2. Antes de que existiera la escritura, los libros
eran orales.
Los soportes eran dos:
- El soporte de la memoria. Poco fiable, pues
recordarlo todo era muy difícil.
- El soporte de la arqueología: esculturas,
edificios, monedas, …
3. La escritura surge de la necesidad que tiene el
ser humano de sociabilizar. Necesita
conservar los relatos, llevar los registros,
llevar las cuentas, …Johannes Gutenberg
quien perfeccionó la imprenta y así hizo
posible la multiplicación de las obras más
antiguas y garantizó su conservación. Esto
sucedió en el 1440.
4. Hay dos familias de soportes:
- Blandos: Papiro, pergamino, tablillas
enceradas, códices. Son los soportes típicos
de las bibliotecas y escolares en la
Antigüedad
- Duros: cerámicas, piedra, paredes, plomo.
Este es el soporte que se utiliza en las
inscripciones, o epígrafes.
5.
6. El papyrus era
una planta que
crecía en Egipto.
De este término
procede nuestro
sustantivo
‘papel’. Imagen CC.
Schoenoplectus lacustris.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b7/Schoenopl
ectus_lacustris_260605.jpg-
7. Los tallos de la planta del papiro se partían en
trozos de unos 40-50 cm de largo. Luego se
cortaban finas láminas longitudinales y se
aplanaban con un mazo. Las láminas se
extendían sobre una superficie lisa, todas en
el mismo sentido, formando una primera
capa. A continuación, se colocaba otra capa
de láminas, en sentido perpendicular a las
anteriores. Se ponían en remojo, se
prensaban y se dejaban secar al sol.
8. El rollo de papiro, formado así, se llamaba
“volumen” y se empleaba, principalmente,
para la copia de obras literarias
Al rollo se le ataba un trozo de pergamino,
en el que figuraba escrito el título o el
contenido. Para preservarlo de la humedad y
de los parásitos se untaba con aceite de
cedro y se introducía en un estuche, también
de pergamino, coloreado de púrpura o
amarillo.
12. Los inconvenientes del papiro eran muchos:
- Para leerlos había que desenrollarlos,
colocándolos sobre las rodillas y sujetando la
parte enrollada con una mano, al tiempo que
con la otra se iba desenrollando con cuidado.
- Su capacidad era muy limitada y debían
emplearse varios rollos, si se trataba de una
obra extensa.
13. Para los escritos de la vida cotidiana se
utilizaban tablillas de madera o marfil
enceradas, baratas pero voluminosas y
frágiles. Para escribir sobre las tablillas
enceradas, se rebajaba la superficie, en la cual
se vertía cera derretida, que posteriormente se
ahumaba, para que resaltasen las letras
grabadas. Se escribía mediante un punzón de
madera, marfil, hueso o metal, llamado
“stilus”. Las tablillas, unidas con cuerdas o con
cierres, formaban una especie de libro.
16. Mediante una especie de anillo metálico o un
cordoncillo pasado por orificios hechos en
uno de sus márgenes solían unirse entre sí
dos, tres o más tablillas, formando dípticos,
trípticos o polípticos..
17. Sobre las tablillas se escribía fácilmente
gracias a un punzón o estilete (stilus) que
presentaba una forma peculiar.
Por un extremo acababa en punta para
poder escribir y, por el lado opuesto,
presentaba una superficie plana, en forma
de espátula, que servía para rascar y
aplastar la cera, por lo que permitía borrar
lo escrito y escribir encima otra vez.
20. El pergamino era un material más resistente
que el papiro. Estaba hecho a partir de la piel
de una res u otros animales.
Imagen CC
https://www.flickr.com/photos/sebastiagiralt
/13317067415/
21. El origen de los libros
actuales se encontraría
en la unión de varias
tablillas. Los romanos
las llamaban ‘codices’.
Hubo códices de
papiro, pero terminó
por imponerse el de
pergamino. Imagen CC
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/co
mmons/e/e1/Codex_Petropolitanus_fol
s._164v-165r.jpg
22. Un códice estaba formado por cuadernos, que
eran pliegos con un cierto número de hojas
dobladas por el centro y cosidas, encajándose
unos con otros de manera que el primer folio del
cuaderno tuviera por detrás el último, el segundo
el penúltimo, y así sucesivamente. El pergamino
de los códices debía ser fino y bien alisado, pues
se escribía por ambas caras.
Al comienzo de la obra, había una frase en tinta
roja y letras mayúsculas, que contenía el título de
la obra, aunque sin aludir al nombre del autor. Al
final se repetía el nombre del autor y el título del
libro con una indicación de que había terminado.
23. Para escribir con tinta sobre el papiro o el
pergamino se empleaba el calamus scriptorius, es
decir, una cañita de junco, uno de cuyos
extremos se afilaba con el culter, una especie de
cortaplumas, y se hendía de modo análogo a las
plumillas, para que el corte absorbiese la tinta
por capilaridad.
En los tinteros (atramentarium o calamarium)
guardaban la tinta (atramentum) de origen
vegetal, tanto de color negro como púrpura.
27. 1.- Materiales: cartón un poco grueso, regla, tijeras o cutter, lápiz,
plastilina y pegamento
2.- Modo de hacerlo:
- Se corta un rectángulo de cartón de 41 x 25 cm
- En el centro del cartón (dispuesto en horizontal) se dibujan doS
líneas, dejando 1 cm entre ambas. Con ayuda de las tijeras se
señalan ambas líneas sin llegar a cortar el cartón (es para que
se pueda doblar)´.
- Se corta otro rectángulo de cartón (de 20 x 25 cm.) y se recorta su
interior, para que forme un marco.
- Se pega este marco sobre la parte interior derecha del primer
rectángulo. El hueco dejado por el marco se rellena con plastilina.
- Para escribir, puede usarse como “stylus” un bolígrafo BIC y la tapa
servirá para borrar lo escrito.
28. Cortar tiras de papel de estraza, según la
longitud y anchura que vaya a tener el papiro
(por ejemplo, pueden ser tiras de unos dos cm.
de ancho por 50 cm. de largo).
Pegar las tiras, una debajo de otra, en
horizontal.
Pegar encima, una al lado de otra, en vertical.
Escribir un texto en dos o tres columnas por el
lado horizontal.
Escribir antes de enrollar.
Enrollar en dos palos o ramas.
Al final: - “Nomen” me fecit
- Datum
29. Materiales que se necesitan:
1 hoja de plástico
1 pincel suave
Chocolate para disolver (ColaCao, o algo
semejante), o café.
Folios.
Agua.