QUÉ ES
Microcuento, minicuento, cuento minúsculo,
cuento en miniatura, incluso cuentículo...
Existen demasiadas denominaciones para dar
cuerpo al cuento brevísimo, entre las que parece
imponerse la de "microrrelato".
UN POCO DE HISTORIA
Un fenómeno en absoluto nuevo en la literatura, que sin
embargo parece ponerse de moda en el último medio
siglo, de la mano de insignes cultivadores de la ficción
hispanoamericana como Borges, Cortázar, García
Márquez, Arreola, Denevi y Monterroso.
Porque, aunque el microrrelato no es ajeno a todas las
literaturas contemporáneas -basta recordar la extraña
belleza de los cuentos breves de Kafka-, parece haber
irrumpido con mayor fuerza al otro lado del Atlántico,
donde también se ha intentado dotarlo de base teórica y
distinguirlo de especies afines. Hoy día es raro el escritor
que no haya perpretado uno alguna vez.
El microrrelato hunde sus raíces, como toda
literatura, en la tradición oral, en forma de
fábulas y apólogos, y va tomando cuerpo en la
Edad Media a través de la literatura didáctica,
que se sirve de leyendas, adivinanzas y
parábolas.
* apólogo, ga. adj. apológico. || 2. m. fábula (ǁ
composición literaria).
Pero es en la época moderna, al nacer el cuento como género
literario, cuando el microrrelato se populariza en la literatura en
español gracias a la concurrencia de dos fenómenos de distinta índole:
la explosión de las vanguardias con su renovación expresiva y la
proliferación de revistas que exigían textos breves ilustrados para
llenar sus páginas culturales.
Algunas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna son
verdaderos cuentos de apenas una línea, y también Rubén Darío y
Vicente Huidobro publicaron minicuentos desde diversas estéticas.
Junto a estos autores, la crítica señala también al mexicano Julio Torri
y al argentino Leopoldo Lugones como decisivos precursores del actual
microrrelato.
*greguería. f. gritería. || 2. Agudeza, imagen en prosa que presenta
una visión personal, sorprendente y a veces humorística, de algún
aspecto de la realidad, y que fue lanzada y así denominada por el
escritor Ramón Gómez de la Serna.
En la segunda mitad del siglo XX el microrrelato llega a
su madurez. Ya no se trata de un ejercicio de estilo, de
una pirueta de agudeza o de un retazo más o menos
misterioso de prosa poética. El microrrelato se presenta
como una auténtica propuesta literaria, como el género
idóneo para definir, parodiar o volver del revés la
rapidez de los nuevos tiempos y la estética posmoderna.
El cuento brevísimo es la arena ideal donde se bate la
moda de la destrucción de los géneros, hasta el punto de
que resulte imposible -e inútil- tratar de definirlo,
distinguirlo o envolverlo de legalidad.
CARACTERÍSTICAS
• La brevedad
No es falso asegurar que la brevedad, noción que
también aplica al cuento, sea lo más común de este tipo
de textos. Sin embargo, es una característica bastante
subjetiva, ya que existen microrrelatos de más de una
página. Contar el número de palabras es sólo una forma
de ilustrar el concepto de brevedad.
Los títulos suelen ser pertinentes, porque pueden
ayudar a la focalización o a completar aquello que, por
la brevedad, no se dice. En algunos casos son
imprescindibles para completar el sentido.
• La temática
Como otras obras literarias, los microcuentos
abarcan las más diversas temáticas que van desde
la ficción pura, la inclusión de otros discursos
(políticos, sociales, etcétera), hasta el uso de la
intertextualidad. Tiene la particularidad de
presentar un desenlace inesperado con respecto a
los sucesos narrados, es decir, quiebra las
expectativas del lector sobre su final,
condicionado por los sucesos narrados antes del
desenlace.
• Cruce de géneros
La economía de palabras es notoria, pero a medida
que el microrrelato se va haciendo popular,
también la variedad de la forma va aumentando.
Esto provoca la destrucción de los géneros, hasta el
punto de que resulte imposible -e inútil- tratar de
definirlo, distinguirlo o clasificarlo. Se postula
entonces un género híbrido que con sus recursos
estilísticos entremezcla narración, ensayo, poesía,
entre otros.
OTRAS CARACTERÍSTICAS
• Que tenga un desenlace rápido, sirviéndonos, por ejemplo,
de una palabra extraña, lo cual puede ayudar a la concisión
y tener un efecto humorístico.
• Hacer uso de la elipsis.
• Jugar con un lenguaje que posea doble sentido.
• Ubicar elementos familiares dentro de espacios
inesperados.
• Situar el texto sin preámbulos dentro de un código o
contexto sorpresivo o en desuso.
• Parodiar textos o contextos familiares.
• Hacer uso de la intertextualidad literaria, por ejemplo,
citando elementos pertenecientes a textos literarios ya
conocidos y confrontándolos con la nueva realidad textual.