapidez de acceso -uno de los graves problemas de Internet es todavía la lentitud- y la visualización del texto y las imágenes que integran la consulta. Son las técnicas del hipertexto que, aplicadas al multimedia, hacen compatibles el texto, las imágenes fijas o en movimiento y los gráficos. Y permiten sincronizar en el tiempo y en el espacio informaciones inicialmente desconectadas entres sí que, por la fuerza de la actualidad o por el interés concreto del internauta, se relacionan en ese momento. En este marco es el propio lector el que elige cómo quiere enterarse del contenido que le ofrecen los medios, el que decide la trayectoria y el orden que quiere seguir en un mensaje, o un conjunto de mensajes, separados en niveles -páginas web individuales- por donde se puede navegar. En un primer nivel se ofrece una síntesis completa del material disponible acerca de esa noticia, generalmente en la home page, y en los niveles siguientes se hace posible, para quien lo pretenda, la posibilidad de profundizar en los temas planteados desde aspectos muy distintos trayendo a la pantalla diferentes documentos escritos o audiovisuales. Para conseguirlo con éxito, hay que fraccionar la narración, para volver a unirla desde varias entradas diferentes que permitan las visitas desde todas las perspectivas posibles: el inicio, el desenlace, las imágenes, las voces o el sonido ambiental, los datos numéricos, la reconstrucción gráfica de los hechos, las opiniones... Algunos autores recomiendan recurrir al modelo del storyboard cinematográfico y otros hablan, con un planteamiento exclusivamente on line, del storytelling. En cualquier caso hay que añadir que aquí el diseño es menos importante que en la prensa que estamos acostumbrados a leer. Su influencia, según las experiencias más recientes y las propuestas de los diseñadores, se reduce frente al aspecto funcional, que gana en consideración sobre lo estético y pasa a primer plano ante la necesidad de encontrar buenos índices que permitan localizar con rapidez la información. Más que ninguna otra cosa, la accesibilidad es la condición que facilita la lectura completa. 3.1. Estructura textual en la pantalla La experiencia de los últimos años muestra que, en general, los medios on line aciertan en el planteamiento del primer nivel, aunque quizá recargando en exceso la home page para exponer la oferta, más o menos completa, de información y servicios que brinda el medio a los lectores. Así, esa primera página -que todavía recuerda a la de los periódicos y reúne todas las noticias más importantes junto a los servicios y una larga serie de enlaces que recorren el mapa del site y permiten, además, visitar otras otros relacionados-, muestra un conjunto de textos breves que reúnen las características del lenguaje informativo y que sintetizan los hechos que se completan en niveles sucesivos. Sin embargo, una de las mayores dificultades informativas de la portada es la falta de elementos para determinar la importancia de las noticias. Lo que en un periódico puede ser resaltado con un gran titular, una gran foto o la extensión del artículo en varias columnas, y en la radio y la televisión enfatizado con la voz, el orden de los titulares o la espectacularidad, en Internet sólo se puede primar por el número e importancia de los enlaces o por el lugar que ocupa: las fotos que se publican en la home son pequeñas y el ancho de los textos es igual para todos. Y el lugar que ocupa sólo tiene una relevancia parcial porque la primera noticia suele ser la más actual y, al no poder visualizar la página completa, no se pueden comparar los elementos que contiene si no se recorre la página hacia abajo. Además, la calidad de los enlaces no se conoce hasta que se entra en ellos, con la correspondiente decepción si sus contenidos no responden a las expectativas que prometían. Se ha intentado en ocasiones un sistema que consiste en calcular el tiempo de lectura y dar el número de minutos aproximado para indicar la longitud del texto, pero no puede considerarse una solución lo suficientemente eficaz. También se podrían añadir un antetítulo o un subtítulo, aunque la red exige síntesis y eficacia evidente en los titulares; o se pueden preceder los enlaces por iconos que desvelen si vamos a encontrar texto, documentos, fotos, gráficos o vídeos y, en casos concretos, se puede aumentar el cuerpo de las cabeceras. Pero ninguna de estas posibilidades ha llegado a conseguir, por ahora, el impacto y la eficacia de las noticias de portada de los papers tradicionales. 3.2. La redacción y los titulares En cualquier caso, la estructura titulares-entrada-enlaces es la que en estos momentos se ajusta mejor a la publicación de la portada en la red, y el cuerpo de la información principal y todos los complementos textuales, visuales y sonoros que se puedan ofrecer se presentan en los links, que pueden estar relacionados entre sí o ser independientes en función de las exigencias noticiosas. Sin olvidar que los textos on line deben ser breves prácticamente siempre, y conviene ceñirse al espacio de una pantalla -y, en ningún caso pasar de tres- para no tener que recorrerlos hacia abajo. Si se quiere dar más información, cualquiera que sea el formato, hay que dividir en más enlaces el contenido del reportaje, que es el género que mejor se adapta a las condiciones de la red, con el criterio claro de que no se trata de almacenar información sino de ofrecer lo más interesante a los lectores que, en general, no quieren perder tiempo navegando sin rumbo. Para redactar un texto ciberperiodístico los baremos son prácticamente los mismos que se han explicado para el lenguaje informativo en los primeros epígrafes de este capítulo. De los seis que se nombran, hay cuatro que se mantienen prácticamente invariables: corrección, concisión, claridad y captar la atención del lector. Y se añaden matices distintos en lo que se refiere la utilización de un lenguaje mixto, que como se ha explicado en los medios digitales se convierte en múltiple, y en cuanto al lenguaje de producción colectiva, que en la red es más evidente porque se publica una gran cantidad de textos más o menos consensuados pero sin firmar. Este anonimato es en buena parte consecuencia de la actualización constante de las noticias, que lleva consigo la urgencia de sustituirlas o variarlas continuamente en la redacción. Pero también es una dificultad añadida porque la ausencia de un autor que se responsabilice personalmente del contenido supone, en muchas ocasiones, una rebaja en la calidad formal del trabajo y un posible abuso del sistema de Acortar y pegar que tanto devalúa los textos digitales.
  • 9. Por lo que se refiere a los niveles en los que se puede distribuir el conjunto de la información, hay autores que han planteado estructuras teóricas en capas ordenadas que presentan aspectos interesantes. Pero no parece acertado pensar en un esquema rígido porque los lectores van a buscar de forma personalizada lo que les interesa de cada cuestión y un guión único y fijo no es lo propio para este soporte. Es necesario descubrir para cada acontecimiento una presentación realista y rigurosa en los contenidos pero imaginativa en la propuesta, que permita leer-ver-escuchar-participar de forma completa o parcial sin que se pierda el sentido del relato y que permita volver al principio, al nivel anterior o al siguiente sin ningún tipo de dificultades. Una vez decidido el esquema adecuado, que incluye todos los soportes, hay tres tipos de textos básicos además de los que se han nombrado para la home: los que se presentan de forma individual mediante un enlace exclusivo -que, en la medida de lo posible, deben ir firmados-, los textos que acompañan gráficos o fotos que requieren o admiten una explicación, y los pies de foto convencionales. Aún cuando la pantalla admite gran cantidad de texto, hay distintas opiniones respecto a la norma elemental para calcular la extensión de los cibertextos y mientras unos hablan del 50 por cien, otros consideran que la extensión adecuada es el 25 por cien de lo que se escribiría para el papel. Eso requiere en el periodista dos aptitudes fundamentales: 1) una capacidad de síntesis demostrada -es frecuente recurrir a la condensación, que supone menos esfuerzo- y un conocimiento del tema que facilite la selección de las cuestiones esenciales sobre las secundarias, y 2) un dominio del lenguaje que, prescindiendo con eficacia de los adjetivos irrelevantes, acierte con las palabras justas sin desvirtuar el contenido. Al contar las noticias es mucho más fácil escribir un texto largo que uno breve y certero, pero uno de los condicionamientos de la red, como ya se ha apuntado con cierta insistencia en este capítulo, es la brevedad. Sin olvidar que todo aquello que se apunta y no se puede explicar con detalle debe ser accesible mediante los enlaces. Por lo que se refiere a los titulares, la primera indicación es que lo que hasta ahora ha sido la clave de su eficacia -tiempo presente y verbo en forma activa- no es tan importante on line por una circunstancia que ya hemos hecho notar: hay que tener en cuenta que las informaciones pueden estar disponibles en la red durante cierto tiempo y, además, las van a leer personas que están en zonas diferentes del planeta y con horarios distintos. En cualquier caso, los titulares muestran el presente o el pasado más inmediato y tratan de convencernos de que ha sucedido algo importante, interesante o, de alguna manera, atractivo. Y, como destaca Llorenç Gomis, el titular llega a cobrar vida propia y a resultar inteligible por sí mismo de modo que el lector, apenas lo lee, puede contar el hecho e incorporarlo a su conversación. Se puede decir que establece un perfil claro y nítido para la noticia y, a la vez, permite que se haga de él un uso general. El proceso es el mismo en cualquier medio: 1) ocurre un hecho real, 2) el titular lo sintetiza y lo comunica, 3) la información lo explica y 4) el lector lo asimila, lo comenta y lo difunde. Y si está bien construido sacude la actualidad y hace que la gente hable de ese hecho incluso antes de haber podido leer la información completa. En cualquier caso, también conviene en la red que el titular sea informativo, breve y afirmativo y que responda al esquema de una oración simple: sujeto-verbo-complemento. Puede constar de antetítulo, título y subtítulo, pero con frecuencia este último elemento es más bien un sumario que añade información sobre lo que puede dar de sí la noticia. Y si partimos del esquema de Emilio Alarcos, sería deseable que fuera concentrado mejor que amplio, explícito mejor que implícito, objetivo mejor que comprometido y, puesto que hablamos de una oración simple, unimembre mejor que bimembre. 3.3. Los enlaces El documento es la base de todo este desarrollo argumental, el vínculo que une contenido y estructura. Y el fundamento que relaciona unos documentos con otros, el eje de los modelos hipermedia, es el enlace o, mejor, el conjunto de los enlaces. Todos deben estar integrados en una secuencia lógica y accesible, jerarquizada o basada en una asociación concreta de ideas, que invite a completar el recorrido previamente estructurado por el periodista con todas las facetas que se conocen hasta ese momento del acontecimiento relatado, y con referencias visibles al índice general y a todo el recorrido del reportaje para poder elegir el aspecto en el que se desea profundizar. En este entorno, la navegación marca el desarrollo narrativo a través de links perfectamente visibles en la página y se convierte en la característica fundamental de este soporte. Gracias a esos enlaces se puede pasar de un nodo a otro -todos ellos en forma de ventanas-, activándolos de una manera que resulte fácil al internauta y que permita, en cualquier momento, volver al índice o a la home page. Si lo primero que ve el lector en la página principal del actual diario on line es un conjunto de textos breves que recogen las noticias más importantes y cumplen al pie de la letra las características que hemos visto para el periodismo escrito, sólo por medio de ese conjunto de enlaces claramente señalados y visibles puede entrar desde cada una de esas noticias a otros documentos más largos que amplían la información a la medida de sus requerimientos. Lo único que tiene que hacer es seguir la pauta marcada por ese texto inicial, cuyo titular es a su vez un enlace que dirige al texto principal, e ir señalando con el cursor las diferentes posibilidades que se le ofrecen 1) en forma de frases breves subrayadas, 2) mediante una relación de enlaces incluida al final del texto, o 3) con pequeñas imágenes, iconos, que sustituyen o acompañan a las palabras y se entienden con facilidad. Quizá se puede señalar que la segunda modalidad -situar los enlaces al final del texto- es la que menos interrumpe la lectura y, por lo tanto, la más recomendable pero también en ocasiones son útiles las otras dos. Y aunque para todos resulta ya familiar el lenguaje icónico de la pantalla del ordenador -una cámara fotográfica en el texto indica que se puede acceder a fotos de esa noticia, una lupa facilita el uso del zoom, una carpeta abierta nos habla de la apertura de documentos, unas cuantas hojas juntas nos recuerdan que podemos copiarlos y guardarlos, un teléfono indica el acceso a la línea telefónica, un altavoz permite graduar el volumen, una casa pequeña nos lleva a la home, un monitor permite cambiar las propiedades de la pantalla, un timón de barco representa la entrada a uno de los navegadores de Internet, un bote de pintura nos recuerda que podemos modificar el color, y tantas otras cosas más que representan acciones concretas sin utilizar palabras sino mediante un icono cuyo significado es universal y compatible con todos los idiomas-, es conveniente que los enlaces sean textuales y que si se incluye un elemento iconográfico sea complementario y esclarecedor. Y así, se pueden ir recorriendo todos los aspectos de un tema de actualidad desde el acontecimiento que acaba de producirse hasta el conjunto de antecedentes, personajes, imágenes, documentos oficiales, opiniones de los protagonistas, de los expertos en el tema o los lectores, y obtener la mayor cantidad posible de información mediante enlaces internos o externos, textuales o multimedia, que sean de ida y vuelta -hay que insistir en esto- sin tener que abandonar la pantalla del ordenador y, ya en muchos casos, del teléfono móvil, de un dispositivo del tipo PDA, de un mini-ordenador o de la televisión. Bibliografía AGENCIA EFE (1995): Manual de español urgente, Cátedra (110 edición), Madrid. - (1992): Vademecum de español urgente, Fundación EFE, Madrid. edición), Madrid. ALARCOS LLORACH, Emilio (1999): Gramática de la lengua española, Espasa, Madrid. edición), Madrid.
  • 10. DIEZHANDINO NIETO, Pilar (1994): El quehacer informativo. El "arte de escribir" un texto periodístico. Servicio Edit. de la Universidad del País Vasco, Bilbao. edición), Madrid. EDO, Concha (2003): Periodismo informativo e interpretativo. El impacto de Internet en la noticia, las fuentes y los géneros, Comunicación Social, Sevilla. edición), Madrid. GÓMEZ TORREGO, Leonardo (1989): Manual de español correcto, Arco (2 tomos), Madrid. edición), Madrid. LÁZARO CARRETER, Fernando (1997): El dardo en la palabra, Círculo de Lectores, Madrid. edición), Madrid. - (1981): Curso de Lengua Española, Anaya, Madrid. edición), Madrid. - (1977): "El lenguaje periodístico entre el literario, el administrativo y el vulgar", en Lenguaje en periodismo escrito, Fundación March, Madrid. edición), Madrid. LÓPEZ DE ZUAZO, Antonio (1990): Diccionario del Periodismo, Pirámide (50 edición), Madrid. edición), Madrid. MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis (1991): Curso general de redacción periodística (Edición revisada), Paraninfo, Madrid. edición), Madrid. MARTíNEZ DE SOUSA, José (1981): Diccionario general del periodismo, Paraninfo, Madrid. edición), Madrid. MUNDO, EL (1996): Libro de estilo, Temas de Hoy, Madrid. edición), Madrid. NUÑEZ LADEVÉZE, Luis (1993): Periodística y fundamentos del estilo, Síntesis, Madrid. edición), Madrid. - (1993): Teoría y práctica de la construcción del texto, Ariel, Barcelona. edición), Madrid. - y CASASÚS, Josep María (1991): Estilo y géneros periodísticos, Ariel, Barcelona. edición), Madrid. PAÍS, EL (1990): Libro de estilo, Ediciones El País (40 edición), Madrid. edición), Madrid. PRENSA ESPAÑOLA (1993): Libro de estilo de ABC, Ediciones Ariel, Madrid. edición), Madrid. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1999): Ortografía de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid. edición), Madrid. - (2001): Diccionario de la lengua española, Espasa-Calpe (220 edición), Madrid. edición), Madrid. SECO, Manuel (1986): Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, Aguilar (90 edición), Madrid. -------------------------------------------------------------------------------- *Concha Edo es integrante del Consejo Editorial de Sala de Prensa. Profesora titular en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.